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Stannis the Mannis

Jules D'Angoulême el Mosquehuargen - ¡Y todos para uno!

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El Mosquehuargen al servicio de su Majestad
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Jules Claudes Valdamir Rapière D'Angoulême

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¡Por Gilneas! ¡Por el Rey! ¡Por la justicia! ¡Uno para todos y todos para uno! 
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Raza: Furro Huargen / Gilneano de pro - Labor: MOSQUEHUARGEN - Fidelidad: ¡Por el Rey Genn Cringris! - Familia/Allegados: Su hermana Julie Chloé Rapière D'Angoulême
Lugar de nacimiento: Pueblo de Angoulême. Oeste de Gilneas (Conocido por sus cenas de picoteo)
Altura: 1,86 de estilazo rococó - Peso: 74 kg arriba abajo - Edad: 28 añazos

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Apariencia física:


Cabellos rizados rojos como el vino tinto derramo bajo la luz solar. Ojos color esmeralda. Nariz curva, alargada, estrecha: Una nariz de cuervo para que nos entendamos. Una tez blanca pero morena, aunque siendo de Gilneas, el moreno es relativo. 

Ancho de espaldas, pero más largo de proporciones que robusto. De pecho amplio, de piernas y brazos largos. 

Amplia frente. Labios finos siendo el inferior más sobresaliente, lo que le da un toque de estar con una especie de sonrisa o gesto burlón. 

Como Huargen es una cosa con pelos, garras y cosas así monstruosas feas. 

 

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Personalidad:
 

Alegre, optimista, amigo de sus amigos y enemigo jurado de aquellos desleales, deshonestos, hipócritas, injustos... y todo lo que vaya contra el código ético de un verdadero caballero Gilneanos.

Es un ferviente defensor del rey, porque no por nada quería formar parte de la Guardia Real desde niño. Siendo tan idealista de su propia vida desde siempre, tiene un gran orgullo, que roza con la vanidad, pero siendo amable y caritativo, pues se compaginan ambas que parece más una especie de pantomima de cuento que una verdadera personalidad. 

Y puede, que Jules sea eso: Un personaje de cuento, un personaje que se cree que es tal cosa, que ha intentando emularlo. Así que, es bastante teatral, dramático y exagerado. Melancólico también y un romancero picaresco porque, bueno, al bueno de Jules le gusta la buena vida

Detesta sucumbir a la fiereza irracional de su forma salvaje maldita, incluso cuando esta aún en un rango que puede controlar, pero lo ha aceptado como algo que debe cargar, algo que además le da un plus de majestuosidad porque esa carga que ve como divina, lo considera las cadenas que debe romper o aceptar y que le volverán algo superior: El caballero perfecto que domina o sucumbe a las emociones para llegar a la perfección.

 

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Los dos hermanos Mosquehuargen

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Jules Claudes Valdamir Rapière D'Angoulême

 

¡Quiero ser Guardia Real!

Spoiler

Y esa es su motivación. Jules, da igual que seas un maldito -en muchos términos de la palabra- y que ahora estés viviendo como y con las ratas, o vistas como un pobre, o mil cosas y motivos que harían que alguien se matara por el canal y se ahogara en desechos. No importa, porque tú, Jules, jajaja, tú eres más que eso.

Porque Jules Claudes Valdamir Rapière D'Angoulême nunca fue un hombre de humildes deseos y objetivos, no, él quería llegar a lo más alto. Incluso en aquel pueblo de gangosos, él hacía cosas mundanas pero las volvía en trepidantes aventuras. Ejemplos es de cómo pasaban las vallas de las granjas vecinales para espantar el ganado con la excusa de liberarlas de su opresión, o pescar junto a su hermana mayor y señor padre, argumentando que habría algún tesoro escondido bajo el agua y que si pescaban a todos los peces, el agua bajaría y encontrarían tal tesoro.

Puede que él, no fuera tan avispado, ducho y diligente que su hermana, pero tenía la mayor celeridad, la ardiente pasión y la visión de que todo era mucho mejor de lo que aparentaba ser. Y una imaginación y excentricidades... ¡Una noche, ideó el concurso de partir nueces con los bíceps! O ver quién podía comer más caracoles y esculpirlos más lejos. Jules siempre buscaba la forma de celebrar competiciones y fiestas, un ideal sinvergüenza para unas cosas pero muy noble y aplicado para otras. 

Eran ya adolescentes cuando estando con su hermana se metían en más de una pelea bien por temas que ninguno de los dos recordarán, pero que ellos defendían con tal brío que podían acabar molidos a palos y ensangrentados, que si habían lucho por lo que ellos creían, a casa volverían felices. Eso sí, luego su madre les daría otra buena. 

 

Claramente un hombre como él al final, no tendría mucho destino en un pueblo como era el que vivía, o se quedaría a plantar, tratar ganado y ver prosperar el campo. Jules podría ayudar a su señor padre a todo eso con gusto, porque era así de cortés, pero en el fondo él lo tenía claro: A la mínima se iria, a unirse a las milicias, a ganar tan renombre que acabaría en las compañías señoriales y luego más allá hasta guardia del propio rey. 

Así fue que la rebelión contra el rey fue para él la mejor oportunidad, aunque esa oportunidad también le hervía  la sangre, pues quien eran aquellos que se rebelaban contra su rey, contra el que era el padre de todos, el que por esfuerzo y sangre tenía la corona. Qué sabrían todos aquellos de cómo gobernar o qué era lo mejor para el reino, si promovían el verter la sangre para llegar a la conclusión de sus fines. 

 

Pero ay de cuanto la noche de las bestias cayó sobre el reino. Ay de cómo el destino maldijo a aquel hombre, que con tanto esfuerzo quería abrirse hasta llegar a ser alguien, un leal servidor de la corona, un hombre que defendiera los ideales de su rey, los colores de su bandera, un hombre que con su vida protegería tanto a quien era el padre de todos, como al hogar de sus congéneres, sin pedir más que el servir. 

Bestias con forma humana, aberraciones, algo que pondría a prueba la fe, la voluntad y la determinación. Y para más, él, había quedado maldito también, como muchos de sus conocidos, entre ellos, su querida hermana. ¿Cómo podría un hombre soportar tanta carga? ¿Cómo podría, alguien, defender aún lo que creía luego de que el destino, le diera tal zarpazo? Era el final, la aceptación de su nueva condición, de cómo los sueños se quebrarían, de que lo que él quería no estaba a su alcance, de que las ilusiones o el creer en algo no bastan, pues el destino les mueve a todos y nadie es dueño del suyo propio.

 

¡Jules escupió a esos pensamientos!

Él se fortaleció en la inmundicia, se recuperó de lo que habría hecho ¿Ahora era una bestia salvaje sedienta de sangre? Si claro, quién no. ¿Cual era el peligro? ¿Cual era el miedo superior? ¿Perder el control? JÁ. Jules rió cuando esas cosas pasaron por su cabeza. ¿Que tenía que beber un brebaje y era complicado de obtener? ¡Mayor el gusto de beberlo! ¿Que ahora vivía en un gueto? ¿En un charco de orín y ratas? ¡Pues cuando salga, lo que disfrutará de la vida!

Jules se repuso, se alzaría en la adversidad. El mundo podría arder pero él estaría caliente. Además como podría sucumbir a la depresión, a la oscuridad, a esa malucha adversidad de la felicidad que todos parecían tener a su alrededor... Bah, él no sería como ellos, él sería el ardiente fuego que renace de entre las ascuas, él sería como siempre quiso ser: Un Guardia Real. Un MOSQUEHUARGEN.

Ahora más que nunca, Jules era un fiel y orgulloso partidario real, porque su Rey era claramente mejor que todo lo demás. ¿O es que acaso, el coletas de Crowley era mejor? ¿Ese bastardo que lloraba porque le quitaron un puñado de tierras? ¡Que mal vasallo, que mal compatriota que antepuso sus bienes a la seguridad de la nación! ¿Iba Jules a defender eso? ¡Nunca! ¿Por qué iba a defender, lo que otros decían que si rey opresor? Que tonterías, podía ser mejor o peor, pero era el que los había mantenido seguros hasta ahora y ahora es cuando el pueblo debería defender a su rey, no intentar derrocar todo lo que ha creado.

Además, el brebaje ¿Quién lo daba? Exacto, los alquimistas reales. ¡Nunca, nunca, Jules pondría su espada contra su rey o un representante o partidario real! Pero ay de aquellos, que intenten ir contra él. 

 

Hermano y hermana lo tenían claro, daba igual donde estuvieran, da igual lo que les pasara, su objetivo estaba claro, y siempre irían a ese rumbo, defendiendo con brío y valor la causa justa, la causa de Gilneas, la causa real, la causa del pueblo honesto. 

¡Gilneas una y todos para una!

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(Los dos hermanos. Posible imagen no oficial)

 

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Licor en sangre

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Editado por Stannis the Mannis

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