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Lish

[Historia] Nier Luzvic

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Nier Luzvic

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Nombre del Personaje   Nier Luzvic  Peso 51 kilogramos
Raza Humana  Lugar de Nacimiento  Ventormenta
Sexo Mujer Ocupación

 Ladrona 

Edad 23 años Creencias Ninguna
Altura 1,65 metros Alineamiento  Neutral Malvada 

 

Descripción Física y Psíquica

 

Tiene el pelo de color blanquecino, sus ojos son también de color grisáceo.

Su constitución física es algo baja debido en parte a la desnutrición y falta de entrenamiento, aunque nunca ha tenido facilidad para ganar musculatura. 
Mentalmente ha quedado algo desestabilizada, aunque es bastante afable y le cuesta poco trabar amistades

 

Historia

Spoiler

Desde bien joven había mostrado una facilidad pasmosa para escaparse de casa a altas horas de la noche, daba igual cuantos pestillos, contraventanas o candados pusieran sus padres para evitarlo, siempre encontraba la forma de hacerlo. Se crió en el barrio comercial de Ventormenta,sus padres aunque humildes nunca tuvieron problemas económicos, su familia regentaba una modesta tienda de artículos generales, de forma que nunca le faltó de nada.

 

Cuando alcanzó los diecisiete años, mostró una creciente fascinación por la magia, pasaba horas anotando rumores y haciendo dibujos sobre la misma, una vez incluso trató de colarse junto a otros estudiantes en la academia para curiosear, aunque por desgracia no pudo ni llegar a entrar. Un día sus padres la llamaron al salón, Nier aunque estaba cansada pues aquella noche no había dormido precisamente muchas horas, acudió sin rechistar para encontrarse con una escena de lo más extraña, un tipo alto, de un metro ochenta aproximadamente, se encontraba en dicha estancia, después de las presentaciones pertinentes y servir algo caliente al visitante, se pusieron las cartas sobre la mesa, su padre con una sonrisa de oreja a oreja le comunicó la noticia, había sido inscrita en la escuela mágica de Ventormenta, Nier como es lógico no cabía en si misma de ilusión.

 

Los meses pasaban y Nier mostraba una predilección por la escuela arcana de la ilusión, materia en la cual avanzó con relativa facilidad. Cuando llegó la época de calor, su familia partió de viaje en busca de nuevos proveedores que pudieran cubrir las necesidades de la tienda a un coste más reducido. Nier a pesar de insistir en acompañarlos, tuvo que permanecer en la capital para proseguir con sus estudios.

 

La noticia llegó en plena noche, Nier arrancada de su profundo sueño despertó completamente desorientada, su maestro se alzaba ante ella con rostro entristecido, no hizo falta que pronunciase ninguna palabra, sus peores pesadillas acudieron a ella temiéndose lo peor. Su padre había fallecido durante el viaje por algún tipo de enfermedad desconocida, su madre se encontraba ahora al cargo de la tienda. Los meses pasaban y el negocio iba a peor, cada vez los artículos tardaban más en llegar lo que supuso un aumento en el precio de los mismos, mermando de forma considerable el número de ventas. Finalmente y después de muchas noches en vela, discusiones y lágrimas, Nier se vio obligada a abandonar la academia para ayudar a su madre con la tienda.

 

Un año más tarde el negocio se había vuelto prácticamente insostenible, los sobrecargos por envío se volvieron abusivos, de forma que comenzó a moverse con compañías poco recomendables, en busca de alguien que a cambio de algo de dinero pudiera abaratar los costes de los envíos, daba igual la manera, era algo temporal se repetía una y otra vez para sí misma, solo algo temporal. El negocio parecía remontar, su madre lejos de sospechar nada se jactaba de lo bien que les iba el negocio, por fin hija mía, decía, por fín podrás volver a la academia, arreglaremos esta vieja tienda y compraremos colchones nuevos. Nier fingía normalidad, ver a su progenitora feliz era lo que más la llenaba del mundo.

 

Con la celebración de su vigésimo tercer cumpleaños se repitió la escena de hace tantos años, pero esta vez faltaba alguien en el cuadro, su padre había dejado un gran vacío en la familia y aunque deseaba más que nada en este mundo retomar sus estudios mágicos decidió quedarse con su ya mayor madre, su salud se estaba debilitando y quedarse al cargo de la tienda sola no hubiera sino empeorado bastante su actual estado. Así debía ser, esta vez se quedaría a su lado, no podía permitirse el lujo de no estar ahí cuando su momento llegase, no de nuevo.

 

La pena llegó apenas unos meses más tarde, aquella mañana Nier se levantó como cualquier otro día con la salida del sol, bajó a la tienda y comenzó a preparar la caja y reponer los artículos de los estantes, cuando terminó miró por la ventana y vio que el sol ya asomaba por encima del tejado de los Goodstone, otra vez debía de haberse quedado dormida, con una sonrisa en la boca fue a la cocina para preparar algo que llevarse al estómago, una vez tomado el tentempié montó una bandeja de acero con el desayuno para su madre, subió las escaleras canturreando, más cuando llegó a la habitación la bandeja se le cayó de las manos dejando todo perdido, su madre se encontraba tendida en el suelo de la habitación, completamente rígida y con los ojos abiertos. Las lágrimas inundaron sus ojos empapando por completo el rostro, corrió a la calle para pedir auxilio, la guardia no tardó en llegar. Poco se pudo hacer por la mujer pues yacía muerta desde hacía varias horas, al parecer su corazón había dejado de latir sin motivo aparente, todo el mundo se le vino encima. Ahogada por la situación abandonó la tienda pasándose los días y las noches encerrada en su casa reprochándose a sí misma por no haber estado allí cuando su madre la necesitó, si solo hubiera pasado por la habitación antes de bajar a la tienda todo podría haber sido distinto. Unos golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos, un grupo de hombres con cara de pocos amigos aguardaban tras ella.

 

Como pago por el trabajo realizado, Nier no tuvo más remedio que entregarles la tienda, con su hogar en la parte alta de la misma, no podía hacer frente a aquellos tipos y mucho menos pagar de otra manera, de una semana para otra su vida había cambiado drásticamente, de comer y dormir caliente, a robar y pasar las noches bajo un arco.

 

Una noche mientras contaba las monedas robadas, le vino a la mente una idea de lo más atractiva, dándole vueltas a la cabeza decidió ponerse a ello, formar una banda. Pasó días recabando información por las calles, haciendo amigos y ganándose algunos favores, pronto estaría preparada, había encontrado candidatos y un objetivo. Su nueva vida, había dado comienzo.

Editado por Lish
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