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Shiva

Frederick Lestrat

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  • Nombre del Personaje
    Frederick Lestrat
  • Raza
    Humano
  • Sexo
    Hombre
  • Edad
    23
  • Altura
    1 80
  • Peso
    75 kg
  • Lugar de Nacimiento
    Gilneas
  • Ocupación
    Buscándose la vida como puede
  • Descripción Física

    Muchacho algo delgado, pesa alrededor de sesenta y cinco kilos, mide un metro ochenta y a simple vista se le ve como cualquier otro muchacho de su edad en la media. Tez levemente pálida, ojos grises azulados y cabello castaño claro, peinado con una raya al medio. Si bien gusta de las prendas caras y con estilo, generalmente lleva ropa vieja o usada.

  • Descripción Psíquica

    Un joven noble en toda regla, educado y encantador cuando la situación le requiere, tanto como cruel, engreído, clasista e incluso cruel cuando no. Suele fijarse mucho en lo que tienen los demás, y si son mas fuertes o puede sacar provecho tiende a ser algo adulador o actuar según se requiera para obtener lo que busca. De humor acido y algunas veces sin sentido de la ubicación. De todas formas, no deja de ser un muchacho en su plena adolescencia, dejándose llevar y buscando siempre nuevas experiencias, muy confiado en si mismo y a veces, ingenuamente, en los demás.

  • Ficha Rápida
    No (600 palabras mínimo)
  • Historia

    Nacido en el seno de una familia de nobles Gilneanos del escalafón mas bajo, Frederick Lestrat paso sus primeros años en las tierras de sus padres. Aun así, tuvo la peor de las suertes que alguien en su situación podría tener, la de compartir un apellido medianamente importante con muchas personas.
    Si bien al ser menor que otros, no tendría tanta legitimidad en cualquier reclamo, aun asi su padre tenia el miedo que sus hermanos por temor a alguna represalia, pensasen en deshacerse de el, por lo cual contacto con un viejo conocido en la capital, a quien encomendó como mentor del joven, fue así, que apenas saliendo de su mas tierna infancia, el pequeño Frederick fue enviado a la capital sin siquiera despedirse de sus padre, mudándose a la casa de su mentor y siendo instruido por el y junto a otros hijos de aristócratas y burgueses en diferentes áreas de conocimiento, para seguramente sus padres le encontrasen alguna utilidad a esos niños que eran vistos como un remplazo del sucesor del nombre de su familia en caso que le ocurriese algo. De todas formas, Frederick tuvo también la mala suerte de nacer solo a unos pocos años de la explosión mas culmine de la guerra civil, por lo cual, desde antes de el esparcimiento de la maldición, ya vivía en cierta reclusión y miedo, dado que su padre como el de muchos de sus compañeros de vivienda, tomaron parte del conflicto, sumándose al bando rebelde dada la ubicación al norte de sus tierras.

    Aun así no era una mala vida, si bien no vivía en la parte mas lujosa del barrio noble, la casona del distrito comercial tenia todas las comodidades que podría tener una casa modesta en la anterior zona, y el muchacho, ademas, mostraba aptitudes en muchas de sus enseñanzas, ya sea en lo académico, volviéndose un aficionado de la historia de su reino, como también destacando bastante en las discretas partidas de caza que organizaba su mentor. Fue así que a sus doce años, por motus de su padre, comenzó sus estudios mágicos, sin tanta aptitud o habilidad como había tenido en el momento en el resto de sus estudios, pero siendo siempre un alumno constante y que no se rendía, buscando cumplir la voluntad de su padre, teniendo el deseo de su aprobación como un motor fuerte en dicha motivación. Con el tiempo sus estudios prosiguieron, en un principio generales, para terminar interesándose por la escuela arcana de la adivinación, siendo su enfoque principal en todo lo que ofrecían los valiosos aunque limitados conocimientos que el mago contratado por su mentor podia brindarle.

    Desgraciadamente todo eso desapareció de un día al otro. Una noche, varios estruendos despertaron a todos los jóvenes del hogar, o por lo menos los que quedaban. El mentor, que hace varios días estaba con indicios de enfermedad, fiebre, pálido, y finalmente en cama, había sido mordido por un Huargen, cosa que guardo en secreto hasta su metamorfosis, la cual al finalizar, dio comienzo a una matanza con la salvajada que solo puede ejercer una bestia. En su desesperación y sin siquiera pensar en ayudar a alguna de las victimas, el joven tomo todo lo que pudo, un viejo libro de magia arcana básica, un rifle de camino, su sable que le había regalado su padre hacia varios cumpleaños, algunas monedas y un abrigo y de un salto a través de una ventana, se perdió corriendo con toda la fuerza de sus piernas entre los callejones de la capital, sin mirar atrás ni una sola vez.

    En las calles, su primera opción fue contactar a su padre, simplemente para descubrir que sus tierras habían sido sitiadas por la corona y su familia prisionera de ellos, retirándoles todos los privilegios y títulos que ostentaban, en un principio, para luego, recibir también una invasión de las bestias Huargen, con estado desconocido de quienes habitaban la pequeña fortaleza.

    Fue así que el joven Frederick en su temprana adolescencia tuvo que valerse por si mismo en las calles de la capital Gilneana, la cual progresivamente se alejo de la gloria que conoció siendo un niño, para poco a poco volverse un lugar cada vez mas decadente, tanto por el miedo a los malditos, como por la pobreza que se extendía. Gracias a su talento con el rifle, pudo unirse a un grupo de cazadores de estas bestias, los cuales acudían a poblados remanentes tras la gran caza de estas bestias o zonas infectadas de estos mismos en menor medida, siempre en lo mas profundo de los bosques, intentando cazar alguno en especifico o simplemente limpiando los bosques. Los años aquí le enseñaron bastante sobre rastrear criaturas y cazarlas, teniendo una experiencia previa pero no real en las cacerías de la alta alcurnia. Desgraciadamente, todo volvió a arruinarse, puesto que debido a los bajos números de estas criaturas, la partida decidió adentrarse al oscuro y vacío norte, tan afectado por la muralla, la maldición y con rumores sobre un enemigo acechando, en una cacería fueron atacados por sorpresa por algo desconocido hasta el momento, no muertos. Una partida de exploradores renegados se topo en su camino, para tras un breve combate, declinarse del lado enemigo, viendo esto, Frederick simplemente huyo al tener oportunidad, no sabiendo nunca nada mas sobre sus compañeros.

    De vuelta en la capital, ya con casi dieciocho años y un reino entre guerra y decadencia, Frederick consiguió trabajo como mentor de un joven noble, en asuntos académicos, por lo que aquel ingreso le dio la oportunidad de establecerse de una forma medianamente decente en la ciudad, sin ser ajeno a la realidad que asolaba su nación y podría llegar a destruirla por completo, casi como un manifiesto debido a sus orígenes, se decidió a hacer algo, tanto por su patria, como para recuperar la gloria y vida que ostento alguna vez su apellido.

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