Roleros Destacados

Raza Humano Genero Masculino Orientación Sexual Demisexual Edad 45 Años Altura y Peso 1.85cm y 110Kg Lugar de Nacimiento Kul'tiras Ocupación Marinero Es un hombre prominente, era conocido por sus compañeros como ''La Muralla Blanca'' debido a la curiosa armadura de metal ligero de color blanco y el escudo de torre blanco que portaba. Una figura de puro musculo, robusto e intimidante, aunque con un carácter amigable, algo sombrío debido a las historias y traumas que carga a cuesta de sus hombros. de cabellos blanquecinos y un a prominente cicatriz en el ojo izquierdo fruto de un golpe que le haría perder la visión de su ojo en una enardecida batalla en la que moriría su amada esposa y sus tres hijos serian raptados de sus brazos. Miedos y traumas Aberforth es un hombre que a tocado el fondo del abismo, su mayor trauma y que hasta el día de hoy no ha llegado a superar del todo es la perdida de su esposa Laurent y la desaparición de sus 3 hijos, poniéndose bastante sensible al momento de hablar de estos temas y no dudará en romperle la cara a cualquiera que ose meterse con la memoria de su esposa o el bienestar de sus retoños. Pasatiempos y Hobbies Disfruta del aire libre, aun asi su mayor pasatiempo y lo que lo mantiene de algún modo cuerdo es el cuidado de su cuerpo, dedicando gran parte de este al entrenamiento físico. Personalidad Es un sujeto jovial y carismático, con un aura algo sombría y melancólica detrás de este, suele ser un buen hablador, y una grata compañía, compartiendo historias de sus tiempos de viajero y capitán de embarcación, pero no es bueno tratando temas personales intentando evadirlos. Conocimientos Ha aprendo en sus décadas de servicio en la armada a navegar, manejar la artillería de barcos medianos y grandes y durante su época de comerciante los precios de productos locales y negociar de forma asertiva. de igual forma sabe desenvolverse de forma básica en la naturaleza siendo capaz de apañárselas en situaciones de emergencia. Aberforth nació en una familia del campo, hijo de Kendra y Percival Gaunt, su madre, fue una mujer de fe, entregada a la religión de una forma bastante disciplinada, cosa que intentó inculcarle al niño de forma directa, aunque Aberforth nunca fue un niño interesado en el tema, por otra parte, si que prestaba atención a las historias de su padre, quien era un oficial de la armada Tirense. Su padre no solía permanecer demasiado tiempo en casa, capitanear una fragata solía mantener alejado de sus deberes como padre, aun así, solía enviar cartas de forma recurrente a su familia, siendo un padre amoroso y deseoso de permanecer el mayor tiempo posible con estos. Un día, cuando Aberforth tenía cerca de 10 años las cartas dejaron de llegar, cosa que traería en el niño un carácter rebelde. su madre después de la desaparición de su amado esposo comienza a deteriorar su salud hasta el punto de fallecer por una insuficiencia cardíaca. Después de quedarse completamente solo en el mundo, iniciaría una vida de bandidaje como forma de reprimir el dolor profundo que sentía por la pérdida de sus padres robando caravanas mercaderes, barcos de pesca, y viajeros desprevenidos. Después de pasar casi toda su adolescencia como bandido, sería acorralado por las fuerzas Tirenses los cuales desarticularon su banda de matones y pasaría 3 años en prisión. A sus 19 años de edad y cerca de su liberación de prisión por buena conducta, conoció a su ‘’tío’’ quien en verdad no compartía sangre con el, solo era el mejor amigo de su padre y siempre había estado preocupado por la familia de su buen amigo desaparecido sintiéndose directamente responsable de ellos ante la falta del padre. este hombre, de nombre Bertrand, durante la estancia de Aberforth en prisión mantuvo un contacto cercano con este, ayudando a desahogarse de todo ese cúmulo de emociones que nunca había tenido oportunidad para dejar ir el sentimiento de dolor. Bertrand fue un gran apoyo para Aberforth, y después de su salida de prisión le animaría a entrar en la armada, legandole la bitácora de su padre y su reloj de bolsillo. después de este encuentro, Aberforth entraria en la marina tirense en búsqueda de las respuestas del paradero de su padre. Después de lograr ingresar en la marina y pasando su tiempo libre investigando la bitacora de su padre a la par de intentar indagar en la información conocida por oficiales de la armada gracias a su estrecho contacto con alguno de estos y a los contactos de su tío, Aberforth no logró sacar nada en claro, a su padre parecía que la mar se le hubiese tragado, literalmente, incluso en su registro de baja ni siquiera aparecia el lugar de muerte, ya que en sí nunca se encontró un naufragio de su fragata, y solo registraba como ‘’Perdido en servicio’’. Durante unos años, frustrado por la falta de resultados dejó la investigación de lado, centrándose en su carrera militar. Durante esta etapa conocería a quien seria el amor de su vida y quien daría un nuevo sentido a sus días, Una joven mercenaria en un puerto de Boralus de nombre Laurent Fournier, de carácter coqueto y encantador, nativa de Kul'tiras y con un auge aventurero a flor de piel. hicieron migas de forma bastante rápida, y después de unas cuantas citas y enredos románticos que durarían cerca de 3 meses, la parejilla decidio unir su vida en santo matrimonio. después de la boda, Aberforth decidió solicitar la baja del ejercito, y con los ahorros de años invirtió en un bonito Berganti, el cual adaptaría como hogar y medio de transporte, iniciando una aventura comercial de la mano de su amada Laurent ahora de apellido Gaunt. Fueron 20 años de dichoso matrimonio y vida tranquila y marital, la cual daría fruto a tres hermosos retoños, dos señoritas y un caballero, Anna, Fiorenlla y Bastián, nacidos y criados a bordo del Balckswallow, la nave/hogar de la familia Gaunt. Mas los vientos del destino son caprichosos y decidirían golpear de forma brusca y destructiva a la feliz familia. Uno de los hombres de la tripulación de Blackswallow habria traicionado a la familia, vendiendo información de un valioso cargamento que trasladarían desde la capital Tirense, hasta tierras de kalim dor a un sanguinario pirata, causando que el Blackswallow fuese interceptado y abordado por la tripulación de este hombre. se desataría una batalla enardecida, los piratas no daban tregua y la tripulación del Balckswallow aunque contaba con escolta no era una nave militar, lo cual los haría caer de forma estrepitosa ante la fuerza abrumadora de la tripulación pirata. Aberforth en una maniobra para darle tiempo a su familia de escapar en un bote salvavidas llamaría la atención del capitán pirata hacia el ala de capitaneó más la maniobra saldría bastante mal, Laurent caería presa de un disparo por la espalda de uno de los tiradores de la tripulación pirata y los tres retoños siendo solo unos niños, quedarían a merced de los despiadados hombres. Aberforth destrozado por la muerte de su otra mitad parecía un lastre arrastrado por el viento, pasando sus últimos minutos de conciencia abrazando el cuerpo agonizante de su amada, quien en un último aliento dejaría salir un dulce te amo para cerrar sus ojos y morir entre los brazos del hombre. El capitán pirata entonces miraría al desvalido hombre, destrozado por la perdida, quien solo mantenía la cordura por el bienestar de sus hijos, se acercó a este esperando que fuese una presa fácil, lo que no esperaba era la frenética y rabiosa respuesta del hombre, iniciando un combate singular desenfrenado, que terminara el capitán pirata con un brazo prácticamente cercenado y Aberforth malherido después de una herida casi mortal en el lado izquierdo de su rostro. la visión comenzaba a nublarse y en un intento de proteger a sus hijos caminó hacia estos desplomándose en frente de los tres retoños cerrando sus ojos observándolos por última vez. Se sentía caluroso, sudado, le dolía el lado izquierdo de la cara, sonidos de llantos desesperados y un grito de ‘’Papá…’’ a lo lejos le despertó de la inconciencia. no había nadie, estaba en un catre en una humilde casa en una ciudad que luego se enteraría de su nombre. Una anciana abrió la puerta del cuarto, tenia un rostro jovial, ‘’Un hombre muerto vuelve a caminar…’’ dijo con una sonrisa en su rostro la mujer, se llama Luciel, al parecer su hijo mayor mientras pescaba había encontrado su cuerpo no muy lejos de la ciudad en una playa. estaba confuso, muy confuso, parecía una pesadilla pero no lo era, Laurent estaba muerta, sus tres hijos desaparecidos y el medio muerto en una ciudad de nombre Stromgarde bastante lejos de su natal Kul’tiras, un sentimiento de venganza tan profundo de su corazón que había carcomido cualquier resquicio de piedad que tuviese, deseaba ver a ese hombre muerto… no había olvidado su cara, y jamás la olvidaría, ese hombre debía morir. 5 años han pasado desde entonces, lo único que alienta a un hombre que lo perdió todo es el deseo de ver el mundo arder, su venganza se convirtió en su estandarte, con paciencia trata de socavar toda la información posible del paradero de ese sucio pirata, y después de muchos años, incluso la búsqueda de su padre le a vuelto a dar fortaleza.