Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Tercio

Rodrigo de Vergara

Recommended Posts

  • Nombre: Rodrigo de Vergara
  • Raza: Humano
  • Sexo: Hombre
  • Edad: 23
  • Lugar de Nacimiento: Kul´thiras
  • Ocupación: Mercader
  • Historia rápida

 

Descripción física:

Hombre delgado de cabellos castaños cortos. Posee una complexión normal, desgarbado en su andar. Mide alrededor de 177 cm. 

 

 

Descripción psíquica:

Hombre cultivado, decidió pasar de la filosofía, la historia y los libros a darles una aplicación real para hacerse con la mayor cantidad de poder que le fuese posible. Es dicharachero  y bien hablado, hábil en la dialéctica. Tiene una mente útil y lógica, y su sentido del honor viene a tener más en cuenta la apariencia que lo que de verdad siente él mismo. Considera que hacer una mala acción para conseguir un buen propósito solo es deleznable cuando te pillan, si no estás seguro de que no te van a pillar, no la hagas.

 

 

 

Historia

 

De una familia de comerciantes modestos, Rodrigo de Vergara se ha pasado la vida llevándole las cuentas a su padre en cuanto levantó dos palmos del suelo. Fue instruido por numerosos maestros en distintas prácticas, su padre era un estudioso de las leyes que siempre intentaba buscar cualquier resquicio para explotarlas lo máximo posible. Al estallar la guerra contra la plaga el negocio de su padre se fue a pique al cerrarse los puertos con Lordaeron. Su padre desesperado intentó un último viaje, pero fracasó con estrépito, perdiéndose él mismo en el camino. El resto de su familia se refugió con su tío. Pero él decidió que era tiempo de empezar la vida por su cuenta tras la anexión de Kult´thiras al Imperio humano. Agarró sus mejores ropas y se presentó en una delegación de la república mercante que se dirigia hacia ventormenta. Tras una tempestad que los apartó de su rumbo llegaron a Costasur, devastada por la guerra y en situación muy precaria. Tras unos tantos días de reparaciones al barco, le empezaron a llegar correos de otras embarcaciones sobre su familia pidiéndole que volviera. Para entonces había descubierto la libertad que le brindaba el viaje y era algo a lo que no estaba dispuesto a rechazar. Tras una noche, dejó la delegación a Ventormenta haciendo pasar su desaparición por un secuestro. Asaltó lo que pudo del arca comunal de la misma para coger un carro y dirigirse por su cuenta. El engaño le iba a traer libertad, aparte de que había perdido todos los papeles que le reconocían como ciudadano de Kul´thiras. Tuvo que hacer algunos favores a unos falsificadores al llegar a Ventormenta, fuera de la legalidad, para que le consiguieran otros. Tras alguna trifulca con la guardia y algún que otro día en el calabozo, recogió los papeles que le daban legitimidad legal como ciudadano del imperio y se dispuso a ganarse la vida en la Capital, haciendo le que le hiciese falta.

Compartir este post


Enlace al mensaje
Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...