Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Stannis the Mannis

Damon Cole - El Contrabandista del sur

Recommended Posts

e68361b4e7be0ba4252de2c3c70ac334.jpg

Damon Cole el Contrabandista que vino del sur

 
De una trágica historia a un mar de risas
 

Descripción Física

De blanquecina tez pese a pasar más tiempo en la mar que en tierra. Esbelta apariencia y porte erguido, como si quisiera aparentar nobleza y firmeza, una firmeza que demuestra también con su paso decidido. Su nariz sonrojada le confiere un gracioso aspecto al contrarrestar con el blanco de su piel. Las finas cejas y la mirada entrecerrada y penetrante le hacen parecer siempre inquisitivo y desconfiado.
Una barba siempre cuidada manteniendo un fino bigote y una barba que cubre patillas parte de la mandíbula y perilla, o el contorno de la boca. El cabello  negro como la noche van a juego con sus ojos de un avellana-oliva

Edad: 36 años - Altura: 1,72 cm - Peso: 70 kg - Nativo de Ventormenta capital

 

Descripción Psíquica

Engreído, arrogante, despiadado, mentiroso, superviviente, rastrero, soberbio, perverso, lujurioso, ladrón, mezquino... Tantas cosas malas se podrían decir de él, y él mismo aceptaría que son verdad. Si tiene algo bueno nadie lo sabe, y quien lo sepa lo usará en su contra, por lo que Damon prefiere no enseñarlo y ser todo lo "malo" que el mundo quiere que sea. Él cumplirá su papel de esta obra de teatro que es la vida... O esa es su mentalidad.

Para Damon lo importante es él mismo, nada más importa, ni huérfanos, ni la Luz, ni los reinos, ni las mujeres del burdel, ni los sacerdotes que cuidan a los enfermos, ni los enfermos, todo acto será en vista de conseguir beneficio. 

O puede que en verdad no sea así, que sea todo bondad y que el destino lo pusiera en esta situación y él se haya visto en la tesitura de tener que jugar ese papel... Quién sabe, pero para Damon Cole, el alineamiento moral es para imbéciles.


Historia

Spoiler


¡Sangre, explosiones, gritos, velas carmesí, goblins volando por los aires, salitre, barcos crujiendo y reventando contra el malecón del puerto! Ah, sí, eso era un espectáculo digno de verse. Quién diría que al final los Velasangre tendrían lo que tenían que tener para asaltar Bahía del Botín. Y menudo botín se iban a llevar... Si es que lograban capturar los barcos de los goblins o pillar a los que escondían las mejores cosas.

Pero el transcurso de la toma es algo que muchos sabrán, lo importante aquí es la historia de un participante de aquella toma: Yo. O sea, yo, el narrador, yo que soy Damon Cole. Damon Cole; capitán del Zorra de los Mares... O lo era, antes de que los goblins hundieran el barco hace unos años y me viera en la tesitura de actuar como contrabandista de los Velasangre. Bueno realmente antes de eso también era contrabandista, por eso los goblins Bonvapor hundieron mi navío. La cuestión ahora era distinta, porque no me quedaba otra que estar con aquellos piratas de malamuerte.

Debe quedar algo claro: Un contrabandista no es un pirata, un contrabandista MUEVE las cosas de los piratas de un sitio a otro, no las roba él. Bien, aclarado eso debo decir que yo me vi en la tesitura de tener que trabajar con esta ... gente, por culpa de los Bonvapor. ¡Ay! si estos goblins no hubieran puesto pegas con lo que era o no suyo... Pues lo mismo mantendrían aún Bahía del Botín.

Si, veréis, como contrabandista en Bahía del Botín puede que actuara moviendo según que cosas de lugar. Unas cajas de pólvora en un sitio de la fortaleza naval donde el muro era más blando, unos clavos menos en la barandilla del Barón Revilgaz, unos rifles que los goblins no usaban dados ahora a los piratas... etc. Ese tipo de cosas que solo ayudan a que el comercio sigue fluyendo. 

Murió gente, sí, pero... Bueno, si está muerta, está muerta. La cosa va de los vivos, va de mi. Y en mi caso tuve que cambiar de trabajo luego de la toma de Bahía del Botín. Claro, ya no podía ser el contrabandista de los que ya tenían el comercio, y los goblins ya no estaban para ser robados. Así que tuve que formar parte de un barco de los Velasangre que ahora pululaban con impunidad por los mares del sur. 

No era mala vida, si no te molestan las pésimas condiciones que podrían tener unos piratas sanguinarios y dispuestos a asaltar cualquier barco que se les cruce, a veces incluso otros Velasangre. Yo por mi cuenta no tenía problemas: Juegos de mesa, cargar bolas de cañón, asaltar algún barco, pasar a todos a cuchillo, luchar contra mis compañeros por las migajas... 

No me es extraño tener que competir con los demás, o conformarse con muy poco. Era un huérfano en Ventorma y no es que las cosas fueran muy bien por aquel tiempo. Incluso luego tuve que unirme a los Defias, pensando que quizá la vida sería mejor, y que nada más podría lograr alcanzar. Hasta que me harté de ser un peón más de esos descerebrados con objetivos imposibles ... ¿Destruir Ventormenta con un mega barca cañón? Desde luego que no era un objetivo a alcanzar.

Y ahora, de nuevo, estaba con unos locos con objetivos inalcanzables. Tenía que abandonar pronto el barco, literal y metafóricamente, o iba a terminar en el fondo del mar como muchos otros. Por lo que aproveché la gran oportunidad que sería la batalla que se iba a librar entre los reinos, los Bonvapor y los piratas. 

Bien ¿Cual era mi plan? Pues mi plan no fue otro que sabotear el propio barco donde me encontraba, no era difícil porque lo conocía bien luego de unos cuantos meses ahí metido. El segundo punto era más complicado, porque tenía que aprovechar las cercanías con otros barcos para saltar sin ser visto. 

Pues bien, ahí me encontraba yo, abandonando el barco antes de que uno de los cañones saboteados saltara por los aires, prendiera la pólvora que también había saboteado y en menos de diez minutos el barco estaba hundido y yo en otro. Salvo que ese otro era también Velasangre.

Al momento me puse al servicio del capitán del navío y con servidumbre fui a su camarote para poner todo en orden. Pero no era un camarote de un capitán corriente, no no, éste no era otro que el REY DE LOS PIRATAS. Sí, tal cual, había llegado a aparecer en el barco del Rey de los Piratas. Ese era su nombre, sí. 

La cosa es que el Rey de los Piratas tenía en su haber un mapa, un mapa que yo no entendía, unas tierras que nunca había visto y unas coordenadas imposibles de seguir. Pero ahí estaba, colgado de una pared, con toda la pompa que se podía esperar de una reliquia. Así que agarré con un saco y lo cargué con todo lo que pude. 

¿Y que cómo salí de ahí? Bueno, eso fue más fácil que escapar del anterior barco, pues fue tal destrozo que causaron a los Velasangre que la inmensa mayoría de la flota estaba destrozada, y pronto lo estaría este barco. Así que como buen previsor, me colé y soborné para llegar a uno de los botes, soltar el amarre y dejarme llevar entre los restos de los naufragios. ¿Que si notaron mi escape? Imposible entre tanto caos. 

¿Y que cómo he llegado aquí? Bueno, eso es una historia más larga que incluye a un orco en traje de dama, un tauren con un bote de mantequilla y un gnomo con un aparato que suelta chispas, todo eso en las costas de Páramos del Poniente. Pero es una historia para otro día... Ahora, lo importa, es el mapa del Rey de los Piratas. ¿A qué sitio hacía referencia? ¿Era acaso el gran tesoro que los goblins habían escondido? ¿O el de alguna raza anterior? 

Bueno, si me dejas pasar la noche aquí posadero, con desayuno pagado... Puede que te deje echar un vistazo al mapa.



Eventos 

Asistidos

---

Mastreados

--

Editado por Stannis the Mannis
  • Like 2

Compartir este post


Enlace al mensaje
Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...