Ly'lianne Stel'maris

[Feyre 91]

Nombre completo	Ly'lianne Stel'maris	Raza	Quel'dorei
Edad	113 años	Sexo	Mujer
Lugar de nacimiento	Brisa pura	Altura y Peso	1'77 m y 72 kg

Ocupación

Novicia de La Cruzada Escarlata

 

Físico

Ly'lianne nunca ha sido una elfa que dejase sus apariencias de lado, lo coqueta y delicada que es se puede ver en lo tanto que cuida su aspecto físico. No por los demás, sino por sí misma. Esto se puede ver en los resultados de los cuidados que se hace en sus cabellos dorados que caen por sus hombros. Su piel pálida destaca que tampoco es una persona que pase mucho tiempo al sol y su piel, sobretodo se puede ver en sus manos, es bastante suave porque siempre tiene cuidado con ellas. ¿Y qué decir sobre su complexión física? Su cuerpo se mantiene delgado, con sus curvas femeninas como cualquier mujer podría tener a su edad, mantenido en forma aunque realmente su cuerpo no es que tenga un metabolismo lento. Su altura es ligeramente alta, teniendo en cuenta la media, y tiene dos pequeños pendientes en cada oreja, no demasiado llamativo.

Psíquico

Por fuera puede parecer una persona seria y distante, casi gran parte del tiempo enfocada en algo o en sus pensamientos. Tiende a concentrarse mucho, ha salir de la realidad mientras está con algo en concreto. Al principio, es un poco recelosa de conocer a otras personas si no es necesario, lo que no significa que no quiera. Tiene miedo de sentir afecto por otras personas, más de lo que ella se considera capaz de soportar si ocurriese su pérdida. Por ello, al principio parece que prefiere estar sola que acompañada de otra persona, pero todo esto queda lejos de la realidad que rodea a la joven rubia. También puede parecer distinto, porque muchas veces tiende a encerrarse entre libros, pero esto es sólo el comienzo. Cuando ya va conociendo a las personas, o simplemente por el hecho de estar hablando con ella, puede llegar a relajarse y dejarse llevar, porque en el fondo es una persona sociable que simplemente está dolida por las pérdidas. Este dolor es el que hace de ella una persona cargada de desconfianza hacia aquellos que son fuera de su círculo o que no hayan sido presentados por su círculo, y aun así siempre suele dudar. Aun así, quiere hacer las cosas por el bien de aquellos que siguen vivos, por sus compañeros y familiares, sus amigos. Intenta ayudar siempre en todo lo que puede, pero es una persona muy objetiva, y algunos dirían que cobarde, pero no está entre sus opciones el morir por alguien, así sin más: pues piensa que si no vive, no puede ayudar a proteger a las demás personas.

 

   

No recuerdo cuando comenzó todo, cuando esos muertos volvieron de su tumba para aterrarnos. Probablemente yo no lo haya vivido, o si viví ese comienzo mi cerebro ha preferido olvidarlo. Puede que haya perdido fragmentos de mi vida, pero algo tengo seguro: esos no-muertos deben volver de donde vienen. Pues si hay algo que recuerde, fue la primera vez que mi familia y yo nos encontramos con ellos. Aquel día, fue el día en el que creo que me convertí en lo que soy. Podría decir más, el día en el que la Luz vino con su gracia a mí para poder proteger a los míos.     Esos no-muertos se llevaron aquello que más amaba: mis padres, primos y otros relativos. Muchos éramos, pocos quedamos. Parte de mis hermanos se fueron al norte, algunos de mis primos decidieron irse a cruzar el mar. ¿Cuál fue mi decisión? Marcharme a purgar aquella plaga que me había arrebatado la piedad de mi corazón, que había traído el dolor incesante que no era capaz de calmar. Aun así, era consciente que no podía hacerlo sola, ni si quiera llegué a intentarlo. Siendo sincera: tenía un miedo terrible de enfrentarme a la realidad.     Jamás he matado a nadie, ni a nada. Siempre me dio asco, pena, ver cómo mi hermano mayor cazaba. ¿Y pretendía ir a enfrentar a los no-muertos? Ja. Ingenua.     Por suerte, como su la Luz hubiera visto un camino para mí por el que guiarme, me encontré con ellos: La Cruzada Escarlata. Allí es donde encontraría mi refugio y aprendería a hacer de mí la persona que buscaba, con las metas que más deseaba. Acabar con aquellos que debían estar muertos y todo aquel que se opusiera a la purga, y si hacía falta de aquellos que fueran en contra de nuestros principios.     He visto parte de mi gente, de aquellos que no decidieron seguir el camino de alimentarse de la esencia de los demás para saciar la sed. Los he visto, he estado con ellos. Puede que haya esperanzas. ¡Hay esperanzas! Sólo es cuestión de tiempo y de creer.     La Luz no va a abandonarnos, eso tengo por seguro.

Editado July 30, 2019 por Feyre