Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
SpetznazsGandalf

Charles Lacrete

Recommended Posts

  • Nombre del Personaje
    Charles Lacrete
  • Raza
    Humano
  • Sexo
    Hombre
  • Edad
    16
  • Altura
    1'63 metros
  • Peso
    44 kilogramos
  • Lugar de Nacimiento
    Bahía del Botín
  • Ocupación
    Pillastre
  • Descripción Física

     

    5ed21a1eefaae1f38a8d25db2cc7ad13.png

    Charles es un joven de tez levemente bronceada, cabellos de un tono castaño claro con ribetes rubios y ojos marrones. Su aceitosa y corta melena parece no haber sido peinada en años. Orejas algo grandes y tabique nasal delgado. Muestra un rostro joven y lampiño, al que apenas le han comenzado a brotar las patillas, está casi permanentemente cubierto por una suave capa de suciedad. Es el dueño de una complexión extremadamente delgada y nervuda, incluso se le podría calificar de esquelética. Sus largas falanges están rematadas por unas puntiagudas uñas cubiertas de inmundicia. 

    Luce ropajes simples, un chaleco de tela negra por encima de una camisa marinera de tono blanco desgastado. Un cinturón en el que hay dos pistolas de mecha sujeta bien los desgastados pantalones a la cintura de Charles. Calza unas harapientas botas de cuero con un pestilente hedor a podredumbre, a saber de dónde las ha sacado. En el zapato izquierdo hay una daga.

  • Descripción Psíquica

    De carácter polifacético y animado. Falsos modales y lengua afilada caracterizan a este joven que muestra ciertas aptitudes a la hora de la mentira, en todas sus facetas. Poseedor de una inusitada paciencia y un sentido del raciocinio sorprendentes en alguien de su edad. De moral gris, ni héroe ni villano. Adora poner la oreja en los asuntos de los demás, como diría él, cotillear puede salvarte de una muerte próxima.

  • Ficha Rápida
    No (1000 palabras mínimo)
  • Historia

    Charles Lacrete nació del coito entre una ramera cualquiera y un pirata de ascendencia norteña, a juzgar por los rasgos del joven. 

    El bebé, que fue repudiado por ambos progenitores acabó en las manos de un joven comerciante que buscaba hacerse un nombre distribuyendo productos ilegales ante las leyes de cualquier reino humano. Su nuevo padre, y realmente el único que actuó como tal se llamaba Andrés y acababa de llegar de los Páramos porque allí era imposible ganarse la vida, ni legal ni ilegalmente. Los Defias son una competencia atroz, le repitió en más de una ocasión el primerizo padre a su retoño, aunque era demasiado joven como para entender aquellas palabras. No creció como un niño normal, pero si disfrutó de su infancia dentro de lo que cabe. Andrés lo cuidaba como podía, proporcionándole los cuidados necesarios pero sin hacer demasiado caso de la criatura en cuanto empezó a valerse por si mismo.

    Conforme fue creciendo, su padre le enseñó conceptos básicos de su deshonesto oficio. Entre aquellas lecciones puso empeño en grabar a fuego lento en la mente de su hijo que la información se convertía en dinero, y que aquel que cotillea puede salvarse de una muerte próxima. En resumen, nunca está de mal poner la oreja, y aún más cuando te crías en uno de los lugares más sordidos de todo el continente. La Ciudad del Delito, la capital del crimen en Azeroth por excelencia.

    Hizo amistades, y empleó aquellas enseñanzas que su padre le impartía cuando pasaba por lugares extremadamente frecuentados, comenzando a llevar a casa un dinero extra proporcionado por el hurto menor, y en contadas ocasiones el tráfico de información. A Andrés no le gustaba que su hijo entrara en esa clase de negocios, y más a esas edades, pero agradecía el dinero que traía a casa. Aún el ya no tan joven comerciante no se había ganado un buen nombre como contrabandista, todo lo contrario, se veía acosado por los recaudadores y matones enviados por los prestamistas.

    Aquel fatídico día, se levantó con los primeros rayos del sol y pudo ver a su padre con un puñal en la espalda. Lloró su muerte, más poco podía hacer aquel niño. 

    Gracias a las enseñanzas de su padre pudo comenzar a ganarse la vida, no de forma honorable, pero si que conseguía mantenerse a flote. Tenía una modesta habitación con una cama a reventar de pulgas. Además adquirió una muy mala vida, alimentándose lo mínimo y dejando el resto del dinero conseguido en tabaco y alcohol.

    Poco a poco, empezó a dejar de codearse con vagabundos y pasó a rodearse de malhechores de toda ralea, desde piratas hasta esclavistas. Hizo su grupo de amistades, todos menos él superaban los treinta años, así que era una estampa curiosa de ver. Valoraban el consejo de Charles, ya que demostró ser alguien ingenioso desde el primer momento que entablaron conversación, además estaba bastante interesado en que pasaba en los muelles, ya que no solía frecuentar esas zonas. Nada se le había perdido allí.

    Cada dos días se reunían todos en la parte de arriba de la taberna "El Odre Piojoso" donde jugaban a las cartas apostando cantidades de dinero ínfimas para evitar la mala sangre, la amistad reinaba en aquel círculo. Compartían noticias, hechos curiosos, información sobre mercancías de todo tipo, nuevos en la ciudad, y gente a la que habían dado por muerta hace bastante y acababa de dejarse ver. Se divertían, y era lo que primaba. 

    Por otra parte, Charles se ganaba la vida timando y estafando a gañanes por todo el puerto. No era demasiado difícil, desde siempre fue un aficionado a la literatura, así que era cuestión de abrumarlos con palabrejas que desconocían para que aflojasen la bolsa. Los que conocían ya aquel método no dudaban en tratar de apalizar al joven, pero normalmente conseguía escabullirse por aquellas callejuelas que tan bien dominaba ya, también hubo algunos casos puntuales en los que recibía su merecido, pero bien pocos. 

    Siendo realistas, lo único que le disgustaba de su vida era la forma en la que la vivía. Le sabía a poco, necesitaba nuevos aires y estaba abierto a cualquier tipo de empresa, por lo que cuando encontró algo con lo que llenarse de aires nuevos aceptó el trabajo sin dudar.

    Trabajaría como marinero de cubierta en un barco llamado El Camaleón. Debido a su total falta de experiencia, se pasó el primer día asomando la cabeza por la borda y alimentando a los peces con sus raciones a medio digerir.  Después de recuperarse, el segundo de a bordo le dejó bien claro que o se ponía a fregar el suelo o recibiría un par de latigazos por pasarse la jornada anterior contemplando las vistas, Charles, realmente asustado se pasó el resto del día fregando la desgastada tarima de cubierta como si le fuera la vida en ello.

    El viaje transcurrió sin muchos incidentes, pero Charles las tuvo jodidas. No se acostumbraba al ambiente de perfecta sincronía que reinaba en la cubierta, por lo que fue amenazado de muerte varias veces y sometido a diversos castigos, destacando las guardias nocturnas. Durante su breve estancia en aquella nave fue pobremente instruido por sus compañeros, por si sufrían un ataque. En cuanto llegaron de nuevo a Bahía del Botín fue a hablar con el capitán y dimitió, se largó a ver a sus amigos y con el dinero que había obtenido en aquella desastrosa aventura consiguió hacerse de nuevo con su habitación totalmente atestada de piojos. 

    Conforme se levantó a la mañana siguiente con las primeras luces del alba se hizo con unos ropajes medianamente caros, nada del otro mundo, pero que no tenía absolutamente nada que ver con los harapos a los que tantos años había dado uso. 

    Se reunió con sus amigos y les contó entre risotadas y jarras de ron, acompañadas de eventuales caladas a cigarrillos de deprimente calidad. Aquella noche se les hizo más tarde de lo normal, pero tampoco molestó a nadie. 

    De nuevo estaba en casa, siguió con su lamentable ritmo de vida. Alcohol, cigarros y putas baratas. Además, seguía obteniendo el dinero de la misma manera, a base de la estafa y la mentira, aprovechándose de las mentes más cortas o destrozadas, eso realmente le daba igual, no es alguien con muchos escrúpulos. Aún así, actualmente busca abrir nuevos frentes, expandir sus conocimientos y embarcarse de nuevo en alguna aventurar.

  • Like 3

Compartir este post


Enlace al mensaje
Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...