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Prototaip

Shu'go Kyrane

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Nombre del Personaje  Shu'go Kyrane  Peso 400 kilogramos
Raza Pandaren Lugar de Nacimiento  Valle de los Cuatro Vientos 
Sexo Hombre Ocupación  Ayudante errante 
Edad 27 años Creencias Ninguna
Altura 2,35 metros Alineamiento Legal Bueno

 

Descripción Física

Inmenso, robusto, a la par que pesado. No hay mejores adjetivos que puedan definir a Shu'go, siendo desde joven un pandaren de quizás demasiado tamaño y consistencia, a lo cual debe añadirse el entrenado junto a su padre para ser desde la mayoría de edad física un Ashigaru. Por su pesado cuerpo, quizás demasiado, y su fortaleza física, eso le hace muy lento para moverse a comparación de un pandaren usual, correr de un lado a otro esquivando, sin duda, no será lo suyo, siendo una mole lenta pero resistente en todo momento.

Lleva una armadura de cuero adaptada para su físico, regalada por su padre en su cumpleaños cuando alcanzó la edad para poder ser un Ashigaru de la milicia de su aldea, la cual siempre mantiene, además de un Kanabo, una suerte de porra de madera con remaches de hierro con el cual aprendió a pelear durante su estancia defendiendo la aldea de leves peligros cómo los Hozen.

Su peinado es largo atado en una larga trenza que le llega a media espalda, con gomas de color rojizo y su rostro se ve amigable pero con una cicatriz que le hizo un hozen en su primera y casi única defensa de la aldea con un fuerte arañazo, siendo un recordatorio de sus humildes orígenes.

Tiene una máscara de madera que utiliza en combate para proteger su rostro de ataques, además de posiblemente intimidar, regalada por su madre en su época de Ashigaru.

Descripción Psíquica

Honorable, justo, benevolente, protector. Desde joven le han inculcado estos valores gracias a su padre, el cual era vendedor de verduras y formaba parte de los Ashigaru para cuando debían defender la villa, pero no siempre estaba allí, ya que el negocio lo hacía en las grandes villas y ciudades alejadas de esa pequeña aldea apartada, a lo qué instruyó a su hijo sobre el arte del respeto y la protección al prójimo y de la ayuda desinteresada, pero no estúpida, debe ayudar al resto pero a sabiendas de qué no se aprovechan de él.

Se siente algo acomplejado por su físico, es grande, enorme, no pudo disfrutar ni ser tan ágil cómo sus amigos a lo largo de los años, le cuesta escalar, correr, danzar, y eso lo ha alejado un poco de toda esa actividad, pero eso no significa que sea un negado, solo qué son acciones que simplemente se le dan horrible, tropezándose, cayéndose, y eso puede ser fatal en muchas ocasiones.

Es algo inocente, aunque fuese instruido en el arte de no ser engañado es demasiado bueno y alocadamente protector con el resto cómo para ignorarlo, ayudando en necesidad a todo el qué lo necesite sin pizca de duda.

 

Ficha Completa

HISTORIA

Spoiler

Y todo empezó con un fuerte y robusto nacimiento, la madre de Shu'go fué la primera en sentir la inmensa fuerza de lo que estaría por venir, un pandaren de gran tamaño para los suyos saliendo de su cuerpo en el parto, muy duro en el momento mismo, pero una calma inmediata al salir, quizás definiría lo que sería de Shu'go de su personalidad y todo, alguien que en según que momentos era duro y fuerte, pero en otros, era simplemente una gigantesca bola de pelo a la cual abrazar.

Shu'go es el mayor de tres hermanos, teniendo los suyos (actualmente) 16 y 22 años, siendo el pequeño un chico y la de veintidós años una chica, debido al primer parto tan fuerte cómo fue el de su madre, el resto no se podían simplemente comparar a la fuerza del gran pandaren primogénito. Nació en una aldea de las muchas que había por el Valle de los Cuatro Vientos, no es conocida, pero es muy importante para él, llamada Aldea Ragaka, una exportadora de verduras con grandes campos de cultivo. Shu'go en su crecimiento fue alguien excepcional, pero torpe, desastrosamente torpe, era lento y no podía jugar a según que juegos debido a qué simplemente era demasiado poco rápido por el gran peso que tenía desde nacimiento, pero eso no le invalidó el poder divertirse durante su época de infancia, lo qué si que vino fuerte fue su padre cuando ya con a la edad de 14, empezaba a entrenarle cómo bien podía para a una buena edad para poder unirse, ser un Ashigaru de su aldea, la cual no recibía nunca ataques, y los pocos que recibieron eran de algunos Hozen sin organización alguna y los cuales huían de algún otro lado, así que no eran para nada un problema, teniendo paz en la aldea desde que tiene memoria Shu'go.

Eso sí, ser un Ashigaru es bonito, es honorable e importante a partes iguales, pero no es algo que puedas tomarte cómo un trabajo, no es remunerado, sino que lo haces por un amor y sentimiento de protección hacia los de la villa, o eso decía su padre, así que de vez en cuando abandonaba la aldea para acompañar a su padre en las ventas y aprendió al trato con desconocidos a la hora de intentar convencerlos sobre un trato, levemente, no participó activamente pero en su día a día si debe negociar se lleva esos conocimientos a la cabeza para guiarse, ya que su padre tenia en mente que a la larga, él heredase el negocio familiar y siguiese con la tradición. Su madre el día que se alistó le hizo un obsequio, una máscara, una máscara de madera personalizada hecha a mano por ella que ayudaba en la construcción de casas en la aldea y la manipulación de madera, siendo una con decorativos pandaren tradicionales hecha para ayudar en los combates a su hijo y qué no pudiesen atacarle tan fácilmente al rostro, pero sería irónico más adelante.

Un día, un extraño día, con Shu'go teniendo 19 años hubo un evento lo nunca visto en años en la aldea Ragaka, ¡un ataque de unos Hozen! ¡Cómo puede ser posible! Fue el primer "combate" serio de Shu'go, y no pudo ser más marcado para él. Tenia miedo, era normal, nunca tuvo en frente algo que pudiese intentar hacerle verdadero daño de verdad, llevando la armadura de cuero hecha para él a base de ahorros que su padre hizo de la tienda, y un kanabo que tuvo el día que se alistó en la milicia, regalada por el Duizang de la aldea, siendo un ex-miembro del Shado-pan retirado, el cual le enseñó también a pelear y a defenderse, pero notó lo que todos, Shu'go no era ágil, su cuerpo no le dejaba, y seguramente nunca le dejaría.

Peleó, sí, pudo dar golpes a los simios que escuchó pero nunca vio con sus ojos, se defendió cómo pudo siendo un novicio y lo que no esperaba debido a qué no pudo reaccionar, fue un hozen saltandole al rostro y... le quitó la máscara que hizo su madre para este propósito propinándole un garrazo en la mejilla que le dejó marcada una triple cicatriz en paralelo, siendo rescatado por un aliado Ashigaru con un flechazo que acabó con la vida del hozen atacante. Retuvieron el ataque con facilidad por la experiencia de los combatientes y Shu'go pudo ya considerarse alguien que había peleado en su vida de verdad aunque fuese contra una criatura así, y comprendió, que esa vida era la suya, la vida del protector, la vida del salvaguarda, la vida de alguien que la dedica a la protección de sus hermanos pandaren para qué no sufran daños de los peligros de Pandaria. Su padre al enterarse no mentía, ni su madre, estaban preocupados porqué temian por la seguridad de su hijo fuera de la aldea, y sus hermanos estaban igualmente preocupados a la par que tristes de qué ese fuese su objetivo a largo plazo, pero lo entendían, incluso el más pequeño, tuvo la ilusión de algún día ser cómo su hermano mayor.

Y mantuvo el entrenamiento en los Ashigaru, pero sufría bastante por el físico, le hicieron escalar, correr, rodar, pero... nada surtía efecto, lo único que consiguió mejorar fue en la escalada y porqué de joven intentaba seguir el ritmo a sus amigos en las piedras qué debian escalar para llegar a una zona de juego en una colina empinada, en la cual más de una vez se calló, pero cómo bien dijo su padre igualmente, ser ashigaru no es para toda la vida ni mucho menos, pero Shu'go no quería la vida del comerciante, quería la vía de poder ayudar y la mejor forma... pensó que era abandonando la aldea junto su arma regalada por el Duizang, mochila, y armadura obsequiada por su padre, emprendiendo el quizás interminable viaje qué mantendría hasta que desfallezca en combate o se establezca en alguna villa cómo nuevo Duizang para guiar a los jóvenes en el arte de la protección y el combate.

 

Editado por Prototaip

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