[Historia] Tishara

[Dorito 417]

Tishara

Raza
Trol
Sexo
Mujer
Edad
16
Altura
1'94
Peso
87
Lugar de Nacimiento
Tuercespina
Ocupación
Pescadora/chamana

Descripción física

Es una trol de cabellos pelirrojos claros recogidos con una pequeña coleta, en sus facciones faciales se denota juventud.. Sufre de heterocromía, teniendo un ojo de tono azulado y el otro castaño. Cuenta con varios adornos confeccionados en madera y hueso repartidos por diferentes zonas del cuerpo, pero destacan las orejas. Viste ropas simples, de pieles y tintadas en algunas zonas con pigmentos naturales.  Las muñecas están adornadas con pulseras de cuero que a su vez están recubiertas de conchas y plumas de diversas colores.  Cubriendo las piernas lleva una falda, también confeccionada en pieles, y sujeta a la cintura de la portadora con un cinturón en el que carga un cuchillo fabricado en hueso.

 

Descripción psíquica

Tishara es una trol calmada y paciente que vela por el bienestar de sus compañeros trol, es una ferviente creyente en el loa del mar Gral, ya que de él procede su fuerza para sanar a sus aliados y es quién le proporciona alimento mediante la pesca. Suele optar por la vía pacífica, ya que se junta en su aprendizaje con los médicos brujos del poblado, que son más sabios. 

 

HISTORIA

Spoiler

El crepitar de las llamas rompían el silencio de la noche, al abrigo del fuego Hirsin compartía una agradable comida con su hermana Tishara. Aquel día había sido especialmente agotador ya que una gran pantera de color ébano había irrumpido en su improvisado campamento, más no las había sorprendido completamente fuera de juego y a pesar de las heridas producidas por la batalla pudieron sobreponerse a la criatura, Tishara siempre había sido una sanadora destacada incluso desde el inicio de su instrucción. Ya desde que tenía 12 años mostró un gran interés por sanar heridas y con la comunicación espiritual, aunque ella de lo que más disfrutaba era de sanar a los animalitos heridos y pescar. Era bastante común que llevase crías para adoptarlas como mascota desde bien pequeña que desgraciadamente en la mayoría de los casos acababan en el fondo de un puchero, siendo el alimento de su hermana mayor o de cualquier otro miembro de la tribu. Tishara sanó las heridas que le hizo la gran pantera, utilizando sus potingues naturales para desinfectar la herida y su conexión con los espíritus para que se le cierren las heridas. Tras sanar las heridas de su hermana comenzó a preparar la comida de su pequeña cría de raptor llamado Aza’lu, la cría que meses atrás le trajo un cazador de la aldea llamado Akil junto a otras de la misma camada. Por desgracia esas crías no tuvieron la misma suerte que su hermano, murieron por las graves heridas causadas por el cazador, cosa que Tishara no tardó en echarle en cara. Hirsin volvió pasados unos minutos, traía con ella varios trozos de madera del tamaño de un humano a rastras, tras avivar las llamas sacó de su fardo un par de barras de hierro, mientras clavaba los pedazos de carne en los mismos un trozo de brasa le saltó al cuello, no pareció molestarle lo más mínimo, el olor a piel quemada llamó su atención, al echar la mano para retirar la el pedazo de madera aún incandescente se topó con su colgante, cogiéndolo con fuerza suspiro. Aquel colgante era un regalo de su hermana, Hirsin llevaba una semana fuera de la tribu y muchos la daban ya por muerta, la noche y el día se habían sucedido casi sin sentirlos suspendida en lo alto de aquel árbol, sus cuchillos habían caído varios metros por debajo de su cabeza quedando prácticamente ordenados, como si los hubiera dejado a posta. Cuando ya comenzaba a marearse a causa de la sangre acumulada en la cabeza y la sed empezaba a ser un problema una figura apareció entre los árboles, un trol joven de no más de veinte años apareció con una gran lanza en que portaba con ambas manos, después de burlarse de Hirsin largo y tendido, creyéndola debilitada por el paso del tiempo cortó la soga cayendo al suelo, terrible error, según cayo al suelo cogió sus cuchillos y se enzarzó en una pelea a muerte con aquel trol, después de varios minutos Hirsin logró tomarlo por la espalda y tras absorber parte de su energía vital le cortó el cuello, tomó la lanza que portaba y retornó a su tribu.

Un delicioso olor consigue arrancarla de sus pensamientos.
- Ey hermana, que se te pasa la carne.- dice Tishara, algunos de los pedazos de carne ya estaban tomando un color negro carbonizado.

Hirsin sonríe y suelta el colgante, retirando la carne del fuego y pasándole uno de los pedazos a su hermana. 
-Ten, espero que no se haya pasado demasiado.- El pedazo de Tishara estaba claramente más jugoso que el que había guardado para ella.
Tishara infló los mofletes molesta. - Oye, no hace falta que me des el trozo bueno, sé que este es más sabroso… -Tras decir esas palabras sacó de su faltriquera el pequeño cuchillo que utilizaba para cortar las hierbas, plantas y raíces necesarias para preparar sus pociones y remedios naturales, cortando la mitad del trozo jugoso y la mitad del trozo más pasado, así las dos hermanas comerían lo mismo. -Mucho mejor, no hace falta que me trates como a una niña.
-Aún te queda mucho por crecer, pequeña. -Aceptó el trozo que le ofreció su hermana a regañadientes, pero sabía lo cabezota que llegaba a ser.
-No es verdad, los espíritus cada vez responden mejor a mi llamada y estoy aprendiendo a usar el arco. -Asintió orgullosa, para luego preguntar. -¿Qué vamos a hacer mañana?
-Tendremos que volver al poblado con lo que conseguimos.
-Tienes razón, tengo ganas de enseñarle las nuevas baratijas que hemos encontrado -Comentó mientras sacaba de su diminuta bolsa unos pequeños adornos de metal, por el estado de los objetos seguramente fueran procedentes de los primeros pobladores de la isla. -Me tocará compartir algunos… -Suspiró no demasiado convencida por la idea, ya que le encantaba coleccionar todo tipo de adornos.
Las hermanas no tardaron en caer rendidas por el sueño, la mañana las despertó con los primeros rayos de luz, el camino de vuelta al poblado fue calmado, parece que la pantera de la noche anterior sería el único susto que tendrían en su travesía. Al volver al poblado de los Colmillomar con la caza y los pequeños tesoros se encontraron con uno de los trol más jóvenes discutiendo de nuevo con uno de los ancianos de la aldea, el tema de discusión no era sino el mismo de siempre, querían dar comienzo a la guerra contra la aldea vecina y expandir las fronteras de su tribu, los Colmillomar, una idea que asustaba enormemente a Tishara pero que por el contrario parecía llenar de adrenalina el cuerpo de Hirsin, ansiosa de la batalla.

 

Editado July 30, 2019 por Dorito