Nathan 226 Denunciar mensaje Publicado July 1, 2017 (editado) Nombre: Venaentus Raza: Draenei Sexo: Hombre Edad: 200 años Altura: 2.5 Peso: 210 Lugar de Nacimiento: Argus Ocupación: granjero, ex-rangari Historia completa Descripción física: draenei de azul oscuro cuyo físico denota portentoso y atletismo. Su rostro está envejecido por cuencas apagadas y un par de cicatrices en su pómulo derecho. Sus ojos redondos y bondadosos contrastan con una cejas elevadas que da la impresión de disciplina cosa que en sí transmite el resto de su rostro como con unos labios firmemente cerrados hacia abajo y un mentón cuadrado. Tiene dos cuernos prominentes hacia arriba entre los que asoma una coleta azul corta. Cita Historia - Mira Ehleena, hace tiempo que quería mostrarte esto… - el draenei grande y corpulento, vestido con ropa humilde y ajustada al trabajo de campo, dijo esto a la par que se levanta de su asiento improvisado sobre un fardo de heno y toma una caja pequeña de madera que había en una repisa oculta tras las escaleras que daban al siguiente nivel del granero-. - ¿De qué se trata tito Vaendal? – los ojos de la niña irradiaban curiosidad y diversión al girar su cabeza desde la mesa de trabajo en la que manipulaba el cristal violáceo de una lámpara desmontada -. - Son cartas, tanto viejas como recientes… algunos apuntes, páginas de diario que andaban en el desván de los días en el que mis padres aún Vivian aquí. – Removía la espiga de su boca buscando la siguiente palabra mientras que con su mirada trataba de percibir la reacción de la joven draenei-. Elheena dejó la reparación a un lado y se levanto, dirigiéndose a su tio y poniendo una mano sobre la caja -. Que interesante. ¿Son de los abuelos o tuyas?.- el tono de su voz bajaba conforme veía en el rostro de su tio un menguante ánimo-. - Son de mi hermano, Venaentus. Tu padre, Ehleena .- miro el rostro de su sobrina buscando perdón mientras recibió solo negación-. - No puedes hacer esto, ya sabes que él no… - se frustró con su tio hasta que tras dar un par de vueltas en la tentativa de aceptar lo que Vaendal le prometia se sintó hundida y buscó apoyo en el montón de heno, desde el que miraba ahora sus pezuñas-. Su tío fue tras ella y le rodeó con uno de sus brazos mientras que con el otro le aproximaba la caja, ya entre abierta. - Ha vuelto a contactar conmigo, y se arrepiente de lo que hizo. No estoy intercediendo por nadie. Te quiero y solo quiero que, antes de decidir vivir aquí para siempre, sepas realmente que clase de draenei es tu padre y por qué tomó sus decisiones. Los ojos húmedos de Ehleena tornaron a su tio, quien le sonreía pese a todo y tomo algo de aire antes de hablar, mirando hacia fuera de la hacienda, donde los Talbuk pastaban. - Los días eran apacibles en la granja de Tabulks que ocupaba nuestra familia. Aquí, en estos límites de las praderas de Naggrand con la ciudad de Teelar la vida era mucho más pacifica aunque te pueda sorprender. La robustez y simpleza de esta casa fue el refugio necesariopara dos mellizos que abrieron sus ojos por primera vez ya en Draenor. Fue la primera generación que se han encargado de criar a los Talbuks y sacar provecho de su pelaje, la leche, carne y cuernos para subsistir, tal y como hacemos tu y yo. Todos tienen su papel en este sociedad y ese fue el que cumplimos tras aterrizar en Draenor . Nuestros padres trataron de inculcarnos ese papel y desde pequeños ya realizábamos las tareas de la granja juntos, pero tu padre nunca terminó de estar satisfecho. Venaentus se movía con impulso aventurero, inquieto, con visión más allá de los límites de la hacienda de Talbuks.- rio por un instante recordando aquello-. El muy pillo me engañaba para que cargase con los turnos de cuidado de los Talbuks de forma muy granuja para escaquearse al bosque. Empezó a adiestrarse él mismo en la puntería con la vieja ballesta que nuestro padre guardaba para espantar a las alimañas que osaran asaltar a la piara de Talbuks y provocó algún que otro disgusto por su gatillo rápido. No tardó en pedir el permiso de nuestros padres para unirse a la Mano de Argus. Ahí se separaron nuestros caminos por primera vez y más adelante fue cuando conoció a ti madre y cu-… -miró a su sobrina, quien parecía confusa hasta que menciono a su madre. Le tendió la caja-. Será mejor que seas tú quien conozcas a tu padre de su propia mano. Ahleena levantó la tapa de la caja. En ella una docena de cartas formalmente guardas, hojas rasgadas de un diario, anotaciones varias en papiros amarillos por el desgaste del tiempo y algunos fragmentos de cristales de arcanita. Caminó hacia su mesa de trabajo con rostro hueco e hizo a un lado los proyectos sobre los que trabajaba pese a su corta edad. Ni el ruido del metal y la chatarra deslizarse le apartaban de aquellas notas. Tomó asiento y sin saber por dónde empezar tomó una hoja de diario doblada dos veces sobre sí. ******* Puedo decir que ya soy considerado un rangari más por el resto. Siento en cada una de mis pisadas y movimientos que estaba destinado para explorar y vigilar los bastos parajes naturales de nuestro nuevo hogar. La cuadrilla lo ha visto en mí y yo en ellos. Cuando salí de la granja de talbuks no sabía lo que me esperaba en la academia. Alimentar a los talbuks no es como montar trampas a contrarreloj en el bosque de Terrokar, o cruzar caudalosos ríos con tu equipo encima sabiendo que de tu siguiente paso dependerás no solo tu si no el resto de tus compañeros. He de decir que no todo fue gracias a mi, sin ellos nunca hubiera logrado este reconocimiento que hoy recibo. Bhélor quien me enseñó el montaje de arcos y a leer todo lo que la naturaleza puede mostrar, Maaré y su contagioso ánimo y espiritualidad que hacían las noches acorralados por Arakoas más esperanzadora, los gemelos Hom´eliar y su forma de comunicarse durante las maniobras. Yhalel sin embargo tiene un color especial, es como aquella sensación el sol de Nagrand cuando dormía al raso y cuidaba de los Talbuk, y el grupo lo ha visto en mi forma de interaccionar con ella. Pero la Luz proveerá, todo será como tenga que ocurrir y si tomo el destino es tan claro como la verdad que hay en mis sentimientos por ella, que así sea. Espero que la Luz nos bendiga con prosperidad a todos nosotros. ******* Una segunda carta para su tío estaba era la siguiente hoja a leer. ******* Para Vaendal, mi hermano. No hay palabras que puedan plasmar mi arrepentimiento hermano, y si escribir esta carta te enfurece estás en tu derecho de hacer lo que quieras con ella. Te hice cargar con mis responsabilidades, pero lo más importante, he hecho a mi hija participe de ellas pero si quiero recuperar el derecho a su afecto he de enmendarlo. Perder a la mayor parte de la cuadrilla protegiendo caravanas de refugiados hacia Shatthrath, la huida dejando atrás a Yhalel sacrificándose por Ahleena, la dura espera hasta que unos pocos logramos escapar en el Exodar y todo para acabar en un mundo desconocido, que dañamos y entrañaba peligros nuevos de los que no parecíamos escapar, donde supe pronto que esos despreciables orcos que causaron tanta desgracia siguen aquí… tantos años durmiendo a lo largo del espacio para contemplar con temor como todo se podría volver a repetir Vaendal. Te obligué a tomar cargo de su custodia en un acto de cobardía porque no en aquel momento no creía que pudiera hacer nada para protegerla y sin embargo solo me retiré al lamento. Pero el profeta a hablado, veo como mis hermanos se levantan por mi y vuelven a construir un nuevo hogar. No me considero buen draenei, ni tan si quiera un buen padre y a la vista queda lo que puede valer mi palabra cuando dejé la Mano, pero ahora me siento preparado para reconstruir lo que queda de nuestro pueblo y volver a hacer de estas Islas algo a lo que llamar hogar, y puede que entonces haya saldado todas las discordias que sembré. Que la Luz os provea a ti y a mi querida Ahleena. ******* Editado July 1, 2017 por Nathan Quote Compartir este post Enlace al mensaje
