Nombre: Ingel Martilloquebrado
Raza: Enano
Sexo: Mujer
Edad: 35
Lugar de Nacimiento: Martillopico
Ocupación: Aprendiz de Cazadora de Brujas
Historia completa
Descripción física:
Ingel es una enana de pelos oscuros y de buen porte. Es identica por asi decirlo a su abuela cuando tenía su edad. Está musculada gracias a los entrenamientos con su padre y sus tios.
Descripción psíquica:
Es una enana que rechaza toda la oscuridad. Es una ferviente amante de la guerra al igual que su familia. Detesta a la gente demasiado ironica y a los que se dan aire de superioridad.
Historia
Los Martilloforjado y los Quebramontañas siempre han sido dos familias enfrentadas por las diferencias entre sus familiares.
Los Martilloforjado son una incansable sucesión de enanos guerreros, batalladores… Su más ferviente deseo es la guerra y su ambición escuchar el sonido de sus mazas y sus hachas partir huesos y cercenar cabezas tal y como hacían sus antepasados con las alimañas que osaban conquistar sus tierras. Los Martilloforjado siempre han tenido un código ético que han de cumplir a rajatabla para no ser desterrado del clan como hijo de sangre, los propios integrantes del clan son recelosos de hacerlo saber a las gentes de fuera, se cuentan entre otros clanes que son códigos sangrientos, que no deben beber de la jarra del que tienen a su lado… Cada una es más disparatada que la anterior, sé que mi familia no es de las que suelen caer bien y a veces llega a ser temida pero así somos. La familia de mi padre siempre han sido envidiosos, todos se envidiaban entre ellos y alguno todavía lo hace.
En cuanto a la familia de mi madre, los Quebramontañas, ella siempre me ha contado que han sido muy trabajadores, mi abuelo Friedhim ha sido minero toda su vida, cavó en varias minas rompiéndose la espalda para que mi abuela Freia y mi tío Grihmwar al igual que mamá tuviesen algo de estatus social. Mi abuelo siempre me había dicho… -“Niña, no te dejes engañar por los diamantes en bruto, a veces o los pules o acabas con las manos cortadas”- Nunca he sabido porque siempre que me veía me lo decía, mi madre se reía y le decía que se dejase de metáforas de enano encorvado pero sabía que llegado el momento esa frase tendría sentido.
Ahora que sabéis un poco de mi familia es hora de que os cuente porque vivo en una eterna pesadilla, la familia de mi padre y la de mi madre siempre han peleado por ver quien estaba por encima de la otra, mis bisabuelos, Draunghil y Balund eran parte del mismo grupo de guerreros en Forjaz, eran uña y carne y siempre estaban uno al lado del otro, se contaba que sus batallas eran dignas de ver, el abuelo de mi padre, Balund, había conseguido dominar un arma que a los enanos siempre nos ha parecido inservible, al menos en la familia de mi madre, la lanza. Mi abuelo se desenvolvía bien con ella, la utilizaba para descabalgar a sus contrincantes y trincharlos como un pato en la taberna de Kharanos, a mí siempre me ha llamado la atención esa arma. En cuanto al abuelo de mi madre, Draunghil, era ferviente admirador de su maza, una maza de proporciones que no quepo de comprender y no soy capaz de asimilar como mi bisabuelo era capaz de levantar, era una maza con un mango bastante largo con una cabeza de metal que pesaba más de sesenta y cinco kilos. Intuyo que solo la levantaba para balancearla, pero la tenía dominada. Pues así era como luchaban mis antepasados, pero aunque se querían como hermanos de sangre, uno traicionó al otro, dicen que ambos lo hicieron a la vez y que la traición fue recíproca, pero la afrenta suena ridícula y no me gusta contarla por la vergüenza que paso a veces, Balund tenía celos de Draunghil, pues Balund siempre había sentido algo más que admiración por la que ha sido mi bisabuela Diena, una noche en una taberna cercana a las montañas de Dun Morgh mis abuelos se habían parado de nuevo en el “Jabalí crepitante”, decían que era buena taberna, no por su jabalí, sino por su cerveza, de cosecha propia y su gran graduaje. Mi abuela les servía cada noche y Draunghil tomó la iniciativa y se tiró a por ella, a mi abuela también le gustaba y no tardaron en formar una pareja. A Balund esto le había parecido una falta de respeto y una afrenta enorme hacia él. No tardó en hacérselo saber a Draunghil, ambos se batieron en duelo por mi abuela, dicen las lenguas que cuentan la historia y la cual se exagera más que la anterior vez contada que la batalla duro cerca de seis días y siete noches, ninguno daba su brazo a torcer, hasta que mi abuela tomó cartas en el asunto y paró la pelea, eligiendo a quien hoy es el abuelo de mi madre. A Balund esto le reventó por dentro y nunca más volvió a hablarse con quien fue su compañero durante más de cincuenta años.
Desde ese momento y ambas familias fueron enemigas. Han tenido que pasar dos generaciones para que ambas se pudiesen como mínimo aguantar, mi padre y mi madre, una Quebramontañas y un Martilloforjado, ellos siempre habían estado juntos o al menos viéndose, mi madre al igual que mi bisabuela, trabajaba en la taberna donde empezó a forjarse su familia. Mi padre Ulfric, que por cierto, no os lo había presentado, es un guerrero a sueldo de quien requiera sus servicios, pues lo que el caza, pocos lo hacen. Cuando ambos por fin se decidieron a presentarse y oír sus apellidos las chispas saltaron como cuando golpeas un metal al rojo, quemando cualquier cosa que esté sin protección. A pesar de que el calor que emanaba cuando se veían, mi padre no dejaba de pararse en aquella posada, por mucho que odiase a mi madre, y no es para menos pues ambos estaban, aunque digan que fue por conveniencia, enamorados. Mis padres jamás se lo contaron a mis abuelos hasta bien avanzada la relación. Las chipas entre las familias se encarecieron y mis tíos casi llegan a las manos unos con otros, pero la condena nunca habría sido para ellos, la condena caería directamente sobre mis hombros.
Yo soy Ingel Martilloforjado, aunque dicen que ese apellido y ese nombre pertenecen a mi abuela paterna, a mí me llaman… Ingel Martilloquebrado por lo que ha supuesto mi nacimiento y la junta de los dos apellidos de las familias que han creado este caos. Aunque mi familia, complicada, soy el eslabón que los une y eso cae sobre mi espalda como una roca. Me parezco a mi abuela Freia y llevo el nombre de mi abuela Ingel, así que les guste o no, soy la imagen de ambas familias. Aunque quiera contaros un poco sobre mí, os aburriría, puedo deciros que soy la más aburrida de todo el elenco que poseen los Martilloforjado y los Quiebramontañas. Puedo deciros que apenas se hablar el idioma común y que a mi padre nunca le ha gustada esa sarta de malhablados que son los humanos. Así que seguiré pronto más tramas familiares, porque tengo para rato.
Aunque no me guste hablar de mi es necesario que sepaís varias cosas antes de que podais seguir adelante, como ya os he dicho, me llamo Ingel y tengo treinta y cinco años. Desde que era pequeña siempre he sentido admiración por mi padre y por lo que hace. El es un cazador de brujas, para el que no sepa que es, a pesar de que su nombre bien lo dice, se dedica a cazar a todos aquellos engendros capaces de recurrir a la brujería para sus propios fines, me repugna solo pensar que hay gente de esa calaña que haga esas cosas. He estado más de un año acompañando a mi padre en las investigaciones y cazas de esta calaña, el utiliza metodos para acabar con ellos que no son del...todo... legales por así decirlo, pero tal y como el me ha dicho mas de una vez: "Cada cazador utiliza sus métodos, eso es así". Se recomienda que sean llevadas a las autoridades pero si la cosa se complica se le puede dar jaque en la propía misión, cosa que mi padre hace continuamente, o los obliga a saltar del precipicio mas cercano o simplemente los decapita y regala la cabeza... Yo la verdad, no soy partidaria de estos metodos.
Mis metodos son cumplir en que sea llevado ante la ley, para que el reino haga justicia y acabe con su miserable vida, despues de todo, yo no soy quien de arrebatar una vida que debe ser juzgada, pero nadie es perfecto y algún deba hacerlo si la cosa se complicada. Otra cosa que debeis saber es que para la caza de brujas es muy recomendable que la Luz Sagrada te acompañe y te permita usarla en tu favor para acabar con ellas, mi padre, por supuesto, no lo hace. Yo creo que todos en este oficio deberiamos tenerla de nuestro lado, pero creo que siguiendo los pasos de mi padre y rezando para que esté contigo en momentos dificiles podremos superar las adversidades. Despues de un año de acompañarle, me ha dejado una investigación con muy pocos detalles. Me ha soltado la correa para que me desenvuelva en la caza siguiendo sus aptitudes y es lo que voy a hacer, quizá pueda ganarme un eslabón o quien sabe, tener otro investigación por mi cuenta.
