Honon Corazón de Oso: Tero'shan

[Bastián 217]

Honon Corazón de Oso

«Druida de la Zarpa»

 

Descripción física:

Kaldorei sin agilidad alguna, contextura estoica y extremidades corpulentas, con dedos gruesos e increíblemente torpes que le han costado más de un accidente, su cuerpo musculado de tez moradilla porta inscripciones de tatuajes que se curvan en arcos sinuosos o dibujan una huella, además de cicatrices menores. Rostro joven que destaca solo por la enorme cantidad de vello en cejas, barba y por supuesto, su lacia melena que se deja siempre crecida, de color verde, decorada con coronas de flores.

Descripción psíquica:

Elfo huidizo de las responsabilidades y detractor de la hegemonía kaldorei, de naturaleza terca cree tener todo el tiempo la razón, le gusta hacer las cosas a su manera y rechaza cualquier método que no comparta, sobre todo si no viene de un druida, razón por la que no suele tener un maestro entregado enteramente a él. Aunque suele renegar de las compañías e intenta espantarlas con un comportamiento animalesco, la verdad es que tiene un buen corazón, ama a su pueblo y no dudará en dar su mano o zarpa.

 

• Nombre: Honon Corazón de Oso
• Raza: Kaldorei
• Sexo: Hombre
• Edad: 146
• Altura: 2,26 metros
• Peso: 149 kg
• Lugar de Nacimiento: Astranaar
• Ocupación: Alumno del Circulo Cenarion
• Historia completa

Editado January 18, 2020 por Bastián

[Bastián 217]

Historia:

En los bosques de Vallefresno existía una arboleda no demasiado lejos del pueblo civilizado de Astranaar, donde la luz de la luna era incapaz de atravesar las enredaderas y gruesas ramas de los árboles, ese lugar era llamado por los elfos de la noche como "Sauce Sombrío". Decían que Elune había bendecido ese lugar ocultándolo a los ojos extranjeros e indignos y así pudo mantenerse a salvo durante las grandes guerras, muchos elfos y elfas de la noche acudían al Sauce Sombrío para pedir refugio a los espíritus fatuos, no obstante, los espíritus los rechazaban. 

No fue después de la Guerra de las Dunas, con el despertar de un druida llamado Yondu, atraído por la magia de los fuegos fatuos, tuvo la valentía (u osadía) para entrar en comunión con la naturaleza de ese bosque oscuro rogando a los espíritus del Sauce Sombrío su magia para hacer de esta tierra un punto sano lejos de las amenazas que sacudían al nuevo mundo. La leyenda dice que tardó doscientos años en convencer a los ancestros del bosque para que abrieran sus raíces y nutrieran el suelo para construir una pequeña aldea, aunque algunos le llaman a esto un acto benigno de testarudez, para otros significó el nacimiento de un nuevo seno para su gente. 

Sauce Sombrío alcanzó una población de doscientos elfos, aunque la inmensa mayoría eran artesanos que construían abalorios y tallaban tótems a los fuegos fatuos del bosque, habían también druidas que querían aprender de Yondu y escuchar como había guardado la calma durante doscientos años para entrar en contacto con los escurridizos espíritus de la naturaleza. Eventualmente su historia se extendió entre la población de la aldea recluida en el Sauce Sombrío, lo llamaron Shan'do y contaron cuentos acerca de su misteriosa persona:

"Dicen que hace mucho tiempo, Yondu despertó del sueño al oír desde su letargo los misterios que guardaba el Sauce Sombrío. Los espíritus del bosque ahí eran ancestros especialmente caprichosos, cortantes como el viento y tercos como la madera de los árboles torcidos.

Al intentar hablar con los espíritus del bosque, fracasó numerosas veces. Derrotado busco la ayuda de sus guías, Ursol y Ursoc, los dioses salvajes, aunque sus cuerpos habían caído hace mucho tiempo, su fuerza continuaba impregnando la naturaleza. 

Ursol y Ursoc comunicaron al druida una enseñanza. La fuerza no está en aquel que grita, golpea y ruge más fuerte para tener lo que quiere, la verdadera fuerza está en aquel que es capaz de esperar a merecerlo. 

Con esa moraleja Yondu regreso al bosque y meditó con increíble paciencia durante mucho tiempo, hibernando y viviendo en ese bosque como si se tratara de un árbol. Aprendió a moverse entre las raíces sin hacer un solo ruido, a conocer cada sombra y a escuchar cada animal.

Los espíritus del Sauce Sombrío finalmente lo aceptaron pues había desvelado el misterio. El secreto era la paciencia y la dedicación, eran Ursoc y Ursol."

Yondu hizo del Sauce Sombrío un pueblo de esta enseñanza, estos elfos aprenderían de él la paciencia y la dedicación como él fue capaz de aprenderla de los Ancestros. Los adultos solían ir y venir del túmulo donde había hecho su hogar, eventualmente este se volvió un monasterio de lecciones y aprendizaje, el Shan'do no solo enseñaba a druidas, si no también a niños que aspiraba a toda clase de profesiones en su aldea, pero que absorber sus virtudes que se volvieron tradicionales para este pueblo, sobre todo como pilar al culto de la naturaleza.

Entre los alumnos de Yondu habían muchísimos jóvenes, hijos e hijas de los adultos que en el pasado había instruido, eran casi cien jovenes, altos y bajos, maduros o inmaduros, hombres y mujeres. Entre ellos destacaba un joven de gran envergadura que estorbaba en la fila, empujando accidentalmente a sus compañeros por ambos lados, incómodo. 

- ¿Tu nombre? 

- H-honon, shan'do. ¡Honon Corazón de Oso!

Yondu había entrenado a un elfo llamado Corazón de Oso anteriormente, pero hace mucho que no lo veía pero si su memoria era la correcta hacia desde la Tercera Guerra este valiente druida cayó victima de las garras de los demonios. Aquí se presenta su hijo sin duda alguna, pues compartía su tamaño estoico pese a que este se veía algo reducido por su expresión cabizbaja avergonzada.

Honon se trataba de un elfo con un corazón tan grande como su estómago, aunque sus compañeros solían otorgarle motes humillantes o mínimo irrespetuosos. Esto era, pues su gran porte, era su mayor defecto. Actuaba con torpeza todo el tiempo, tropezando, golpeando accidentalmente e incluso tumbando a otros sin quererlo, creando todo tipo de accidentes que justificaban el rencor que le guardaban sus pares, y aunque muchas veces terminaba a orillas de la única charca lunar donde la luz de Elune brillaba, nunca se quedó solo. 

Su maestro, Yondu, estuvo ahí para acompañarlo como era su deber en sus momentos más difíciles. Aunque no era una sorpresa, Honon creía que el Shan'do tenía alguna razón por la cual siempre estaba observándolo, animándolo a mejorar y a aprender con más cualidad. Pero no tenía forma de descubrir qué es lo que era exactamente. 

Pasaron los años en los que ambos aprendieron uno del otro, el maestro conoció más de cerca a su aprendiz. Era alguien capaz de proteger a sus amigos aunque peligrara, enfrentaba sus miedos con tal de proteger a otros, mentía si eso te hacia sentir mejor, quería el bienestar de ti. 

Honon también conoció acerca de su maestro, quién tenía una admirable habilidad para escabullirse y fundirse con las sombras, los rumores decían que Elune lo había recompensado por su paciencia con la habilidad de desaparecer entre las sombras la luna. Conoció sus motivaciones, la humildad que había dentro de él y la aprendió, tanto como la tenacidad que encarnaba, aunque no pudo eliminar la timidez.

Finalmente llegó el día en que el sensei y el pequeño (no tan pequeño) saltamontes llevarían caminos distintos. Yondu debía regresar al Sueño Esmeralda pues era su responsabilidad como druida celar aquella dimensión, mientras que Honon tenía una responsabilidad con sus antepasados en convertirse en el protector de los Kaldorei y de la Naturaleza. Antes de despedirse, el Shan'do confesó un secreto a su mejor alumno, veía en él uno de los pocos espíritus benignos cuyo corazón era afín a sus virtudes, a las virtudes de Ursoc y Ursol.

Inspirado y con la promesa de que no sería la última vez que se verían, el pequeño gran Kaldorei se marchó del Sauce Sombrío para emprender su misión para desenredar el misterio de lo que debía hacer para lograr convertirse en un druida de la Zarpa. 

 

Forma de oso: Honon se transforma en una bestia de envergadura casi anti natural, de gruesos colmillos, garras y piel, cubierto por un pelaje oscuro marcado por tatuajes pálidos en formas lunares o bestiales, con dos grandes orejas violeta que arruinan cualquier pretensión de camuflaje.

Editado January 18, 2020 por Bastián