Zorte

[Brahen 312]

• Descripción Física

  

   

  Tez verdosa como la de cualquier otro goblin, pelo negro, ojos rojos y una sonrisa de dientes afilados como pequeñas dagas. Sus orejas presentan pequeños cortes y su piel muestra alguna que otra quemadura, explosiva o química, quien sabría decir a éstas alturas. 

  Ha dejado crecer su barba para pasar desapercibido.

• Descripción Psíquica

  Impulsivo, ambicioso, codicioso, acaparador, manipulador, obsesivo, debilidad por el juego... el epítome de todo lo que debe ser un goblin de bien.

  Cobardica y pusilánime a la hora de la verdad, prefiere que otros se hagan cargo de las consecuencias de sus actos o planes.

  <<¿Ética? No me suena esa streaper, ¿en que pub baila?>>

• Historia

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  Nacido en Gadgetzan, Tanaris, comenzó a estudiar alquimia en un taller al ser entregado por sus padres, a la tierna edad de 9 años, por un puñado de monedas de plata al mes hasta su mayoría de edad, para poder mal comprar una barbacoa de segunda mano, que todo sea dicho, era de las mejores que se podían encontrar en la ciudad goblin.

  Pasó gran parte de su infancia entre probetas, decantadores y émbolos de vidrio, aspirando vapores tóxicos y otros no tan tóxicos, robándole siempre que podía más de un sorbo de kaja-cola a su jefe, quien le enseñaba el oficio más noble entre los goblins, y no era la alquimia: estafar.  

   

  

   

  Habiendo aprendido a hacer unas pocas pociones y mejunjes, su jefe y él se dedicaban a vender producto de baja calidad o falsificado en las calles de Gadgetzan: pociones de salud rebajadas con mucha agua, kaja-cola que no era más que agua estancada con colorante y edulcorante, refrescos carbonatados de diferentes colores y que no quitaban la sed... 

  El negocio iba en alza, ambos soñando con llegar a convertirse algún día en poderosos Príncipes Mercantes Goblin, todo se vino a bajo el día en que a su jefe, en un ataque de avaricia, se le ocurrió falsificar Elixir Tragonublo, provocando que la atención del lider, y por qué no decirlo, dueño de Gadgetzan, posara su atención en ambos.

   

  

   

  Su jefe había volado demasiado cerca del Sol, los hombres de Marin Tragonublo irrumpieron en su taller y destrozaron todo cuanto tenían, tomando preso a su jefe y asestándole una paliza de muerte. Zorte se escondió en la trastienda, logrando sacar un par de cosas de valor, que vendió para reunir dinero y viajar a otro puerto goblin donde no se le conociera, para intentar crear un nuevo emporio.

  El puerto más barato y cercano era Trinquete, empeñando cuanto pudo salvar, y preservando un pequeño juego de mesa alquímico, realizó el viaje. Antes de llegar a tierra, ya había logrado reunir una buena cantidad de monedas de cobre de los marinos de abordo, vendiéndoles falsos elixires para respirar bajo el agua.

  No estaría mal reunir un grupo de allegados y aprender algo de alquimia, ya que estamos.

  <<Principe Mercante Zorte no suena nada mal, ¿verdad?>>