Buren el sadico

[TitoBryan 317]

• Nombre: Buren
• Raza: Renegado
• Sexo: Hombre
• Edad: 18
• Altura: 2,03
• Peso: 60
• Lugar de Nacimiento: Stormgrade
• Ocupación: Ninguna
• Historia completa

 

Descripción física:

Buren es un renegado altisimo que gracias a su remodelacion a obtenido nuevos beneficios. Debido a su descomposizion y que ahora solo posse carne,huesos ,musculos en las partes neccesarias y un cerebro es muy poco pesado. Tiene unos fuertes brazos con los que agita su espada bastarda pero sigue siendo el mismo inexperto que siempre solo que con ansias de sangre y carne humana

 

 

Descripción psíquica:

Esta loco, tiene un alto nivel sadico y siniestro, se le puede notar hasta en la voz. No tiene mucho sentido del humor, al igual que su vida anterior, y como tiene una mandibula de hierro le cuesta vocalizar, asi que es un nomuerto de pocas palabras. No le gusta que le toquen, siempre esta enfadado pero es su expresion

 

 

 

Historia

 

-“Tranquilo muchacho, esto te va a doler”Esas fueron las últimas palabras que oyó Buren. Tenía  16 inviernos, era joven y fuerte, pero no suficientemente fuerte como para liberarse de sus agresores. Llevaba días es un establo siendo torturado por La Hermandad, unos matones que se creían poderosos. La verdad es que tan joven y ya había vivido lo que muchos a día de hoy siguen sin vivir, su familia eran unos adinerados que solo amaban lo perfecto, y como Buren no es perfecto no encajaba bien, así que decidió de escaparse con nada más que una daga de guardamano con punta de plata, sencillo y mortal.   Obviamente, nuestro joven carecía de experiencia alguna con la armas, cualquiera le podía vencer si usaba la cabeza, al contrario de lo esperado, Buren dejo muchos cadáveres a su paso, la mayoría matones o asesinos de poca monta. Llegados los deseados 16 inviernos, Buren ya estaba en busca y captura por robos y atracos, asesinatos y demás cosas, por mala suerte ahora está sentado en una silla, sin dedos, contusiones por todo el cuerpo y destrozado seria decir poco. Le habían torturado hasta la muerte y el seguía vivo. Hartos de tanta sangre el jefe le dijo:   -Tranquilo muchacho, esto te va a doler.   A lo que Buren respondió con un escupitajo y una maldición- Pagaras por lo que me has hecho, de una forma u otra terminaras bajo mi bota y tus amigos harán de adorno en un puente.   El jefe undio lentamente una aguja en la garganta de Buren y seguidamente sus lacayos lo lanzaron por una colina, cayo en picado destrozándose todos los huesos, algunos miembros salieron expulsados por el choque, pobre Buren, de ser un apuesto joven a una tortilla de carne y sangre.   Pero la maldición de Buren había retumbado por todo el cielo, puede que no se oyese pero emanaba tanto mal que algunos si notaron el grito al cual lo confundieron con una llamada.   2 años después, lo único que quedaba de Buren eran huesos y algunos pedazos de carne que aún no se habían descompuesto, era una abominación. Como siempre los ejércitos de no muertos patrullaban por ahí, lo cual uno de los exploradores de zona lo vio y alerto a los nigromantes, era un cuerpo perfecto, podían hacer con él lo que quisiesen. Lo llevaron a una ciudad debajo de la superficie y allí lo “renovaron”. Buren no tenía dedos, por lo que los remplazaron por cuchillas, rellenaron los huecos sin carne con una pasta echa de excrementos, pasta de cerebro y masa de carne de moles cosa que con el tiempo se endurecio y quedo a modo de carne. Le remplazaron el brazo por un brazo de exoesqueleto el cual estaba compuesto por metal y madera, iba conectado a los nervios por hilos lo cual hacían el perfecto trabajo de mano, solo que mejor y más protegida, obviamente le quitaron el cerebro y le pusieron uno de un antiguo soldado sádico de la guardia de la muerte, se le añadieron mas cosas, como por ejemplo una mandibula de hierro ya que la suya se habia roto en pedazos por la caida y una vez terminada la “remodelación” lo reanimaron. Se tardó 1 día y medio sin contar las semanas de “remodelación” para hacer que Buren recuperase la vida.   Buren abrió los ojos de golpe, como si hubiesen disparado. El nigromante estaba en pie y observándolo, después de un largo tiempo Buren se levantó y cogió el equipamiento que el nigromante le brindo a cambio de un oscuro trato, tan solo era la lealtad y servicio hacia la Dama Oscura. Obviamente Buren acepto el trato con una condición… Vengarse.   El Nigromante sonrió, asintió siniestramente y le abrió la puerta de la choza la cual había hecho de tejado, instantes después la niebla se tragó al nigromante y a la choza.   Buren, con su locura se dirigió hacia su verdugo, donde? Lo desconocía, pero no tardaría en saberlo, Buren iba con una toga para cubrir su cuerpo en descomposición, llevaba una espada la cual estaba escondida por el hueco que quedaba entre el brazo y la toga, la guardaba como si se hablase de una daga, parecía un monje, solo que un monje con un andar raro y expresiones siniestras.   Buren fue eliminando uno a uno los lacayos que ayudaron a su verdugo, siempre de la misma manera extirpándoles el estómago y dedicando las mismas palabras… “Tranquilo muchacho, esto te va a doler” luego con un gancho el cual clavaba en la garganta y luego los colgaba  del puente, siempre el mismo puente. Ya sin lacayos a  los que matar, el último le revelo la posición de su mejor amigo, verdugo para Buren. Buren espero al día perfecto. Era una noche con una neblina espesa, Buren esperaba en unos matojos cerca de la choza donde vivía su verdugo, espero toda la noche.   Su verdugo no iba solo, iba con dos hombres armados, se ve que alguien le aviso de una visita insesperada, eso hizo sonreír a Buren el cual sin pensarlo derribo la puerta de dos patadas y soltando el grito más terrorífico, aterrador y espantoso seguido de una sonrisa sádica y siniestra de oreja a oreja. El verdugo desconocía quien era pero no estaba dispuesto a morir, los dos hombres se lanzaron hacia el no muerto el cual había crecido de estatura por su remodelación, uno de ellos clavo el pico de mano en el pecho de Buren el cual con su mano retorció la mano del agresor, luego el agresor yacía en el suelo tras el puñetazo con el brazo  exoesqueletico, el segundo hombre portaba una hachuela, sin embargo no se atrevió a atacar, ni siquiera a moverse del lugar, Buren no paraba de repetir “Tranquilo muchacho, esto te va a doler”, una vez enfrente del hombre aterrado con un gesto de muñeca le rompió el cuello como si fuera la de un pollo, y lenta y patosamente se acercaba cada vez más a su objetivo el cual intentaba romper la ventana con su falcata. Una vez delante de su verdugo Buren sonrió de una manera de la que nunca había hecho, tal acción hizo que el verdugo se estremeciera de miedo, Buren estaba disfrutando así que no tenía prisa, lentamente levanto el brazo y lo cogió del cuello y lo estampo contra la pared y le susurro “Tranquilo muchacho, esto te va a doler” Buren recreo la escena de su muerte, y finalmente le escupió y dijo: Pagaras por lo que me has hecho, de una forma u otra terminaras bajo mi bota… Sonó muy extraño ya que se le hacía difícil vocalizar aun. Buren estrello al verdugo contra el suelo y le piso la cabeza, no lo mato pero si lo dejo medio atontado, lo volvió a levantar esta vez lo cogía de la coraza y lo hacía de modo el cual no tocaba de pies, Buren se sentía fenomenal, no quería matarlo aun así que lo sentó y le pego un mordisco en su brazo, un poco más y lo deja manco, Buren saboreo la carne humana por primera vez y le encanto, así que lo mato de la forma más cruel posible, devorándolo vivo.   Se hizo un collar con el cráneo de su ex verdugo y regreso junto al nigromante que le esperaba en la choza, los dos se fueron hacia  Entrañas para presentarle a la Dama oscura el nuevo no muerto, deseando mas sangre y personas a las que matar, no sin antes instruccion de combate.