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Showing content with the highest reputation on 12/11/18 en todas las áreas

  1. 1 point
    Fariyah Le pesaban los párpados. Ese tupido telón caía cada vez con más insistencia, y más dejadez, despistándole del espectáculo del firmamento. No podía echarle la culpa eternamente a las estrellas por moverse como gotas contra el vidrio de los ventanales, en algún momento debía parar y aceptar que el cansancio llegaba a términos insostenibles. Y es que, ¿cuanto tiempo llevaba ahí? Esa pregunta se repetía cada noche cerrada después de haber comenzado a vislumbrar el firmamento con las últimas luces de la tarde. Separó la vista del telescopio y se sobó los párpados con los dedos, descansando la vista. Las pupilas le tiraban como una cuerda en tensión. Dos parpadeos vagos y se encontró mirando los infinitos apuntes que reposaban sobre la mesa de sus estudios autodidactas -más o menos- sobre los astros y los cuerpos celestes. Y pensar que todas aquellas aburridas y grises fórmulas y anotaciones a pie de página habían empezado por la necesidad imperiosa de buscar como a una vieja amiga la belleza del espacio y su inconmensurable amalgama de luces y colores bajo los cuales nació y se crió. Las tormentas fluctuantes que arremolinaban constantes flujos dispersos de energía, los campos de meteoritos, las estrellas nacientes y también las moribundas… Se recordaba frente a los grandes ventanales del Genedar, aquel castillo entre las nubes cuya belleza no tenía parangón, durante horas y horas maravillándose de la belleza cósmica, el frío del vidrio contra su mano… Porque parecían estar tan cerca que podría deleitarse con su grumoso tacto. Hoy, se contentaba con mirarlas desde lejos a través de una mirilla en el piso superior de su pequeña casa, la que juntos construyeron. Poner “los pies en la tierra” era mucho más difícil para ella que simplemente levantarse de aquella silla. Porque significa volver a intentar digerir muchas ideas que no estaba preparada para tolerar. Ensoñarse con los recuerdos del Genedar era como volver a un tiempo en el que sus enemigos no eran más que el encabezado de los cuentos que los adultos enseñaban a los niños, como un monstruo invisible al que esperas nunca ver salir de las historias. Nunca llegaron a ver a ninguno hasta muchos años después, y fue entonces cuando valoró la diferencia entre ser perseguidos y ser cazados. Al final, aprendías a asumir que aquellos a los que valoras desaparecerían de tu vida a un ritmo inclemente. Los dejabas ir, en un tiempo en el que ni los muros de Auchindoun los albergarían. O temerías a la palabra “traición” cuando significaba ver a aquellos que decidían dejar de huir de las llamas bramando que la fe es sinónimo de desesperación. Le costó mucho deshacer el camino que estaba tomando su mente en aquel momento. Siempre de la misma manera. Sobre la mesa resplandecía como un astro moribundo un fragmento de arkonita, un pequeño pedacito estabilizado de los restos del Exodar. Era la estrella brillante de los dos que tenía. El primero, lo estabilizó ella misma durante sus primeros ensayos en la escuela de artificieros en Valle Sombraluna. El segundo, fue un regalo de Arkeon, cuando después de años de lucha, de haber estado separados, de superar tiempos difíciles pudieron detenerse, respirar, y jurarse que nadie más volvería a separarles. Las islas de la bruma eran una promesa de estabilidad, al menos, temporal, donde poder por fin tener una vida… Digna, tal vez. Él era la estrella brillante de los dos, el protector. Siempre había habido algo que la mantenía segura. No fue hasta que faltó él que se planteó siquiera el dejar de ser una indefensa civil. Ni siquiera cuando se escondían en los baldíos tormentosos de Tormenta Abisal. Ni siquiera había parecido alguno entre ese lugar y lo que en su día fue Talador. ¿O acaso pertenecía a Gorgron? Y aún así, quedaba la certeza de estar a salvo, entre el resto de refugiados, de sus hermanos. Aquello era todo lo que les quedaba. Dejó un tímido beso contra el cristal, y lo depositó sobre la mesa mientras se dirigía hacia la cama. Cada gesto era simbólico, y le repercutió hasta el alma. Y en el fondo, se aborrecía por eso mismo. Quería que fuese fuerte, y muchas veces le decia que lo era. Mentía. Era tal el vacío que ni siquiera era capaz de discernir hambre, era parte de su sentir diario. Sopesó sobre su mano un fruto dulzón, que llevaba días abandonado en el cuenco de la mesa, a un solo paso de ponerse malo. Daba igual, mañana haría un puré, o tal vez lo confitaría… Siempre hay tiempo para solucionar las desavenencias a pesar de la mirada de urgencia que le dedicaba el sacerdote cada vez que la visitaba. Apenas quedaban un par de luces dispersas en la avanzada cuando abrió los ojos al día siguiente, desvelada por el helor estacional. El otoño estaba siendo fresco de más, pero no podía ser peor que la primavera. Llevaba toda una semana replanteándose el retomar el ritmo normal de su vida, su vida en general. Por suerte o por desgracia, no acababa donde él. Y debía hacerlo por los dos. Muchos de sus compañeros se alegraron de volverla a ver acudiendo al edificio de los ingenieros para retomar sus enseñanzas, algunos de ellos ya habían partido a alguna de las avanzadas exteriores para seguir estudiando las anomalías de la radiación de los cristales, o para ayudar a planificar y organizar la construcción de viviendas y puestos. Hacían falta manos en todas partes a pesar que en el territorio circundante al Exodar habían conseguido asentarse satisfactoriamente, aún había mucho que hacer, y todavía aún más daño que reparar. Tal vez sería un buen momento para empezar a elaborar algo de trabajo de campo que compaginar con sus estudios académicos.
  2. 1 point
    Actualización: Diaro de Silmenor. Dia 1 Al final he decidido hacerte caso, Andune, y escribir en un diario mis aventuras, es una manera de superar tu perdida y dejar memorias para Eru. De esta manera a su vez también practico mi escritura, cosa que hace años que no hago. ¿No te parece que mi manera de escribir es algo infantil? He llegado finalmente al valle de Elwynn, hemos decidido volver atrás. He escuchado rumores sobre Quel'danil, parece que muchos de los nuestros se están agrupando para volver a juntar los pocos que pudimos escapar de Quel'thalas. Tengo la esperanza de encontrar allí a Ärme. Sé que es una estupidez seguir pensando que podría estar vivo, pero mi corazón aun siente que podría estar en algún lado, esperando mi regreso. Además, siento que esta nueva vida para Eru podría ser mejor, junto a su gente, que viviendo entre humanos. Los quel'doreis deben permanecer unidos. xxxxx Día 7 Hace días que no escribo y hay una buena razón, estamos de camino a Quel'danil, no nos hemos separado por el camino por miedo a un asalto, nos han dicho que hay trolls por los alrededores. Cuando lleguemos a nuestro nuevo hogar escribiré de nuevo. xxxxx Día 12 Ya sabía yo que no iba a tener una constancia en este diario, ya te avisé cuando me lo diste... Llegamos por fin a este lugar, te habría gustado ver el lago. Un elfo, Odriel nos dio la bienvenida, parece bastante impasible y serio, pero por lo poco que he visto, parece amable. Eru parece feliz de ver a gente como él. Espero que esta gente nos acepte a pesar de ser extraños y comportarnos tan "incivilizadamente" como tú dirías. Dia 13 Eru se despertó hoy llorando por tí, Andune, no sé como podría ayudarle. No soy siquiera su padre de verdad, a pesar de que tu dijiste que sería mejor que él, pero ya sabes las dudas que tengo. Le he dicho que tú estarás siempre con nosotros, que velarás por él y que lo cuidarás en la otra vida. ¿Es eso verdad? ¿Existes en otra vida? Me gustaría poder verte una vez más, tengo tantas preguntas y tanto miedo. Día 14 Hoy no pasó nada extraño, Eru y yo fuimos al bosque y cazamos algo, hemos estado alejados de los demás, aunque de vez en cuando he coincidido con Odriel de nuevo. Hay otros elfos de los cuales aun no me he quedado con sus nombres. Tengo que apuntarlos en una libretita... xxxxx Día 30 Siento no haber escrito en todo este tiempo, me alegra decir que a penas he tenido tiempo mientras enseñaba a Eru a usar su arco. Ya parece menos temeroso y es capaz de darle a objetivos fijos de manera excelente, aunque no parece muy contento de usar ese tipo de herramientas. Quizás el pequeño va a acabar dedicándose a otra cosa y no a cazar, sea lo que sea lo que decida, le apoyaré. Día 31 Hoy llegaron más personas a la casa principal y hablé con Odriel sobre la posibilidad de tener un hogar privado para mí y Eru. De esa manera creo que el pequeño se sentirá mejor, no parece muy feliz de compartir habitación con tantos otros quel'doreis. Le entiendo. A pesar de todo, mi compañía es interesante Ann'Marie tiene un curioso nombre, pero aun no le he preguntado su origen. Sospecho que se ha criado con humanos, pero me atemoriza preguntar por si es un tema privado o sensible. También está esta chica, Thami, o algo así. No la conozco lo suficiente. Y este nuevo elfo, Sun'dris, que acaba de llegar y parece tan perdido como yo el primer día. Intentaré ayudar aquí todo lo posible sin descuidar a Eru. También debo mantener más al día este diario, acabo tan cansado que se me olvida que existe. xxxxx
  3. 1 point
    Equipamiento (La ropa diaria o la que llevaría bajo la armadura no estaría incluida) Atuendo de caza *Capa con capucha *Armadura adornada de cuero artesanal *Arnés *Botas con punta de acero Bolsa *Arco quel'dorei *Carcaj artesanal con 20 a 30 flechas *Daga de caza *Cuchillo de desuello *Raciones de viaje (x2 al menos) *Cantimplora con agua *x2m de Cuerda *Taza *Saco de dormir Pertenencias importantes destacables (Sin incluir ropa, herramientas de trabajo o muebles sencillos) *Ninguna de momento*
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