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Blues

La Catrina de Vallenegro

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FjHqrj2.jpg"A la muerte, una sonrisa torcida; A la ramera del mundo, una daga al corazón"

Descripción Física:

Catrina es del tipo de persona que tiene una apariencia cansada, de mirada perdida en ojos grandes pero ligeramente hundidos en su frente amplia. Es de consistencia delgada, casi que liviana pero sin llegar a estar en los huesos. Su cara es redonda, y sus movimientos lentos, con frecuencia muy torpes le hacen parecer completamente inofensiva. 

Su cara redonda y mirada cansada le hacen ver un poco más joven de lo que en realidad es, su cabello es pelirrojo, de un naranja intenso que siempre lleva lacio y lo más largo que pueda, aunque por la vida en el bosque de Ocaso lo tiene maltratado y ha adquirido la apariencia de un alambre retorcido varias veces. 

Siempre va vestida de un rojo apagado, de largas togas de ser posible, y en lugares seguros trata de adornar siempre su forma de vestir con colores llamativos, utilizando siempre el anaranjado, el amarillo y el rojo como su conjunto ideal.

Descripción Psíquica:

Catrina vivió toda su vida como parte de un culto oculto en las montañas de nigromantes rojos que veneran a la muerte como un ideal filosófico perfecto, y a veces como una deidad de la inmortalidad y renovación perpetua de la vida. Desde su nacimiento se le inculcaron los valores del culto, creyendo que el destino de toda su vida era traer un paraíso de muerte perpetua donde todos pudieran ser iguales, uno y lo mismo. 

Como cultista se le enseñó a vivir en sociedad, aparentando una vida falsa, nombres falsos y trasfondos falsos para no levantar sospecha alguna de la existencia del culto. Como consecuencia, Catrina aprendio a permanecer callada, obediente y dar una apariencia frágil, cansada y de bajo perfil con todo el mundo. Debajo de esa fachada, se esconde una persona sádica, fanática y de una crueldad calculadora; Paranoíca, con delirios de grandeza y poder que la hacen ser charlatana y arrogante. 

Dentro de ella, sin embargo, es una fanática devota de las creencias de su culto, sintiendo asombro y maravilla por la nigromancia, que ella considera una forma de adoración y de acercamiento a lo intangible, divino e inmortal. Una de las enseñanzas del culto era el arte de la adivinación, ya sea leyendo las estrellas, consultando las cartas prohibidas del Tarot o realizando sacrificios animales para luego leer las entrañas y ver los indicios analizando las entrañas y los fluidos del cuerpo, es en extremo supersticiosa y hasta puede llegar a sentir experiencias religiosas en sus rituales de adivinación, que muy pocas veces son acertados o precisos.

Una de las enseñanzas más arraigadas del culto es la liberación de las almas de la mentira benigna, que es en resumen la filosofía de la luz y su iglesia. Con frecuencia se refiera a ella como "la Ramera" o la "Prostituta" burlándose cuando pueda de sus símbolos y enseñanzas. Según las enseñanzas del culto, la nigromancia es la única forma de liberar las almas de las mentiras de la ramera, y el medio es el dolor, por lo que no tiene miedo de causar dolor a aquellos que considera engañados por la Ramera.

Las profecías tienen un peso muy importante en su visión del mundo; Cree que el nigromante que arrasó villaoscura es el salvador del mundo que fue prometido por una profecía de su culto; Su motivo más grande de vivir y servir es esperar y servir al salvador del mundo en su segunda venida, cuando traerá el paraíso de la muerte para todo el mundo. 

Datos Rápidos
Altura: 1.70 Lugar de  Nacimiento: Vallenegro-Bosque del Ocaso
Edad: 22

Ocupación: Ultima Acólita del culto de la sonrisa torcida

Peso: 55 KG Residencia Actual: Ninguna

 

Eventos Asistidos/Masteados

Spoiler

 

Historia

 

I

Spoiler

Pluma, sangre y hueso; Pluma, sangre y hueso. El sonido repetido de un pesado cuchillo golpeando una tabla de madera era todo lo que se escuchaba dentro de la cocina. Pluma, sangre y hueso.

 

Le habían ordenado preparar a la gallina que se iba a comer en la cena de aquella noche en la mesa del Señor Montenegro, quien se autodenominaba como maestro de todas las almas de su finca; su apellido, le daba autoridad sobre las vidas de todos sus sirvientes.

 

Iluso hombre, su destino ya estaba decidido. Así lo decía la bilis amarilla que salió de la vesícula de la gallina que se estaba preparando, el líquido de consistencia gruesa como la pus corrió libre, sin mácula de sangre hacia el este, donde el sol se oculta, dirección al crepúsculo.

 

Era un buen augurio, al menos para la causa de los enemigos de aquel noble. Las tripas revueltas, cubiertas de un limo negro anunciaban una muerte dolorosa; Al igual que el hígado, que se encontraba contraído como una pelota pequeña, de aspecto no muy saludable. Eso anunciaba una muerte lenta, de varios días.

 

Lo vital, era el corazón de la gallina; Que junto a su sangre anunció lo que las cartas ya habían dicho antes. La aorta habló de una puñalada hecha por carne de su carne, y la cava superior, profetizó la enfermedad para toda la casa. El rey de los Oros, visto días atrás en una lectura nocturna, habló de codicia, traída por la espada de un caballero joven.

 

Todo estaba siendo preparado; Con lentitud, tomando el tiempo necesario. No hacía falta apresurar las cosas, las estrellas en el cielo ya hablaban de un gran acontecimiento que estaba a punto de pasar en el Bosque del Ocaso; Un poderoso ángel traería el reino del caos y muerte que ya se había profetizado tiempo atrás, era cuestión de esperar algunos días.

 

Habría muerte para regocijarse, maravillarse y horrorizarse por todos lados dentro de algunos días, simplemente, habría que esperar…

 

Mientras tanto, Había pluma, sangre y hueso que despedazar, tripas que revolver y una cena que servir a su maestro temporal. ¡Oh...sí solamente aquel hombre supiera…!

II

Spoiler

Solo existen tres nobles verdades en este caótico mundo; La primera, todo muere, sin excepción alguna; La segunda, Todo lo que duerme, no siempre está muerto; y la tercera, El rostro de la muerte, siempre da una sonrisa torcida.

 

Lo vivo, lo que se pudre, teme naturalmente a la muerte. Así como la luz huye de la sombra y da paso a las más maravillosas obras. Se hace, con esa simple verdad, el arma que destruye toda magnánima mentira; Todo lo que está vivo, muere desde el momento de su concepción. Sea, entonces. ¡La muerte vida y viceversa!

 

Lo que muere habita en un plano silencioso; lejos de la mente y los ojos de aquellos que no han dispersado la mentira. Todo lo que duerme, no siempre está muerto; Del otro lado, existen rastros de los sueños más hermosos, ecos de las almas torturadas que desean ser liberadas de la gran mentira. ¿Para qué es el don de la Nigromancia, si no es para empalar, con su benigno poder, a la ramera que es madre de todas las mentiras?

 

Caprichosa es la existencia, constante, en entropía suprema; Y al mismo tiempo, ordenada y maravillosa en un todo. La vida necesita sustento de si misma, a través de la muerte, para subsistir. ¿Es que acaso no comen de aquello que se mata? ¿Acaso no tiene el lobo una sonrisa torcida, mientras sus fauces sostienen el cuerpo desangrado de su presa? ¿Sois tan necios para negar que viven de aquello que muere? ¡La ramera los ha engañado mucho tiempo!.

 

A la ramera, solamente ofrezcan una sonrisa torcida y un puñal en la espalda. A la prostituta de almas; una bolsa de monedas de platas y una cruz invertida. A la madre de mentes deformes; una daga rápida al corazón, beban su sangre y serán como la mísma muerte. ¡Puros y joviales!

 

Sean iguales en la muerte, y la vida que se vive para morir en su honor. ¡Santa es la muerte, madre de la vida y de todos sus hijos; Muerte a la ramera usurpadora que habla con cruz!. La santísima, ¡La ilustre! no necesita de señor o feudo; De sirviente o noble, de rey o emperatriz. ¡Somos todos iguales en su sufrimiento, decadencia y nobleza!

 

Así que busquen, busquen y liberen las almas que murieron mamando pecho de la gran ramera, que es la iglesia; Vayan, hijos del Calvario, ¡Culto de la sonrisa torcida!; Su diosa, será muerte. Y os da potestad sobre la tierra, los ríos y las montañas. Usad el sacrificio, lean los designios del destino en las entrañas de lo vivo; Usad el Tarot Prohibido; Observen las estrellas, y escuchen las almas que piden por la palabra. ¡Suya es la misión de traer maravillosa muerte a la vida!

 

III

Spoiler

La oscuridad de la habitación hizo patente el olor omnipresente de la muerte, la degradación y la sangre que estaba ocurriendo en ese preciso instante. Atado a una mesa de madera elegante, un hombre desnudo, de cabello rubio y ojos de castaña se encontraba atado por dos juegos de cuerdas; La primera, cubría sus pies y piernas a la superficie de la mesa; y el segundo juego, ataba sus manos detrás de su espalda y a su vez, a las patas de lo que fue hasta hace unos minutos el comedor de su noble casa.

 

El hombre no podía ver mucho; su vista se encontraba nublada y sentía un terrible dolor en su sien derecha, juró haber probado el sabor de su sangre debajo de la mordaza que apretaba fuertemente su boca y casi, separaba su quijada.

 

Todo era confuso, como ir a rápida velocidad con el corazón en la mano; Sintiendo cada palpitar en la boca del estómago, su cabeza intentó juntar las piezas ahora tan dispersas en su mente vaga e intranquila…

 

Primero, aquella noche había recibido un mensaje urgente desde Villaoscura. El mensajero se veía extraño, no era uno de sus lacayos que tan fielmente habían vivido bajo el techo de su apellido, Montenegro. El mensaje era escuálido, alertaba de un ataque a gran escala, criaturas de pesadillas y viseras corriendo abundantes como los ríos por las calles de la ciudad.

 

Después, sintió un profundo dolor de cabeza, y todo se hizo negro.

 

¿Como había llegado hasta ahí? él, quien era heredero de un apellido noble, el hombre con los caballos más finos de las comarcas cercanas; Casado con una bella hija de aristócratas en la ciudad capital; Su futuro, estaba asegurado. Ninguno de su estirpe conocerá penuria alguna, al menos, eso había planeado para los suyos.

 

El orgullo y la dignidad poco hicieron por calmar la desesperación que entró directamente por sus ojos, como un negro veneno para el alma; Frente a él, vio inclinadas tres figuras; Dos de ellas, una de cabello claro claro como el suyo y de ojos verdes era su afamada esposa; La otra, más pequeña y con una cara redonda, regordeta, era la hija de ambos. Preciosa, con una melena castaña y los ojos de su padre.

 

Ambas se encontraban sometidas, en el centro de aquel lugar, que había sido el salon de fiestas de la hacienda que con tanto esmero había dedicado mantener.

 

Montenegro sintió un tirón de adrenalina desde adentro, queriendo salir como un torrente de sangre en ebullición. Se sacudió en la mesa varias veces, lucho contra sus ataduras hasta que sus talones y muñecas se rasparon tanto que comenzaron a sangrar; De fondo, solo podía escuchar a su hija, maniatada a sus pies, llorando por ver a su padre en tan deplorable situación.

 

La esposa, en cambio, miraba en un silencio desprovisto de vida. Acostada como estaba en el suelo, parecía más un cadáver que persona.

 

El hombre luchó, peleó con toda la fuerza que podía reunir. Pero una vida de hacendado había debilitado sus músculos, poco hombre era para liberar sus ataduras.

 

Impotente, vio como el terror se dibujaba frente a él.

 

Una a una se fueron revelando. Figuras altas, de colores llamativos, en los que destaca el rojo, el anaranjado y el amarillo. En sus manos, cada uno portaba una vela roja que se encendía, una, tras otra, tras otra...

 

No eran pocos, al menos una docena de aquellas personas que alumbraban en la oscuridad. Cercanas a las dos mujeres de su vida. Intentó volver a liberarse, moviendo su esqueleto de un lado a otro, sin éxito; Pero el tiempo, lento como el pasar de los años, poco a poco dio claridad a sus ojos.

 

Y entonces se alegró; Pues reconoció aquellos rostros, y su cara se hinchó de felicidad.

 

Todos ellos le servían a él, su maestro era él; En la esquina del grupo, estaba el más viejo de Todos, de cara larga y canas amplias, todo el mundo lo llamaba abuelo de cariño, y Montenegro le tenía en alta estima; También estaba la cuidadora de sus caballos, que era una mujer atractiva, de enigmáticos ojos como la miel, piel blanca y cabello negro, Montenegro disfrutó mucho probando las carnes de aquella que fue su principal, y favorita; Bella e inalcanzable Catalina….

 

Uno a uno, todos ellos, sin faltar ninguno; Amigos, amantes, fieles sirvientes y trabajadores, los conocía a todos. En especial, a la chica en mitad del grupo; Quien destacaba por ser la más joven, de apenas 22 inviernos, y cara redonda, de rasgos amables y grandes ojos azules. Su cabello era del color del caramelo caliente.

 

Montenegro sintió alivio; Pero su cara se desgarró como un demonio poseído cuando observó, con su percepción del tiempo muy mermada, a la chica pelirroja, que corría directamente hacia su hija  con una daga de color carmesí entre sus manos.

 

Su mundo cambió en un instante, de pronto su sangre sabía amarga y el pecho comenzó a dolerle.

 

La escena fue brutal. La joven, quien había sido su cocinera durante mucho tiempo, abrió con una fuerza brutal el cráneo de la pequeña que había heredado sus ojos; La sangre brotó como un chorro hacia el techo, como una fuente de vital líquido que se regó por la sala y el suelo. Después, la asesina procedió a clavar una, y otra, y otra vez su daga en el cuello de la infante, con tanta fuerza que cercenó su cabeza después de varias estocadas.

 

El cuerpo descabezado de su hija cayó al suelo, con un leve espasmo en todos los músculos, igual que un salmón recién sacado del río.

 

Montenegro solo pudo ver, sus pensamientos iban de atrás hacia adelante. Sin entender, sin comprender que le había mostrado el mundo. Primero pensó que era una maldición, una pesadilla mandada por la luz como un castigo a sus actos cometidos.

 

El dolor en su pecho, del acero entrando por su vientre le dijo que todo era muy real…

 

El hombre quiso gritar, la mordaza no lo dejó ni aliviarse de esa manera. No había escape alguno, ni en su mente ni en su cuerpo; Sintió entonces como la sangre le subía por la garganta hasta la boca…

 

Su vista se volvió a nublar, trató de girar su cabeza para ver mejor a la persona que le había traicionado así; Pues todos eran unos viles traidores, corruptos, dementes decadentes que no tuvieron piedad ni por la inocencia de una niña.

 

Sus ojos conocieron el horror en un nuevo nivel, cuando al ver, el rostro de aquel que intentaba abrir su pecho, su entraña, no era otro más que su hijo mayor, heredero de su casa y de toda su herencia.

 

Carne de su carne, sangre de su sangre.

 

Ningun grito o palabra de dolor pudo describir lo que sintió mientras su hijo se abría paso por su cuerpo, profanando con su vil mano hasta su corazón…

 

IV

Spoiler

Montenegro ya no lo era más. Tampoco Villaoscura, ni el Bosque del Ocaso. La primera campanada fue tocada, ya había sido tocada, está, siendo tocada.

 

La vida es una transición a la muerte; La muerte, es la igualdad suprema. Así, uno a uno, los miembros del culto del calvario, los nigromantes rojos de la sonrisa torcida fueron uniéndose al flujo eterno, constante, bello y perfecto de vida, muerte y resurrección.

 

Algunos por la enfermedad, otros por el hermoso caos que se desató después de la llegada del profeta de la muerte, aquel que unos llaman nigromante; y el culto, venera como un salvador enviado desde la tierra sombría para guiar aquellos dignos.

 

El salvador había traído muerte a esta tierra, tal y como fue profetizado por las entrañas calientes de decenas de sacrificios y el mover de las estrellas. Uno a uno, los miembros del culto fueron sucumbiendo; Algunos con miedo, otros abrazando la muerte, felizmente devorados por los soldados del salvador, que eran las hordas de muerte.

 

Todos, menos unos pocos.

 

Algunos, volvieron al lugar sagrado, que era llamado Xila, ubicado en las montañas del sur, que era donde había sido consagrado el primer profeta de la muerte; Los más jóvenes, en cambio, perecieron en la constante guerra entre facciones del bosque.

 

Los más hábiles, o quizá los de un destino más digno, tuvieron mejor suerte siendo atrapados como esclavos de otras facciones, vendidos o sacrificados, esperando por la segunda venida del salvador, quien pondrá fin a todas las hostilidades y traerá el paraíso de la muerte.

 

Una de aquellos, de cabello como caramelo quemado y ojos destellantes como el zafiro encontró templanza en la soledad. Tenacidad en la servidumbre, Sufrimiento en la crueldad, y muerte por muerte. Pero ante todo, se negó a morir, su tiempo para unirse al flujo aún no estaba próximo.

 

Los susurros de las almas circundantes susurraban el tiempo del advenimiento, ya estaba cerca...El salvador pronto regresaría a su reino, y debía vivir para  ver el paraíso no solo en el bosque, si no en todas las tierras de todas las direcciones.

 

Y las almas susurraban otro nombre, uno de aquel que sería el heraldo del salvador. Su poder ya se estaba fermentando, sus seguidores, comenzaron a acumularse. Para la nigromante roja, era claro su propósito y la razón de su supervivencia.

 

Debía conocerlo, debía encontrarlo a toda costa, a aquel que llaman Maestro Valentine...

 

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