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Lish

Historia Lish

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  • Nombre del Personaje
    Lish
  • Raza
    Quel'dorei
  • Sexo
    Mujer
  • Edad
    80
  • Altura
    1.55
  • Peso
    56
  • Lugar de Nacimiento
    Lunargenta
  • Ocupación
    Mercenaria.
  • Descripción Física

    Pelo largo y rubio, facciones delicadas.

    De cintura fina y caderas algo anchas.

    Su voz es suave siempre con un tono tranquilo.

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  • Descripción Psíquica

    Orgullosa y valiente.

  • Ficha Rápida
    No (1000 palabras mínimo)
  • Historia

     

    En una casa de campo vivía una joven elfa. No una caseta tosca vieja y con goteras no,ni tampoco una caseta de piedra con olor a estiércol y restos de animales putrefactos, era una casa de campo elfa y esto implica limpieza. Muros de un blanco perfecto adornados con delicadas líneas doradas. El tejado, azul cian algo oscurecido,una serpiente plateada, símbolo familiar, coronaba la construcción.

     

    Extensos campos de cultivos exuberantes adornaban el paisaje colmándolo de color y un dulce aroma aquella mañana, mañana en la que un altivo elfo con semblante serio llamó a la puerta tres veces para luego esperar. La puerta se abrió, ante él se alzaba una muchacha de pronta edad, sus ojos, además de presentar el característico brillo azulado, expresaban duda y sorpresa. Varias horas tras la visita inesperada, al menos para Lish, fue llamada a la estancia principal, el hombre, esta vez algo más sonriente y acomodado en una de las sillas, tenía sobre la mesa un par de libros, pergaminos y una pluma muy elegante, con un gesto la invitó a tomar asiento. En estas hojas figuraban las firmas de sendos progenitores que se encontraban al final de la estancia tomándose la mano. A la mañana siguiente, Lish partía para comenzar su instrucción como hechicera, el principio de una nueva vida, que irónicamente la llevaría al fin.

     

    De vuelta a su dormitorio en una estrellada y cálida noche arrojó sus zapatos junto a la cama, tumbándose sobre ella, un joven con el que compartía alojamiento la felicitó por sus resultados en los exámenes del curso. Estaban sido unos largos años de dedicación, esfuerzo y estudio, pero al final había conseguido hacerse con el manejo básico de la magia arcana, aunque aquella noche no estaba para hablar, su cabeza estaba nublada por la bebida y el estómago le daba vueltas, fruto de los excesos de la celebración claro. Tras una breve conversación la joven se tumbó tratando de conciliar el sueño tratando de sobreponerse. Su mente comenzó a inundarse de imágenes de la fiesta, cánticos, espectáculos de luces, bailes, se revolvió en la cama, las luces comenzaron a flaquear, los cánticos comenzaron a transformarse en barullo y gritos, tembló. Al abrir los ojos e incorporarse sudorosa observó la estancia, Lucio no estaba en su cama, arqueó una ceja extrañada y al ver la puerta abierta supuso que había ido al servicio. El estruendo de una trompeta de guerra cruzó la estancia, Lish se quedó paralizada, parpadeo varias veces sin todavía creerlo, el sonido se repitió. Había llegado la hora.

     

    Corriendo por las calles de la ciudad observaba a los ciudadanos correr de un lado para otro, soldados formando camino de la puerta. Algo más tarde se encontraba lista y en formación para la batalla, sus piernas temblaban de los nervios, ¿Qué habría sido de sus padres y del pobre Lucio?, se encaminó al conflicto.

     

    Las tropas de la plaga avanzaban sin importar lo que encontraban por delante, debido a su ferocidad se vieron obligados a retroceder, en uno de los embates su escuadrón cayó y esta se vio obligada a huir tan rápido como daban sus cortas piernas, corrió y corrió hasta quedarse sin fuerzas, cuando se detuvo ante ella encontró la devastación, los campos arrasados, faltos de color y agotados ya de toda vida, al fondo una serpiente plateada brillaba a la luz de la luna, el interior de la estancia estaba a oscuras, las ventanas rotas y ni un solo signo de vida. Al llegar hasta la puerta encontró lo peor, un par de no muertos devoraban los cuerpos inertes de su familia, en un arrebato de rabia agotó sus últimas fuerzas haciendo estallar en llamas a ambos para después caer sentada y llorar, lloró hasta que no quedaban lágrimas, después cayó inconsciente por al sobresfuerzo.

     

    Un reino destrozado, la abundancia, la calidez y el jolgorio se habían convertido en hambre, frío y llantos. Los cuerpos se amontonaban por las calles en piras funerarias, el viento silba por las apagadas calles donde cientos de familiares lloran las pérdidas de los seres queridos. Pero pronto volvería la esperanza, el reino poco a poco comenzaba a levantarse de nuevo, más nada quedaba ya en aquel lugar para retenerla, buscando una vida nueva reunió las riquezas que podían quedarle y partió en busca de refugio a la vasta ciudad humana de Ventormenta.

     

    Grises muros de piedra, un tejado azulado, tarima de madera y unas ventanas adornadas con flores frescas,aunque las construcciones de Ventormenta no le agradaban en exceso no podía quejarse, había conseguido ahorrar una pequeña fortuna haciendo trabajos por aqui y por allá, unas fortuitas clases de magia, encargos mercenarios y todo aquello que estuviera bien pagado. Mucho había cambiado su vida en poco tiempo, todavía la perseguían en sueños los sucesos de aquella noche y despertaba empapada en sudor y lágrimas. La puerta sonó con tres golpes secos, se encaminó a la puerta para abrir a su esperado invitado, el lider de la compañia mercenaria se alzaba ante ella, fornido y con la tez oscurecida por el sol, su armadura algo arañada por el uso parecía realmente robusta, Lish tratando de contener su sorpresa habló con tranquilidad, no podía perder aquel encargo.

     

    La lluvia caía de forma copiosa sobre la compañía, un rayo rasgó el cielo nocturno, los caballos estaban inquietos, aunque pronto llegarían. La caravana avanzaba despacio camino de villa del lago cuando un miembro de la compañía alzó la mano, solo se escuchaba el agua caer contra el suelo...unos instantes más tarde un disparo de aviso cruzó el aire, se desató la pelea había bandidos por todas partes aunque el combate duró poco. Algo cansada y con apenas unos heridos Lish volvió a subir a su caballo, un corte en su brazo derecho y un duro golpe en el vientre habían sido solo un aviso, necesitaba continuar con su aprendizaje. Cuando volvió a su hogar se puso manos a la obra, preparó sus pergaminos y bajo a comprar el material que le faltaba, mañana mismo buscaría un mentor.

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