IsildurJenkins 193 Denunciar mensaje Publicado August 3, 2017 (editado) Datos Generales Nombre del personaje: Kaelrion Thilinore Raza: Sin'Dorei Sexo: Hombre Edad: 90 años Altura: 1,85m Peso: 80kg Lugar de nacimiento: cercanías de Aldea Brisa Pura Ocupación: Agente del Relicario Canción de fondo: Descripción Física Kaelrion es de alta estatura, aunque comprendida en la media de los Sin'Dorei; mide 1,85m. Es esbelto y musculoso. Su fuerte espalda simula una pirámide invertida: delgado de cintura pero ancho de hombros. Además, tiene todo el tronco superior hasta los antebrazos lleno de diversos tatuajes, hechos con cicatrices, de runas y símbolos del Vacío que se iluminan con colores morados y púrpuras en cuanto emplea la magia de la misma escuela. Sus brazos y piernas se ven bien tonificadas debido a que siempre ha cargado con sus presas y ha recorrido incontables kilómetros siguiendo rastros. Se le ve musculoso y sin un gramo de grasa. La expresión correcta sería “de músculos bien definidos”, y pesa 75kg. Su cuello alto realza más su figura, y sus rasgos faciales no hacen otra cosa que remarcar el fuerte carácter de Kaelrion con unas características muy marcadas pero atractivas. Sus ojos, verdes como el mismísimo fuego vil y morados cuando emplea el Vacío, hacen que la gente se suela perder en su mirada penetrante que parece que ve más allá de donde uno cree. Su pelo, largo y oscuro como el carbón, lo deja despeinado con una coleta alta para evitar que le moleste, por lo que varios mechones le caen a los lados de la cara y otros le caen por delante de los hombros. Descripción Psicológica “Sus vidas brillaron con la misma fuerza que la llama de una vela… y se apagaron con la misma facilidad”. También llamado “El Arquero del Vacío” por sus compañeros del Relicario, Kaelrion es un agente de lo oculto y un timador. Adicto a las emociones fuertes, poseedor de valores cuestionables y de métodos poco ortodoxos, y conocido por su cinismo sin límites. Se caracteriza por su sarcasmo inexpresivo, así como por su capacidad para la manipulación despiadada. Sin embargo, también es un apasionado del conocimiento y del poder conducido por un intenso deseo de hacer el bien y de llevar a cabo su plan de venganza. “El infierno está aquí, entre nosotros. Detrás de cada pared, de cada ventana… Es el mundo detrás del mundo”. Kaelrion es alguien que quiere saberlo todo y que, sorprendentemente, tiene contactos por todos lados. Es realmente carismático cuando se lo propone y siempre tiene un plan para todo. A pesar de su lucha personal contra su pasado, y pese a sus ocasionales incursiones en el heroísmo, Kaelrion es un cínico deslenguado y desilusionado que sigue una vida de supervivencia, aventura y peligro. Se han atribuido a sus motivaciones una adicción a la adrenalina, al poder y a la venganza que únicamente su caza de objetos mágicos, no-muertos y demonios puede saciar. “Soy fuerte porque me hicieron daño. Soy valiente porque tuve miedo. Soy precavido porque fui un estúpido”. Antes que usar el arco de su padre o la magia del Vacío, prefiere emplear el engaño y la manipulación para vencer a sus oponentes. Siente una completa aversión hacia los Renegados por el hecho de que representan el mal que le quitó la vida a sus hermanas y a su padre. A pesar de que intenta hacer un esfuerzo para controlarse delante de estos, cuanto menos tiempo pase con ellos, mejor. Historia Completa Nació en el año 60 a. P. O. en una modesta casa cercana a la Aldea Brisa Pura, en el Bosque Canción Eterna. En ella vivía con su madre (Velaan Solnegro), su padre (Itiel Thilinore) y sus dos hermanas mayores (Teldrel y Kestra Thilinore). Itiel se había dedicado toda su vida a la caza y a la peletería mientras que Velaan era una maga brillante en la escuela arcana y de fuego. Vivían pacíficamente en los bosques y visitaban de cuando en cuando la aldea cercana. Su madre y sus hermanas eran las únicas que frecuentaban Lunargenta, ya que Itiel y Kaelrion preferían estar de caza y relajarse entre los árboles. Fue gracias a ello que su padre le enseñó lo que sabía sobre la caza y la supervivencia en un entorno como un bosque. La infancia de Kaelrion fue muy pacífica. Era tremendamente curioso e intentaba ser capaz de responder a todo. Si no sabía cómo hacerlo, preguntaba. Lo que a él le interesaba era saber, conocer. Esta curiosidad se extendía a todo campo, desde el porqué de las cosas hasta el misterio del bosque. Su relación con sus hermanas era ideal. Eran mayores que él, pero eso no significaba nada para ellos tres. Se pasaban los días enteros juntos: estudiaban juntos, jugaban juntos, charlaban juntos, paseaban juntos… No se separaban nunca. El amor que sentían entre sí los tres hermanos era enorme. Cuando Kaelrion fue más mayor empezó a interesarse por las amigas de sus hermanas. Era normal que a partir de cierta edad las hormonas se revolucionaran, pero él era todavía algo joven, por lo que sus intentos amorosos con las chicas mayores que él no resultaron en nada más que en risas y fracasos. A pesar de ello, nada lo alejaba de querer ir a cazar con su padre todos los días al alba y de entrenar con la espada con sus hermanas a la tarde. Pasó el tiempo y las hermanas de Kaelrion se alistaron en el ejército. Su sueño era ser Forestales. Para entonces Kaelrion ya tenía 50 años, y era casi tan buen cazador como su padre y casi tan buen estudiante como lo fue su madre. La despedida le rompió el alma, era la primera vez que tenía que despedirse de sus hermanas, pero sabía que podría seguir viéndolas a pesar de que se fuesen. Fue en este momento en el que el elfo se volvió más maduro y perspicaz. Al no tener a sus hermanas cerca, su puente con las amigas de estas desapareció, así que tuvo que ingeniárselas para llamar la atención de las chicas. Tras varios errores consiguió encandilar a una, Zaranna Flor de Fuego, una piromante aprendiz. Su amor duró unos años, pero no tantos como los que a Zaranna le habría gustado, ya que Kaelrion decidió que debían darse un tiempo. Empezó así la adolescencia de Kaelrion, un chaval apuesto que había heredado la fuerte expresión de su padre y los ojos y pelo de su madre, una etapa llena de descubrimientos, aventuras, problemas y discusiones, como toda buena adolescencia que se precie. Llegó el año 19 d. P. O. y la lista de logros de Kaelrion era digna de admirar a ojos de su familia. Adoraba el poder que sentía cuando manipulaba a la gente, tanto a mujeres como hombres. Más adelante se empezó a volver adicto a la adrenalina, lo que le llevó a tener problemas con bastante gente. Tras una intervención sus padres consiguieron hacer que su hijo entrase en razón, aunque no por mucho tiempo… Era alto, apuesto, cazador, inteligente y carismático. No sabía ni cómo ni por qué, pero era capaz de manejar a la gente en menos de lo que a ellos les gustaría. Esto le llevó a tener inconvenientes con algunos elfos, pero nada que unas buenas palabras no fuesen capaces de calmar. Al fin pareció serenarse Kaelrion para el principio del año 20 d. P. O. Había retomado la relación con su primer amor, Zaranna. La gente no se lo podía creer, y ellos tampoco ya que pensaron que ese momento nunca llegaría. Las familias de ambos estaban muy contentas con la relación, y esta vez parecía que todo iba en serio. Realmente se les veía enamorados. Pero toda su vida de juerga, caza, felicidad y emociones se desvaneció por completo a finales de año. La amenaza que representaba Arthas con su hueste de no-muertos llevó a que la familia de Kaelrion se mudase cerca de la Fuente del Sol para poder estar todos reunidos. Las hermanas, que consiguieron alcanzar el estatus de Forestal, se encontraban allí defendiendo la zona y Velaan estaba obligada por el resto de magos a permanecer cerca, por lo que padre e hijo se fueron con ellas para así prestar el apoyo posible. No es necesario hablar de la masacre de elfos que hubo por parte de Arthas y sus cadáveres andantes. Durante la batalla los Sin’Dorei atacaron con todo lo que tenían; proteger la Fuente del Sol era primordial. Cuando el príncipe llegó a la Fuente del Sol, Teldrel y Kestra no dudaron ni un segundo en abalanzarse sobre él para pararlo, para poder hacer algo, pero lo único que hicieron fue morir delante de Kaelrion, quien se encontraba con su padre apuntando desde un edificio. El shock fue tal que el tiempo se detuvo para el resto de la familia. En un ataque de rabia y tristeza Velaan se propuso destrozar a los no-muertos, exponiéndose completamente, pero Itiel se abalanzó sobre su mujer para protegerla de un flechazo que acabó con su vida. Quedando solo su madre viva en cuestión de minutos, Kaelrion hizo acopio de valor e intentó sacar a su madre de allí. Tenía que ser capaz de hacer algo aparte de quedarse de brazos cruzados como espectador. Mientras sacaba a su madre de escena vio cómo Zaranna también fallecía a manos de esos cadáveres intentando escapar de ellos. Todo el mundo, toda su vida, se convirtió en polvo para Kaelrion en menos de una hora… pero ese polvo era pólvora, la pólvora que provocaría la llama de la venganza con una sola chispa. Cuando su madre y él se recuperaron volvieron a su antiguo hogar cerca de la Aldea Brisa Pura, pero Kaelrion no se quedó. Emprendió rumbo hacia la Fuente del Sol para recuperar los cuerpos, si es que estaban, de su padre y de sus hermanas. Lo único que encontró fue el maravilloso arco de su padre y las espadas de sus hermanas, armas que porta aún en la actualidad. Con todo lo ocurrido, Kaelrion tomó una decisión: quería venganza. Su impulsividad le llevó a encontrarse con el Culto de la Sombra Olvidada, grupo con el que estuvo unos pocos años hasta que fue capaz de dominar por sí mismo las bases de la magia del Vacío. En ese momento abandonó el Culto. El resto de su aprendizaje fue autodidacta, aunque en alguna ocasión supervisado por su madre, quien tampoco estaba muy cómoda viendo las artes en las que estaba practicando su hijo. La práctica le llevó a ser capaz de moldear el Vacío en una herramienta que aplicaba sobre las hojas de sus hermanas y sobre el arco de su padre. No iba a dejar que nadie se interpusiera en su camino, y mucho menos iba a dejar a alguien de lado, pero para alcanzar semejantes objetivos necesitaba poder, más del que él podía imaginar, así que siguió practicando hasta que se enteró de la fundación de una nueva organización: el Relicario. Se presentó ante este grupo de buscadores de conocimiento y poder con ánimo de conseguir lo que le faltaba. Sabía lo mal vista que estaba la magia del Vacío, así que prefirió guardar sus artes para él en vez de compartirlas o mostrarlas. Al final consiguió ser miembro del Relicario ostentando una posición de buscador y explorador, estatus que le quedaba como un guante. Tantos años de caza y trabajo darían sus frutos. Debido a sus habilidades y a sus posteriores éxitos, Kaelrion fue enviado a numerosas misiones y expediciones. Nunca consiguió un artefacto mágico realmente poderoso, pero sí cantidad de información y de artículos para el estudio. Era silencioso, astuto y calculador, y pocas veces dejaba un aspecto fuera de su estrategia. Y todo lo hizo portando las armas de sus hermanas y de su padre para sentir que estaban a su lado. Uno de los hitos más importantes de su carrera en el Relicario fue la obtención de un jarrón peculiar. Irradiaba algo de poder arcano y perteneció a una criada Altonato del año 13.000 a. P. O. Fue un inmenso logro, ya que, gracias a la obtención del jarrón, la pieza podría ayudar a desentrañar pequeños encantamientos capaces de llevar al Relicario a mayores descubrimientos. El problema vino cuando sus compañeros más cercanos se empezaron a dar cuenta de sus capacidades en la disciplina del Vacío. Al aplicar en numerosas ocasiones esta esencia mágica en sus armas, estas se tornaron de un color más oscuro característico. Por suerte fue capaz de mantener la confianza de sus camaradas, aunque no sin antes haber trabajado bastante en ello. Al final se ha hecho un pequeño nombre entre sus compañeros del Relicario. Si bien es cierto que hay gente que recela de él o que no le mira con buenos ojos, nadie podría culparlo por deslealtad o abandono. Será un cínico, un sarcástico y un autoritario, pero nunca ha dejado de lado a nadie ni ha arriesgado la vida de ninguno de sus camaradas. Actualmente se encuentra en período de descanso. No hay nuevas expediciones ni misiones así que se entretiene en cultivar su mente y en empujar sus habilidades hacia niveles cada vez más altos. Lo mismo empieza alguna expedición por su cuenta, pero por ahora prefiere descansar y recuperar fuerzas. Cada vez los peligros son mayores, aunque las recompensas también… Editado August 4, 2017 por IsildurJenkins Quote Compartir este post Enlace al mensaje
IsildurJenkins 193 Denunciar mensaje Publicado August 3, 2017 Eventos Narrados Ninguno Eventos Asistidos Retazos de un tiempo acaecido Relatos Ninguno Quote Compartir este post Enlace al mensaje
