Athelas Hojabrillante

[Imperator 766]

• Nombre: Athelas Hojabrillante
• Raza: Sin'dorei
• Sexo: Hombre
• Edad: 97
• Altura: 1,87
• Peso: 80
• Lugar de Nacimiento: Quel´Danas
• Ocupación: Mago
• Historia rápida

 

Descripción física:

Athelas es un elfo de estatura estándar entre los suyos, nada destacado. De complexión atlética dado a la obligatoria instrucción que ha sido sometido. Este posee una melena media, la cual le llega hasta los hombros, de color paja, el cual siempre está bien lavado y cuidado. 
Su rostro tiene las facciones marcadas y siempre muestra una mueca irónica, esperando mostrar así superioridad ante quien se presente. Sus orejas están intactas al igual que su cuerpo, no mostrando ningún pendiente o tatuaje que pueda manchar su piel clara.
Suele vestir con ropajes caros, con togas de seda que destaqué a simple vista, quizás en busca de llamar la atención. Cuando viste armadura de cuero es solo en escaramuzas y demás que requieran tal movilidad y protección.
 

 

 

Descripción psíquica:

La vida de excesos y buen gusto le persigue en su tiempo libre, que resulta ser la mayor parte del tiempo. Aprovecha su estado social para asistir a reuniones en pos de los rumores, las risas, las fiestas y alejarse de la guerra y el deber. Pese a que ello le ha ganado mala fama en su familia, especialmente entre sus hermanos, este no parece importarle en absoluto, dado que por ahora su padre le permite tales lujos.

Su mente se permite el despiste y la falta de obligaciones, dado que siendo el menor no se espera demasiado de el. Aunque su vida esté condenada al libertinaje, cuando debe hacer algo decide usar la seriedad y la competitividad, buscando ser el más destacado en aquello en lo que esté realizando.
Suele ser algo engreído y presumido, alegando su buena sangre y su sentido del patriotismo allí por donde va. Si hay algo que ame más que a el mismo, es su reino y su familia.
 

 

 

 

Historia

 

Historia Mi hermano se resume en vino, hedonista y egolatría. Poco más se puede destacar de el, ni siquiera salvar. Es como si la crisis en la ciudad no le hubiera afectado para nada, simplemente deambula por las calles de Lunargenta de aquí para allá, como si la descubriese cada día que pasa. Creo que no ha superado que nos fuesemos de Quel´Danas, no tiene aspiraciones y ha dejado ele studio de la magia aparcada desde entonces. Mi padre no parece importarle, tiene asuntos más importantes que atender, pero...o hacemos algo, o será la ruina de nuestro apellido. Por ahora Andrim permanece en silencio cada vez que le hablo del tema, pero sé que el opina casi lo mismo que yo, y no dudo que algún día este vaya a por el y le obligue a servir en el ejército. Quien sabe, por ahora seguiremos dejándole margen, pero esto no puede continuar así, la última vez acabó teniendo un hijo bastardo, el maldito incompetente. Lo próximo quien sabe lo que será... Página 186 del diario de Lady Adiana Hojabrillante. - Que puedo decir de Athelas...Utilizar la palabra narcisista es demasiado común en el, pero sé que en el fondo de su corazón quiere hacer algo más que vivir ese tipo de vida. En el hay un fervor, hay odio y tristeza. Padre dice que no superó el ataque de la plaga, el perder a tantos en aquellos días oscuros... Muchas veces lo he seguido, cuando tengo tiempo libre en pos de la curiosidad, por ver si hace algo más que simplemente fardar de túnica. Y sí, para mi sorpresa visitaba la biblioteca, sobretodo la sección de historia. Podía tirarse toda una tarde entera con ello, cuando estaba absorto en sus libros me recordaba a aquel gran mago en que debía convertirse. También ha asistido a aquellas reuniones que tanto quiero evitar, pero lo he visto hablar con miembros del Relicario. Quizás le interesará tal vida, quien sabe. Intentaré a hablar con ciertos amigos que tengo que pertenecen a tal cuerpo, quizás logremos retomar de nuevo el rumbo de mi hermano. Sir Andrim Hojabrillante, de los caballeros de sangre. Día 489. - Mi hijo es un remilgado y petulante con el resto, sí, pero sigue siendo un Hojabrillante y no puedo darlo de lado. Adiana se empeña constantemente que lo meta en vereda, pero me es imposible, no es mi manera de proceder... Me gustaría que el mismo encontrase su camino. Interponerse en el camino de un joven es como sellar su destino. Confío en Andrim para que lo aconseje debidamente y pueda llevarlo por la senda de la rectitud, sin entrometerse demasiado en ello.  Andrim me ha comentado que parece interesado en el Relicario y lo que este puede ofrecerle, por ello escribirá a sus amigos en el. Quizás, sino funciona sea yo mismo quien lo haga.  El domingo visitaremos de nuevo la tumba de mi amada esposa, seguramente Dhelas me acompañe, no suele faltar nunca para tal cosa. Sé que en el fondo de su corazón, tal golpe le afecto en demasía y eso le ha llevado a cambiar y llevar esta oscura vida.  Aprovecharé para charlar con el un rato a solas, mientras hacemos nuestro paseo rutinario de después.   Lord Dhelas Hojabrillante, página 965. - Ellos no comprenden nada, me juzgan, hablan conmigo como si estuviera perdido, pero no entienden  nada. Nuestra raza se pudre en la decadencia más oscura, vasallos de las temibles bestias que un día nos destruyeron, pero nos mantenemos tan firmes y leales al reino como podemos, mientras nos toca servir a la que un día fue una gran heroína de nuestra raza y el regente simplemente asiente ante tales cosas, pero quien lo culpa, casi no nos queda otra opción, pues esos humanos no dejan de ser tan viles y traidores como el resto. Me siento un pensador ante todo esto, y veo el Relicario mi oportunidad de extender sobre los saberes perdidos, con la esperanza quizás de encontrar algo que ayude a la supervivencia de nuestra especie, pero por el momento esperaré, dentro de unos días habrá un espectáculo en uno de mis locales preferidos, y no quiero perdérmelo. El domingo he vuelto ha quedar con padre, no me gusta visitar la tumba de madre, pero una parte de mi corazón hace que no pueda dejar de hacerlo, ella era la única que entendía como me sentía, pero ahora yace en la tierra, ocultando su belleza al mundo exterior... Daría lo que fuese para volver a verla sonreír tan sólo un día más. Athelas Hojabrillante, página 28.

[Imperator 766]

Athelas estaba sentado en su cómoda silla, frente a su escritorio de madera de los grandes bosques de la zona, con bordes dorados que delataban claramente que era origen Sin´dorei. Sin duda, estaba perdido en sus pensamientos, recordando las andanzas de las tierras fantasmas contra los trolls que llevaban amenazando durante siglos a su pueblo.

Mucho se sabía de ellos para la mayoría de Los Errantes, pero..¿y la gente de a pie? Se aproximaba una época por la disputa de las tierras fantasmas contra los trolls, y el saber del enemigo era fundamental para vencerlo, al igual que saber más sobre sus primigenios dioses y su oscura magia. 

Rápidamente, decidí coger unos de los papiros que me había aguantado el viaje a las tierras oscuras, bañé mi vieja pluma que tanto me había aportado y comencé a redactar una pequeña guía, una nueva base de nuestro enemigo visto de primera mano. No había tiempo que perder.

 

Todos sabemos que los trolls han sido una gran amenaza desde que nuestros antepasados llegaron a las costas del gran Alto Reino, conocido como el reino de Quel´thalas. En este pequeño pero interesante y útil libro redactare sus costumbres, armamento, religión y comportamiento de estos salvajes enemigos.  Capítulo 1. Aspecto y rasgos destacados de los trolls. En este primer capítulo de la guía de supervivencia contra los sucios trolls (nombre pendiente de cambio), abordaremos tan solo su físico.    Muchos sabemos quienes son, eso está claro. Cualquiera de nuestra raza que desconozca tal cosa es que ha estado viviendo en una cueva durante siglos saliendo solo para beber o comer. Pese a que todos sepamos quienes son, ¿cuántos los han visto? La mayoría de soldados, los grandes forestales que defienden nuestros bosques, seguramente estén ya acostumbrados a su visión constante de ellos, sin embargo, el mercader del bazar que vende lino de dudosa calidad, dudo mucho que los haya visto en toda su vida y esperemos, en lo que le quede de ella.  Por normal general, los trolls son más altos que incluso nosotros, los masculinos tienden a medir entre 1,90 y 2,16 cm de largo, mientras que las féminas son algo más bajas y miden entre 1,80 y 2,06 cm. No solo su altura es lo más destacado físicamente de ellos. También son seres bastante musculados, no tanto como lo sería un orco y sus colmillos pueden resultar útiles en un combate de melé.  Sus largas orejas se pueden comparar a las nuestras, su oído podría decirse que es tan bueno como puede serlo el nuestro, lo que los convierte en grandes y expertos cazadores, dado que también son bastante ágiles y gozan de buenos y rápidos reflejos. Sin duda, su presa favorita somos nosotros, los nobles Sin´doreis del gran Alto Reino.  En sus horribles y grandes manos solo poseen tres dedos, dos dedos de tamaño similar y un tercero que podría ser un pulgar. En sus pies la situación no cambia, teniendo tan solo tres dedos también, y por lo que parece, no han desarrollado calzado alguno debido a tales deformidades, por lo que siempre están descalzos. A lo largo de los años se ha demostrado que hay muchas subespecies de trolls, los más característicos que nos encontraremos en nuestras tierras serán de tonalidad verdosa, lo que hace que su camuflaje natural sea mucho más efectivo a la hora de salir de caza o en partidas de guerra. Seguramente, estos os detecten antes que vosotros a ellos. No hablaré sobre las otras tonalidades de las cuales me he estado informando dado que sería poco útil para esta guía, dado que nos centraremos en los trolls que viven que en Zul´aman.  Su forma de hablar es bastante peculiar, tosca, pero peculiar. Muchos escritos redactan que casi no pronuncian la letra r, y también suelen acortar muchas expresiones y con un acento muy marcado. Esto es un pequeño añadido, normalmente no recomendaría entablar conversaciones con ellos.  Hasta aquí el primer capítulo, os dejaré un pequeño dibujo para que os hagáis una idea de como pueden ser, pero algunos detalles quizás no sean del todo realistas.    Capítulo 2. Armamento y tácticas de combate.