Brahen

Capitán Leontus Konstantin, le escribo esta misiva desde el fuerte en el muelle de Monteverde, que el Consejo de la Villa ha tenido a bien poner a disposición del Ejercito Imperial. Los hombres y mujeres, soldados fuertes y entrenados que me acompañan, se encuentran sanos e ilesos, más parece ser que la situación es cuanto menos preocupante. El señor de Monteverde se ha negado a salir de su fuerte o a darme audiencia en lo alto de la montaña que da nombre a la comarca, solo se nos ha permitido tratar con el Consejero Jalen, que dirige el consistorio de la villa y organiza a los lacayos que protegen los caminos y sus gentes. Parece ser que hay tres grupos de bandidos en la zona que llevan varios años operando en la zona y que recientemente se han puesto de acuerdo entre ellos para coordinarse y sabotear las caravanas de suministros que pasan por el valle. No solamente eso, el alquimista de la villa, el hombre encargado de elaborar los recursos para el frente de Rosgith que esperábamos recibir hace meses, ha sido secuestrado por esos infames rufianes. El Consejero no parece tener la situación bajo control, pues esos bandidos han dado muerte a varios de sus hombres y no parece dispuesto a negociar con ellos. Por si fuera poco, parece ser que el ex-cabo James Baldwin se encuentra en las proximidades de Monteverde, reconvertido en buscavidas y forajido, pues tras su expulsión hace meses del Ejercito Imperial, parece haberse entregado a una vida de latrocinio. Me preocupa que él y sus hombres se hayan unido a los bandidos y que pueda ser quien está coordinándolos. Finalmente, hemos oído rumores de boca de varios pueblerinos: aseguran que en el bosque de Monteverde hay magos que esgrimen magias oscuras y profanas. El Consejero Jalen se ha apresurado a quitar importancia y veracidad a estos rumores, asegurando que son habladurías y supersticiones. Siguiendo con las órdenes recibidas, cuando el próximo cargamento esté preparado, lo escoltaremos personalmente hasta el frente de guerra. Hasta entonces, ayudaremos a mantener la paz imperial en la comarca. No nos vendrían mal unos cuantos brazos fuertes. Samuel Molsen, Cabo de los Toros de Wrynn Tablón de Misiones: Monteverde - Eventos - Pluma y Espada Consecuencias: --- @Kario @Miuw @Catrine @Stannis the Mannis @Focus @SwordsMaster @yune134 @Rolf Etc, etc... No se si me dejo a alguien. ---

Lendranell intenta escapar de su prisión móvil aparcada junto al Consejo de Monteverde utilizando una pequeña pieza metálica de una hebilla, con poco éxito, así que se ve obligada a pasar la noche en ese "cómodo, pero fresco" alojamiento: al amanecer del día siguiente, leves temblores asoman en su cuerpo y mataría por una manta o sentarse junto a un fuego. El verdugo de Monteverde es un hombre polifacético y versado: a diferencia de otros de su profesión, está pluriempleado y ejerce también como interrogador, por lo que se pone mano a la obra con la mujer, que es colocada en un cepo y recibe unos fuertes azotes con un remo en el trasero, bajo la atenta mirada y risa de un grupo de niños próximos a la plaza: se niega a dar explicaciones de porqué estaba dentro del edificio. Cuando el hombre acaba con el brazo cansado y la muchacha con el trasero capaz de calentar una olla de estofado, es devuelta a sus "aposentos", a la espera de que se digne a responder, privada de alimento y agua. Cabreada, asesta una fuerte patada contra una de las tablas de su prisión y... por increíble que parezca, cede, pudiendo escapar sin llamar la atención. El laboratorio está preparado y la media docena de hombres y mujeres que trabajan en él, comienzan a elaborar pociones, venenos y explosivos alquímicos... mientras dispongan de suministros, acumulados en unas cajas en un rincón de la estancia: conforme se van vaciando las cajas, se reutilizan para almacenar viales con los resultados del trabajo realizado en ese taller, para ser enviados a los campamentos de bandidos del bosque de Monteverde. Pero hacen falta también elixires que magnifiquen las capacidades de combate de los bandidos, en ello ponen a trabajar al boticario... Aprendido General: Aprendido: Entrenado:

Lendranell habla con varios de los ciudadanos de Monteverde, buscando averiguar información sobre la torre perdida en el bosque: como muchos de los jóvenes desconocen y los ancianos callan, accede a la biblioteca del Consejo de Monteverde, en busca de información sobre dicha estructura. A pleno día, es descubierta y es expulsada del edificio: más tarde esa noche, intenta nuevamente acceder valiéndose del sigilo, más es descubierta por la vela que sostiene para leer, que termina por revelar su posición. Es capturada y llevada a una jaula en un carromato en el exterior, a la espera de interrogatorio al día siguiente. Suministros: los bandidos entran en la estancia en la que se encuentra Erill y le entregan varias cajas con suministros, entre los que figuran viales, catalizadores... todo cuanto puede precisar un alquimista para preparar un laboratorio, casi una pequeña fabrica. Repartiendo instrucciones a los hombres y mujeres, proceden a reunir cuanto solicita el alquimista para elaborar drogas de combate que agudicen sus sentidos... Pero todo tiene un precio. Aprendido: Entrenado:

"Isabel" rebusca en la casa del boticario un mapa del bosque o de las inmediaciones de este: su idea es buscar algún posible lugar donde tengan retenido al alquimista, un campamento o cueva en el que tengan retenido al hombre. También toma prestadas unas cuantas vendas, antisépticos y viales cuyo contenido desconoce y que es lo suficientemente despreocupada como para consumir sin saber que efectos pueda provocar... si al menos hubiera leído la etiqueta que rezaba para que servían en la estantería de donde los tomó con prisa... Tras abrigarse bien con ropas oscuras y tomar sus armas, la mujer sale arropada por la oscuridad de la noche, tratando de guiarse como buenamente puede y en silencio, hacia el este en todo momento: atraviesa varios puentes de madera que salvan riachuelos, se mete entre arbustos y evita, por poco, pisar una trampa para osos dispuesta junto a un alcornoque. Pudo hacerlo gracias a que le dio por consumir uno de los viales que le permitió ver con nitidez de noche, pues recordó haberle ayudado a elaborar con el mortero uno de los compuestos de olor agrio. Pasó junto a una cabaña completamente abandonada y sin signo alguno de vida, en medio del bosque, dejada a su suerte hace largo tiempo, hasta finalmente llegar a un risco desde el que pudo ver una torre en ruinas junto a un acantilado: aullidos, pudo escuchar aullidos de múltiples lobos arrastrados por el viento. Varias figuras embozadas paseando por el bosque, siluetas humanoides acompañadas por lobos: se dirigían hacia su posición, se vio obligada a dar media vuelta y huir del lugar. Un grupo de bandidos guía a unos enmascarados a través del bosque, hacia el cubil principal de los lobos que pueblan la comarca: es un viaje peligroso, pues son animales muy territoriales, pero no obstante, estos no se acercan al grupo en ningún momento. Pueden notar que les acechan durante todo el recorrido, escuchan las patas de los animales correteando entre los arbustos, mientras la tarde va extinguiéndose dando paso a la noche: los bandidos que abren el camino, claramente están preocupados, más los hombres embozados de pies a cabeza con ellos, no parecen mostrar alguna clase de signo de temor, lo cual preocupa y reconforta a partes iguales a los rufianes. Se detienen frente a risco repleto de pequeñas cuevas y grutas, arrojando carne que portaban en unos sacos al suelo, en el lugar más despejado que encontraron, a la espera de atraer a las bestias, que no tardaron en aparecer: no querían comida entregada dócilmente, querían cazar sus propias presas, o quizás pensaron que esos hombres no les dejarían tomar la comida, quien sabe. Se abalanzaron sobre el grupo, con ferocidad y saña, organizadamente, hiriendo a varios de los bandidos, arrastrando a algunos de ellos hacia los arbustos entre gritos: los enmascarados recurrieron a sus magias profanas que iluminaron la escena, provocando que las bestias terminasen por retirarse, logrando que la más grande de todas huyera, pese a no estar herida. Los bandidos supervivientes pudieron ver como uno de los enmascarados vertía el contenido de varios viales tanto sobre la carne que portaban, como sobre los cuerpos de los caídos, tanto de lobos como humanos... Abandonaron el lugar en silencio, con su "deber" cumplido... fuera el que fuese. Entrenado:

Lo que empezó como una mera prueba para una puesta en escena a la hora de presentar un trabajo, fue escalando por momentos hasta terminar en un duelo estrictamente controlado y seguro, 100% seguro, en ningún momento hubo peligro alguno: puede que al joven Drelan haya acabado con media ceja y la ropa chamuscadas, que Hemma tenga moratones en la espalda o que la habitación de Victor ahora parezca una playa de Tanaris o las Tierras Devastadas... Pero lo que está claro es que va a ser una ponencia impecable. Entrenado:

A solo 2 días de viaje hacia el suroeste de Stromgarde, cerca de la costa, se erigen varias montañas que conforman un valle, la más grande de ellas, da nombre a la comarca: Monteverde. Un lugar tranquilo, si bien no exento de bandidos y problemas, es un lugar perfecto para aquellos aventureros o buscavidas que quieran ejercer su profesión. En el acceso al valle, en el fuerte junto al puerto y en la plaza principal de la villa, se erigen tablones en los cuales los ciudadanos y en Consejo de Monteverde colocan anuncios, emitidos por campesinos, leñadores, caballeros... Todo bajo la supervisión del Señor de Monteverde y el Consejo que controla a sus habitantes. SE BUSCA: TAREAS:

Libros, libros y más libros... La pareja de aprendices se había dedicado durante largos días a reunir toda la información posible sobre la escritura de runas enánicas y a cotejarla comparándola con escrituras, tanto rúnicas como no, de otras razas en la zona de las llanuras de Arathi e inmediaciones. también se percataron que no parecían ser runas de alguna clase de lenguaje mágico arcano. Pudieron determinar que era una mezcla de varios sistemas de runas, como si dos lenguas se hubieran utilizado a la par, con lo cual llegaron a la conclusión de que lo más probable era que alguien hubiera estado grabando esas runas, para explicar algo acerca de otro lenguaje, desconocidos ambos para ellos, si bien el primero presentaba similitudes con los caracteres enánicos. Procedieron a ordenar cuanto habían recopilado, así como algunas runas a las que creían haber hallado algún sentido, por su similitud con objetos o elementos reales: fuego, agua, aire... pero muchas otras se les escapaban. Y toda esa información, grabada en "Peñasco"... Víctor prepara una pequeña puesta en escena para presentar su trabajo. -2 sesiones- Aprendido General: Aprendido: Entrenado:

Tras haber finiquitado el problema de múltiples ojos y patas que se toparon en el camino, el grupo avanzó hasta sentir una bofetada en sus fosas nasales: la proximidad al campamento ogro se hizo patente, ese olor les acompañará durante varios días, adherido a sus ropas y piel. Internándose sigilosamente en el campamento ogro, pesimamente vigilado y protegido, pues los ogros estaban disfrutando de su pasatiempo favorito, las peleas en el barro de gorrinos/ogros, pudieron avanzar sin ser vistos o detenidos. Encontraron varias pocilgas con ogros y gorrinos por igual, en una de ellas, el cuerpo de un elfo, devorado por los cerdos. Pudiendo escuchar las conversaciones de varios ogros, supieron que un brujo orco se encontraba más adelante y que parecía poseer algo de interés que había arrebatado a los elfos. Encontraron la montura del orco, un imponente lobo con barda y alforjas: Marielen logró identificar con un hechizo de rastreo, que en las alforjas de la bestia, había algo de interés. Tras invocar a su diablillo y darle instrucciones, este procedió a escurrirse entre las sombras y arrebatar la alforja a la criatura atroz que se encontraba devorando un gorrino. Y... tal cual entraron en el campamento, salieron sin más problemas de allí, de vuelta a por su carromato y salir escopeteados. Consecuencias: Entrenado:

Era la segunda vez que entraba en batalla, había podido comprobar la autentica personificación de lo que era la guerra: una matanza. Había podido ver de cerca las traidoras y retorcidas fuerzas del Nuevo Orden segando las vidas tanto del Azote como de sus hermanos, tanto Imperiales como de las Órdenes, y cuanto había podido hacer, era ayudar a huir de la emboscada a la Diaconisa y a la aprendiz de mago, siguiendo instrucciones de su superior: era lo que se le había ordenado. ¿Por que sentía impotencia? ¿Por que sentía rabia? ¿Por que sentía... dudas? -¿Siempre será así? -murmuró, mientras se alejaba de vuelta a las Ruinas de Rosgith, asistiendo a un Cruzado herido, a modo de muleta de apoyo, a lo que le respondió- -La guerra no cambia nunca... Debemos acabar con todos los impíos y herejes... En ese momento, fue más consciente de su sagrada misión... Si bien no se sintió reconfortado.

Un trabajo simple: transportar unas cajas, barriles y jaulas con diversos materiales y animales hasta la ladera sur del campamento, guiar sus caballos hasta la costa atravesando la parte norte del Marjal Revolcafango. Descendieron con precaución zigzagueando hasta que sus monturas pudieron caminar en horizontal, sin peligro de caer de boca por el risco. Atravesaron unas charcas fangosas repletas de agua apestosa en las que, por suerte, los animales no alcanzaban a hundirse del todo. Siguieron el camino hacia el este tras lograr orientarse con ayuda del musgo que crecía en un tronco podrido. Recorrieron en silencio el camino, evitando hablar más que lo necesario, y cuando lo hicieron, en un tono de voz bajo. Identificaron unas huellas similares a las del zancudo que habían estado persiguiendo, pero que eran más similares a las de un reptil. Poco antes de llegar a la costa al anochecer, lograron evitar un nido de escorpiones en el que, de haber caído, no hubieran podido contarlo. Encendieron una pequeña fogata en la cala y aguardaron hasta que un bote llegó al lugar, atraído por el fuego. Dos fornidos hombres, con más pinta de tauren que de humano, se apresuraron a cargar la mercancía en el bote, mientras un tercero, les entregaba el pago, sin mediar palabra: 16 monedas de plata. En cuanto desapareció el bote con sus tripulantes, descorcharon una botella de ron y dieron media vuelta hacia el campamento, en silencio. -Creo que ya estamos preparados para salir a cazar por nuestra cuenta. -dijo el alteraci- -No pienso darle una sola cobriza más a ese gilipollas. -contestó la mujer- Pásame la botella, quiero probar eso... Entrenado:

-Cálculos, te digo. Lo tengo todo calculado. 47 metros exactamente. -Insistió el aprendiz de mago- Y una vez aquí, repetir el proceso hasta... -dió varios pasos a su espalda y señaló la Torre de Magos, ubicada relativamente próxima- ...el tercer piso. ¿Ves el tulipán? Me encanta ese tulipán... -¿Ese es el tulipán que tanto te gusta? ¿Cuándo pensaba enseñármelo? Basta con que me invites alguna noche a tu habitación y... -¡Deja mi tulipán en paz! ¡Esto es más importante! Oh, esas runas grabadas en la roca que encontramos pueden servirme para elaborar una tesis... y no pienso dejar que las incauten nada más pasar por la puerta principal de la ciudad. Así que... esta noche... -¿Si? -preguntó la pelirroja, claramente pensando en otra cosa- Ah, si, teletransportas las rocas a este lado del muro... y luego al balcón... -¡Translocar! ¡Nada de teletransportar! Consecuencias: Aprendido General: Aprendido: Entrenado:

-¡CORRE PACO, CORRE! -gritaba el bueno de Matías, al trote cochinero colina arriba, buscando resguardarse en el bosque, mientras Lucas volaba por los aires emitiendo un grito de pánico antes de caer a varios metros de distancia- ¡SON UNOS MAGOS, NO UNOS MENDIGOS! -¿PORQUE SIEMPRE NOS PASA ESTO? -respondió medio lloriqueando, pero sin dejar de dar rienda suelta a sus piernas, que ardían como si tuvieran las mismas llamas de Ragnaros corriendo por sus venas- ¡A LOS CABALLOS, CORRE! Pero escasos segundos tras decir esas palabras, una mano flotante le agarró de la parte trasera del cogote del jubón de cuero que llevaba Paco y salió volando hasta acabar sobre la rama de un árbol: como era de esperar, Matías no se detuvo y siguió corriendo, abandonando a su amigo de la infancia y esposo de su hermana, aunque de poco serviría, pues un muro de llamas le cerraría el camino, evitando poder alcanzar a los caballos ocultos más adelante. Suplicante, el hombre se arrodilló, cerró los ojos y comenzó a rezar a la Luz... hasta que volvió a abrirlos varias horas después sobre Paco, en la rama del mismo árbol: sus caballos ya no estaban. Aprendido: Entrenado:

-¡Estos pajarracos corren más que el viento! -gritó el trampero a los dos que le acompañaban, tratando de hacerse oír por encima del galopar de los caballos. Tenía razón: pese a estar herido, el zancudo era capaz de correr a gran velocidad- ¡Intentad atinarle si podéis! ¡Le guiaremos de vuelta a una de las trampas que hemos rearmado! El grupo persiguió durante casi media hora al zancudo, en algunos momentos siendo capaces de abrir fuego contra él, si bien el animal era escurridizo y veloz como... un zancudo asustado. El páramo plagado de vegetación seca alta protegía al ave, lo guiaron para hacer que virase de vuelta lentamente a deshacer el recorrido, donde finalmente el ave, de casi tres metros de envergadura y dos metros y medio de altura, cayó en la trampa. Improvisaron una camilla que ataron a sus caballos, sobre un lecho de vegetación para borrar el rastro que dejaban al volver al campamento: una vez en este, procederían a despiezar el animal, desplumarlo y desollarlo. Treinta monedas de plata a repartir entre tres, nada mal... Entrenado:

Gavind informa a sus compañeras de viaje de lo que ha averiguado: siguiendo un camino zigzagueante que trepa por un risco, ha podido ver a un orco sobre un lobo llegar a un poblado ogro y recibir obsequios de sus habitantes, así como a dos elfos con vendas en los ojos y torso descubierto repleto de tatuajes oscuros que pudo reconocer como runas demoniacas. Los elfos se enfrentaron a los ogros, pero su superioridad numérica terminó por imponerse, si bien uno de ellos logró escapar, el otro fue arrojado como alimento a los cerdos que poblaban las pocilgas. El grupo decidió que podrían acercarse al campamento ogro, que podría haber algo de interés en él, como libros con conocimiento profano entre los obsequios entregados al orco, lo cual significaba que esos ogros debían tener más en su poder, seguramente sustraídos a viajeros y aventureros que caían en sus manazas al pasar por el Paso. Tras recoger el campamento, escondieron el carromato tras unas rocas, tomaron los caballos y Gavind invocó a Cólera, su corcel demoniaco, guiando a las dos féminas hacia el poblado ogro. Poco antes de llegar al poblado, junto a un árbol carcomido, casi petrificado, encontraron el cuerpo de la elfa que había logrado huir, siendo devorado por abundantes arañitas... del tamaño de perros. Al dar muerte a una de las crías, sus gritos atrajeron a la madre, que emergió del tronco acompañado del resto de su prole... una docena de esas criaturitas... Mientras Marielen, Gavind y Cólera se encargaban de esas criaturas repugnantes que no paraban de emitir chillidos y castañeos intentando devorarlos, Nirimie hizo lo más respetable e inteligente: arrastrar el cuerpo de la elfa para alejarlo del combate y robarle cuanto tuviera encima, a saber ropa, armamento... Esperemos que comparta algo del botín... Entrenado:

Hemma y Victor logran dar orden a las diversas piezas que componían a esa figura vagamente humanoide, que desconocían se trataba de un elemental de piedra. Tras varios intentos, el aprendiz de mago consigue dar "vida" al ensamblaje, si bien aun no habían logrado la correcta combinación de sus partes, haciendo que sus extremidades tuviesen diferentes longitudes y caminase de una forma extraña y poco práctica. Al segundo intento, consiguió darle una forma más robusta, más humanoide, haciendo que se pasease por el campamento, desfilando a voluntad de su maestro... Desafortunadamente, ambos se habían olvidado de las Runas: Kaunan que Hemma había grabado, una de ellas explotó al pasar por encima el esbirro, provocando que sus restos se esparcieran por todo el circulo de piedras. Pasarían largo rato tras ello, reuniendo y juntando los pedazos de fragmentos de algunas partes ahora partidas en varias partes: tras nuevamente ensamblar el puzle, consiguieron un diseño aceptable. Tras desayunar y desmontar el campamento, echando en falta al desconocido que no volvió a aparecer en toda la noche, emprendieron su camino, acompañados de su nuevo guardaespaldas, sobre el hombro del cual descansaba sentada Hemma, buscando con la mirada el camino que les había indicado el desconocido la noche anterior. Aprendido: Entrenado:

-Y esto es lo que pasa cuando no miras por donde caminas... -proclamó el trampero, haciendo un gesto para que se aproximasen a él- Esperaba que fuera un zancudo o ráptor lo que encontrásemos en la trampa. El orco había caído en un foso repleto de estacas afiladas, más de una veintena, apuntando al cielo: la trampa se había dispuesto oculta bajo una pequeña tapa elaborada con madera ligera y cubierta de hojas, entre vegetación alta. -¿Y cuantas de estas trampas dices que has dispuesto? -preguntó la mujer, mientras se ajustaba el pañuelo de la cabeza para protegerse del sol, mientras sostenía las riendas del caballo- -Cinco más... una de ellas esta más adelante en el recodo del camino, las otras cuatro, en el oasis... -¿Que hacemos con el orco? -preguntó el alteraci- ¿Sacamos el cuerpo o simplemente sustituimos la trampilla? -Retiramos el cuerpo y lo dejamos junto al camino, para que atraiga a los carroñeros. -continuó el instructor- Con suerte en unos días, alguno habrá caído en esta trampa. Bien... como os iba contando, las hienas... El hombre prosiguió la explicación que había interrumpido, dejando que los dos cazadores "limpien" la trampa. Entrenado:

Tras descansar medio día en el campamento improvisado, no por los protagonistas, si no por las bestias que tiran del carromato, el grupo discute qué hacer a continuación: tomarse un tiempo para explorar el Paso de la Muerte, lo cual no parece muy sensato, o proseguir el camino. La elección es obvia y las historias que han oído del lugar, les lleva a decidir internarse en el laberintico Paso de la Muerte en busca de algún tesorillo para ir abriendo boca antes de llegar a Pantano de las Penas. Gavind ejecuta entonces su jugada maestra: se ofrece a explorar más adelante con su hechizo Ojo de Killrog mientras sus compañeras y Mugriento desmontan el campamento, cargando todo de nuevo en el carromato. Quedando el brujo expuesto e indefenso, el grupo procede a recoger en silencio, remugando en voz baja lo maravilloso y magnánimo que es su autoerigido líder. Desafortunadamente, la magia que canaliza el tipo del sombrero, atrae a una criatura al campamento, que parece estar enferma y las dos féminas protegen al tipo de negro, ajeno a la amenaza que corre a manos de un monstruoso jabalí. Entrenado:

La pareja de aprendices de mago se encontraba por fin en tierras Imperiales, viajando a pie de vuelta desde Quel'danil... pero desconocían que se habían equivocado de bifurcación... 3 veces, y que ahora no se encontraban de camino a Stromgarde. Al anochecer, encontraron en medio de las planicies de las Tierras Altas unas piedras dispuestas en círculo, restos de unas ruinas antiguas, que a priori creyeron era un buen lugar en el que resguardarse del viento gélido: con un par de conjuros, montaron un campamento improvisado, con una tienda de acampada y una hoguera. La luz que emitía la llama del campamento, atrajo a un viajero que transitaba por el camino en busca de una pareja de bandidos: creyendo que ellos eran dichos malhechores, se aproximó al campamento y sus esperanza se vieron truncadas, pues erró. Se limitó a unirse a ellos y se le invitó a acomodarse junto al fuego, pues Victor le ofreció su protección, como buen valiente que es, mientras la pelirroja preparaba un par de Runas: Kaunan en el perímetro del campamento para su seguridad. Tras compartir unas palabras amables, algo de comida y bebida, así como un par de consejos, el desconocido proclamó que iba a cazar algún conejo para disponer de algo de lo que cenar. El aprendiz de mago aprovechó para ir a "desbeber" tras una de unas piedras, al volver, resbaló y tropezó con un montón de pedruscos que estaban dispuestos en el suelo: si bien al principio no se percató, una vez junto al fuego de la hoguera pudo comprobar que tenían talladas runas extrañas que nunca había visto. Entre los dos aprendices de magos de magos, cual puzle, procedieron a analizar las piedras y comprobaron que tenían diferentes tamaños y formas, algunas de ellas parecían tener forma vagamente humanoide: lograron ensamblar lo que parecían unas piernas y una cadera, que el aprendiz de mago animó, haciéndole caminar cómica y torpemente, pues una de sus piernas era más larga que la otra. También lograron reunir unas cuantas rocas talladas de menor tamaño y ensamblar lo que parecía una mano, conformada por un cuerpo principal a modo de palma y unos dedos articulados por falanges. Aprendido General: Aprendido: Entrenado:

-Auténticas escamas de crocolisco, si. -explicaba el peletero mientras ambos cazadores observaban la obra del hombre alopécico- Uno de mis mejores trabajos. Es más resistente que una cota de malla, pero no tanto como una armadura de placas. Jaafed consiguió cazar un buen ejemplar al sur de aquí... Mientras el instructor de peletería les explicaba más detalles acerca de como el hombre de Tanaris había logrado acabar con el reptil, ambos cazadores iban tomando nota de los artículos que tenia en su poder y que, seguramente, no echaría en falta. Esa misma noche, mientras el hombre cenaba junto a la hoguera y compartía una jarra de cerveza con unos tramperos, aprovecharon la oscuridad y ausencia del tendero para sustraer dos pares de botas, unos guantes y un cinturón de su carromato. -Hortera. -murmuró en voz baja tras echar un vistazo a la armadura de escamas que tanto enorgullecía a su creador.- Logró arrancarle una leve risa a su compañera, mientras se marchaban. Entrenado:

La enfermería del campamento militar establecido en las ruinas de Rosgith se está quedando sin antisépticos, así pues, se ofrece la Diaconisa Annalena Luxwell a salir a las cercanías en busca de algunas plantas que puedan servir para tal cometido. Impulsiva, no se detiene a pensar que hace poco que se está recuperando de sus heridas, así que acude al Iniciado Brannon para solicitar que le acompañe, prometiendo que no se meterán en lio alguno y que se mantendrán próximos al campamento. Este accede y acompaña a la muchacha hasta una zona boscosa próxima al este del campamento, donde la sanadora se dedica a rebuscar plantas entre los arbustos, algunos de los cuales están mancillados por la corrupción que asola las mal llamadas Tierras de la Peste: logran reunir una buena cantidad de hierbas que, tras analizarlas en la enfermería y descartar aquellas en mal estado, podrán servir para intentar improvisar un antiséptico que pueda ayudar a las tropas destinadas en Rosgith... si es que no las confunden con cierta planta con efecto laxante. Durante la tarea de recogida de hierbas, al estar rebuscando entre la vegetación y debido a la armadura que porta el Cruzado Escarlata, atraen la atención de dos caminantes no-muertos ferales que parecían perdidos y desubicados: el soldado al servicio de la Llama Sagrada no duda en poner a descansar a las impías criaturas. Más tarde, se encuentran con la aprendiz de maga Catrine Sindar y con Ciel von Rosencrantz, aspirante a Inquisidor de la Cruzada. ¿Qué hace tanta gente en las inmediaciones del campamento? ¿Estaban espiándolos? ¿Traman alguna clase de complot aliándose con acólitos de la Plaga? Sospechoso todo ello... Entrenado:

Katherina y Robert atienden sus heridas como medianamente pueden, tras haber estado quemando suela de sus botas frente a "Risitas". La mujer se mofa del vendaje que ha realizado el cazador: -¿Me estas envolviendo para regalo? ¿O estas intentando inmovilizarme? -se quejó, mientras se ajustaba el vendaje ella misma- -Es un vendaje tan bueno como cualquier otro, por si no te has dado cuenta, no soy un sanador o boticario. A lo que ella procedió a sacar un pequeño kit de alquimista, bastante rudimentario y que claramente había visto días mejores. -¿De donde has sacado eso? -preguntó él- -Oh, pues... se cayó de un carro y acabó dentro de mi bolsa de viaje. -dijo ella con una sonrisa, mientras trasteaba entre los viales- El alteraci esbozó una mueca y no añadió nada más: se limitó a tomar un libro de su bolsa de viaje. -¿Sabes leer? Cada día me sorprendes más. -volvió a burlarse la cazadora- -Es un libro que se cayó de un carro... de un carro de un mago. -dijo, esbozando media sonrisa, tras haber captado la atención y curiosidad de la mujer- Entrenado:

-Bien, gusanos... Esta preciosidad de aquí se llama "Risitas"... -dijo el trampero, señalando con el pulgar hacia una hiena atada a una cadena de hierro: atendiendo sus asuntos, se dedica a mascar un hueso- Saludad a "Risitas". -No parece estar muy domesticada. -dijo el alteraci- -No he dicho que lo esté. Es parte de la gracia de lo que vais a aprender hoy... -¿Que? -dijeron a la vez ambos- -¿Que? ¿Que? -respondió el trampero imitándoles- Pues que ahí fuera, si una de esas bestias te persigue, más vale que pongas pies en polvorosa... así que... -hizo un ademán de disponerse a soltar la cadena de la hiena- contaré hasta tres y... -Espera, espera... ¿Quieres que huyamos de una bestia? -¡Y tres! ¡Venga, a correr! -dijo, soltando la correa metálica que contenía a la bestias- ¡Y si os caéis al suelo, poneos en pie y seguid corriendo! Aprendido General: Aprendido: Entrenado: Consecuencias:

La pareja entrena en la liza, perfeccionando su puntería, así como el lanzamiento de cuchillo, compitiendo con otros cazadores del campamento: pierden un par de cobrizas y se ven forzados a invitar a unas cervezas a unos cazadores y tramperos. Pero no hay mal que por bien no venga, pues con un poco de bebida en el gaznate, los hombres y mujeres se ven más propensos a hablar. Preguntan a los tramperos y cazadores del campamento durante toda la noche, tomando atención a cuanto les transmiten junto al fuego, mientras cenan y beben. Entrenado:

La pareja de aprendices de magos se dirige hacia el poblado más cercano, a donde se dirigieron los dos ayudantes del Sagrario. Una vez en el poblado, preguntan a una queldorei y un enano si han visto a la pareja de elfos, recibiendo indicaciones de donde se encuentran: en el primer piso de la posada, reponiéndose de sus heridas. Atraviesan la plaza y se dirigen a dicho edificio, donde encuentran a un elfo borracho vertiendo amenazas y calumnias contra todo queldorei y humano a su alcance, generando un ambiente muy violento. Los aprendices tratan de evitarlo y tras hablar con el tabernero, suben al piso superior y tratan con los heridos, informándoles de lo ocurrido. Se les informa que el elfo borracho del piso inferior es el mago custodio del sagrario y se les solicita bajar a informarles. Tras ello, bajan de nuevo y se encuentran con que el mago ha invocado un elemental arcano y amenaza a los parroquianos: con un gesto rápido, Hemma arroja llamas a la soga que sostiene la lampara de araña del techo y cae sobre el mago, dejándolo inconsciente; por su parte, Victor logra desterrar al elemental arcano con un simple chasquido de dedos, con lo cual se ganan un aplauso de los allí presentes... y una copa de vino, cortesía de la casa. Entrenado:

EVENTOS No aguantarías ni 5 minutos ahí fuera... - Entrenamientos - Pluma y Espada (9 sesiones) 1ª sesión: Aprendido: Apuntado Diestro y Golpe de Oportunidad Entrenado: Cuchillo, Combate Desarmado, Defensa, Arco Corto, Adv/notar, Reflejos 2ª sesión: Entrenado: Atletismo, Cuchillo, Trampas/Cerraduras, Cirugía/Anatomía, Adv/Notar, Reflejos, Supervivencia 3ª sesión: Entrenado: Cuchillo, Arco Corto, Adv/notar, Reflejos, Fauna (Aves), Fauna (Reptiles), Fauna (Insectoides/Aracnidos), Fauna (Mamiferos), Profesión: Desuello, Rumores 4ª sesión: Aprendido: Escurridizo y Recuperación Rápida Entrenado: Atletismo, Combate Desarmado, Defensa, Voluntad, Reflejos, Fauna (Mamiferos) 5ª sesión: Entrenado: Sanación/Hierbas, Conocimientos/Historia (Reinos Humanos), Encantamiento: Silencio, Conoc./Hist. Magia Arcana, Adv/notar 6ª sesión: Entrenado: Sigilo, Robar Bolsillos, Fauna (Reptiles), Profesión (Desuello), Encantamiento: Silencio, Adv/Notar, Buscar 7ª sesión: Entrenado: Atletismo, Equitación, Escalar, Trampas/Cerraduras, Fauna (Insectoides/Aracnidos), Fauna (Mamiferos), Fauna (Aves), Adv/notar, Rastrear, Buscar 8ª sesión: Entrenado: Atletismo, Cuchillo, Equitación, Sigilo, Trampas/Cerraduras, Supervivencia, Fauna (Aves), Profesión: Desuello, Arco Corto, Adv/notar, Rastrear, Reflejos 9ª sesión: Entrenado: Atletismo, Equitación, Escalar, Nadar, Sigilo, Supervivencia, Fauna (Reptiles), Fauna (Insectoides/Arácnidos), Encantamiento: Silencio, Adv/Notar, Rastrear