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Rolf

Mairith Craigdottir

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Nombre completo

Mairith Craigdottir Quiebraescudos del Clan Rompemares de los Martillo Salvaje.

Raza

Enana.

Clase

Guerrera.

Especialización

Luchadora ebria.

Trabajo

Aquí y allá.

Alineamiento

Buena a veces caótica y a veces legal. Lo cual la hace neutral buena o caótica buena al no haber orden en su alineamiento, bueno.


 

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Edad

46 veranos.

Altura

1,45m, algo encima de la media enánica femenina.

Peso

70Kg de enana musculosa.

Complexión

Musculosa y atlética, no parece sobrarle nada.

Misceláneas

Tatuajes azulados característicos de su pueblo, estos tatuajes de tonalidad azul oscurecido toman distintas formas aunque pocas de ellas parecen representar algo concreto, sobre su ojo uno de los tatuajes son tres lineas zigzagueantes que parecieran representar una cicatriz de algún tipo de la misma forma que otro tatuaje que simula la marca dejada por las garras de un animal descendiendo por el lado derecho de su cuello, otro, bajo el labio inferior que parece representar tres puntas de forma similar a colmillos, en el hombro derecho cuenta con un par de tatuajes mas que no tienen forma sino que son patrones que como brazaletes, de los cuales uno rodea su brazo mientras que el otro forma una linea que baja por el contorno de su costado .

Apariencia

Una enana joven, piel de tonalidad neutra. Su cuerpo está entrenado y consta de músculos marcados y esculpidos que acercan su imagen a la de aquellos que son sus ancestros de piel de piedra. Su altura es ligeramente sobre la media de su raza dándole un aspecto menos rechoncho a su cuerpo de lo que se espera de un enano. Tiene una larga cabellera pelirroja como el fuego coronando su cráneo, normalmente guardada en una larga trenza que deja caer a su espalda o sobre su hombro. Sus cejas también rojizas y curvas hacen un buen trabajo al transmitir las emociones de su rostro, justo sobre sus ojos que asemejan topacios de mirada penetrante. Su nariz es algo afilada, algo no muy común en su raza, pero que pareciera darle mas sintonía con los los grifos, compañeros ancestrales de los martillo salvaje. Siguiendo hacia abajo se encuentran sus labios ligeramente prominentes y de vivaz color.


 

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Miedos y/o traumas

El deshonor y las aguas profundas o tumultuosas.

Hobbies

La gresca y la elaboración de brebajes alcohólicos.

Personalidad

Como enana criada en una cultura de valores chamánicos posee buen corazón y se ha criado con una mentalidad práctica, la mayoría de cuestiones en la vida para ella tienen una solución fácil y obvia, y aquellas que no la tienen son cosas en las que no merece la pena meterse. De carácter orgulloso, pendenciero y bajo temperamento, hacen de ella una persona violenta que sin embargo es capaz de pasar de la pelea a las risas con facilidad, resultando fácil para ella perdonar pequeñas molestias o agravios, normalmente tras liberar su estrés, lo cual comúnmente significa compartir golpes. Mas allá de su fachada beligerante Mairith cree firmemente en una serie de valores que debería seguir toda persona respetable, siendo estos la lealtad, ser fiel a la palabra y el coraje. Siente predilección por proteger la naturaleza y a las criaturillas indefensas de la misma, mientras que siente aversión por abusones.

Conocimientos

Enánico común y su dialectos Martillo Salvaje tanto orados como escritos. Conoce la lengua común vulgar pero puede llegar a perderse si la hablan con cultismos y palabrerías, puede leerla con algunas dificultades y escribirla cometiendo atroces faltas de ortografía. Sabe golpear y poner en funcionamiento todo el peso de su cuerpo para causar el mayor daño. Conoce de plantas e ingredientes relevantes para la confección de licores, esencialmente cervezas. Trato aceptable con los animales. Ritos chamánicos básicos, pero no las pautas para llevarlos a cabo, simplemente identificarlos.


 

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La gran esfera que es el sol bendecía con sus últimos rayos de luz la tierra bajo el, anunciando con sus tonalidades anaranjadas su cercano descanso. Esta tierra era verde, vivaz, de altas montañas que rozan las nubes, lagos profundos y extensas playas, bosques y praderas rocosas, una tierra repleta de vida, pero que, pronto, dormiría como el mismo astro. Bueno, no toda la vida. Pues en el hogar del Clan Rompemares, una aldea amurallada, costera, de viviendas creadas con roca y madera, concretamente en un edificio que si bien cubierto por un tejado, solo constaba de dos muros, este dejaba uno abierto como una gran entrada que invitaba a todos a ver el jolgorio del interior y adentrarse y, el otro, abierto como un gran balcón que da a una terraza de vistas al agitado mar. Esta era la taberna Gimlisson, cuyo patrón Gimli Gimlisson heredó de su padre, cuyo padre compartía su mismo nombre. En este atardecer, como en muchos otros, gran parte de la aldea había decidido terminar el día con jolgorio, hermandad y alcohol. Rinnart Espalda de Roble, Fergus Nuevededos y Nasha Peloescarcha; jóvenes enanos del clan todos ellos, parecían enzarzados en una discusión.

No puedes estar hablando enserio, ¡La cebatruenos es la cerveza mas sobre valorada de todos los Martillos!-Exclamó Rinnart, de frondosos cabellos morenos que contaba ademas de un cuerpo extremadamente velludo.-

No está sobre valorada, se ganaron el nombre por mérito propio, ¿Cómo crees que se diferencia del resto sino?-Replicó Peloescarcha, enana flaca de cabellera blanca como la nieve y ojos grises como diamantes.- El renombre no se gana por coincidencia.

El tercer enano, aquel de barbas rojas y escaso cabello con solo 4 dedos en una de sus manos faltandole un meñique alzó su voz.- ¡Un martillo salvaje podría haberlo hecho mejor! Lo que pasa es que somos menos, eso pasa, por eso triunfa mas la cebatruenos, sino la cerveza que destila mi abuelo estaría en el lugar de la cebatruenos, vaya que si.

Mientras estos discutían, no eran conscientes de una cuarta escuchante, que se tomaba su propia cerveza de manufactura personal mientras atendía indetecta esta conversación, sus dedos parecían tensarse y hacer fuerza en torno a su jarra y su ceño fruncido parecía estar tallado en su rostro como si no pudiesen alterarlo ni a golpes.

¡Já, tu abuelo hace buena cerveza, eso es verdad! ¿Cuando le preguntarás su secreto?-Replicó Rinnart.

Me dijo que me dará la receta tallada en una losa cuando su alma parta con los ancestros. ¡Así que no la espero pronto!

¡Ten un poco mas de fé!- Exclamó de nuevo Rinnart con una carcajada.- Al menos tendrás algo que merece la pena y no tendrás que beber de esta basura Cebatruenos.

Suficiente. Ya había escuchado demasiado. Mairith dejó la jarra sobre la barra con un golpe seco y se dio media vuelta con los brazos tensos, caminando hacia el trío. Estos la vieron, llegar, Nasha retrocedió un par de pasos, Rinnart y Fergus alzaron sus cejas y sacaron pecho.

El sol ya había caído del todo dejando paso a las lunas y las estrellas tomar su lugar, La oscuridad se había adueñado de las praderas y las montañas, pero con timidez, pues los astros aun reflejaban una cantidad de luz considerable, una noche despejada con miles de miles de luces en el cielo nocturno. Bajo este manto de estrellas estaba la aldea del Clan Rompemares, en la cual, junto al acantilado que abre hacia el mar, se encuentra la taberna de Gimlisson. quien heredó la taberna de su padre Gimli, cuyo padre compartía el mismo nombre. El jolgorio del lugar se había convertido en un desmadre, ahora iluminados por antorchas, se apreciaban líquidos desparramados por el suelo, entre los cuales se distinguen la cerveza y en menor medida la sangre, algunas sillas rotas daban un ambiente rústico al lugar, sobre una de las mesas cuatro enanos bailaban, rodeándose los hombros con los brazos con gran hermandad. Rinnart Espalda de Roble, quien ahora tenía un incisivo roto y sangre seca colgando de su nariz, Fergus Nuevededos, quien tenía la mejilla hinchada con una tonalidad rosada, Mairith Quiebraescudos con un circulo morado alrededor de su ojo izquierdo y el rabio reventado y finalmente Nasha Peloescarcha, quien no tenia rasguño alguno, pero disfrutaba del baile con sus camaradas, todos meneando las piernas al unísono entre risas.

¡Como golpea esta mujer!¡Que demonios le echas a tu cerveza!-Pronuncio a duras penas Nuevededos con una carcajada.

¡Receta familiar Nuevededos, receta familiar!-Replicó la pelirroja quien tampoco contuvo su risa mientras bailaban sobre el caótico escenario, al ritmo de las palmas de algunos espectadores en niveles similares de embriaguez.

Quizás después de todo, la aldea no dormiría.

Editado por Rolf
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