Frederick Lestrat

[Shiva 79]

• Nombre: Frederick Lestrat
• Raza: Humano
• Sexo: Hombre
• Edad: 17
• Altura: 1 80
• Peso: 70
• Lugar de Nacimiento: Gilneas
• Ocupación: Desocupado
• Historia rápida

 

Descripción física:

Muchacho de ojos celestes, tez blanca como la nieve y cabellos largos, suaves y castaños claros. Tiene una estatura bastante alta y una  barba bastante espeza, lo que lo hace ver un tanto mayor a su edad. Es un tanto delgado aunque no por eso termina siendo débil. Lleva un tatuaje de una rosa en la parte superior izquierda de su abdomen. Su aspecto en si se ve fino y sofisticado a pesar de lo poco que posee y el poco cuidado que se da a si mismo, aunque aun asi no pierde su porte de elegancia.

 

 

 

Descripción psíquica:

Callado y sereno por momentos, extrovertido y sin esquemas en otros. Es un muchacho el cual se adapta según la situación a su forma de actuar. Tiende a preferir la soledad, aunque al agobiarse de esta busca adentrarse en las multitudes de las tabernas y la noche. Tiende a entrar en una leve confianza rápido, aunque para obtener verdaderamente de la misma se necesita tiempo, por lo cual intenta manipular e utilizar para sus propios fines a sus allegados y gente de su entorno.
 

 

 

 

Historia

 

Nacido en el seno de una familia noble de la antigua Gilneas, Frederick vio por primera vez la luz del sol, o mejor dicho, la bruma de la lluvia una oscura tarde. Desde muy pequeño, el más joven de los Lestrat fue instruido en las distintas áreas académicas, en las que sobresalió en gran medida siempre, al ver su padre el gran interés por estos temas de su hijo y el prácticamente nulo que llevaba hacía el combate, lo envió a una familia noble con gran afinidad hacia ellos, en la ciudad de Ventormenta, el joven no tenía más de diez años, pero tras este episodio, jamás dejo de odiar a su padre,ni tampoco lo volvió a ver jamás.

El recuerdo del barco alejándose poco a poco y la costa perdiéndose entre la espesa neblina, es algo de lo que mas recuerda el joven de su tierra natal, el ruido de las olas,el rechinar de la vieja madera del navio, el llanto de su madre a lo lejos, los infantes llorando los meses de viaje. Al llegar a Ventormenta, una pequeña delegación le esperada, guiada por Sir Roderick, el amigo de su padre.

-       - Obedece…, asi es como quienes no tienen suerte, sobreviven. *Decia el noble en el carruaje, observando con entusiasmo a su aprendiz.*

Poco después de su partida, las noticias llegaron al joven Frederick, Gilneas se había atrincherado en su península, irguieron un gran muro separándose del mundo en sí, resguardándose en las sombras.
Poco a poco, los años fueron pasando y Frederick se alisto como aprendiz en la academia de artes arcanas de Ventormenta, instruyéndose en lo más básico de la conjuración, por las tardes entrenaba el uso de espada con su mentor, quien actuó como un verdadero padre para él, en varios sentidos, pues a fin de cuentas, fue quien inicio en cierta forma a Frederick en las artes oscuras, solicitándole de tanto en tanto, favores, los cuales se basaban en buscar ingredientes o algún trabajo algo sucio, para que el viejo humano saciase sus deseos de conocimiento oscuro.

Tras su muerte y al no poseer heredero alguno, dejo todas sus posesiones a nombre del joven Gilneano, quien termino gastando la mayor parte del dinero en alcohol y mujeres fáciles. Abandonando sus estudios en la academia, para sumergirse en las sombras y comenzar el estudio de un nuevo tipo de magia, el cual ya conocía, pero no en propia piel. La brujería. Sus primeros pasos fueron complicados, sin un mentor a quien dejarse para aprender, solo guiándose por viejos libros de Roderick, y lo que oia en las calles y burdeles, en los rincones mas oscuros de la ciudad…mas, llego su primer victima.

¨Como olvidar a la pequeña Susy…pequeña ja, era mucho mayor que yo, como 6 años. Educada y coloquial, esa mujer se torturaba por haber nacido en la clase baja, quizás pensó que yo era un noble acaudalado y la iba a sacar de allí…o quizás sabía que no haría nada de eso, pero se dejaba soñar un rato. Jamás olvidare cuando la asesine…cuando su corazón se aceleraba al punto que parecía que iba a explotar, mientras su cuerpo y el mío eran uno, mis manos acariciaban su piel…y luego, de un instante a otro, se detuvo, la detuve…sentir como poco a poco, toda su energía era mía, sentía la vida corriendo en mis venas…y no había ni un solo vestigio de culpa, no, no soy tan débil como para preocuparme de los peones que se utilizan en cosas de mayor grado…pero uno necesita autocontrol…o el placer se apoderara de uno, uno debe saber cuándo parar…o sus propias llamas lo incineraran.¨ 

Tras un tiempo en una vida de despilfarraría y maldades, el muchacho acaba por gastarse prácticamente toda la fortuna, lo cual lo fuerza a vender su hogar para pagar distintas deudas y tener dinero para subsistir. Ahora, el joven Lestrat, se plantea continuar instruyéndose en las artes oscuras como pueda, consiguiendo algún maestro o no, pero tiene algo que saciar, su sed de poder.

Se mudo a Villadorada, donde vivio por varias semanas en una habitación de la posada, conociendo a distintos de los pobladores del lugar, pero los problemas lo encontraron rapido, Sir Keyneth Locks, un antiguo noble enfurecido por un adulterio cometido por el Gilneano y su prometida, al enterarse de la muerte del mentor de este mismo, comenzo a buscarle, para reclamar venganza por su deshonra.

El encuentro se dio fuera de la taberna, donde el noble montado y dos de sus hombres armados atosigaron al muchacho, quien poco podía hacer para defenderse al ser superado en numero y calidad de armas. Aun así tras varias semanas, Frederick tuvo su venganza, partiéndole una botella en la cabeza al noble y echando a correr hasta perderse. Esto en parte, le impulso para abandonar la villa y viajar hacia ocaso, territorio oscuro y peligroso, pero para un brujo en instrucción…quizás le diese respuestas o oportunidades para sacar provecho.

Tras conocer a diversos habitantes del lugar e ir enterándose de las distintas noticias y penurias del lugar, Frederick conoce a un extraño humano,  quien le da a cononocer con un grupo de brujos los cuales estudian otras artes dentro de la brujería, aunque al cual se dispone a ayudar, para poder sacar ventaja en algún futuro, los favores se cobran

…..

Yacía sentado en el pórtico de la casa de madera, parecía que iba a derrumbarse en cualquier momento. La lluvia caia a cantaros sin parar, una larga vela negra yace en la mesa, también de madera, mientras el muchacho se mantiene sentado a su lado, en una silla, observando con atención las paginas del viejo libro en el idioma prohibido. Lentamente, sus ojos se alzan, perdiéndose entre la espesura del bosque oscuro, oyendo a lo lejos…aullidos…luego gritos…y finalmente silencio, acompañado del golpeteo de las gotas, una tras otra, tras otra…. Frederick se reincorpora, cerrando con fuerza la tapa del libro y poniéndose de pie, aun observando, la oscuridad…su nuevo hogar…por ahora.

Editado July 5, 2017 por Shiva