La compañia "Luz del alba"

[Elireth 236]

Reestructuración y vuelta al ruedo.

 

 

La convocatoria en Trabalomas había superado las expectativas con creces, gracias a la intensa labor propagandística llevada a cabo por el Inquisidor Bourn y la Comandante de campaña Zhara. Docenas de civiles voluntarios, y hasta un grupo de enanos denominados “La Compañía de Golganneth” se hicieron presentes a los pies de la torre de vigilancia junto al camino de entrada a la ciudad de Costasur. Por su parte el senescal de campaña Ismael Cruz, tras tomar algunas decisiones difíciles, acudía también acompañado de varios hombres de armas. Los derechos y obligaciones de los voluntarios fueron explicados en detalle por la comandante, y tras evacuar las dudas del caso. Se dispusieron varios puestos administrativos controlados por la joven Ángela Zweig , donde los contratos de campaña fueron firmados. Culminadas las formalidades, comenzaron los preparativos para la inmediata partida del grupo, hacia el reino de Stromgarde. Y así bajo el estandarte de la sagrada iglesia de la luz, la procesión comenzaba su marcha por los empedrados caminos.

Una formación en fila disciplinadamente mantenida, que no envidiaría en nada al andar de cualquier grupo militar. Avanzaba con lentitud, pero sin pausas entre los tupidos bosques circundantes. Cuando todo parecía transcurrir sin contratiempos, transitando las solitarias sendas carentes de vigilancia oficial. Próximos al puente sobre el río Thoradin, el silencio se vio roto súbitamente, por el estruendo de lascas y maderas astilladas. La tierra temblaba ante la caída de rocas, sobre el flanco izquierdo de la formación. Una de las carretas de suministros era destrozada por completo, y el grupo se vio forzado a detenerse para recuperar algo de lo perdido, de lo contrario sería el fin de la campaña por falta de alimentos.

Los defensores emboscados y en clara desventaja de terreno, se aprestaron a resistir ante un enemigo que atacaba desde lo alto de la ladera. Las voces de mando de la Comandante Zahra fueron claras, y la respuesta de los valientes voluntarios no se hizo esperar. Enfrente la amenaza tan conocida y padecida en el sur: Gnolls. Los hombres perro cargaron primero con hostigadores rápidamente repelidos, luego varios incendiarios y un par de alphas rodearon la caravana. El combate fue cruento, pero los portadores del estandarte sacro, lograron repeler la agresión en forma contundente. Apenas algunas heridas, y un mínimo porcentaje de recursos perdidos eran el saldo final. Sin mucha dilación, ante el temor de un nuevo embate enemigo reemprendieron la marcha. Cubriendo el trayecto entre el puente y la muralla de Thoradin, a paso redoblado. Una vez allí, tras la seguridad de las murallas, se levantó un campamento provisional, y se asistió a los heridos. Sendas rondas de vigilancia se dispusieron, para poder comer y descansar como era debido.

Al amanecer los cuernos sonaron, la compañía levantaba el campamento provisional y reemprendía la marcha. Nuevamente la procesión prolijamente formada, avanzaba por el empedrado, sin embargo el tramo entre la muralla de Thoradin y el castillo de Stromgarde se mostraba despejado. Y tanto bestias como enemigos, se limitaron a observar desde la lejanía con cierto reparo al grupo armado. Ante ellos el imponente castillo, parecía abrirles sus puertas. Algunos militares de rostros jóvenes, demasiado jóvenes saludaban a la procesión. Las calles despobladas demostraban las necesidades del lugar, y diversos carteles indicando los centros de inspección sanitaria para todos los alimentos entrantes, daban cuenta de que algo se estaba haciendo para mejorar.

Los voluntarios, fueron recibidos con esperanza por las autoridades locales. Techo y alimentos fueron dispuestos de inmediato, y esa noche la tropa recibió unas horas de merecida licencia, ante el buen trabajo cumplido.

Redactado por @Thorch