Viggo

[Shiva 79]

• Nombre del Personaje
  Viggo
• Raza
  Huargen (Gilnea)
• Sexo
  Hombre
• Edad
  26
• Altura
  1 94 cm
• Peso
  85kg
• Lugar de Nacimiento
  Sur de Gilneas
• Ocupación
  Soldado
• Descripción Física

  Como humano, es un hombre de notoria musculatura, aunque no trabajada a grandes rasgos, mas bien es físico de trabajos pesados, manos rasposas y llenas de cayos y mirada cansada constante. Mide un metro noventa y cuatro centrimetros y posee tez blanca. Tiene una cabellera de largo medio, aunque bastante salvaje, al igual que su barba. Curiosamente a pesar de ambas tener un color castaño, tiene unas pocas canas que resaltan, pese a su corta edad. En la forma que le dio su maldición, es un Huargen de gran tamaño y pelaje blanco con algunos detellos de castaño rubizo, sobretodo en el cuello, los codos y rodillas. 

• Descripción Psíquica

  Un hombre de campo bastante sencillo en todo sentido, siempre se caracterizo por conformarse con lo que la vida le otorga sin preguntarse mucho nada, dada su crianza, no esta muy acostumbrado al trato con los demás, pero suele agradarle cuando se le da esta oportunidad. Algo confiado e ingenuo con los demás. No es para nada un erudito de nada, aunque sabe adaptarse según la situación lo requiera a su manera. Tiene un lado salvaje que siempre lo caracterizo desde pequeño, mucho antes de estar maldito y que tras varios años de esta condición, solo se fue acrecentando.

• Ficha Rápida
  No (600 palabras mínimo)
• Historia

  Los primeros recuerdos de Viggo, si tuviese que ponerse a pensarlo detenidamente, es la tranquilidad del bosque al sur de Gilneas, cerca de la costa y el temido bosque negro, aunque al mismo tiempo a la suficiente distancia para que no conocer la parte mala de estas dos. El primer lugar que recuerda y el único en el que estuvo mas de la primer mitad de su vida, fue la vieja cabaña de su madre, o quien creía que era, el muchacho siempre tuvo sus dudas, pero nunca el valor para preguntárselo. Anna siempre tuvo un aspecto demasiado viejo como para haber parido un muchacho a la edad que tenia, pero esta es una duda que al día de hoy sigue acompañándolo.
  La vida era tranquila, Anna se ocupaba del hogar, de la ropa para el invierno y de la comida. Mientras que Viggo a mano propia, tuvo que aprender a hacerse cargo de todas las tareas restantes para que ambos subsistieran, desde la leña hasta la caza. Fue difícil sin un mentor que le indicara que era lo correcto y que no, pero con los años fue teniendo su propio estilo, de todas formas, nunca falto alguna noche que las cosas salieran mal.
  Aun así los años pasaban y el muchacho crecía grande y fuerte, en contraste con Anna, que cada vez se encorvaba mas y se notaba como la vida poco a poco la iba abandonando progresivamente, hasta que un invierno, se desvaneció por completo.
  
  Solo y con muchas cosas que su reciente perdida había dejado sin encargado, ademas del dolor, el muchacho decidió abandonar la vieja cabaña e ir a probar suerte al pueblo fuera de la espesura, la villa a las afueras del castillo de un noble. La suerte le acompaño esta vez, pues en el cementerio local, el sepulturero había fallecido el invierno que acababa de irse, por lo cual y gracias a su buen porte físico, fue el trabajo perfecto para el Gilneano.
  Los primeros meses fueron ciertamente raros para el, nunca había conocido ni interactuado con nadie mas que su madre y algún que otro cazador o viajero perdido en el bosque, por lo cual el hecho de ver tanta gente en un lugar, mujeres jóvenes y niños, le resultaba algo del todo nuevo, interesante y aterrador al mismo tiempo. Pero con el pasar del tiempo fue adaptándose como pudo, como lo hizo toda su vida, sin ayuda ni ninguna figura que le enseñara nada, a su estilo. Su hogar era una pequeña choza de madera en el cementerio, donde no pasaba ni hambre ni frio, pero ciertamente no tenia ningún lujo.
  
  Todo cambio, cuando el noble local mas cercano, comenzo a reclutar hombres para formar una pequeña guardia personal y de soporte por si necesitaba movilizar hombres por sus tierras, oportunidad que el joven decidio aprovechar al oir a los viejos hablando en la pequeña posada que solia concurrir tras sus horas de trabajo.
  En un principio no era soñado ni nada, no estaba en la esfera mas baja, pero se ocupaba de los quehaceres rudimentarios de la fortaleza. Arreglos de pintura, construcción, refacciones. Al notar su porte físico, el líder de la guardia sugirió a su señor probarlo en la leva, cosa que en principio salio bastante mal, debido a que el muchacho nunca había combatido con otra cosa que no sea un hacha a dos manos contra algún árbol, o alguna que otra presa pequeña para cenar. De todas formas se incorporo, para cuando fuese necesario y el rey necesitase llamar los hombres de sus nobles.
  
  Todo cambio cuando llego la rebelión al reino, su señor se había posicionado leal a la corona, por lo cual marcharon al norte, hacia la muralla, a combatir con los insurrectos. El primer combate real siempre se dice que marca a uno, de una forma u otra, así fue que Viggo quedo marcado en el pecho de una herida, la cual casi le cuesta la vida, si no hubiese sido sacado del campo de batalla rápidamente y atendido casi de la misma forma.
  Esta fue su única participación en el conflicto, debido a que sus herida tomaron una larga recuperación.
  Ya en forma, todo había terminado, o eso se creía. Se extendían a lo largo de todo Gilneas rumores de unas criaturas demoníacas que estaban atacando viajeros, o pueblos pequeños, un peligro mas que solo para el ganado. Dichos rumores llegaron al sur, cuando todos quienes entraban a la espesura del bosque no volvían en meses, por lo cual, su señor, decidió enviar una partida con Viggo presente como guiá, debido a que se había criado en dicho lugar. Tras varios dias sin rastros de que podia estar pasando, fueron emboscados por tres Huarguens salvajes, los cuales fueron abatidos gracias a las armas de fuego, pero no sin llevarse mas de la mitad del grupo y dejando a Viggo con una mordedura profunda. Al regresar al pueblo, estaba volando de fiebre, por lo cual estuvo confinado en la enfermería, luchando entre la vida y la muerte, pero a donde llego, fue a otro lado. Tras varios días de agonía, su cuerpo tuvo una metamorfosis y para sorpresa de todos, apareció en el patio de la fortaleza, una de las criaturas que habían abatido. Tras una intensa batalla, con algunos muertos y otros mordidos, el Huargen fue capturado, varios días después llego la noticia de la maldición al noble, por lo cual entrego a Viggo y a sus victimas, dejándolos en manos del rey.
   

  La historia siguio a traves de los años, siendo todos los malditos aislados en un gueto en la ciudad capital, sobreviviendo como siempre lo hizo, Viggo nunca tuvo asco de comer ratas o pelearse por algun pan duro en pos de sobrevivir. Todo cambio cuando las fuerzas extranjeras, atacaron al reino por dos frentes, tanto el imperio humano desde el sur, como los abominables renegados desde el norte. Por motus propio, se alisto en las fuerzas de defensa, cambiando el sobrevivir en la parte mas oscura de la ciudad, por sobrevivir en el campo de batalla. Siendo en principio participe del que defendia la invasion a la zona de la que era natal, para una vez que se llegase a una tregua, ser transladado hacia donde las fuerzas oscuras de los renegados tomaban avance indiscriminadamente contra toda la vida que se encontrara en las tierras Gilneanas.

[Shiva 79]

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