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Bullet

Historia Gwen Lodbrok

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Nombre: Gwen Lodbrok

Estatura: 1,76M

Edad: 21 Años

Peso: 68 Quilos

Raza: Humana del imperio.

Lugar de nacimiento: Paramos de poniente.

Ocupación: Novicia de la iglesia de la luz.

                                                                                                             

                                                                                                                     Gwen lodbrok      

                                                                                                           11tuaev.png?width=250&height=300

Descripción física.

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Debido a la hambruna padecida durante gran parte de su crecimiento, Gwen posee un cuerpo con curvas poco marcadas y poca masa muscular. Si bien no presenta un aspecto débil si que posee una constitución delgada, con algo más de definición en brazos y piernas. Hombros estrechos, un pecho discreto, una cintura fina y una cadera apenas marcada, aunque si que posee unas piernas largas y firmes.

Su rostro, por el contrario, si que denota facciones más femeninas. Unos ojos almendrados y vivos de color pardo, una nariz fina, al igual que los labios, acabando en una barbilla delicada y estrecha. 

Quizá su rasgo más llamativo fuera su larguísima melena castaña pero, tras el ataque del lobo, lleva una media melena a la altura de los hombros, lo que la vuelve una más del montón. 

Ni llama la atención, ni busca llamarla,no se considera a si misma una mujer atractiva.

Descripción psíquica

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Madura y bastante responsable para su edad. Muy cuidadosa con sus pertenencias. Paciente y de carácter tranquilo, sus intenciones son buenas y, cuando puede permitírselo, sus acciones altruistas. Conoce lo que es pasar necesidad y procura ayudar a los menos afortunados. Tiene algunos problemas a la hora de tratar con gente de los que es consciente, pues su desarrollo social no ha avanzado como debería.
Algo tímida y muy reservada a la hora de hablar de temas personales incluso con aquellos a los que tiene confianza.

Historia

Spoiler

Nacida en Páramos de Poniente, siendo la primera hija de Margueritte y Anthony Lodbrok. Se crió en una pequeña granja junto a su hermana Morgause, con la que se lleva dos años de diferencia. Con seis años empezó a acudir a una escuela improvisada en una granja de mayor envergadura que la de sus padres, y que acogía a varios niños de la zona. Apenas si aprendió el alfabeto cuando tuvo que dejarla.

A punto de cumplir los siete años su padre se arruinó y cayó en una profunda depresión. Su estado se agrabó con el tiempo y terminó haciendo una locura. Asesinó a la madre de un disparo de escopeta y planeaba hacer lo mismo con sus hijas, pero tras ese primer asesinato no pudo continuar y cuando las estaba apuntando desvió el cañón y se pego un tiro.

Sin más familia que pudiera hacerse cargo de ellas, las dos hermanas quedaron huérfanas y desamparadas a la edad de siete y cinco años de edad.

Al principio se quedaron en la casa, agotando las conservas que sus padres habían estado reservando en la despensa. Después se vieron obligadas a perseguir y cazar a los ratoncillos de campo que podían encontrar en las inmediaciones. Pudieron mantenerse así durante unos meses pero los indicios de desnutrición se volvieron algo imposible de ignorar. Tuvieron que abandonar la casa, llevando consigo las pocas pertenencias que tenían, en busca de ayuda o de un trabajo que pudiera darles un techo y algo que llevarse a la boca.

Vagabundearon durante días, siendo rechazadas en las granjas colindantes, las cuales tampoco atravesaban una situación que les permitiera hacerse cargo de dos niñas pequeñas.

Una de sus últimas esperanzas era la granja donde se localizaba la escuela, pues pertenecía a un viticultor más acomodado. Sin embargo, antes de poder llamar a la puerta, Morgause se desmayó a causa de la fatiga y los días sin comer. Alertado por los gritos de auxilio de Gwen, el propietario de la granja salió en su encuentro. Era la primera vez que Gwen se encontraba con él, dado que solo había tenido relación con sus hijos gracias a la escuela. No obstante, el hombre pareció reconocerla.

Cuando Gwen le explicó la situación de ambas y le pidió ayuda el propietario no pareció empatizar demasiado con sus problemas, pero si que le ofreció un tipo de ayuda. Hizo una oferta que Gwen no habría esperado recibir. Unas monedas para ella a cambio de su hermana. Una venta. El propietario se aseguró en decirle que cuidaría de su hermana pequeña, que tendría comida y un techo, y que estaría a salvo. Aunque Gwen intentó ofrecerse como doncella, como labradora e incluso como moza de cuadras, no despertó el más mínimo interés en el individuo. Sin esperanzas de poder cambiar el trato y no tener que vender, literalmente, a su hermana pequeña, se vio obligada a aceptarlo, pues sabía que de seguir así las dos acabarían muriendo de hambre.

Una vez tuvo las escasas monedas de plata en la mano el propietario la despidió sin darle siquiera tiempo de esperar a que su hermana despertase para poder despedirse.

Aún confusa por lo sucedido se dirigió a la población más cercana de la que pudo conseguir indicaciones en el camino. Una vez allí compró algo de comida, un par de zapatos nuevos y un pasaje en carromato hasta la capital del reino, donde esperaba poder encontrar más ayuda que la que había encontrado en Páramos.

Ventormenta tampoco le fue demasiado amable. Intentó mendigar y eso solo le acarreó problemas, pues los sitios más transitados de la ciudad o estaban bien vigilados por guardias u ocupados por otros mendigos bastante recelosos de ceder su espacio. Estuvo vagabundeando por varios rincones de la ciudad, llegó incluso a perderse, y, en una ocasión, tuvo que salir huyendo al recibir una amenaza bastante seria de un indigente. Tras darse por vencida recibió la primera muestra de interés en el puerto, de parte de dos meretrices que no pasaron por alto su aspecto. Esa noche tuvo cama y comida caliente, además de su primer empleo. Naturalmente era demasiado joven como para atender a un hombre, pero si que se encargaría de las tareas de limpieza de las habitaciones y del servicio de bebidas a los clientes del local donde trabajaban las chicas. Aunque le quedó claro que el interés de la gerente del local era que, a su debido tiempo, tomase el oficio predominante en aquel lugar, ni comprendía ni se veía capacitada para ejercer ese tipo de tarea. El olor era desagradable, la comida escasa y el trabajo malagradecido y terriblemente abundante, pero al menos no estaba en la calle.

Trabajó muy duro durante años y, al cumplir los catorce, tuvo que dejar su puesto al rechazar la oferta de la gerente para ocuparse de tareas más destinadas a una mujer que a una doncella.

Se vio de nuevo en la calle pero esta vez decidió no quedarse en la capital. Había aprendido lo suficiente de la pobreza, la necesidad y la gente como para saber que tendría más opciones en un sitio un poco más amable y apartado.

Con las monedas que había ahorrado durante su estancia en el local de las meretrices se aprovisionó de unos metros de cuerda trenzada, aguja e hilo, una manta, algo de comida y un pequeño cuchillo. Iba a salir de la tienda cuando se fijó en un arco largo que tenían colgado en una de las paredes. Le pareció precioso y en seguida echó mano a su bolsillo para ver si podría permitírselo. Tuvo que regatear con el dependiente pero salió de allí con un arco de madera de tejo y tres flechas.

Con sus nuevas pertenencias y algunas prendas de ropa que había atesorado en su trabajo, se dirigió a Villa Dorada donde, al fin, la vida pareció serle algo más amable. Aunque los primeros días no consiguió trabajo el hecho de tener que dormir en el bosque empezó a animarla a emplear su nuevo arco. Fue una tarea titánica el intentar aprender a tirar sin ninguna instrucción previa, pero se fue haciendo a ello, y, a su vez, se distraía practicando.

La caza se convirtió en su sustento, tanto alimenticio como monetario, pues en Villa Dorada encontró a un curtidor de pieles que, además de enseñarle cómo tratarlas, compraba las piezas que la muchacha le llevaba.

Aún dormía a la intemperie pero al menos podía permitirse un baño caliente de cuando en cuando, lo cual mejoraba con creces su aseo diario en el lago. Pudo olvidarse del insoportable dolor que produce un estómago vacío, y pudo descubrir el gusto por la cerveza. A raíz del trato con el curtidor de pieles y su familia de forma continuada llegó a entablar una confianza con ellos que le permitió aprender cosas muy útiles para la vida diaria como es la lectura. Al no haber hecho más que empezar la escuela cuando tuvo que dejarla había sido analfabeta hasta tener casi cumplidos los dieciocho años. No lo hacía con soltura y, aunque procuraba dedicarle tiempo, no disponía de los ratos libres suficientes como para mejorar a un ritmo notable. Sin embargo la perseverancia había sido una de sus virtudes y no dejaba de lado un libro, por complicado que fuese, hasta haberlo acabado.

Durmiendo en la intemperie una noche un sacerdote de un hospicio de Villadorada que se encontraba recolectando hierbas para hacer medicinas despertó a Gwen,está,asustada agarro su arco con intención de disparar al sacerdote,el mismo intentaba convencer a la joven de bajar el arco para hablar con ella,la chica no bajo el arco hasta que el sacerdote menciono que podría darle un lugar cómodo para dormir y alimentos,es ahí cuando empieza el interés de Gwen por la luz.

El sacerdote llevo a Gwen hasta el hospicio,en un gran salón que conectaba todas las habitaciones,ahí es donde la joven cumpliría su parte del trato y explicaría su historia,el sacerdote,como todo sacerdote,se mostró compasivo, le dio una pequeña habitación a Gwen y también le proporciono comida.

Al siguiente día el sacerdote llamaba a todos los habitantes del hospicio a rezar,Gwen,curiosa debido a que no había rezado en años decidió asistir al rezo,la joven al principio no se veía muy entusiasmada con los rezos y se consumía en el aburrimiento,pero a los meses ya estaba completamente convertida,deseaba devolver el favor que aquel viejo sacerdote le hizo al sacarla de aquellas horribles condiciones,cuando le pregunto aquella cosa el sacerdote se río y dijo "Ayuda a más personas,sacalas de su miseria" la muchacha decidida en su misión,decidió iniciarse en la iglesia de la luz,empezando una nueva etapa de su vida.

 

Editado por Bullet

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