Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Lady Soup

[Historia] Alfhild Ventalia

Recommended Posts

Alfhild Ventalia

 

DATOS BÁSICOS

Nombre del Personaje: Alfhild Ventalia
Raza: Humana
Sexo: Mujer
Edad: 21 años
Altura: 1'93 m
Peso: 89 kg
Lugar de Nacimiento: Ventormenta
Ocupación: Novicia de la Mano de Plata


DESCRIPCIÓN FÍSICA

Su piel es oscura, sus ojos de un brillante azul. Lleva una melena larga y negra, usualmente suelta. Mide varios centímetros por encima del metro setenta y cinco y su peso es acorde a su altura. Impone, vaya, ya sea con su mirada, estatura, presencia o una combinación arbitraria de esas características. Es un armario de chica, vaya.
 

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

La actitud de Alfhild frente a la vida es sumamente optimista. Es una chica alegre, confiada y decidida. Alguien que valora a los suyos con sumo aprecio y se sacrificaría sin dudarlo por ellos. A todos los efectos parece una réplica de su padre, Reinhardt, salvo por el físico.

Su actitud, afable y extrovertida, suele calar mucho en la gente, ya sea para bien o para mal. Encantada de estar siempre en primera línea para todo, beber más que nadie en la taberna y, principalmente, charlar, es alguien que, por encima de todo, adora estar con gente.
 

HISTORIA

Nativa de la capital humana, Ventormenta, Alfhild siempre fue una chica bastante viva y despierta. Alguien que jugaba con todo el mundo y tenía una vida feliz y tranquila de la que hacer orgullosos a sus padres.

No sufrió tragedia alguna en ningún punto de su vida. Al contrario, creció como alguien normal, con mucha gente que la apoyaba y sin mayor preocupación que que iba a hacer la siguiente tarde. Incluso encontró el amor y perdió la virginidad antes de los quince años, más idílica —para los estándares económicos de su familia— su vida no pudo ser.

Quizás, lo más destacable en su infancia fue la fuerte admiración por su padre y la tarea que realizaba para el reino —y, en la actualidad, el Imperio—. Una carrera en que decidió seguirle ingresando como novicia en el cuerpo armado de la Iglesia conocido como la Mano de Plata. No es que antes de eso fuera muy religiosa, cumplía con sus deberes y ya, pero en cierto modo sintió la llamada de la Luz después de que el azote atacara las tierras humanas.

Sí, eso pasó hará ya unos años, pero como es evidente la muchacha no pudo alistarse de buenas a primeras. Primero sirvió por un tiempo en el ejército de la Emperatriz y, tras eso, se puso un poco al día de todo el tema religioso con el que iba bastante atrasada —incluso ya de novicia, en la actualidad, casi que sigue un poco igual—.

Por ende, no fue hasta el pasado reciente —apenas unos meses atrás— cuando empezó su carrera en la Mano de Plata.

Sirvió por un tiempo en el monasterio de Yorkshire, donde aprendió y estudió más a fondo los caminos de la luz. Tras eso, fue destinada temporalmente a la Tumba de Uther, como guarda, antes de ser trasladada a la Vigilia de la Luz. La vida en el frente del norte no es que le agrade, pero trata de sobrellevarla con optimismo.

No es que sea la novicia con más luces, tampoco la más avispada o reglamentada, pero sí, quizás, la más dedicada. No solo a sus ideales, que le importan, si no sus compañeros. Esa hermandad en la que se ha terminado metiendo y que tanto le agrada.

 

La siguiente carta, escrita en una pulcra y directa caligrafía propia de todos los miembros de la Iglesia de la Luz con la debida educación eclesiástica.

Su remitente, como indica la cubierta del sobre, es el Paladín Francisco Espósito, estacionado en la tumba de Uther y, dirigiéndose en esta carta, al Escudero Jared Miller, segundo al mando de la Vigilia de la Luz.

Al escudero Jared Miller,

Le escribo esta carta para informarle —como ya es protocolo— de los suministros y refuerzos que partirán la próxima quincena. En su mano queda informar al Protector Thomas Benet, del Alba Argenta, con la mayor premura posible para que planifique el progreso del puesto acorde a lo que les podamos entregar:

Una corta lista de datos vagamente precisos precede a la siguiente sección del texto. Se tratan de detalles clasificados que no deben ser vistos por ojos indiscretos por lo que, evidentemente, se omiten de esta transcripción.

En caso de que tengan una petición en concreto, por favor, mandenla por escrito lo antes posible por uso de mensajero con tal de que, en la medida de lo posible, tratemos de incluirla en el envío. Sin embargo, no se confunda. Asegurar la llegada de dicho material es algo que me resulta imposible, ya sea por preparación o, directamente indisponibilidad del material.

Entrando en lo que deseaba comunicarle: Como habrá podido observar, una iniciada de nuestra más sacra orden se incluye en el viaje. Su nombre, dado que no ha sido citado en la lista, es el de Alfhild Ventalia. Una prometedora miembro que acudió a los brazos de la Luz hará ya unos años.

Huelga decir que la conozco personalmente, tanto a ella como a su padre —siempre buenos amigos de mi familia—, y he supervisado las etapas finales de su educación en nuestros caminos. Ya le aviso, es un hueso duro de roer.

Si bien la muchacha es una firme seguidora de nuestros caminos, cantando incluso en la parroquia de Santa Ignacia en Ventormenta, me veo en la obligación en señalar que se toma las virtudes quizás demasiado a la ligera. Un hecho que espero que corrija en su estancia con usted.

En lo referente a la segunda no tiene nada de lo que preocuparse. Pocas novicias he visto más entregadas a la causa a lo largo de mis años al servicio de la Mano. Sin embargo, en la Compasión ocasionalmente flaquea y, en el Respeto, se tropieza constantemente.

Prepárese, Escudero, pues suele realizar bromas que no vienen a cuento, comentarios directos y poco sensibles y, en ocasiones, hablar, ignorando los protocolos de la conversación, causando más de un lío del que la he tenido que sacar.

Sin embargo persista y cuente con ella para lo que requiera. No tiene problemas en cumplir las órdenes —fruto de su servicio en el ejército, expediente que le adjunto— y posee unas dotes sanatorias que rozan lo milagroso. Hará un buen trabajo, si se la deja, en la enfermería de la Vigilia, aunque ella, sin dudas, le dirá que prefiere ir al frente. Trate de fomentar eso, le ayudará a mejorar en su segunda virtud.

No le costará mucho distinguirla dada la ya entregada explicación, sin embargo procederé, por si las moscas, en caso de que usted no pueda recibirla en el lugar —hecho que, aunque comprendo, me entristeceria—.

Se trata de una mujer alta. Mucho más de lo que suele verse, se lo aseguro. Sus ojos son azules y su piel oscura. Gasta una figura sorprendentemente cargada, de brazos fuertes y aspecto intimidante. No tema, no haría daño a una mosca pese a portar una descomunal maza.

Le deseo fuerzas, pues, y mucha fortuna en la tarea que tiene por delante. Tanto en el servicio que presta para todos nosotros en el frente como en el hacerse cargo de esa muchacha.

Los necesitará.

Que la Luz le acompañe.

 

Atte, Paladín Francisco Espósito.

Editado por Lady Soup
  • Like 4

Compartir este post


Enlace al mensaje
Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...