Nathan 226 Denunciar mensaje Publicado July 30, 2017 (editado) ********* La expectación se formó a las afueras de la taberna de El Cruce, al comienzo del atardecer. Adultos y ancianos observaban desde la lejanía y negaban para si, describiendo los momentos difíciles por los que pasaban en el Cruce y clamando a los espíritus para que con sabiduría y tiempo pudiera resolverse. Señalaban a la salida oeste, donde un gran kodo vestido con arneses caía moribundo frente al pesar de su dueño y la furia de una estante orca. Garlak y Raeg se aproximaron: el primero con la determinación orca de aquellos que velan por los suyos, el otro, sin despreciar este sentimiento, esperando una señal para tener algo que ofrecer en el ritual que el viejo Naz´gul había propuesto. Pronto comprendieron la situación del dueño del kodo y la estante pues un cargamento de pieles para Taurajo había sido asaltado por unas arpías misteriosamente arrojadas a los caminos, lejos de sus nidos. Necesitaban las pieles ya pues en los próximos días se preveía movimientos de toda clase al sur de los Baldíos que podrían poner en peligro aquellas existencias pero ello requería de fuerzas inmediatas que aportaron ambos orcos junto a dos mercenarios que el joven hijo del comerciante pudo unir en el escaso tiempo que tenían: un gran y conflictivo y berserker y una cazadora Lobo Gélido, Thromka. Partieron hacia el oeste y avanzaron sin complicaciones hasta hallar el carro, solo, acompañado únicamente por los dispersos arboles de la sabana y hasta alguno que le daba cobijo. Todo estaba intacto, demasiado tranquilo y despejado para hábiles guerreros como Garlak que trató de dirigir el primer contacto del terreno pese a la cabezoneria del berserker. El joven orco se mantuvo lejos del carro cuidando al kodo mientras tanteaban el ambiente como Garlak ordenó pero el impulsivo berserker tomó posiciones y se adentró en el escenario para empujar el carro: nada pasó, ni este podía mover por si solo la estructura ni hubo avistamiento de arpías. Raeg y Garlak se apresuraron a corregir las acciones del empecinado orco empujando también, recorriendo así la mayor parte de la distancia hasta el kodo, momento en el que Garlak ordenó al cachorro preparar los arneses y unirlos al sistema de correas del carro. Un chillido fue perceptible para los orcos que empujaban el carro siendo el berserker quien sintió en su espalda las garras de la pareja de arpías que salieron del árbol próximo con intenciones hostiles y agitados gorgoteos en su propio idioma. Mientras el joven luchaba habilidosamente por unir el kodo al carro mientras este se agitaba por los espantosos chillidos de las arpías el resto de orcos le daban tiempo con sus propios recursos aprovechando las acometidas de las arpías tras parábolas esquivas en el aire. Volaron flechas de Thromka, tanto acertadas como errantes por el cielo, el intercambio de aceros y zarpazos fue de extremos, donde unos daban los otros recibían estrepitosamente ya fuera sintiendo las garras penetrantes de las arpías o el filo de los orcos sobre piel emplumada. Una arpía calló sobre el carruaje mientras que la otra, moribunda ascendió esquivando la salva de flechas y emitiendo un berrido aberrante a la ves que el joven cachorro completaba su misión. Pero nuevos problemas se atisbaban en el horizonte. Con el sol a sus espaldas, un grupo de siluetas negras y voladoras salían de una colina cercana para auxiliar a su hermana herida. Los tres remolcadores subieron al carro y la Lobo Gélido se mantuvo en el asiento del conductor junto al joven orco que azuzaba al kodo para ganar mayor velocidad, misión difícil dado al peso añadido y la rapidez de aquellos seres voladores. Ambos Lobo Gélido defendieron a distancia el carro ya fuese en forma de certeras flechas o relámpagos con los que los elementos bendecían caprichosamente a Raeg hasta que el grupo se redujo a tres iracundas arpias con pretensiones de abordar el carro, rodeando este. Solo una logra sobrepasar la figura de Garlak provocando un combate sobre el carro en el que el movimiento, los baches y el obstaculo de las cajas fueron sus peores enemigos pero no evitaron la muerte de aquella bruja alada bajo la maza de la que antes se había zafado. El carro aminoró la marcha dando un respiro al kodo y a los combatientes. Una vez en el cruce, ya de noche, fueron recibidos con hospitalidad y gratitud. Los mercenarios recibieron su paga, y Garlak y Raeg una recompensa por parte del comerciante. // Masteado por: @Nathan Participantes: - @SwordMaster como Garlak. Habilidades usadas: Advertir/notar, Atletismo, Defensa, Mazas 2M, Reflejos. -@Nathan como Raeg. Habilidades usadas: Advertir/notar, Atletismo, Defensa, Garras, Llamar elemento (en entrenamiento:+2 dif.), Reflejos, Arma Lengua de Fuego. Duración aproximada: 4-5 horas Recompensas: Tiras de ligamento de kodo para armas. Editado July 30, 2017 por Nathan 3 Quote Compartir este post Enlace al mensaje
