Daraniel Alar'doral

[Rolf 233]

Edad	75 Primaveras.
Altura	177cm.
Peso	55Kg.
Complexión	Atlética y delgada.
Misceláneas	Cicatrices menores varias por su servicio como forestal.
Apariencia	Una quel'dorei joven, de cuerpo esbelto y entrenado, su tez es clara y sonrosada. Su rostro es de rasgos finos y se ve bombardeado por sutiles pecas, de nariz y labios delgados, estos últimos de vivo color. Sus ojos son dos pozas centelleantes de maná vivaz mientras que su cabellera es larga y de tonalidad que imita un campo de trigo a contraluz de un atardecer, en servicio tiende a recogerlo en una larga trenza.

Miedos y/o traumas	El miedo rige su vida, miedo a la pérdida de los suyos y a la extinción de su gente, guarda en la memoria a cada camarada que vio fallecer durante su servicio.
Hobbies	🤫
Personalidad	Una personalidad que destaca tanto por perfeccionista y puntillosa, como por paranoica y controladora. Rasgos que si bien eran propios de ella, se desarrollaron de forma explosiva en las guerrillas contra los trols del bosque y la batalla contra los no-muertos, le mueve una obsesión por mantener a sus camaradas seguros y reducir todos los riesgos posibles. Protectora de los suyos e impasible al punto de cruel con quienes les amenazan, a mas se reduce el pueblo quel'dorei, mayor es su afán en protegerlo. Tiende a ser cercana y cálida con los de su raza, pero para tratar con otras culturas tiende a ser recelosa y distante.
Conocimientos	Conocimiento del idioma thalassiano y común así como su escritura. Conoce tácticas de guerrilla, el uso del arco y combate cercano con armas cortas, saberes de supervivencia en el bosque y sobre algunos animales. También ha estudiado a su enemigo ganando cierta comprensión sobre el actuar de los trols y los no-muertos.

Spoiler

Era una sala amplia, grandes arcos abiertos al exterior filtraban la luz de Belore otorgando al lugar un ambiente vivo y radiante sin ocultar la belleza del bosque encantado, en las paredes del lugar colgaban orgullosos pendones de tono celeste rodeando un halcón dorado. Múltiples eran las esbeltas figuras esparcidas por el espacio, pero los protagonistas de la escena no eran otros que una fila de una docena de jóvenes elfos que permanecían firmes y enfilados lateralmente. Frente a ellos otro elfo, de aspecto mas maduro, cabellera larga y castaña mezclada con una pequeña trenza en la parte zurda del flequillo, su armadura mas detallada le delataba como capitán forestal.

"Sois los hijos predilectos de Quel'thalas"-Pronunció mientras se paseaba frente al grupo de jovenzuelos. "Todos habéis demostrado estar a la altura, superando las pruebas impuestas por vuestros instructores. Pero a partir de aquí, comienza vuestra verdadera instrucción. Seréis los ojos de El Alto Rey de los Elfos, los protectores de nuestra gente, el orgullo del Alto Reino. Bienvenidos al cuerpo de forestales, que vuestro servicio sea largo y nuestros enemigos tiemblen al oír los silbidos de vuestras flechas."

Daraniel se encontraba entre los jóvenes de la fila, hacía un notable esfuerzo por contener su ilusionada sonrisa, firme, ojeaba de reojo a sus compañeros, quienes parecían encontrarse en una situación similar, a su zurda Aeran, amigo de la infancia de la muchacha, de cabellos cortos con un tono rojo vivaz. Hijo de arcanistas, siempre fue peculiar, la rebeldía de no seguir el camino de la magia se mezclaba con formalismos y filosofías mas frívolas aprendidas de sus padres. A su diestra Arawynn, la aspirante mas ejemplar, seria en su hacer, con dotes de comunicación y empatía por sus camaradas, su gesto de seriedad y orgullo resultaba mas convincente que el del resto de sus compañeros.

El recuerdo se difuminó en negrura, de la negrura y, de la negrura, dos focos de luz tenue. La imagen cobró forma, las luces se apagaron según la vida escapaba de los ojos de Aeran, aún con una expresión de repentina sorpresa en el rostro gorgoteando sangre tanto desde la boca como desde el arma que le había arrebatado la vida, una rudimentaria hacha que precisa, aterrizó sobre su cuello. Alar'doral sintió un tirón de su brazo que le ayudó a ponerse en pie. "¡Devuelve el fuego!" ordenó Arawynn arrastrándola a la cobertura de un árbol. La mente de la joven pareció bloquearse entonces, dejó de pensar en Aeran, dejó de pensar en si misma, se limitó a cumplir la orden cual autómata, devolviendo flecha tras flecha hacia los emboscadores.

De nuevo se nubla la imagen, Daraniel sigue disparando junto a su compañera, pero los objetivos esta vez son necrófagos, esqueletos, zombis y mas horrores avanzaban a paso ligero, sin dudar ante la lluvia de saetas, el asalto de los no-muertos fue fiero pero breve, yacían en minutos docenas de los cuerpos putrefactos apuntalados con flechas o destruidos por magia. Pero no era mas que la primera oleada, una lluvia de flechas y amalgamas de carne putrefacta llovieron contra los elfos replicando desde el otro lado, La forestal cayó al suelo ante el impacto cercano de una de las amalgamas, con un gruñido levanto la mirada, ahí estaba Arwynn, de nuevo ofreciéndole la mano para ayudarla a alzarse, pero entonces la tierra se quejó y de la nada erupcionó una criatura arácnida de la tierra que golpeó con fiereza a su compañera. Daraniel actuó veloz, alcanzó su arco y coloco una flecha en el astil, apuntó a la criatura entonces, solo para presenciar el segundo exacto en el que una de las garras de la criatura atravesaba el corazón a su compañera. Dudó y tembló hasta que sintió un cosquilleo subiendo por su pierna que le hizo errar el disparo hacia un lado, pequeños escarabajos trataban de escalar su cuerpo, gritó y perdió el agarre del arco, apartó cuantos insectos pudo con la mano echando a correr por su vida.

Daraniel se despertó con sudores fríos. Se levantó de su lecho y se dirigió hacia el ventanal, corriendo las cortinas para ser recibida con la luz del alba, los vivos colores de las Tierras del Interior y el cantar de las aves. Suspiró por un momento, algo mas relajada, pero con la mente aun enturbiada por sus oscuros recuerdos. Se vistió y abandonó el hogar para visitar en una zona algo alejada de Quel'danil. Modestos memoriales de piedra se erguían sobre la tierra, tantos como jóvenes elfos hubo en la graduación al cuerpo de forestales, menos uno, la elfa, solemne, colocó flores sobre cada uno antes de plantarse ante el memorial que tenía grabado "Arwynn" en bella simbología thalassiana.

"Se bien que nunca fui la mejor de entre nosotros. Pero os lo prometo. Mientras viva seguiré luchando, lucharé por cada uno de los que ya no podéis luchar, lucharé por nuestros ideales y por nuestra gente." Pronunció acariciando la fría piedra, cerró los ojos y guardó silencio por largos segundos, antes de abrirlos para regresar a Quel'danil.

 

Editado February 8, 2023 por Rolf