Vasily Mazadura

[Bullet 59]

Los elementos se han despertado.

La vida en Tierras del Interior ha sido, al menos desde hace un tiempo, relativamente tranquila. Allí todo enano tiene algo que hacer. Al menos todo enano siempre está haciendo algo. Vasily, algo vago, nunca mostró mayor interés por nada en particular. Bueno… Sí. Había algo que sí que le interesaba de verdad: ser jinete de grifos. Quería ser un experto jinete de grifos, un sueño que parecía alejarse cada vez más con el paso del tiempo. Montar grifos no era algo que pudiese compaginar con la organización de la choza de sus padres. Su progenitor, Vasily Mazadura, el original, enfermo de sus pulmones desde hacía veinte años, no podía realizar ninguna tarea y se pasaba ocho de los siete días de la semana en casa. Esa era la mayor herencia que le dejaría (a parte del nombre): partirse el lomo por atenderlo en la cama. Esto supondría una carga para el enano martillo salvaje con aspiraciones a jinete. Pero todo fuese por la familia, ¿no? Al fin y al cabo, no podía abandonar a su madre, Halbrine, hija de Höl Plumavuela, en la ardua tarea de sobrevivir día a día en las llanuras verdes de Pico Nidal.

Pero claro, lo que había estado haciendo los últimos años no era un trabajo. Por eso Vasily padre instó a su hijo a que comenzase a buscar una ocupación. Y, a pesar de su falta de interés (ya que parecía que ningún camino le llevaría a su destino), el enano buscó una rama en la que instruirse. Fue su madre quien le puso en contacto con un gran chamán de confianza de su familia, y es que la familia Plumavuela siempre había tenido mucha tradición espiritual.

Vasily Mazadura aprovechaba unas pocas horas a la semana para escaparse y alejarse de esas obligaciones que no quería hacer más. Era un enano ya adulto, pero para sus progenitores seguía siendo el chico de los recados. Estas escapadas le hicieron cambiar su consideración hacia el chamanismo. Cuando vio la posibilidad de forjar un vínculo con los espíritus, su perspectiva cambió y su interés fue creciendo gracias a esa relación que siempre había tenido con la naturaleza. Pero sin duda este interés fue a mucho más cuando asistió a las primeras exposiciones del gran chamán con el que había hablado su madre. La soledad que tanto apreciaba de sus paseos entre los árboles se habían convertido en una conversación constante con el entorno. Vasily aún no dominaba las artes que estaba empezando a conocer, podría decirse que no tenía ni idea. Pero aún así sentía que estaba empezando a surgir una conexión.

Además de esto, las escuchas y los retiros al bosque hicieron que empezase a generar una independencia mayor. Comenzó a cazar para sobrevivir varias jornadas de meditación en los llanos y montes que rodeaban su hogar. Empezó a ver el poder que ejercían el aire y el agua en su hogar, junto con la tierra para sus cultivos o el implacable poder del fuego en noches de tormenta que habían arrasado más de un cobertizo alguna vez. Además, comenzó a ver al amor de su vida, los grifos salvajes, con otros ojos. Parecían dominar sin complicaciones el aire y eran ágiles y veloces en tierra. Los veía en contacto total con los elementos. Y sin esfuerzo. Y eso le fascinó.

Siempre se consideró afortunado de poder tener de compañeros de casa a estos nobles animales, tan grandes y majestuosos, sus hermanos. Así que de esta forma se pasaba muchos días; observándolos en la lejanía mientras buscaba el equilibrio sentado en las praderas. Y aunque el sueño de montar uno, compartir su vida y su conocimiento del mundo con un verdadero grifo martillo salvaje parecía bastante lejano (y más ahora que el chamanismo había irrumpido en su vida), daba por sentado que en algún momento lo conseguiría.

Porque cuando Vasily Mazadura murió (y hablamos de Vasily Mazadura padre), Vasily hijo se sintió totalmente libre por fin. Se había deshecho de las cuerdas que le ataban para todo lo que hacía y en cierto modo se alegró de la muerte de su padre. Al fin y al cabo había dejado de vivir hacía mucho tiempo. Además, su madre, aunque ya mayor, recibiría ayuda de los demás ciudadanos como viuda de honorable soldado del ejército Martillo Salvaje. Que, aunque nunca había sido lo suficientemente honorable ni lo suficientemente soldado, para los muertos nunca se tenían malas palabras. Y cuando Vasily se vio tomando las riendas de su vida de una vez por todas, se imaginó el mundo que le esperaba allá fuera lleno de sorpresas, buena comida, hermosas mujeres y espíritus errantes otorgadores de sabiduría.Y su primera parada sería Dun Morogh 

Porque algo había aparecido dentro de él.

Porque los elementos se habían despertado.