Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Bastián

Balin: De Loch Modan

Recommended Posts

 

bb0319ab.jpg

Nombre: Balin Imblisson de Loch Modan del Clan Forjaspina de los Barbabronce

Raza: Enano Barbabronce

Sexo: Hombre

Edad: 127 Años

Altura: 1,15 metros

Peso: 81 kilogramos

Lugar de Nacimiento: Loch Modan

Ocupación: Guerrero en desgracia

 

Descripción física:

Enano de piel carcomida por una vida sin miras en las heridas que se causa, de una juventud sanguinaria, con variadas y diversas cicatrices a lo ancho de su cuerpo, que mantiene en buena forma, con brazos y piernas anchas dotadas de musculatura resistente, de rostro que normalmente tiene una expresión cansada conjuntada con una sonrisa placentera que denota despreocupación, parece ser el rostro perfecto de alguien quien sabe que tiene los días contados, cubierto por una capa de pelo lacio, sucio y completamente canoso que se une a su barba de elaboradas trenzas finas.

Descripción psíquica:

Balin es un enano que ha aprendido a reirse de la vida y de si mismo, manteniendo un carácter jovial pese a su edad, sin vergüenza en aceptar ni admitir sus propios errores aunque tampoco en señalar los de los demás, pues si la vida le he enseñado algo es que si no te das cuenta de que estás pisando mal acabarás cayendo por el borde de un acantilado, le gusta guerrear tanto o más que contar sus historias, aunque estas muchas veces sean tediosas y demasiado extensas. En cuanto a su clan, lo ama y honra como cualquier enano de bien, aunque disfruta de mantenerse cerca y solo acude a ellos en situaciones por motivos especiales, como una reunión, una perdida, una petición de ayuda, etc...

 

Editado por Bastián
  • Like 1

Compartir este post


Enlace al mensaje

"¿Balin?" Le susurró una voz femenina, proveniente de una tosca campesina. 

Balin Imblisson de Loch Modan era el nombre con el que se había presentado en la posada ofreciendo sus servicios a quienes ahí habitaban, aunque muchos recibieron a este enano con miradas escuetas y cortantes palabras, la campesina lo recibió con ojos distintos e invitó al guerrero a sentarse a su mesa. Lo cierto es que no siempre había ido posada tras posada como si fuera un maldecido mercenario, no... 

Provenía de más al norte, aunque sin pasarse, en las frescas colinas de Loch Modan donde los enanos hacían sus hogares dentro de la tierra, aunque no eran agujeros sin más, olorosos y salvajes como una guardia de trol, eran casonas enanas amuebladas con piedra y madera, con librerías de textos sagrados para el clan, tapices históricos, extensos comedores, una gran chimenea que transmitiera el aire hogareño. 

Ah... Loch Modan, que buenos recuerdos le traía. Recordaba perfectamente su juventud, hijo de un par de guerreros en una hacienda poblada no demasiado lejos de la fortaleza de Modin, el hogar principal de su clan, los Forjaspina, aunque separados de ella por un violento río llamado La Garganta, un caudal natural que se sacudía violento casi todo el año excepto en el verano cuando la sequía hacía mella, temporada que los enanos aprovechaban para reunirse con sus familiares lo que durara la estación antes de volverse a los montes bajos y bosques de pinos.

Los Forjaspina no eran un clan realmente importante en Loch Modan, pero si populares maestros herreros conocidos por mantener una armamentística tradicional, lejos de cualquier arma de fuego o innovación de las últimas décadas del clan Barbabronce, ni una mota de pólvora se permitía en el interior de la fortaleza de Modin y esto atraía a muchos enanos ajenos al clan, deseosos de comprobar si calidad de estas armas de "la vieja escuela", aunque por la mera virtud de ser de la vieja escuela era un negocio seductor. 

El líder del clan se llamaba Báin, y se acercaba el momento en el que su hijo Báin II iba a tomar su lugar en la montaña, pero antes debía mostrar su valor a toda la fortaleza. Cada festival del verano que los enanos Forjaspina celebraban, Báin II organizaba distintas competiciones entre los enanos como cacerías, luchitas, forja de armas, carpintería... con tal de probar su valor, aunque no habían muchos enanos interesados en buscar la gloría, acostumbrados a una vida más bien humilde, al menos los adultos, los jóvenes como Balin no le decían que no a estos concursos sociales que rápidamente ganaron popularidad entre los enanos más violentos. 

Fue durante la época del séptimo festival de la última década que un ferviente Balin armado con un hacha y una maza, ansioso de reunirse con hermanos, primos y primos lejanos para comprobar la calidad de su fuerza, pues para la herrería no poseía el talento, un envejecido Báin anunció que este año se le recompensaría al mejor guerrero con la tradicional maza Rompespina que por mucho tiempo el mismo Báin había portado, solo aquel que probara ser el mejor de entre los mejores tendría el honor de portar su arma. ¡Oh, esa noche todos hablaron de esa maza!

Balin entrenó durante tres estaciones aguardando la llegada del verano, estaba decidido a perseguir esa recompensa como muchos otros miembros del clan, no tenía una baza segura más que su propia convicción, había ido en caza de troggs, trols y otros, se había ensuciado las manos numerosas veces al defender las casonas del pueblo de una horda de orcos e incluso había dado pelea cuando ogros intentaron robar las abejas de la abuela Pitra, convencido de que iba a ser el mejor guerrero tuvo que esperar hasta que el río amainara para cruzar los puentes hacia la fortaleza.

En fila doscientos enanos formaron armados frente a las grandes murallas de la fortaleza Forjaspina, enterrada en una montaña y flanqueada por túneles de minas hendidas en el cordillera, mientras frente a ella grandes laderas se extendían en colores verdes y marrones, continuadas por sendas arboledas de pinos altos y anchos, caza y madera para los enanos. Los pretendientes Forjaspina eran todos guerreros estándar de su clan, armados con jabalinas y armaduras ligeras de cuero y metal, normalmente con la barba curvada cual anzuelo, algunos con escudos, otros con hachas, pero todos portando encima de ellos los colores de su clan, el verde y el dorado. 

El Gran Reto de la Gran Maza, como fue llamado este evento, consistía encontrar, recuperar y devolver la prestigiosa maza de la familia Forjaspina, aquel que portara el arma sagrada al cruzar el puente hasta la boca de la fortaleza sería el vencedor. En compañía o solitarios, todos los enanos se marcharon, Balin contaba con sus hermanos e hijos para ayudarlo, se autodenominaron Imblilkar, algo así como "llaneros de Imbli", y se aproximaron a los lindes de aquel fresno bosque que suponía un reto amenazante para ellos quienes del otro lado del río, lejos de la fortaleza, jamás habían pisado. Pero haciendo memoria de los consejos de sus montarraces se adentraron en este. 

El reto duró semanas enteras, semanas sin descanso para los participantes que se peleaban unos con otros, aunque nunca cruzando la línea roja, buscando la maza. Fue la Luz Sagrada aquella que brindó la fortuna al grupo Imblikar que encontró la maza después de que Budin, primo-hermano de Balin, casi se ahoga en un lago, mientras aleteaba desesperado por volver a la superficie el resplandor del metal lo cegó. Ahí en la profundidad de un lago se encontraba casi impoluta la sagrada arma de los Forjaspina, de metal reluciente alguna aleación dorada con mithril, mientras que otros enanos alcanzaron las cavernas y reductos del bosque, gracias a su incompetencia completaron el misterio. 

Tontos ellos que celebraron ese mismo día, llamando la atención de los "Reyes de la ladera", el grupo de Báin II, quienes antes de que abandonaran los bosques enfrentaron a Balin y a sus compañeros, diezmando sus fuerzas y arrebatando el trofeo, aunque ellos no lo habían encontrado, la única condición era cruzar con la maza la entrada de la fortaleza de Modin. Avergonzados, los Imblikar regresaron derrotados solo para ver como el espinoso Báin II cruzaba las puertas con el recibimiento de miles de vitoreo además de los brazos de su padre.

Los enanos de lejos de la fortaleza regresaron a su hogar ese mismo día, estuvieron tan cerca pero a la vez tan lejos. Aunque no todo fue perdida, pues ese año Balin aprendió 3 cosas, la primera es que fueron unos estúpidos, la segunda es que daba igual la lucha que rindiera sus méritos estaban lejos de ser los de un rey de la montaña, y la tercera es que a veces la vida te golpea contra el suelo mientras te dobla el brazo y te jala del cabello por razones que se desconocen. Ah, y una cuarta, que por amarga que sea la derrota, dulce es la cerveza que la cura.

Cuando llegaron a casa, los enanos fueron recibidos con un banquete y risas, no de su fracaso, si no por la mera virtud de haberlo intentado, aunque Balin disfrutó de esto asumió la responsabilidad de haber traído a casa no prestigio si no vergüenza. Se marchó después de que se la semana de fiestas finalizaran, prometiendo regresar cada vez que hiciera falta. Y es una promesa que mantiene hasta el día de hoy, aunque se ha pasado más tiempo fuera que dentro de Loch Modan, lleva siempre su hogar en el corazón, por más que le duela sus perdidas del ayer. 

¿Pero que más da? A veces se pierde y otras se gana. Y en esta mesa el enano tenía las de ganar. 

"¿Conque gnolls, un carro de mula y un bosque estrecho que cruzar? ¡Espero que traigas tus monedas y que te emocione tanto como a mi hundirte en el fango, porque me tienes en tu Compañía!"

Editado por Bastián
  • Like 2

Compartir este post


Enlace al mensaje

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Responder en este tema...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.

Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...