Na'are

[Feyre 91]

• Nombre del Personaje
  Na'are
• Raza
  Draenei
• Sexo
  Mujer
• Edad
  413
• Altura
  2'20 m
• Peso
  120 kg
• Lugar de Nacimiento
  Shattrath
• Ocupación
  Artificiero

Descripción Física

Su cabello es largo, liso y pelinegro. Normalmente está bastante limpio, pero no es difícil que se ensucie en horas de trabajo. Su rostro siempre se muestra cuidado y sin ninguna imperfección por el momento, mostrando unos grandes y expresivos ojos celestes que en ocasiones se dejan ver sus sentimientos cuando menos se da cuenta. Sus labios suelen estar pintados de toques rosados, lilas, y sus orejas adornadas con aros. El resto de su cuerpo está bastante cuidado, se mantiene en forma y le gusta ejercitarse. ¿Y qué decir de sus cuernos? Alargados hacia atrás con una pequeña curva hacia abajo. Su altura, como su cuerpo, es un poco por encima de la media, siendo normalmente alta entre las mujeres.

Suele llevar ropajes de todo tipo, llamativos, y no muestra ningún pudor en mostrar su cuerpo, en ocasiones lo agradece cuando está trabajando por el calor que pasa, es bastante sensible en ocasiones. Tiene algunas heridas en las manos, o lo brazos, pero son mu pequeñas y en una piel azul claro como la suya pueden pasar desapercibidos. 

Su voz es dulce y delicada, suena bastante agradable por lo general y no llega a ser un agudo que sea molesto al oído, aunque dependerá de para quien.

 

Descripción Psíquica

Tiene una gran determinación que lo lleva a la hora de trabajar y de estudiar, haciendo de ella una persona bastante fiel a sus principios de hacer las cosas siempre lo mejor posible. Esto le hace una persona bastante perfeccionista y, en ocasiones, un poco repelente cuando se trata de corregir o hacer resaltar los fallos de los demás. Conoce sus defectos y sus virtudes, o al menos pretende estar lo más consciente de ellos posible. Por eso mismo, muchas veces se exige con mucha presión el hecho de hacer las cosas de manera perfecta, llegando a resultados normalmente nada satisfactorios y teniendo un gran sentido de la auto-crítica. Además, cuando se trata de tema de trabajo, o de aprendizaje, suele ser bastante seria y hasta el momento no ha bromeado sobre algo relacionado a lo mismo.

Aun así, es una persona afable al trato, cálida y puede ser una gran amiga de confianza, fiel y leal. No le gusta mentir, así que la mayoría de veces dirá la verdad, a veces incluso en ocasiones en los que es mejor la mentira. Sólo miente cuando considera que puede perjudicar de verdad, y no especialmente por temas sentimentales sino por protección de algún ser querido o sí mismo. Se trata de una persona cariñosa, romántica, pero tiene una gran dificultad para mostrar sus sentimientos ante el miedo de toparse con alguien que no considere apropiado para una vida en futuro, dado que reconoce que es una persona exigente incluso para temas así. Algo que nunca sabrá hasta que ocurra.

Cabe añadir que también una persona muy guerrera y que no dudará en mancharse las manos si es necesario, por regla general.

Spoiler

 

Lejos de parecer una persona tranquila, tuvo que viajar a temprana edad hasta Talador con su familia con la esperanza de encontrar una vida mejor. Al menos, aquella era la mentira que le contaban a Na’are cuando era pequeña y con un poco de cabeza para entender qué era lo que le intentaban explicar. Realmente, al comienzo todas las respuestas hacia la pequeña fueron evasivas. Sus padres no se atrevían a decirle la verdad, porque Na’are siempre pecó de ser una persona muy sensible, y tenían miedo de que no fuera capaz de asumir la verdad.

Lo cierto es que acabó enterándose por su hermano mayor, quien decidió que no podían estar ocultándole la verdad. Claramente, Na’are no se lo tomó muy bien. Se habían mudado porque su padre se había metido en ciertos problemas de los que no se vio capaz de solucionar por su cuenta, y casi metía a su madre de por medio. Conflictos con otros llegados a la ciudad de Shattrath. Bien por su carácter o por calidad de trabajo. Él tan solo era un ingeniero que estaba echando a perder la reputación familiar por su pura vagancia o su poco interés en hacer las cosas bien, y eso fue algo que su hermano le hizo comprender a la pequeña que tanta ilusión tenía por ser como su padre.

—     No te dejes engañar, pequeña. No te conviertas en Padre, cuando seas mayor debes ser todo aquello que Padre nunca logró conseguir. Debes ser tú misma, no quieras vivir la vida de otra persona.

La pequeña asentiría lentamente, mirando a los ojos ajenos con confusión. No sabía si había entendido bien aquello que le estaba contando, pero ella hacía su mejor esfuerzo para recordarlo.

—     ¿Quieres decir que padre es mala persona?

El hermano negó lentamente, suspirando con tranquilidad porque entendía que no era culpa de ella el vivir en aquel iniciado fanatismo.

Su padre desde que ella era pequeña le había estado introduciendo en el oficio familiar, pero él era un ingeniero de poca monta porque jamás sacó el esfuerzo que pudo haber tenido sus antepasados. Su madre era sastre y los beneficios poco ayudaban, así que su padre había decidido hacer más chapuzas de allá de donde venían y de eso que estuvieran en Talador, donde su mujer le obligó a cambiar sus costumbres para limpiar la sombra que había dejado.

Sin embargo, los rumores vuelan y estaba claro que habían llegado a los de Talador.

Na’are seguía creciendo y descubrió la magia, centrándose ella viendo que en el mundo de la ingeniería quizá no tenía mucho que hacer y viviría bajo la ensuciada sombra de su padre hasta que él no tomase cartas en el asunto.

—     Ahora entiendo todo, puede que siempre estuviera equivocada con él. Tenía fe.

Diría a su hermano, pero este negó rotundamente y cortó en el momento su frase, si tenía alguna intención de continuar.

—     No es tu culpa de que Padre haya elegido ese camino, él está perdido, pero tú no. Tú aún puedes hacer grandes cosas, ¿comprendes?

Con lágrimas en las mejillas, asintió lentamente y respiró hondo para volver a sentir más confianza. Parecía otra joven, parecía que comenzaba a madurar como debía, a afrontar las situaciones y a retomar aquel atisbo de ilusión que se había perdido por el camino. Por ello continuó con la magia, siempre animada a seguir aprendiendo y sin dejar de lado la poca ingeniería, pero esta segunda era bastante secundario porque cuando la retomaba recordaba a su padre, quien ya apenas pasaba por casa.

Su padre estaba perdido, pero aún no lo estaba su madre.

Su madre lloraba cada noche y ahí estaban sus hijos para consolarla, para levantarle el ánimo. Ella tomaría una noche de los rostros de sus hijos y besaría sus frentes, con una sonrisa que parecía que le dolía tenerla.

—     Sois lo más bonito que hay en mi mundo, mi luz. Por favor, nunca os apaguéis.

Fue aquel momento en el que parecía estar todo dicho: Padre no volvería a casa. Así fue, y así seguiría. Desde aquel momento, para Na’are, dejó de tener padre y lo calificó como estar muerto, y dado que nadie sabía de su paradero tampoco es que hubiera alguien que quisiera contradecirle. Fue en aquel mismo instante cuando se dio cuenta que debía retomar aquello que dejaba de lado de su vida y volvería a tomar la ingeniería por los cuernos, junto a la magia, para borrar todo atisbo de sombras del pasado de su padre.

Se trata de una tarea ardua, su familia humilde, quien los conoce, no tiene muy buena fama por su padre y muchos prejuzgan. Sin embargo, ella hace frente a todo lo que haga falta y trata siempre de demostrar en cada aspecto de su vida que no es su padre, buscando que poco a poco se desliguen de esa imagen que tienen de ellos erróneas. Comenzando a vivir su propia vida sin pensar en nadie más que sí misma y los suyos que siguen en pie.

Hay días que le cuesta más que otro, sobre todo les cuesta los días que tiene más trabajo. Tiene grandes cosas en mente, cuando tan sólo es una recién introducida al mundo real con los problemas reales. No quiere estar encerrada en casa entre libros o herramientas, quiere ser útil. Ser de ayuda y sacar de una vez por todas su vida hacia un destino triunfal. Llegar lo más lejos posible, ver mundo. Quiere conocer sus raíces, sus posibilidades y ser alguien en la vida. Quiere demostrar que los padres no condicionan tu vida, y si lo hacen no significa que sea para mal. No es algo que realmente necesite demostrar a los demás: sino a su propia familia.

Después de más de cuatrocientos años de vida, ha visto mucho en su vida: dolor, sufrimiento, penas… Todos sentimientos negativos. Su padre siempre fue un freno en su avance en la vida, sus fantasmas del pasado lo fueron por un tiempo. Ahora las cosas han cambiado y no pretende ser parada de nuevo. No va a permitir que nadie le quite la vida, estando aún en pie.

Ahora tiene el control de su vida, y pretende hacer grandes cosas. Pero sabe que hay más mundo aparte del que conoce de su ciudad, alrededores y alguna que otra ciudad. Sabe que aún le queda mucho camino por recorrer.

 

 

Editado August 14, 2019 por Feyre