Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Malcador

[Pandaria] La Grulla Albina Alza el Vuelo

Recommended Posts

0mssFDQ.jpg

少壮不努力,老大徒伤悲。

- De Las Tres Aguas, Shan del clan Khao

"¡Pao Pao, Pao Pao, Pao Pao!" - Los gritos de júbilo y alabanza se escuchaban por las calles de la ciudad de Bozhou. Saludando desde su transportín, donde cuatro ashigarus le llevaban cargado sobre sus hombros, agitaba sus zarpas oscuras engalanadas en largas mangas de seda, de su ceremonial toga de colores níveos.

Las festividades y las celebraciones duraron varios días. ¿Cual era el motivo de esto? Bozhou, situada en la Región de Qiao, era una ciudad pequeña, de pescadores y picapedreros situada en la parte más al Suroeste del Valle de los Cuatro Vientos, a la sombra del Gran Muro, y a apenas unos días de viaje de las espesuras de Krasarang hacia el sur.

Desde siempre, había sido una ciudad algo sombría. Sus gentes eran trabajadoras, hospitalarias, pero las incursiones Saurok eran una constante como pocas otras poblaciones Pandaren fuera de Krasarang debían de soportar.

Pero desde hacía dos años, esta situación había comenzado a cambiar. Un sabio y filósofo, relativamente joven, había alcanzado la posición de Shi Zang tras superar y por mucha diferencia a todos sus competidores. Los Monjes vieron en él una convicción, una visión y una incorruptibilidad inaudita. Era un prodigio. Y su efecto en Bozhou se hizo notar al instante, cual gran alud en las lomas de Kun-Lai.

Con sus primeras decisiones, los cuerpos de Ashigaru de la ciudad triplicaron su número, y fruto de las incursiones Saurok que no habían dejado de aumentar fruto de la cada vez mayor presencia del Shado-Pan en el Muro del Espinazo del Dragón, para defender las crecientes incursiones Yaungol y Mántide, pasaron a dedicarse de manera prácticamente profesional a la labor de proteger sus tierras y sus fronteras.

Lo que estos días se celebraba en la ciudad no era si no la victoria frente a los invasores hombres-lagarto, que habían sido derrotados en un desnivel entre dos colinas, cuando la partida de guerra invasora fue sorprendida por las tropas del Shi Zang de Bozhou, que previamente había analizado el terreno y cavado nidos para que sus Pandaren esperasen y emboscasen a los Saurok.

Aunque los Monjes observaban con cautela el militarismo del Shi Zang, no intervinieron, pues realmente no hacia nada más que proteger de manera efectiva a los Pandarens a su cargo, como era su deber.

Pero hacia unos cuatro meses, las cosas habían comenzado a tomar un giro que dejó inquietos a los sabios en sus Monasterios. 

Shan del Clan Khao, pues así se llamaba este prodigio, apodado "Pao Pao", o Grulla Albina, por el pelaje claro de su rostro y su grácil figura, había comenzado a establecer relaciones diplomáticas con villas cercanas que se escapaban de su rango de influencia, con el fin de organizar en pos de la defensa contra las incursiones Saurok. 

Llegó a oirse hablar de rumores de amenazas veladas, y de regalos cargados de dobles intenciones, pero fuere como fuere, poco a poco más y más aldeas y villas fueron uniéndose bajo la bandera de Pao Pao.

 

Pero no fue si no hace tres semanas que las alarmas saltaron en los monasterios, y que llevaron a que una misiva urgente fuese enviada, de manera expresa y directa, al líder del Shado-Pan, Taran Zhu.

Al parecer los planes de Shan, del clan Khao, Shi Zang de Bozhou, no se limitaban a establecer lineas de coordinación y defensa entre las poblaciones de la región de Qiao. 

Los herreros trabajaban a destajo, y cada vez más y más campesinos eran reclamados de los campos para formar filas, pues Pao Pao preparaba una gran incursión en Krasarang. Una invasión de la selva, con el objetivo de ganar terreno a los Saurok, deforestar, y establecer nuevas poblaciones para que los Pandaren puedan prosperar a costa de los violentos hombres réptil.

Los Monjes no tardaron en intentar convencerlo de lo contrario. Nisiquiera los Mogu, con todo su poder, habían logrado derrotar a los Saurok en su terreno, y aunque ganasen, la cantidad de vidas Pandaren que se perderían serían demasiadas, cosa de por sí horrible, y más con el Enjambre Mántide tan cerca.

Pero incluso a los grandes Monjes de los Monasterios de Qiao eran incapaces de derrotar a Shan en su dialéctica, pues era tan sagaz y avispado con las palabras como lo era en el campo de batalla.

 

Las voces y los rumores no tardaron en extenderse por todo el Valle de los Cuatro Vientos, y una vez en el Alcor, acabarían llegando al resto de Pandaria. Algunos veían en las acciones de Pao Pao una temeridad fruto de aquel que solo había experimentado la victoria toda su vida, que acabaría en una desgracia. Otros, sin embargo, comunaban con sus ideas, pues no hacía nada más que derrotar al odiado invasor Saurok. De hecho, muchos Pandaren marcharon de sus tierras para unirse a su estandarte. 

Era raro no ver calle de gran ciudad Pandaren donde no hubiese acaloradas discusiones y debates respecto a la situación que, si bien lejana, resonaba en las mentes de todo Pandaren. Y a veces, las palabras no eran suficientes, y los interlocutores llegaban a las zarpas, en un ambiente de crispación que lentamente se extendía por todo Pandaria , emanando desde el Desierto del Pavor como un gran mal.

 

Pero no había Pandaren al que más afectase la noticia, que a un veterano hombre-oso, que frente a su baja mesa, observando la inmensidad de los océanos al norte de Kun-Lai desde la ventana de su habitación, leía una misiva que le había entregado uno de sus disciplinados mensajeros con presteza.

Taran Zhu no pudo evitar suspirar levemente tras leer la misiva. Había tenido la vana esperanza de que esta vez fuese distinta a todas las anteriores. Que los Augustos le concediesen un cierto margen. Pero no era ese su destino. Como todo Maestro del Shado-Pan, no debía hacer frente solo a los Mántides y a su Enjambre, si no al mal que se extendía en toda Pandaria cuando las barreras se debilitaban , las enseñanzas se olvidaban ante el miedo, la diplomacia daba paso a la ira, la paz desaparecía en favor de la violencia, y todo margen de razón quedaba asfixiado bajo la montaña del orgullo.

La Hēi'àn shídài había llegado. La Edad Oscura que precede a todo Enjambre Mántide. La influencia de los Sha había despertado.

 

 

 

  • Like 6

Compartir este post


Enlace al mensaje

10qytxe.png

El nuevo año habia llegado, terminando ya los festejos, las buenas comidas y las alegrias rodeada de buena armonia. Retomo su camino, y fue hacia las montañas pero antes de tomar su sendero habia llegado una misiva de una compañera de patrullaje de Alcor, dando la amarga noticia de las actuaciones de Shan del Clan Khao. La aldea donde él habia nacido se encontraba por los alrededores de la región Qiao, él habia visto lo que eran capaces esos Saurok, pues su aldea fue masacrada por ellos y sobretodo eran los causantes de la muerte de su sensei. Las noticias no eran esperanzadoras para el Valle de los Cuatro Vientos y menos para aquellos que siguieran el estandarte del Clan Khao.

Su compañera de patrullaje le había escrito dando la noticia por una razón, ya que esta se iba a unir a su bandera para tal movimiento militar. Si bien, Saigö, recordo aquellos males que asolo con un baño de sangre, se prometio no desenvainar sus espadas. Pues tras la muerte de su sensei, delante de su grueso cuerpo inerte, se dijo a sí mismo "No tomaré el mismo ejemplo que ellos", refiriendose a los invasores y a su declaración de guerra. Desde entonces solo utilizo sus zarpas para imponer paz y orden en sus patrullajes, tanto los problemas de los mures como las rebeldias de jovenes pandarens. Él sabía que tarde o temprano le tocaría romper su promesa si la vida de sus amigos se encontrara en peligro. El tiempo le hará rebelar su destino.

Escribio con pluma y tinta, respondiendo a su compañera de patrullaje. Ya que ella se habia tomado la molestia en escribirle, no iba a ser menos. Entrego la misiva a un mensajero, a la vez dandole una barra de pan, por el camino peligroso de vuelta.

Para mi amiga, Hiriko.

Me alegra que hayas pensado en mi, pues desconocia de los movimientos militar en la Región de Qiao. Me apena anunciarte que no marcharé al Valle de los Cuatro Vientos, ya que me encuentro protegiendo a una Adepta del Shado-pan en una de sus rigurosas misiones, por el bien de Pandaria y de quienes vivan en ella.

Amiga mia, sé que no os podré convencer, pues compartistes conmigo tu historia y lo que has vivido. Los dos hemos pérdido a nuestros amados padres por las incursiones Saurok, pero recapacitad amiga mía. Tomar la espada para seguir el ejemplo equivocado, el de la venganza, no es el correcto. Eres una buena guerrera, siempre me he sentido pequeño a tu lado. Espero poder volverte a ver. Sé fuerte como Xuen, Hiriko.

Tu buen gula, Saigö.

PD: ¿En serio que los Mures estaban adorando a una Gran Zanahoria? Cuando lo leí, sonó mi carcajada hasta en el Monasterio de Tian. Espero no haber interrumpido el chi de los monjes.

Una vez acabado con sus quehaceres, solo se mantuvo en silencio en todo el viaje hasta alcanzar a sus compañeras, pues su mente estaba dividida entre dos mitades, la misión de la adepta del Shado-Pan y la preocupación por Hiriko.

  • Like 1
  • Thanks 1

Compartir este post


Enlace al mensaje

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Responder en este tema...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.

Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...