Achea Mailare

[Neri 5]

• Nombre: Achea Mailare
• Raza: Humano
• Sexo: Mujer
• Edad: 21
• Lugar de Nacimiento: Lordaeron
• Ocupación: Mensajera
• Historia rápida

 

Descripción física:

Menuda y delgada, con un cabello negro azabache que brilla con reflejos azul metálico cuando le da la luz; sus ojos son almendrados y de un tono verde esmeralda intensos, con una expresión vivaracha y vibrante que invita a no dejar de contemplarlos o por el contrario, no querer verlos. Los labios finos pero dotados de un rosado natural los hace resaltar bajo una nariz pequeña y algo respingona que acompaña las levemente pecosas mejillas de Achea, quien es de piel algo tostada por el sol.

 

 

Descripción psíquica:

Es alegre y optimista, le gusta descubrir lugares nuevos así como hablar con quienes encuentra amables e interesantes de conocer para saber más sobre el mundo. No se cansa de intentar expandir su visión del mundo y sueña con el día en el que su trabajo le permita ir más lejos. Lo que más le aterra son los espacios pequeños y cerrados.

Evita cualquier tema relacionado con Lordaeron ya que tiene muy interiorizado aquello hasta el punto de querer olvidar que vivió aquello, solo lo demuestra cuando está sola y puede desahogarse y llorarlo.

 

 

 

Historia

 

Nació en Lordaeron cuando la paz y una prosperidad prometedora rondaban sus calles todos los días. Allí fue criada por un padre Mensajero y una madre ama de casa, quien se encargaba de darle la educación necesaria para que su futuro fuese mejor que el de cuidar una casa; el padre por su lado se encargaba de enseñarle a leer y a escribir cosas básicas de tanto en tanto, cuando volvía de sus encargos. Estaba claro, que como chiquilla no iba a pasar su vida entre las cuatro paredes del hogar, y se pasaba el rato de ocio jugando con sus amigos en las calles hasta que a sus doce años vio el mundo derrumbarse por la guerra. Amigos, familiares de amigos y gente conocida de alrededores muriendo, huyendo o siendo perseguida y atrapada. En algún rincón de su memoria siguen las imágenes de su padre y madre muertos bajo los escombros de lo que fue su hogar. Pero ahí quedaron, colapsados para no destrozar una mente joven acogida por una familia que huía hacia Ventormenta, donde pasó los días trabajando de Mensajera porque era lo que mejor se le daba ya que había aprendido de pequeña.

A los dieciseis se consiguió una pequeña casa propia allí mismo por lo que tuvo más libertades en cuanto a elección de destinos y clientela, de vez en cuando seguía visitando a quienes la acogieron pero poco a poco las distancias fueron haciéndose mayores, hasta que finalmente dejaron de contactar debido a que se mudaron de nuevo a una renovada Lordaeron por lo que no se volvieron a ver. Algo que jamás haría si no fuese estrictamente necesario sería volver donde su vida se desmoronó.