Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
diacono17

Damien Almos

Recommended Posts

  • Nombre: Damien Almos
  • Raza: Humano
  • Sexo: Hombre
  • Edad: 20
  • Lugar de Nacimiento: paramos del poniente
  • Ocupacióncazador de entidades malignas

 

Descripción física:

Damien es un Hombre atlético de 1.85 de alto, piel clara, cabello negro, ojos color verde, nariz fileña, algunas marcas en la espalda a consecuencia de latigazos, rostro de facciones fuertes, no lleva barba ni bigote, pesa 90 kilogramos, manos fuertes por el trabajo físico, viste una armadura de mallas, placas y lleva una espada a dos manos heredada de su padre fallecido, también lleva un collar con un adorno de metal en forma de cruz que era de su madre fallecida, una mochila con algunos papiros y escritos, pluma y tinta.

 

 

Descripción psíquica:

Damien es precavido y silencioso, solo habla para expresar sus ideas cuando es importante, aunque esto no lo hace alguien asocial, puede entablar vínculos afectivos y sociales de manera normal, aunque lo hace de manera superficial; para ganar su confianza se necesita tiempo y acciones que lo merezcan, es entregado a ayudar a los necesitados y débiles lo cual hace tener un alto sentido de humanidad. Normalmente es tranquilo y paciente, pero si lo hacen enojar o tratan de destruir lo que ama o es suyo, es un fiero combatiente. Damien es melancólico y entregado a sus pensamientos, detesta profundamente las artes oscuras y su propósito es eliminar del mundo toda criatura vinculada al mal.

 

 

 

Historia:

Era una noche tranquila en paramos del poniente, en la espesura de la noche, un grueso humo salía de la chimenea de una granja, mientras sus habitantes en la seguridad de su interior cenaban y hablaban de manera entusiasta colmados de eso que llaman felicidad, aquella amena reunión fue interrumpida por dos golpes secos pero fuertes a la puerta, los habitantes guardaron silencio y la alegría se tornó en duda, no era normal que en la noche llegaran visitas y menos cuando los vecinos más cercanos los separaban varios kilómetros de distancia considerables; el hombre cabeza de familia se levantó y se dirigió a la puerta, con calma quito un madero que trababa la puerta, lo dejo a un lado de la chimenea y abrió con cautela, dejando un pequeño espacio para poder observar, del otro lado en la entrada se encontraba de pie un hombre de altura mediana, cabellos largos y grises, una espesa barba y una túnica que al parecer lo protegía del frío, llevaba una pequeña mochila colgada de su hombro, todo indicaba que era un viajero perdido en la noche y nada más, el hombre cabeza de familia pregunto con voz fuerte y decidida que se le ofrecía a esas horas de la noche en su propiedad, aquel hombre se tardó unos segundos en responder, cuando lo hizo una voz quebrada y algo ronca salió de su boca respondiendo de manera seca lo que parecía obvio, era un viajero que no tenía donde pasar la noche, solo quería un lugar donde protegerse del frío y de los peligros que trae consigo la oscuridad, el hombre cabeza de familia que era alguien noble y de buen corazón, no pudo negarse ante aquella petición, al parecer solo era un anciano indefenso en busca de refugio, no sería ningún peligro o molestia para ellos pensó, y cambiando su tono por uno más cordial le dio la entrada a su casa.

pasaron 5 años y aquel anciano extraño que una noche llego pidiendo refugio en aquella granja, se fue quedando con la familia que tan gentilmente le abrió la puerta y le brindo su hospitalidad, el hombre cabeza de hogar, su esposa y su hijo que actualmente tenía 15 años ya lo veían como uno más de su familia, pues aquel hombre supo ganar su confianza, con trabajo físico en la granja pagaba su estadía, y al hombre cabeza de familia no le venía nada mal, ya que su ayuda aminoraba las tareas que tenía que cumplir y así tenía más tiempo libre para entrenar a su hijo en el arte del combate, lo cual hacía con más frecuencia, pues luego de dejar el ejército, por momentos extrañaba empuñar el mango de una espada; de igual manera su hijo seria en un futuro el que lo remplazaría y tenía que estar preparado para cualquier situación que se presentara, y una de ellas sería ir a la guerra, eso era lo que pensaba el hombre cabeza de familia, pero en la mente del joven solo existían pensamientos acerca de ayudar a la personas más necesitadas y brindarles apoyo en los momentos de adversidad, por eso desde que tenía 10 años, cada día que se le presentaba la oportunidad, se escapaba a la aldea más cercana a su granja y ayudaba al párroco de la iglesia en diferentes actividades, de esa manera estudiaba los libros que en ella se encontraban y de la mano del párroco, aprendía sobre la filosofía de la luz y todo lo que representaba en el mundo.

Una noche cuando la familia cenaba de manera tranquila un fuerte golpe derribo la puerta, la familia extrañada, miraba conmocionada lo que sucedía, de repente el anciano entro a la casa, sus cabellos grises cubrían su rostro pero dejaban entrever unos ojos llenos de maldad y una sonrisa malévola que helaba la sangre, el hombre cabeza de hogar trato de tomar su espada y atacar pero su esfuerzo fue inútil, cayó de rodillas frente al anciano mientras este con una magia extraña drenaba su vida, un cuerpo sin vida y huesudo caía frente a su familia sin que estos pudieran hacer nada, luego hizo lo mismo con la esposa, pero al hijo lo dejo vivir, sería su sirviente y ayudante desde aquel día, una condena que sería peor que la misma muerte.  

Desde aquella noche trágica, aquel muchacho se convirtió en el esclavo de aquel anciano, lo hacía trabajar sin descanso y de noche lo encadenaba en el establo para que no escapara, cada día era una agonía entre trabajo y torturas, cuando parecía perder la fe, recordaba la imagen de sus padres, imaginándose como haría justicia por aquel acto de maldad que le arrebato lo que más quería, buscaba cada día la oportunidad para liberarse, pero al final nunca llegaba, se sentía perdido y olvidado.

El tiempo pasaba y así transcurrieron 5 años, aquel joven se hizo hombre, aunque había sido torturado durante mucho tiempo, no había perdido su fe, ya que se aferraba cada día a la esperanza de poder ser libre, eso le daba sentido a su vida a pesar de vivir en un infierno. Un día mientras trabaja en la granja, el anciano salió de la casa y con furia lo arrastro hasta su interior, en la mesa de la morada había un libro abierto y algunos símbolos extraños dibujados en el piso, ya en el interior, el anciano arrojo al joven al suelo, se acercó al libro y comenzó a leer, pronunciando palabras desconocidas pero que erizaban la piel de solo escucharlas, el joven sin saber qué hacer y temiendo su fin comenzó a decir una plegaria a la luz, y con todas sus fuerzas, levanto su mirada y diviso la espada de su padre al lado de la chimenea, de manera automática se movió con rapidez y tomo la espada, cuando el anciano se dio cuenta de aquella acción, trato de abalanzarse sobre el muchacho, este con la espada entre sus manos, sintió como la fuerza del recuerdo de sus seres amados inundaba su ser, su cuerpo se movió guiado por la voluntad de lucha y la fe; con un golpe de la espada atravesó el pecho del anciano el cual se derrumbó inerte frente a sus pies, decidido, corto la cabeza del anciano, luego hizo una fogata a las afueras de la granja y quemo el cuerpo junto a las pertenencias del anciano, al mirar el fuego se sentía liberado, por fin el recuerdo de sus padres descansarían en paz.

Ahora que el joven tenía control de su vida, juro por la memoria de sus padres que acabaría con las presencias malignas que trataran de atentar contra los inocentes, convirtiendo su granja en un albergue para refugiados de la guerra, personas sin hogar y todo aquel ser flagelado por la injusticia y el dolor, con lo poco que tenía podría ofrecer una ayuda a aquellos que no tenían nada; darle un poco de esperanza a los caídos.

Editado por diacono17

Compartir este post


Enlace al mensaje
Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...