Zertus Signor

[SwordsMaster 1.027]

Nombre: Zertus Signor

Edad: 26

Altura: Normal

Complexión: Robusto y atlético

Lugar de Nacimiento: Kezan

Ocupación: Matón Galán

Descripción Física: De cabello negro bien peinado y un muy bien cuidado bigotito, con una nariz, unas orejas y un mentón hechos todos para destacar, sobre todo en tamaño. No es el goblin más atractivo, pero se encarga de actuar como si lo fuese, ¿y no es eso todo lo que importa?

No destaca en altura, pero tampoco le hizo nunca falta. De complexión atlética y fornida, es una auténtica máquina de partir caras comparado al cuerpo habitual de un goblin.

Descripción Psíquica: Ser una máquina de ablandar carne a puñetazos nunca ha sido impedimento para no poder vestir elegante o llevar unas buenas gafas tintadas.
Sus aspiraciones nunca fueron intelectuales; quizás ni podrían haberlo sido incluso si así lo hubiese querido. ¿Los números, la invención, todos esos conocimientos teóricos y aburridos sobre ciencia, política, historia y demás sandeces? Todo eso se podía obtener sin esforzarse si uno tenía dinero, pagando a otras personas para hacer el esfuerzo mental. Conseguir dinero, por otra parte, es sumamente fácil si uno sabe qué arbustos sacudir. E instinto puro y burdo era algo que le sobraba casi tanto como músculos.
Le gustan las cosas brillantes y las goblins, cuanto más grandes mejor. ¿Cuál de las dos? Sí. ¿Cuánto de grandes? Sí.

 

Spoiler

 

Un par de goblins de aspecto intimidante, con grandes y ridículos sombreros y lujosos trajes arrastraban a otro con una indumentaria similar a través de un callejón oscuro, mal iluminado perdido en algún rincón de Kezán. Le arrojaron contra una pared con fuerza, y algo de esfuerzo, el golpe causando que cayera de rodillas.
-El jefe no está feliz- Uno de los dos goblins hizo crujir los nudillos de la mano. El otro movió la cabeza de lado a lado, con un ruido similar. -Mira, tienes huevos, Kax- Dijo el otro -Robarle dinero, matar a alguien en el trabajo, el jefe te habría perdonado lo que sea, eras como un hijo para la familia. Para él- El otro goblin, de voz más gruesa, rió entre dientes -Pero echarle los trastos a su mujer favorita y ser descubierto, joder, menuda suerte la tuya. Ahora ya sabes lo que toca- La primera patada llegó, y sin dar tiempo a reaccionar el golpe de un puño adornado de anillos que lo tiró hacia un lado. El cuerpo del goblin volvió a golpear una de las paredes del callejón, pero se recompuso a tiempo para tomar la tapa de un cubo de basura cercano y estallarla contra la cara de uno de sus torturadores, que ya habían tomado sus navajas para acabar el trabajo. El borde de la tapa se abolló con la forma de la cabeza del goblin, que cayó al suelo en el acto. El matón restante y Kax se observaron en silencio un par de segundos, era una navaja contra una tapa de lata abollada, estaba ganado. Se abalanzó, pero la navaja fue bloqueada con la tapa abollada, atravesando la punta del filo la lata de mala calidad justo frente a la cara del intrépido defensor. Una patada se asomó por debajo del trozo de lata apuñalada, a la rodilla del matón, arrojándole al suelo mientras el susodicho Kax soltaba la tapa para dejarle caer y desplomarse bajo su propio peso. Cuando el matón, derribado en el suelo se dio la vuelta para ver qué ocurría, solo llegó a escapar de sus labios un -Oh, mierda- Antes de que una botella vacía le estallara en la cara, arrojándole al barrio onírico.

Kax salió de allí tan rápido como pudo, sabiendo que esos dos volverían a su jefe en cuanto despertaran. Y no estaría feliz, oh no. Ya estaba enfadado antes, ahora estaría rabioso.
Poseía una magnífica melena teñida de azul, tan hermosa como jamás se vería en otro goblin, y una barba tan masculina que era capaz de hacer sentir cosas al más estoico de su raza. Pero no más.
Una vez contactó con una vieja conocida con su propio emprendimiento en el sector del estilismo, la cual le debía un favor, todo había cambiado. Para sobrevivir con toda una fuerza criminal buscándole vivo o muerto, debería deshacerse de su viejo orgullo y conseguir un nuevo orgullo. Un nuevo aspecto. Debía crear a un nuevo Kax. Debía nacer... Zertus Signor.

Zertus Signor era un goblin con el cabello en su color natural; negro, color fuerte e impenetrable, con un peinado elegante y magnífico. En su cara lucía lo que claramente era el mejor bigote que jamás se había visto en la ciudad, cuidadosamente preparado para dar al portador de tal poderoso objeto el poder de la virilidad absoluta. Y, sobre todo, Zertus Signor tenía unas gafas tintadas que eran la envidia de cortes y tribus enteras a lo largo del mundo.
Había nacido un nuevo Kax. Había nacido Zertus Signor. Y sobre todo, había nacido el nuevo Matón Galán de Kezán.

Ahora solo quedaba encargarse de que nunca más le dieran caza. Iba a necesitar aliados. Y los aliados se hacían con demostraciones de fuerza y poder.
Tomó sus mejores nudillos de metal, alquiló un vehículo y se puso de camino. ¿A dónde? A partir caras y corazones.

 

 

Editado November 11, 2021 por SwordsMaster