Fon'ta

[Fiol 0]

Raza Trol del Bosque	Nombre del Personaje Fon'ta
Edad 20	Sexo Hombre
Peso 85kg	Altura 2.01
Lugar de Nacimiento Tierras del Interior	Ocupación Transcriptor y Traductor
Descripción Física Su altura es por debajo de la media alcanzando los dos metros por poco y su complexión siendo mucho mas débil que la media de su raza siendo una característica desde nacimiento, su rostro es delgado y alargado viéndose decorado por una marca morada rodeando el ojo izquierdo el cual en lugar de ser de un color normal es completamente blanco aunque funcional. Varios pendientes cuelgan de sus orejas,	Descripción Psíquica De temperamento corto, orgulloso y rencoroso, carece de paciencia para aquellos que le faltan el respeto o no le reconocen por su virtudes pero aquellos que le traten con halagos se verán beneficiados por su amistad, aun así suele ser paranoico con los de su alrededor así que siempre trata de mantener ciertas distancias sociales entre las personas de su alrededor

Historia

 

Un troll asciende una pequeña colina en la cima de la cual abría un altar este lugar se vería rodeado de frondosos bosques al igual que todas las tierras de su alrededor, apenas se escucharía algo más que los cantos de los pájaros y la suave brisa pasar, el altar tendría escasos escalones pues no es más que un humilde y mohoso lugar de oración, en apariencia parecería en ruinas pues la piedra era lo suficientemente vieja como para presentar grietas en esta, el troll del bosque de complexión chupada cargaría en sus brazos un alce cuyo animal tendría las patas atadas. Tras ascender los altos escalones con dificultad el troll dejaría caer el ciervo sobre el altar y descolgaría un cuchillo ceremonial de su cintura, mientras se arrodillaría ante el animal todavía vivo.   Tras relamer sus labios secos por el calor del verano comenzaría a hablar:   -Ahh Loas soy yo Hu’Ten, vengo aquí a pediros tu favor, vuestros poderes y sabiduría es hablado por lo largo y ancho de mis tierras, he visto que podeís hacer con otros y los propósitos que podéis hacer con mi pueblo.-   Callaría por un momento tomándose una pausa y rumiando en silencio y tras ello continuaría:   -Esto es cierto y puedo ver por qué mi gente os quiere y os respeta, y entonces, ¡vosotros respondeis de la misma manera!…-   Frunció el ceño y baja su mirada del cielo para observar a su venado, luchando por levantarse, su expresión es de desagrado, quizá odio, un mar de emociones inundan su cara y tras esto mascullaba mientras apretaba  el mango del cuchillo en su puño.   -¿Por qué me habéis abandonado?¿Qué significa la marca de mi ojo?-   Palpaba con su mano libre su rostro ilustrando en su mente su marca para sí mismo, un ojo de otro color cuyo moho de su alrededor crece con un aspecto mucho más oscuro que el del resto de su cuerpo.   -¿¡Por qué me haceís esto!?-   Grita al aire con toda la fuerza de sus pulmones, las aves reposando en los árboles cercanos se elevarían a volar asustadas por el trol, furioso alzaría el cuchillo al aire, ahora con ambas manos. El venado asustado trata de galopar sobre el mismo sitio pero sería inutil pues las cuerdas las cuales lo mantienen atado lo detienen y aunque logrará desatarse brevemente el cuchillo atravesara sus costillas, sus espina, su cuello, una tras otra y otra vez, su sangre mancha el suelo y pintaría al trol de rojo chapoteando todo con su corazón todavía bombeante, sus oídos se ensordecen por los gritos constantes de el trol y finalmente moriría en el acto.   Cansado el trol dejaría caer el cuchillo a su lado observando lo que una vez era un venado.   -¿No vais a responder verdad? Era de esperar.-   Se levanta del suelo todavía jadeando comienza a bajar torpemente los escalones, uno tras otro goteando aun la sangre del venado, una vez abajo y ahora dándole la espalda al sol y al propio altar.   -Las tierras de mis ancestros, mi gente, mis Loa… ¿De qué me sirven?-   Dejaría ir una risa maniática y comienza a caminar a la frondosidad de los bosques.   Pensamientos comienzan a hundir su cabeza mientras se aleja del escenario, los árboles le rodeaban cual manto y la tranquilidad le estimularía al trol, ahora inerte cierra los ojos lentamente, tras unos minutos y ahora tranquilo sigue su camino a su destino, su aldea.   A las puertas de esta observa algo nuevo “¿Un estandarte?” piensa mientras observa el simbolo de este, se encuentra justo a la altura junto al de su aldea demostrando igualdad de condiciones y respeto un símbolo poderoso entre sus iguales “Es la Horda”, su rostro rompe la expresión de tranquilidad en el y se transforma lentamente en una sonrisa, alegria, una oportunidad para alejarse de aquellos que ahora le desprecian y repugnan, una oportunidad para escapar y empezar de nuevo.