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Dorito

[Historia] Tileya

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Tileya

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Raza
Draenei

Sexo
Mujer

Edad
316

Altura
2'11

Peso
98 kg

Lugar de Nacimiento
Talador

Ocupación
Inscriptora

 

Descripción Física

 

Draenei de estatura estándar y cuerpo delgado. Su piel es blanca como la nieve al igual que su albina y larga melena, su tez está marcada por un tatuaje rúnico en su ojo izquierdo, de su cuello sobresalen un total de 4 tentáculos, 2 a cada lado, decorados con aros de metal, sus cuernos crecieron hacia atrás,estos suelen estar decorados con cadenitas, colgantes, gemas o aros. Su melena suele dejarla caer libre hasta su cintura, tiene algunas trenzas en algunos mechones. Su larga cola también tiene decoraciones típicas de su pueblo, un aro de metal con gemas moradas y algunas cadenas finas de metal.

Suele ir vestida con ropajes de tonos violetas, adornado con metales y draenetistas, a la espalda lleva una gran bolsa con numerosos pergaminos y runas, también colgado una lanza ligera. Atado al cinturón suele llevar una cantimplora y su grimorio de runas. 

 

 

Descripción Psíquica

 

Intenta mantener un punto de vista objetivo ante todo y ser muy directa con sus pensamientos, no sabe expresar del todo sus sentimientos, por eso prefiere que no interfieran en sus decisiones. Suele estar de buen humor y hace bromas frecuentes, se preocupa mucho por su pueblo, anteponiendo todo a hacer tareas para ayudar en lo que sea. Siente una gran atracción hacia la inscripción, la que suele practicar con frecuencia, también por las artes arcanas, en especial encantamiento y evocación.

 

Historia

Spoiler

Nacida en las cercanías a Auchindoun, fue criada por sus padres, ambos investigadores de la magia arcana y sus ventajas para la sociedad Draenei. La enseñaron durante sus primeros años de vida la importancia que tiene utilizar la magia de forma responsable por el bien de su pueblo y no por la obtención de poder por razones egoistas. 

Tileya ya desde temprana edad mostraba una gran curiosidad sobre las runas, viendo en ellas una gran utilidad para el desarrollo de los Draenei, estudió también cómo evocar hielo, también a hacer encantamientos sobre armas. Su vida era tranquila, aunque su forma directa de decir lo que pensaba le provocaba más de un problema.

-No sé qué haces en inscripción, tienes una letra horrible y tus trazados son terribles, te vi abjurando el otro día y se te daba mejor. -Solía repetir a Kaleev, un aprendiz al igual que ella de inscripción, no se lo decía con mala intención, solo para que se diese cuenta de que tenía otros talentos a los que le podía sacar más partido.

-Ya lo sé Tileya, ve a molestar a otro. -Dijo en tono cansado y algo molesto a la Draenei, la cual se limitó a suspirar y seguir con sus estudios, aunque no lo mostrase, ese tipo de cosas le llegaba a afectar.

Su vida en Shattrath fue sencilla, no tenía muchos amigos pues a la mayoría le molestaba su excesiva sinceridad, pero a ella no le importaba, dio buenos progresos en sus estudios y sus padres se sentían orgullosos de ella. 

Pasaron los años sin muchos problemas, no solía salir de la ciudad nada más que para recolectar ingredientes para sus tintes o en algún paseo en familia. Llegaron las noticias de que los orcos iban a asediar la ciudad, Tileya no había tenido contacto con ningún orco, pero según lo que le habían contado, no habían tenido problemas en el pasado.

-Es raro que los orcos nos ataquen, no son una raza hostil hacia los draenei e incluso buena relación con algunos clanes... - Decía el padre de Tileya incrédulo ante la noticia, preparándose para la inminente batalla. -Debes marchar, tu madre y yo defenderemos Shattrath, por los Naaru y nuestra gente.

-Os esperaré, tened mucho cuidado, con la Luz. -Se limitó a decir observando con preocupación a sus padres, se fundió con ellos en un tierno abrazo y los observó marchar. Tileya no pudo evitar llorar, aunque lo hizo tras despedirse de sus padres, la idea de que fueran a una batalla contra una Horda de orcos no le agradaba en absoluto, aunque confiaba en sus habilidades y las del resto de sus hermanos, confiaba en que la Luz los defendiese.

La ciudad era un caos, había heridos y moribundos por todas partes, los gritos de dolor de su gente le helaba la sangre, era una imagen aterradora. Los orcos parecían enloquecidos, mostrando una sed de sangre irrefrenable en sus actos sádicos. 

-Ayuda... -Un murmuro agónico proveniente de bajo unos escombros llegó a los oídos de Tileya, veloz apartó los escombros como pudo para ayudar a la persona atrapada, pero era inútil, grito desesperada para que alguien más se acercase, pero fue inútil, sus gritos se perdieron entre los gritos de otros draeneis o el ruido de la batalla, cuando se iba a dar por vencida, un atisbo de suerte la sonrió, apareció un paladín que por sus actos parecía diestro, apartando los escombros con su curtido físico. -Carga con ella, debo ayudar a otros heridos, hay un grupo de Vindicadores al sur de la ciudad que evacuan a los civiles. -Su voz sonaba con eco por el yelmo, también con deje cansado del esfuerzo, tras decir eso y ayudar a levantarse a la herida que había bajo los escombros se marchó pronunciando un "Con la Luz".

Tileya pudo marchar cargando a la herida junto a un grupo de paladines fuera de la ciudad, siguiendo los consejos que le dio aquel paladín, yendo con los paladines y el resto de Draeneis refugiados, tuvieron un camino largo hasta el mar de Zangar dónde se refugiaron.

En el refugio había numerosos heridos de la batalla y por las desventuras del camino, además, no tardaron en llegar más, Tileya no había tenido más que algunos rasguños por la huida, pero salió practicamente impune en cuanto a su estado físico, pero todo el dolor y sufrimiento que presenció no se le olvidará nunca. Ayudar en tareas del pequeño campamento la mantenía alejada de los pensamientos de preocupación hacia sus padres de los cuales no había tenido noticias aún. En el refugio utilizaba sus conocimientos sobre runas para dar calor en las frías noches de la Zangar o para conservar la comida con frías runas de hielo, se esforzó también en atender a los heridos, dónde aprendió bastante en métodos de sanación. En el campamento conoció a un veterano Paladín llamado Keer'val, el cual vivió en Argus, el longevo Draenei contaba historias de lo increíble que era el planeta del que provenían y como unos seres demoníacos acabaron con él, los niños y heridos escuchaban asombrados las historias que este Draenei contaba, Tileya solía tener prolongadas conversaciones, interesada en todo lo que le contaba. El tiempo pasó y llegó la noticia de un nuevo Naaru en Shattrath, iban a reconstruir la ciudad Draenei y Tileya no podía faltar.

La noticia del fallecimiento de sus padres dejó destrozada a Tileya, ver los nombres de ambos en unas lápidas le quebró el corazón, eran las únicas personas en las que realmente confiaba y con las únicas que pudo abrirse del todo, pero no podía dejar que eso le afectase. Estuvo ayudando como pudo a la reconstrucción de la gloriosa ciudad Draenei, decidida a defenderla ahora y siempre de las amenazas inminentes, en memoria de sus padres y de los hermanos caídos.

 

Editado por Dorito
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