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Brahen

Roler@
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  1. Brahen

    Ojos que no ven...

    No hay nada más tentador para un amigo de lo ajeno que una armería desprotegida, ni rentable, sobre todo si se tiene contactos a quien vender la mercancía que sustraes: Kelrina y Samuel, vestidos como civiles, se dirigen al Barrio Pobre a adquirir munición para una falsa cacería, con el fin de averiguar quién es el contacto que está suministrando las flechas. Con unos hábiles movimientos de lengua y de puños, averiguan de un amable traficante de la calle de los Peleteros que un soldado raso llamado Timothy Nials, que averiguarían a posteriori que se trata de un soldado que constantemente se mete en líos a propósito para ser sancionado y castigado realizando tareas de limpieza que, sorpresa, desempeña generalmente en la armería. Solo era cuestión de tiempo, esperar a que el hombre volviera a ser amonestado por su superior y pillarle infraganti, resistiéndose en el intento, por supuesto: estos valientes necios no aprenden. Entrenado: Consecuencias:
  2. La sargento Rolna reúne a los cabos y a sus allegados a las afueras para desfilar y formar en un simulacro de batalla: más de un centenar de hombres y mujeres embutidos en sus armaduras y empuñando sus armas y escudos. No contenta con los resultados obtenidos, tras largas horas, termina por romper filas y ordenar volver a los barracones a los soldados, pero reteniendo a varios cabos para una reprimenda, con la que varios cabos se mostraron en desacuerdo: acababan algunos de ellos de ser puestos al mando de sus subalternos, sin apenas haber tenido tiempo a organizarse. La sonrisa burlona del cabo Baldwin, así como sus provocaciones y alguna que otra mofa hacia la cabo Cassidy, llevaron a que más tarde, Samuel Molsen desafiase nuevamente a James Baldwin a un "entrenamiento" amistoso improvisado, al que se unieron un puñado de soldados afines de ambos bandos... Un espectáculo lamentable que solo se detuvo al aparecer la sargento Rolna, pillando infraganti a varios hombres y ordenando arrestar a varios de los presentes. Afortunadamente, Kelrina Sunfeather y Samuel Molsen lograron escurrir el bulto. Entrenado: Consecuencias:
  3. Brahen

    Ojos que no ven...

    Un reciente informe ha llegado a mano de intendencia: están desapareciendo a un ritmo relativamente alarmante tanto armaduras como munición de la armería del Ejercito Imperial: unos pequeños hurtos a los que, si no se le pone freno, puede causar un daño considerable a la economía de las compañías que la componen. El cabo Molsen se ha ofrecido a dar con los reclutas culpables de tan flagrante falta de respeto hacia dicha institución, encerrándose a escondidas en el interior de la armería por varios días seguidos. Al tercer día, descubre a dos rufianes que aprovechan el cambio de turno previo a la cena para sustraer varios petos laminados, así como hachuelas y puñales. Menos mal que Samuel sabe cómo tratar con los ladrones y cuenta además con la ayuda de Kelrina Sunfeather. Entrenado: Consecuencias:
  4. Brahen

    Erill

    Atributos 6 Físico 7 Destreza 6 Inteligencia 8 Espíritu 6 Percepción Valores de combate 24 Puntos de vida 32 Mana 9 Iniciativa 11 Defensa Habilidades Físico 3 Atletismo Destreza 1 Bailar 2 Equitación 2 Escalar 4 Defensa 3 Lanzador 2 Nadar 2 Robar bolsillos 3 Sigilo Inteligencia 2 Leyes (Reinos Humanos) 3 Sanación/Hierbas 2 Tortura 3 Cirugía/Anatomía 2 Conocimientos/Historia (Reinos Humanos) 2 Religión: Luz Sagrada 2 Religión: Culto de la Sombra Olvidada 4 Alquimia (Parcial) - Poción de Maná Menor - Poción de Salud Menor - Frasco de Fuego Concentrado - Incensario de Alquimista - Poción de Sangre de Trol - Poción de Ojo de Gato -Somnifero Menor -Repelente de Almizcle de Oso Pardo -Antídoto Menor -Veneno Entorpecedor -Elixir Agilidad del Tigre -Elixir Fuerza de Toro -Elixir Percepción del Murciélago -Explosivo Alquímico Menor Espíritu 2 Voluntad 1 Corromper Agua 2 Condenar Esencia 4 Tajo de Vacío (Toque de Vacío) 3 Puñal de Vacío (Palabra de las Sombras: Dolor) 4 Guardar Esencia 2 Miedo 2 Azote Mental 2 Proyectil de Vacío 2 Abrazo de las Sombras Percepción 3 Advertir/Notar 2 Buscar 2 Comercio 2 Disfraz 2 Etiqueta 3 Reflejos 2 Rumores Alquimia - Poción de Maná Menor - Poción de Salud Menor Vacío Condena Dificultad 12 -Corromper Agua -Condenar Esencia Dificultad 14 -Toque de Vacío -Palabra de las Sombras: Dolor Dificultad 16 -Miedo -Azote Mental -Proyectil de Vacío -Abrazo de las Sombras Impenitencia Dificultad 12 -Guardar Esencia
  5. Brahen

    Erill

    · Nombre del Personaje Erill · Raza Humano · Sexo Hombre · Edad 27 · Altura 1,84m · Peso 75kg · Lugar de Nacimiento Villa de Monteverde · Ocupación Boticario/Médico/Alquimista · Descripción Física Mirada de alguien que ha visto demasiadas cosas, muy pocas de ellas buenas. Sus ojos tienen un color azul grisáceo levemente apagado y si bien trata de sonreír a la gente, su semblante tiende a ser triste. Barba de un par de días, entre corta y larga, pero cuidada, con ciertos reflejos cobrizos. Su cabello, algo largo, también está cuidado si bien algo ondulado. Tez levemente pálida. · Historia Oriundo de la Villa de Monteverde, en una loma a los pies de un fuerte militar, fue el primero de sus hermanos, un chico y una chica. Siervos y vasallos del señor del Fuerte de Monteverde, su familia tuvo la vida de cualquier campesino promedio: épocas de hambre y frio, pero también de abundancia y prosperidad, eso sí, siempre marcadas por la presencia de un señor feudal, si bien devoto, estricto con su gente, en especial con los impuestos y el control de su tierra. Desde temprana edad, se dedicó a labrar el campo, con apenas 7 u 8 años, si bien nunca faltaba a las clases que se impartían en la Iglesia por las tardes. Fue en ese lugar donde desarrolló su afición por los libros, en especial los de botánica y todos aquellos relacionados con el cuidado, crecimiento y desarrollo de la flora: más adelante descubriría de la existencia del ciencia de la alquimia, si bien tarde, pues para entonces sus padres ya habrían muerto debido a unas fiebres invernales, dejándole a cargo de sus hermanos a la (aun) tierna edad de 15 años. Lucharía por ayudar a sacar adelante a sus hermanos, aprendiendo a vendar sus heridas y a hacer ungüentos para sanarlos: con ayuda de la buena gente del pueblo, lograrían sobrevivir en su granja, aun teniendo que pagar impuestos a su señor. Cinco años más tarde llegaría una época de malas cosechas: el rio que alimentaba el valle se secó, pues las nubes quedaban atrapadas en el otro lado del monte, impidiendo que la muy preciada agua llegase hasta ellos. Los impuestos no se redujeron, por lo que pronto los ciudadanos se alzarían en armas contra el señor, provocando que este enviase a sus hombres a aplastar la revuelta. Muchos de los pueblerinos huirían al monte a refugiarse, como parias y bandidos, lo cual aumentó más la presión fiscal sobre aquellos que se quedaron... y la represión: los hombres de armas comenzaron a tomar a la fuerza lo que su señor ordenaba, muriendo su hermano a mano de esos hombres al resistirse a entregar casi la totalidad de la cosecha... Su hermana se uniría en secreto tras ello al grupo de proscritos... sería capturada por colaborar con ellos, pasándoles de contrabando suministros, vendajes, ungüentos y comida, muriendo entre sus brazos a manos de los hombres del señor e "invitado" a abandonar su granja, expropiándole su hogar, entregándoselo a otro siervo para que trabajase la tierra. Durante largos años desapareció, recorriendo camino... Reaparecería en la villa, cuando la región nuevamente se recompuso, libre de sequía y con campos nuevamente fértiles... y nadie parecía acordarse de él o de su familia. Se asentó en una pequeña casa a las afueras del poblado, cerca del bosque, donde abrió una pequeña botica en la que trata a los heridos que llegan de los alrededores. Labrándose un nuevo nombre, gana fama en la región como sanador, tarde o temprano acabará atrayendo la atención del señor del lugar...
  6. Brahen

    La mía es más grande.

    Kelrina Sunfeather llega una mañana más a la liza de entrenamiento para comenzar con su rutina de entrenamiento diario, pero se encuentra con un tumulto de reclutas y soldados rasos amontonados: Samuel Molsen está encarado con otro aspirante a cabo, James Baldwin, un hombre calvo al que le falta un pedazo de oreja, infantería media, de temperamento algo irascible. Sus rostros están tan cerca el uno del otro, que casi se diría que están a punto de dar rienda suelta a sus pasiones más secretas y ocultas. Como era de esperar, con frases tales como: "¿sabes manejar esa espada acaso?" o "cuando quieras te enseño a utilizarla", la tensión entre ambos fue al alza, en parte jaleado por los reclutas y sus risas burlonas. Así fue como se decidieron a zanjarlo en un duelo "amistoso" en el que ambos acabaron revolcados en el barro peleando con los puños desnudos. No hizo falta separarles, pues estaban demasiado ocupados apostando y haciendo chanzas sobre la "brillante" calva y el ojo "vago" de los contendientes, lo cual provocó que ambos fueran cesando sus hostilidades y se encarasen a esos mequetrefes insolentes de entre el público... Casi de inmediato el tumulto se fue dispersando y volvieron al entrenamiento, mientras ambos contendientes sellaban el bonito inicio de una amistad, estrechando sus manos, volviendo a sus asuntos cada uno tras ello. Entrenado:
  7. La vieja Romisir... destruida tras el asedio de fuerzas oscuras y profanas dirigidas por un nigromante que durante casi un año ha estado acosando la comarca, así como destruyendo múltiples poblaciones. El Ejercito Imperial ha decidido destinar a las escuadras que están terminando de formarse a ayudar a reconstruir la comarca, con la finalidad de evitar que los restos de esas fuerzas oscuras se asienten y que la región caiga en manos de caciques. Comenzando por Romisir, por supuesto. Tras dos días de camino hacia el noreste, las dos escuadras llegaron a las proximidades de la ciudad, pudiendo comprobar en qué estado había: completamente asolada y mancillada. Algunos soldados temerosos, se mostraron poco receptivos a trabajar, pero un par de gritos de ánimo... o intimidación, según como se enfoque, por parte de los cabos, bastaron para que se pusieran manos a la obra, realizando un perímetro defensivo alrededor de las ruinas de la ciudad. Al finalizar ese mismo día, una caravana con medio centenar de hombres capitaneados por el Sargento Balfour, llegó al lugar a tomar el relevo y asegurar las defensas: no venían solos, acompañaban y escoltaban a varias caravanas de hombres y mujeres que habían decidido reasentarse en el lugar, así como un grupo eclesiástico, conformado por un Inquisidor, dos acólitos inquisitoriales y sus respectivos lacayos, una decenas de agentes inquisitoriales de paisano, que se dispusieron a comprobar que intramuros no quedase ninguna amenaza o artefacto profano entre las ruinas. Entrenado: Consecuencias:
  8. Nuevamente un viaje, esta vez de dos días, escoltando un convoy que se dirige al suroeste, a una zona próxima a la costa, con una seria de trincheras cavadas en la arena. Con ayuda de ingenieros de asedio, se han ido erigiendo lentamente una serie de trincheras, poco a poco con la ayuda de diversos escuadrones del Ejercito Imperial que han ido cavando bajo sus instrucciones, a modo de entrenamiento previo a su despliegue. Nada más llegar al lugar, descargar los carros y... ¡Nada de descansar, gusanos! ¡A levantar un campamento y a ampliar la red de trincheras! Al finalizar el día, un merecido descanso... para despertar un nuevo día corriendo por la playa de un extremo a otro, mientras el equipo de ingenieros arma unos cañones para realizar pruebas de disparo. Además, se les instruyó en como moverse por las trincheras de la forma más segura, así como a transportar munición y realizar reparaciones de ésta bajo fuego enemigo... Aunque durante las prácticas no hubiera tal cosa. ¡Por eso pesaban tanto los carros! Aprendido: Entrenado: Consecuencias:
  9. Brahen

    El final de Brazorrecio

    Habían llegado tarde... Lo que quedaba de la Torre del Garrote era un montón de restos de piedra y madera en llamas, casi extintas. El hombre de tez blanca ataviado con ropajes negros de cuero, muy desgastados, el de la bandana negra, otrora roja, ensuciada por la sangre de años de servicio a la causa, se apeó del caballo y avanzó hacia los rescoldos de las llamas, caminando entre cuerpos carbonizados: el resto de hombros que le acompañaban se quedaron a lomos de sus caballos. Varios de ellos, arrastraron a una mujer ataviada con ropas burdas de tela y una pañoleta roja al cuello, un claro distintivo de pertenencia a la banda: magullada y malherida, la dejaron caer, para que observara las llamas y a ese hombre frente a ellas. -Maldita sea, Brazorrecio... -murmuró entre dientes, cerrando el puño con rabia. Se giró y comprobó que no había ningún bote en el embarcadero. Echó a caminar hacia sus aliados, pasando junto a esa mujer arrodillada- -P-por favor, piedad... -dijo casi en un susurro la mujer, cerrando los ojos con lágrimas, manteniendo luego silencio- El hombre alzó su mano y un chorro de color carmesí emergió de su mano, tomando la forma y consistencia de una hoja, cercenando la cabeza de la mujer en un instante, sin siquiera mirarla. -Tomad los carros que se hayan mantenido intactos por el fuego y salvad toda la mercancía que podáis. Tú y tú... buscad el cuerpo de Brazorrecio y subidlo a un carro. Los hombres se afanaron a seguir sus órdenes, obedeciendo por respeto y miedo a partes iguales. Jac Brazorrecio, Héroe de la Gente Libre de Páramos de Poniente. D.E.P. (2 sesiones: 16/10/2022 y 22/10/2022) Consecuencias: Aprendido: Entrenado: Obtenido:
  10. Brahen

    Con las manos en la masa.

    Una tarde tranquila practicando hechizos de evocación avanzados bajo la supervisión de un mago formado... ¿Que podía salir mal? Todo: cuando entrenas con Hemma Law. Ambos tuvieron que acudir que hacia las de enfermería y sala de prácticas de alquimia, donde el anciano mago y alquimista Teodorus les habían indicado debía encontrarse... Tal fue su sorpresa cuando se encontraron a una estudiante queldorei en el interior de dicha sala, agenciándose unos cuantos productos alquímicos y arcanos por igual, realizando el descuento de los cinco dedos. Entre ambos, redujeron a la elfa y dieron el aviso a los cazadores de magos que patrullaban por los pasillos... Encontraron a Teodorus durmiendo en su despacho, con un cáliz sobre la mesa, cuyo contenido era en parte vino, en parte un potente somnífero que le había proporcionado la estudiante para poder robar a sus anchas. ¡Menuda cara más dura! Una vez despierto... más o menos, el anciano se ofreció a atender las heridas de Victor, entre bostezo y bostezo, acompañando sus actos de largas y tediosas explicaciones de cuál era su proceder, instruyendo a ambos en el uso de hierbas, potingues, remedios caseros... Sin necesidad de volver a recurrir a él. Y por si fuera poco, se pudieron quedar lo que quedaba del somnífero que había preparado la queldorei. Aprendido General: Aprendido: Entrenado:
  11. -¡Moved el culo, atajo de gandules! -espetó la cabo Cassidy, a voz en grito, instando a los hombres a seguir empujando ese carro cuesta arriba- ¡Me voy a asegurar de que os arrepintáis de haberos alistado! Gruñendo, Samuel hundió más sus botas en el barro, empujando la parte trasera del carromato, acompañado de otros tantos hombres y mujeres del pelotón. Kelrina avanzaba junto al carro, guiando a uno de los caballos que normalmente hubieran estado tirando del carro: no pudo evitar mirarla con odio con su único ojo funcional. Esta vez les habían enviado al oeste, a construir un puente de madera para atravesar las aguas bravas de un rio, acompañados de dos ingenieros de otra compañía, además de colaborar con la compañía del cabo Whitmore para hacer unos juegos de guerrillas en el bosque: la finalidad no era otra que someter a ambas compañías a la situación de estrés y replicar eventos similares a los que encontrarían allá donde fueran destinados. Entrenado: Consecuencias:
  12. Formación, instrucción, constancia: las claves del éxito de todo soldado imperial. De nada sirve la preparación física si no va acompañada de las armas. Por ello, Kelrina Sunfeather y Samuel Molsen se reunen por las noches cuando terminan su entrenamiento y no tienen guardia para seguir entrenando: no es suficiente. Bajo la atenta mirada del cabo Whitmore, prosiguen incluso en sus ratos libres con el entrenamiento: como auténticos duelistas, con una mano atada a la espalda. Ella sin poder empuñar sus dos espadas, él sin poder empuñar su escudo, hundidas sus botas en el barro a poco más de medio metro de separación entre ambos. Una aprendiz de maga se les une, curiosa, seguramente, de averiguar quién es el apuesto y fornido tuerto, acomodándose cerca de ellos para espiar por encima de su libro mientras estudia. El entreno finaliza cuando la cabo Cassidy les hace llamar, coincidiendo con la llegada de un Escudero de la Mano de Plata que se acerca a cortejar a la aprendiz. Habilidad General Aprendida: Habilidades Aprendidas: Habilidades Utilizadas:
  13. A dos horas de marcha con los bártulos a hombros, simulando un trayecto hacia un conflicto militar, bajo las órdenes del cabo Whitmore y la cabo Cassidy, dos docenas de hombres se desplazaron hasta un pequeño valle al este de la capital: en este tuvieron que levantar un campamento para terminar de curtir a los futuros soldados de las compañías de armas y de exploración. Transportar leños montaña arriba, cargar con piedras a nado de un lado a otro de un pequeño lago, escalar paredes verticales de piedra, camuflarse entre los árboles o arriesgarse a recibir el impacto de manzanas... que posteriormente serían sus almuerzos. Al final del día, desmontar el campamento y vuelta a la capital... Tan sólo 3 heridos, comentaban ambos cabos, toda una marca a batir. Aprendido: Entrenado: Consecuencias:
  14. Han pasado meses de entrenamiento: lo que antes eran "hombres blandengues" ahora son máquinas engrasadas de matar, o por lo menos, reúnen los mínimos que exige el Ejercito Imperial... Día a día, prosiguen con su entrenamiento: combate desarmado, combate armado, prácticas de tiro... incluso se permiten, cuando el cabo bajo el que están asignados no mira, hacer apuestas o desafíos particulares... Como por ejemplo, atreverse a ser una diana y parar todas las flechas que pueda con el escudo. Después, pelea en el barro, a la que se unió un bárbaro Alteraci que pasaba por ahí... hablaba raro, pero se le ve la mirada limpia. Habilidad general aprendida: Habilidades aprendidas: Habilidades utilizadas: Consecuencias:
  15. Brahen

    Menard

    EVENTOS Vecinos molestos. - Eventos - Pluma y Espada (2 sesiones) Entrenado: atletismo, defensa, sigilo, llamada de lo profano, toque profano, enfermedad débil, levantar zombi, adv/notar, reflejos, buscar Una ternurita en peligro - Eventos - Pluma y Espada Entrenado: atletismo, defensa, llamada de lo profano, toque profano, enfermedad débil, levantar zombi, adv/notar, reflejos, Conocimientos/Historia (Nigromancia) [Entrenamiento] Profanar es un vicio. - Entrenamientos - Pluma y Espada (3 sesiones) 1ª sesión: Aprendido: Pudrir Equipo y Espiral de Muerte Entrenado: Adv/notar, Rastrear, Sigilo, Detección de lo Profano, Atletismo, Buscar 2ª sesión: Aprendido: Enfermedad Media Entrenado: atletismo, defensa, toque profano, enfermedad débil, levantar zombi, adv/notar, reflejos, Conocimientos/Historia (Nigromancia) 3ª sesión: Aprendido: Apestar Zombie (Apestar Hoja) Entrenado: atletismo, defensa, sigilo, toque profano, voluntad, enfermedad débil, levantar zombi, adv/notar, reflejos, Conocimientos/Historia (Nigromancia)
  16. Brahen

    Vecinos molestos.

    El exterior de la cripta estaba en silencio absoluto, como debía ser: la calma del lugar, ni un sonido, solo el viento soplando entre las lápidas... un paraíso. Ambos no-muertos habrían respirado hondo y esbozado una sonrisa, de haber tenido algo de carne adherida a sus huesos, pero no era el caso. Arrastrándose, les acompañaba uno de los asaltadores de tumbas que se había atrevido a profanar su descanso, ahora convertido en una criatura carente de conciencia, sometido a la voluntad de uno de ellos. Escucharon unas voces que provenían del camino que llevaba hasta aquel lugar: había sido consumido por la vegetación y apenas era visible, pero claramente estaba ahí. Aprovechando ese camuflaje infecto, infestado de bichos y de un color malsano debido a que esas plantas estaban corrompidas por la maldición que azotaba esa tierra, se dispusieron a emboscar a esos vivos. Una vez hubieron acabado con ellos, avanzando hasta salir de esa zona del camino que se había comido la vegetación, se percataron de que había un campamento camino abajo, en una bifurcación. ¡Esos malditos habían hecho un fuego y estaban entorno a él hablando de bebida y sus respectivas amantes! ¡Intolerable! Se acercaron a exigir a sus vecinos que bajasen el volumen, y de paso, averiguar donde se encontraban... ((2 sesiones)) Habilidades utilizadas:
  17. -¡No, por favor! ¡No tenemos culpa de ello! Aquel hombre recibía empujones, "invitándole" a subir al cadalso, en plena plaza principal de Arroyo de Luna, como otras dos mujeres que ya tenían un paño en sus bocas, derramando lágrimas de miedo ante lo que sabían se avecinaba. La multitud se mantenía callada, mientras el pregón elegido por quienes regían la villa, alzaba su voz: -Y por último... ¡Marco! ¡Elegido para salvaguardar la seguridad de éste asentamiento! ¡Por el crimen de huir ante una amenaza contra la buena y libre gente de Arroyo de Luna! Media docena de hombres de aspecto amenazador, aguardaban junto a la taberna, tras toda esa multitud arremolinada para observar la ejecución de aquellos que no habían sabido mantener el temple y que se consideraban traidores. Mientras el pregón continuaba realizando su proclama, un hombre de tez blanca ataviado con ropajes negros de cuero, muy desgastados por el uso y una bandana negra, otrora roja, ensuciada por la sangre de años de servicio a la causa: le escoltaban dos hombres más con atuendos similares. Uno de hombres que aguardaba, dio un suave codazo a otro tipo duro, haciendo un suave gesto hacia aquel hombre pálido. Profirió un suave silbido, respondiendo en un murmuro: -Parece que la cosa se ha puesto seria... El verdugo afianzaba un paño y posteriormente una soga al cuello de Marco, que mordía con fuerza, liberando aire en desesperación, mientras la turba comenzaba a insultar a los que estaban sobre el cadalso. -¡Por permitir que el prisionero escapase! ¡Por permitir que él y sus aliados huyeran! ¡Por huir como una rata cobarde! El hombre pálido se detuvo junto a la media docena de hombres que aguardaba, hablando en un tono calmado y pausado. -Nos llevan medio día de ventaja. Los quiero vivos. No hace falta que sea de una pieza. Los hombres ahí reunidos comenzaron a sonreír ante la idea, soltando suaves risas socarronas. -¡En nombre de la buena gente de Páramos, se os sentencia a muerte! El verdugo tiró de la palanca y los cuerpos cayeron al vacío, colgando como si se tratasen de jamones curados, sacudiéndose durante largos segundos y haciéndose entonces un silencio sepulcral. -¡Sirva de ejemplo para todos aquellos enemigos de la gente libre! El grupo comenzaba a caminar hacia el establo, mientras aquel hombre continuaba hablando: -En tres días deberíamos alcanzarlos en la Torre del Garrote, con suerte, se toparán de bruces con Brazorrecio y sus hombres. Habilidades aprendidas: Habilidades utilizadas: Consecuencias:
  18. ¡Bienvenidos a Arroyo de Luna! ¡La ciudad más libre y alegre de Páramos de Poniente! ¡Sin presencia de fuerzas opresoras de la Alianza! La única ley que impera es no causar problemas y pagar una parte a la causa de los Defias: -Entrar en el asentamiento... pagas tu parte a los Defias. -Dejar tu caballo en el establo... pagas tu parte a los Defias. -Alquilar una habitación en la posada... pagas tu parte a los Defias. -¿Compras comida en la posada?... pagas tu parte a los Defias. -¿COMPRAS BEBIDA EN LA POSADA?... ¿SOLO HAY CERVEZA Y AGUA? ¿HAN INCAUTADO EL WHISKY Y EL RON? Sin duda, un paraíso... si logras que no te apuñale un indigente o sin techo en un callejón para quedarse tu sombrero o botas. 1ª Sesión: Habilidades utilizadas
  19. Lograron salir casi arrastrándose de esa infernal cripta que parecía no acabarse: fatigados, pero satisfechos por haber conseguido el conocimiento que buscaban de aquella cripta, emergieron al exterior en plena noche, sintiendo la lluvia caer sobre sus rostros. No pudieron evitar esbozar sendas sonrisas de autosuficiencia y orgullo, contentos por haber superado esa prueba autoimpuesta que les acercaba más hacia sus objetivos... Pero una voz resonó como un trueno en medio de la lluvia que caía sobre el cementerio... -¿Que estáis haciendo en MI cementerio? Un hombre ataviado con una gabardina de cuero y un sombrero, portando una PALA en sus manos, estaba frente a ellos. Confiados, avanzaron a por él, pues había dejado la PALA apoyada en una lápida. Craso error. Aquel hombre esquivaba los ataques de Ronan y le golpeaba con sus puños desnudos, con una fuerza descomunal, como si se tratasen de mazazos. Partió el cuello del zombi que invocó Tanja, como si fuera un mero muñeco de entrenamiento estático. La cosa se puso fea... muy fea, cuando Ronan invocó a un caballero esquelético y éste logró cortarle con un tajo en la cara, rompiendo su gabardina y cayendo su sombrero al suelo. Tomando la PALA con ambas manos y convocando el poder de la Luz, imbuyó su arma improvisada: se trataba de un PALA-dín retirado. La mujer con su magia y zombis, el Caballero Esquelético con sendas espadas y Ronan con su arma y magia profana, trataron de reducir a ese estoico campeón de la Luz, que redujo a un amasijo de esquirlas de huesos al Caballero esquelético, decapitó a 2 zombis con la pala y terminó por someter a la pareja... Tanja se arrastró para alejarse del paladín, como la auténtica cobarde que es, dejando a su suerte a Ronan mientras recibía una PALA-iza. Todo era un plan fríamente calculado por la mujer, que utilizó su ballesta para disparar en la pierna al sepulturero por la espalda: aprovechando ese momento de distracción en el que se sanaba y avanzaba a por la mujer, Ronan invocó un espíritu caído para que lidiara con ese hombre que, finalmente, agotado y desprovisto de fuerzas para convocar el poder protector de la Luz, sucumbió en combate contra el espectro al ser incapaz de herirlo. Al amanecer del siguiente día, se asegurarían de enterrar al enterrador en una fosa común poco profunda, con los cuerpos de los zombis y el caballero esquelético, tras desquitarse Ronan utilizando la PALA para decapitar su cuerpo inerte. No más cementerios por una temporada, se prometieron. ((Evento en 2 sesiones)) Habilidad General Entrenada Habilidades Entrenadas Habilidades Utilizadas
  20. Un grupo de hombres entró en la granja, avanzando lo más callados posible, guiando a sus corceles: pasaron frente a un edificio carbonizado en el que estaban colgados dos cuerpos, ennegrecidos. Las llamas se habían extinguido, seguramente hace días pues ya no humeaban, se dirigieron hacia el granero, intacto, sin quemar, pero su atención se desvió hacia un grupo de caballos inertes en el suelo, yacían muertos. Unos cuantos hombres se quedaron junto a los caballos para prenderles fuego, mientras el resto se dirigió al interior del granero, empuñando las armas. En el interior encontraron lo que venían buscando... pero no en el estado en que esperaban... o sí. Un grupo de bandidos estaba desperdigado por el suelo, en las paredes, en un rincón... algunos habían muerto apuñalados, otros yacían muertos por golpes, otros habían sido partidos en dos o troceados, otros quemados... Un cuerpo estaba colgado de una biga del granero, envuelto en una sábana ensangrentada, que ya no goteaba, pues se había secado. -Parece que hemos encontrado a Arrane... -dijo uno de los enmascarados con un paño rojo en el hocico- Por la Luz... ¿Como han hecho eso? El hombre se acercó a la pared de madera del granero, rota por completo por el impacto de algo que, no solo había impactado en ésta, si no que había partido en dos a la mujer mencionada: trozos de ésta colgaban aun de la pared y su sangre reseca había sido absorbida por el heno del suelo y la madera del edificio. -Alguien... enorme. Más que Brazorrecio. -comentó una mujer, que portaba también un paño rojo, mirando de reojo a su compañero- -Habrá que informarle... Volvamos a Arroyo de Luna. Prended fuego al granero. -ordenó el hombre a los que le acompañaban-. El grupo de bandidos se apresuró, al galope, de vuelta al asentamiento. (2 sesiones: 25/09/2022 y 26/09/2022) Aprendido: Entrenado: Consecuencias:
  21. Apenas habían pasado unas horas y el Sol ya comenzaba a asomar por el horizonte: la pareja de brujos salió de la playa para internarse en el paraje típico de colinas amarillentas propio de la zona sur de Páramos de Poniente, una zona abandonada de la mano de la Luz. Tras largos minutos que se hicieron eternos, se toparon tras una colina con un pequeño campamento de bandidos. Ubicados sobre la colina, fueron vistos por dos de ellos que enseguida corrieron a subir la colina. Mientras tanto, en el interior de una de las tiendas del campamento, de apenas media docena de humanos, Nirimie Lirden lograba liberarse de sus ataduras: había sido capturada por ese grupo de bandidos que les había asaltado a ella y sus compañeros, siendo la única superviviente. Mientras escuchaba la conversación entre una maga de sangre y un bandido, Maggrite y Boris, aguardó a disponer de una distracción para actuar, que no tardaría en llegar. Marielen echó a correr en dirección opuesta al campamento, llamando la atención de los bandidos, mientras Gavind procedía a invocar a Cólera, su corcel demoniaco: con un potente relincho, más similar al rugido de una criatura de pesadilla que al de un caballo, embistió a ambos bandidos, noqueando y rompiendo huesos a la par, con gran ímpetu. Con los cuatro bandidos restantes boquiabiertos y ojipláticos mirando colina arriba, Nirimie aprovechó para salir de la tienda rauda y atrapar su arma, procediendo a unirse al combate. Gavind comenzó a bajar la colina, caminando como si la cosa no fuera con él, dejando que su corcel fuera el que hiciera el trabajo sucio, cargando contra otro bandido y llevándoselo por delante. Maggrite recurrió a su magia de sangre para Estrangular al corcel, suprimiéndolo, ganando tiempo para que el resto de bandidos se enzarzara con el corcel y evitando que siguiera cargando contra más de sus compañeros. Mientras tanto, Nirimie bailaba con Boris, armado con un escudo y una espada, el hombre de tez color caoba, no daba tregua a la sindorei. Gavind, al ver como su demonio era suprimido, se dispuso a prepararse para invocar a Khaaphom, que tan pronto como pudo, se abalanzó sobre la maga de sangre defias, provocando que ésta no pudiera realizar sortilegio alguno y sucumbiendo al pánico. Marielen, de forma heroica, logró despachar al bandido que huía y Boris redujo a Nirimie. Gavind tomó asiento en un taburete junto a la fogata, intentando comprender qué hacia una sindorei en semejante lugar, peleando con un bandido. Cuando todo hubo acabado, el manáfago casi había partido en dos con sus mandíbulas a Boris, duchando en sangre a la elfa. De no ser por Marielen que se interpuso, hubiera sido el siguiente bocado del demonio. Tras saquear a los caídos y arrebatarles fragmentos de alma a los supervivientes, procedieron a quemar los cuerpos en la pira y tomar los caballos de los bandidos, que ya no van a necesitarlos. Aprendido general: Habilidades aprendidas: Entrenado: Consecuencias
  22. Marielen y Gavind podían observar los dorados campos bañados por la luz del atardecer desde babor: el barco había ido avanzando durante esa semana, pasando frente a Ventormenta, pudiendo observar sus majestuosas murallas de piedra y el puerto coronado con un faro, hasta que desapareció tras ellos. Nuevamente volvieron a intentar negociar con el capitán Briggs, que volvió a darles largas hasta que finalmente, se negó en rotundo, alegando que tenía un itinerario que cumplir. Una lástima que ambos brujos también. Se retiraron a descansar hasta la noche, preparando sus bártulos y bolsas de viaje, y tras cenar, prendieron fuego al mobiliario en el interior del camarote, saliendo con la intención de subir al bote, haciendo gala de todo el sigilo del que disponían. Pero el marinero Distefano se encontraba en cubierta, junto a las escaleras, ligando con un marinera de abordo, dando ésta la alarma al ver que la pareja llevaba ropa de viaje y su equipaje consigo. Con un simple gesto de mano, Hesnva se abalanzó sobre la marinera y le rebanó el gaznate con celeridad, impidiendo que ésta pudiera siquiera llegar a gritar, pero no Distefano. Lo lamentaría eternamente, más bien los pocos segundos de vida que le quedaban, pues Marielen lo envolvió por completo en llamas verdes, dándole muerte en escasos segundos, haciendo que sus gritos de dolor terminasen de romper todo posible plan de pasar desapercibidos: desde el castillo de popa, el capitán Briggs y el segundo de abordo, el marinero Macias Jr. bajaron apresuradamente a detenerles... otros craso error, pues rápidamente fueron despachados por los brujos y la súcubo: ésta última pudo disfrutar del pequeño placer de dar muerte al capitán, pues le disparó con su pistola y suplicó a su amo que le permitiera encargarse de él ella misma... 34 puñaladas llegó a contar Gavind, pero tampoco estuvo muy atento, pues a cubierta habían llegado media docena de marineros armados, mientras bajo cubierta el resto de la tripulación trataba de contener el fuego que se había filtrado desde el camarote al nivel inferior y amenazaba con dañar el casco del barco. Hesnva y Marielen actuaron como señuelo, lidiando con los marineros mientras Gavind reunía tiempo para invocar al Guardia Vil Shaatun: irrumpió sobre cubierta empuñando su hacha y con un barrido despejó la mitad de los marineros sobre ésta mientras profería amenazas y burlas a los presentes, provocando que todo a bordo del barco temblase ante su voz. El resto de marineros del Brisa Hermosa llegó a cubierta, media docena de hombres armados con alfanjes y pistolas... que de poco sirvieron, pues abrieron fuego sobre el Guardia Vil: el metal de su armadura y su piel demoniaca redujeron el daño recibido tanto de pistolas como de balas a meros rasguños que lo único que consiguieron fue cabrear más a Shaatun. Entre estos últimos marineros en unirse a la refriega, se encontraba el marinero Kilker que se había mofado de Marielen en la competición pugilista mantenida varios días antes: Marielen había dejado claro que ése tipo era suyo, así que Shaatun y Gavind se encargaron del resto, tres para cada uno. Shaatun separó la cabeza de un hachazo a uno de los marinos y un brazo a otro, saltando por la borda el tullido y el tercer marinero. Gavind, imbuyéndose con poder prestado de sus demonios y protegiéndose con un encantamiento demoniaco, noqueó a puñetazos al marinero Hou con un gancho igual de poderoso y directo que el que le había asestado varios días atras, solo que esta vez directamente a su rostro, así como una putiza a los otros dos marineros... Marielen despachó a Kilker de una forma horriblemente dolorosa, haciendo desaparecer su carne con una Explosión de Alma: en ese momento, Shaatun cargó desde el otro extremo de la cubierta directamente a por los dos marineros que quedaban, partiendo en dos a uno de ellos y Gavind noqueó a la marinera que aún quedaba en pie. Shaatun ató a Hou y a la marinera con unos cabos mientras Marielen prendía más fuego a las velas y cubierta del barco, creando diversos focos de fuego demoniaco que el agua apenas podía apagar: subieron al bote y se llevaron a esos pobres desgraciados hasta la costa, remando Shaatun para ellos. Una vez en la playa, contemplaron como el barco desaparecía bajo las aguas... y arrebataron las almas al marinero Hou y a la marinera desafortunada que habían sobrevivido, para acabar como mera carnaza a disposición de los cangrejos y murlocs durante la marea baja, pues arrojaron sus cuerpos sin vida al mar. Habilidad general aprendida: Aprendido: Entrenado: Consecuencias:
  23. Brahen

    Reñidero en alta mar

    Tras varios largos y tediosos días a bordo del Brisa Hermosa, finalmente el capitán Briggs se prestó a hablar con la pareja en el castillo de popa: éstos le sugirieron la idea de atracar cerca de la costa de Páramos de Poniente. El hombre se negó, ofreciendo múltiples excusas, tales como que esos botes estaban destinados a salvar a los marineros de abordo en caso de naufragio y que no era una cuestión de precio material. Gavind sugirió pagar por el bote e incluso que unos marinos les acompañasen hasta la costa y así mantener su bote, pero volvió a negarse... Tras insistir, el hombre accedió prestar el bote si participaban en unos juegos pugilísticos que se realizaban a bordo para mantener la moral de la tripulación, organizados por el marino Distefano: si eran capaz de ganar un par de asaltos, prometió pensárselo mejor. Gavind, que se hacía pasar por Leon Ryler, marido de Helen Ryler, Marielen Brooks, se vio "obligado" a participar el primero en el ring improvisado con un par de cajas y cuerdas: los hombres se hacinaron alrededor de la liza improvisada y comenzaron a jalear, silbar y apostar, teniendo el capitán su pequeña comisión compartida con el marino Distefano. El primer incauto en prestarse a pelear con Gavind, fue el marino Hou, un hombre que confiado por el aspecto pálido del brujo debido a las náuseas y mareo del viaje en barco, creyó que era capaz de lidiar con él: si tan solo supiera que el brujo no jugaba limpio... tomó prestado poder de su acechador vil para aumentar su destreza y fuerza, recurriendo también a un hechizo profano para otorgar a su piel la consistencia de una piedra... o de un demonio, según se mire. De dos simples puñetazos dejó al hombre sin aliento y doblado, haciendo que se rindiera enseguida y no sin motivos. Marielen también se prestó a participar, pero su contrincante fue el marino Kilker, una mole de más de 2 metros y puro músculo, más similar a un buey que a un humano. Éste se aprovechó de la ventaja que le proporcionaba su físico para someter a la mujer con un par de ganchos y patadas, que si bien eran lentos, fueron contundentes: la mujer, para no dar rienda suelta a su rabia y recurrir a la magia vil que poseía, decidió retirarse del combate. Como el tipo no paraba de alardear y provocar a Marielen, Gavind, ejerciendo su papel de esposo, saltó a la liza y se dispuso a explicarle amablemente a Kilker como se debía comportar un hombre de verdad. El combate se alargó bastante: los puños de Kilker que alcanzaban a Gavind, no parecían hacerle daño alguno y los del brujo parecían castigar al marino con la fuerza de una martillo... Kilker terminó en el suelo, perdiendo un par de dientes en el proceso. El capitán Briggs, nuevamente, volvió a dar largas a la propuesta de la pareja... Lo cual mosqueó a ambos... y no poco. Aprendido General: Aprendido: Entrenado: Consecuencias:
  24. Habiendo casi terminado de erigir la empalizada entorno a Dimshore, se prosigue con el entrenamiento de las milicias, destacando Ronan al ser el "civil" con más habilidad en el manejo de arma, lo cual no logra evitar que se lleve algún que otro golpe. Los pueblerinos han comenzado a cogerle cariño a la pareja, si bien ambos son algo distantes y fríos, se han volcado en ayudar todo lo posible: han aportado sus caballos para las tareas de la empalizada, Ronan ha ayudado con el manejo del arma dado su pasado como mercenario antes de "casarse", Tanja ha atendido varias heridas y ha fabricado aceites y ungüentos, haciéndose amiga también de los sabuesos, si bien uno de ellos no para de gruñirle. Han comprobado la estabilidad de la empalizada y han probado a arrojar mezclas alquímicas explosivas desde la empalizada, para mostrar a los pueblerinos cómo funcionan de forma segura... De poco servirá todo ello, pues la verdadera amenaza es interior... no exterior. Aprendido General: Aprendido: Entrenado:
  25. Las calles de Dimshore se encuentran vacías desde primera hora de la mañana: hombres, mujeres y niños se encuentran ayudando con la empalizada o bien entrenando en la liza improvisada junto a ésta. El alguacil y sus hombres entrenan con los hombres y arengan a éstos con instrucciones. Tanja se dirige al herbolario para ayudar a la propietaria a fabricar pociones y ungüentos previendo el posible ataque, Ronan ayuda con los caballos del carromato a mover los pesados troncos para montar la empalizada, así como a ayudar a fabricar unos zunchos para fijar la empalizada. Un grupo de cazadores de la zona llega tras unos días en la montaña con una carreta con una decena de conejos y un ciervo, Tanja debe asistir las heridas de varios de ellos, así como sus sabuesos: un día o dos más de preparativos y la empalizada estará dispuesta. Esa misma noche, se organiza un festejo junto a la empalizada, sin bebida, pero con música y baile. Ronan es arrastrado contra su voluntad y obligado a bailar: poseído por la fiebre del Sábado Noche, que algunos llamarían Fiebre de la Cripta, deja pasmados a los lugareños y a Tanja... Y sin catar una gota de cerveza. 2ª sesión: Aprendido General: Aprendido: Entrenado:
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