Lynessa Vientoalbo

[Thala 682]

 

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• Nombre: Lynessa Vientoalbo
• Raza: Quel'dorei
• Sexo: Mujer
• Edad: 64
• Altura: 1.68
• Peso: 57
• Lugar de Nacimiento: Lunargenta
• Ocupación: Aprendiz de mago/ Sastre

 

 

Descripción física:

Una elfa no demasiado alta, lleva el cabello largo, liso y siempre bien peinado, aunque le gusta hacerse trenzas, o intricados moños, decorados con peinetas o cualquier otro adorno. Lleva rapada la parte izquierda de la cabeza, lo que le confiere un aspecto algo mas serio y fiero de lo que e realidad es. Su rostro, marcados por rasgos finos y una mirada penetrante y dura suele ocultar bajo una mascara de educación sus verdaderos pensamientos. Su aspecto fisico no es demasiado imponente, sin embargo tampoco es alguien a quien le moleste algo de ejercicio. 

 

Descripción psíquica:

Una elfa nacida en tierras humanas, pero criada en la cultura tradicional de su pueblo. Su padre llenó su infancia del folcrone de su nación, y su madre le instruyó la tradición, le enseñó como aceptar y adaptar su propia cultura para no resaltar demasiado entre los humanos, lo que le ha llevado a disfrutar con un estilo de vestir y un pensamiento que es una mezcolanza entre ambas culturas, más en su fuero interno piensa que son superiores a los humanos. Curiosa y tradicional, suele pecar de orgullo, y tiende a deleznar las malas compañías, dando un valor, posiblemente mas alto del necesario, a la educación y las formalidades.

 

 

Historia

 

La luz del Sol iluminaba el basto el cielo, imponiendo su presencia sobre todo lo demás, las nubes parecían temerle, rehuirle, y su dominio de cielo era absoluto. Su brillo se reflejaba en el agua del mar con fuerza, sin embargo corría una agradable y suave brisa, un dia de descanso, de paz, o así habría sido de no ser por la llegada de una extraña noticia. Llegaban rumores de que el Príncipe Kael’thas habia traicionado a la Alianza.. malas noticias.

 

Aun así, desde su cuarto, escuchó una fuerte discursión entre sus padres, decían que tal vez el ataque de la plaga y la muerte de su padre le habian vuelto loco, y debatían si debian permanecer o no, que si de ser cierto, como de seguros estarían ellos? Al final la discursión se resolvió con el planteamiento, de que algo debía pasarle a kael’thas para traicionar a la Alianza, y que podría ser peligroso.

 

Aun que la mayor parte de su vida Lynessa ha vivido entre humanos, su educación ha sido totalmente elfica, y aprecia sus costumbres en gran medida, encontraba la moda Humana un tanto burda, así como sus canciones algo faltas de ritmo y melodías realmente depuradas. Se crio con las historias que le contaba su padre sobre Los Errantes, y en su juventud fantaseaba con convertirse en una algún dia, sus padres no la tomaban en serio, pero cuando al crecer siguió insistiendo, su madre acabó con sus ilusiones:

 

-Lynessa.. Te lo he dicho cientos de veces, es peligroso volver a Lunargenta.. además, eres nuestra única hija.. tanto tu padre como yo somos magos, y tu tienes un talento que no voy a permitir que desperdicies - Le recriminó Laysa a su hija.

 

-Pero madre, que hay de malo? Padre me cuenta muchas historias, son heroes! Defienden a la gente y viven aventuras, estoy segura de que puedo conseguirlo! -Le contestó la niña a su madre

 

-*Laysa bufa exasperada* Estoy cansada de que tu padre te llene la cabeza de viejas historias hija. Si, Los Errantes han hecho grandísimas cosas, pero la verdadera elegancia, el verdadero poder, lo que debes ser, es una maga

 

-Per….

 

La discursión se alargó varias horas, pero al final Lynessa accedió.

 

No pasó mucho tiempo hasta que la familia se mudase de nuevo, esta vez a la ciudad de Dalaran, pues ambos progenitores estaba decidiso a fundar una academia de enseñanza magica, tratando de aportar los conocimientos de su raza a la magia de los humanos, esperando en el futuro lograr ingresar en el afamado Kirin Tor, allí fue donde Lynessa comenzó sus estudios mágicos, sin embargo, y más debido a sus nulas ganas que ha falta de habilidad, avanzó increíblemente lento, lo cual exasperaba tremendamente a su madre.

 

Si bien conocía la sed mágica.. y la había sufrido en pequeña escala, lo que le hizo replantearse su vida fue una pequeña escapada que hizo a escondidas de sus padres. Salió de la ciudad sola y se adentró en el bosque, pues quería demostrarse a si misma, que aunque no fuera a ser una forestal, habría valido para ello, y se puede decir que fue uno de los mayores errores de su vida.

 

En cuanto se internó en el bosque, no tardó en perderse, sin embargo al principio no le importó, había traído comida y agua como para estar casi una semana ahí dentro si era necesario, estaba convencida de que solo necesitaba tiempo para aclimatarse a estar ahi. Pasaron varios dias, y cada vez estaba mas perdida, no supo racionar bien la comida, y cuando llegó el 5º dia ya prácticamente no le quedaba nada, sin embargo eso no fue lo que le impactó, sino la sed.. jamás había sentido una necesidad tan acuciente y extrema de magia, era una sensación totalmente nueva para ella, y no sabía como reaccionar, Al principio empezó a llorar, confusa, sin saber qué hacer, pasó un par de horas echa un ovillo en el suelo, más esa sed no hacía más esa sensación asfixiante no hacía más que crecer y crecre, tal vez fuese así de extrema, o era su propio miedo quien actuaba.. como fuere, pasadas esas dos horas, ese llanto se tornó en rabia y desesperación, comenzó a gritar a los cuatro vientos, a correr de un lugar a otro de manera desesperada, y fue gracias a estos gritos que consiguieron encontrarla, pues sus padres, ayudados de unos cuantos humanos, se habían lanzado en su busca desde el primer dia que había desaparecido.

 

Fue difícil tranquilizarla, y fue necesario el uso de cristales de maná para devolverla a un estado más racional.. sin embargo esa experiencia le dejó claro que pese a sus ilusiones, no tenía talento para el bosque.. y empezó a ver con buenos ojos adentrarse en el mundo de la magia más seriamente, aunque le pidió a sus padres un poco de tiempo, y estos, sobre todo por la insistencia de su padre, se lo concedieron.

 

Usó ese tiempo, en su gran medida, para aprender a coser y a tejer, se interesó por el mundo de la sastrería, puede que tuviera que vivir con humanos, pero al menos podía vestir de una manera mas.. afin a ella, sin llegar a desentonar del todo. No se puede decir que los humanos le diesen asco, pero había conocido a un poco de todo, y si bien con los mas educados no tenía problemas, y hasta podía disfrutar de conversaciones entretenidas, otros le resultabas repugnantes, sobre todo los que veian en ella algún tipo de fetiche sexual e intentaban seducirla, como si estuvieran a su nivel o fuera una mera yegua.

 

Finalmente la enviaron a Ventormenta, su madre pensaba que tener tan cerca a su padre era nocivo para ella, pues la mimaba y consentía demasiado, y era hora de que aprendiese a apañarselas por su cuenta, por su puesto le envían dinero suficiente para poder vivir sin tener carencias, pero sin poder permitirse demasiados lujos, y la enviaron con las ordenes de que entrase en la academia y ascendiera por ella, para mas adelante, tratar de unirse al Kirin Tor, sin embargo, Lynessa aun ni si quiera ha presentado la solicitud pertinente.

 

Editado April 6, 2018 por Thala
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