Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
doppler

Walter Crowler

Recommended Posts

  • Nombre: Walter Crowler
  • Raza: Renegado
  • Sexo: Hombre
  • Edad: 30
  • Altura: 175cm
  • Peso: 60
  • Lugar de Nacimiento: Desconocido
  • Ocupación: Cazador de hombres
  • Historia completa

 

Descripción física

 

Todo su cuerpo se mantiene en bastante mal estado y prácticamente se le puede ver más hueso que carne cuando no va hacinado en su armadura negra y oxidada. Su rostro es bastante desagradable de ver a la vista para todo aquél que no sea un renegado. Apenas tiene el típico brillo de ojos de los suyos, sino que más bien parece estar medio apagados y la nariz la tiene medio destrozada. En su cabeza no hay ni un pelo.

Siempre trata de mantener un porte firme y recto que imponga respeto y temor a sus adversarios pese a su lamentable estado de salud.

 

Descripción psíquica

 

Walter es una criatura parca en palabras y gestos. Suele tomar un papel secundario en las conversaciones y en todas las cosas que ocurren por las tierras de la dama oscura ya que no le interesa demasiado socializar con otros de su misma raza ni con los aliados de esta. Si tiene que discutir algo con alguien lo hará portando sus armas sin dudarlo. Suele ayudar con mucho gusto en todo lo que suponga un beneficio para la dama Sylvanas.

Irónicamente ahora es un seguidor del vacío pese a que cuando estaba vivo era un devoto miembro de la iglesia. No recuerda demasiado acerca su anterior vida, aunque tampoco le importa.

Editado por doppler

Compartir este post


Enlace al mensaje

 

apothecarium.jpg

No había pasado ni dos horas desde que saliese el sol por los Claros de Tirisfal y ya los mortacechadores habían logrado dar caza a un pequeño grupo de humanos seguidores de la luz que se habían desviado de la ruta de su peregrinaje hacia la tumba de Uther junto al Alba Argenta. Sin duda aquella mañana la luz había abandonado completamente a su suerte a aquellos pobres devotos.

Según contaban los participantes en la contienda que habían acudido al Apothecarium para ser reparados, habían logrado pillar completamente por sorpresa a los humanos y apenas ofrecieron resistencia… salvo uno que no soltó su arma en todo momento hasta que lograron acabar con su patética existencia causando algunos problemas al comando mortacechador.

- Los mortacechadores han traído carne fresca boticario Gunt. Va a ser un día entretenido. – Comentó un renegado en bastante buen estado que parecía ser el ayudante del boticario con el que hablaba ya que no dejaba de asistir en todo el trabajo que estaba llevando a cabo.

- Espero que podamos rescatar algo de valor entre esa pila de cadáveres. Últimamente solo traen sujetos en tan mal estado que solo sirven para recambios o como componentes de una abominación. – Respondió con un tono frio y seco.

El boticario se encontraba en lo que parecía ser  un pequeño habitáculo personal asignado por el Apothecarium para poder trabajar junto a su ayudante de laboratorio donde únicamente había un par de frías camillas y un par de estanterías donde almacenaba botes con diversos órganos en formol, viales vacíos relucientes y algunas plantas y raíces secas listas para ser utilizadas en algún potingue alquímico de extrañas propiedades.

Ayudado por uno de los mortacechadores que acababa de ser remendado, el ayudante de laboratorio logró entrar un par de cadáveres al habitáculo de trabajo del boticario y tumbarlos en las camillas para que este pudiese estudiar el estado de los cuerpos y ver que se podía salvar de aquella carnicería matutina.

- Espero que utilicen las tripas del malnacido al que le falta un brazo para hacer una abominación o usar sus partes como recambios… el vivo dio muchos problemas antes de sucumbir a nuestro filo. – Refunfuñó de mala gana el mortacechador mirando fijamente al boticario nada más soltar los restos de Walter Crowler en la última camilla que quedaba libre.

- Puede marcharse soldado, usted ya ha cumplido con las tareas que se le han asignado. – Respondió sin dejar acabar al soldado su frase mientras le invitaba con la mano a ir hacia la puerta para poder trabajar tranquilo. No soportaba que nadie le dijera lo que tenía que hacer en sus dominios… y menos un mero soldado.

El breve relato de un mísero soldado había hecho ver que aquél cuerpo sin vida al que le faltaba un brazo tenía el potencial de ser un gran servidor de la dama Sylvanas. Era el momento de moldear los restos de un antiguo fiel seguidor de la luz en un pozo de oscuridad fiel a los intereses a los nuevos habitantes del reino de Lordaeron.

 

********

433133-Kycb.jpg

Casi un año había pasado desde que aquél grupo de mortacechadores llevase los restos de la emboscada y los miembros del Apothecarium decidiera regalar el preciado don de la no vida al antaño seguidor de la luz Walter Crowler.

 

 Por algún motivo propio del mas caprichoso azar, el cuerpo del renegado no había conseguido mantener un aspecto similar al que tenía antes de morir. Todo su cuerpo se encontraba en un estado leve de descomposición y mucha de su piel simplemente había sido comida por gusanos y podían verse sus huesos en ciertas partes de su cuerpo, aunque esto jamás fuera algo que le preocupase en demasía.

Al contrario que muchos otros levantados por la orden de boticarios de Entrañas, Walter no lograba recordar nada de su antigua vida. Quizás eso fuera uno de los motivos por los que jamás titubeara ni un mísero segundo al cumplir los encargos que iba recibiendo para asaltar y eliminar a otros humanos fieles seguidores de la luz sagrada.

Desde su segundo nacimiento, Walter tan solo se había propuesto una única meta en su no vida: Acabar con la mayor cantidad de humanos posibles para que fueran reutilizados como recambios para los suyos o pudiesen ser levantados una segunda vez si se podían reutilizar sus cuerpos… cosa que casi nunca sucedía tras recibir las heridas que recibían en el combate previo a antes de morir ante sus frías y pútridas manos.

Sin embargo, no todo en su no vida era simplemente despedazar a todo humano incauto que se atreviese a cruzar por los Claros de Tirisfal o se adentrase entre los tenebrosos Bosques de Argenteos buscando claramente una muerte sin piedad.

Pocos días después de haber recibido el don de la no vida, Walter había comenzado a sentir un gran placer al comenzar a conocer las virtudes que el vacío podía ofrecer a las pobres almas atormentadas como la suya.  Era completamente irónico, sin duda alguna, como alguien que antaño profesaba una gran admiración y un gran fervor por las escrituras de la luz sagrada no tuviese ningún tipo de reparo por admirar la idea completamente opuesta y a la que se enfrentó en su antigua vida. Su admiración era tal que llegó incluso a ser capaz de manipular ligeramente estas heréticas energías a su gusto para causar más sufrimiento si cabe a sus presas y debilitar su alma antes que abandonase su cuerpo.

En la actualidad, algunos renegados que han decidido viajar por pequeños caminos secundarios afirman haber visto a Walter agazapado entre los árboles podridos y flora apestosa. Encorsetado en una antigua y oxidada armadura y únicamente pertrechado con su antigua hacha de combate afilada y un puñal algo desgastado, Walter espera acechante escondido entre el tétrico paraje que dispone a su disposición. Tarde o temprano algún vivo volviera  a caer en los mismos errores que sus predecesores y decida adentrarse en los dominios de la dama de la muerte.

Solo debe esperar pacientemente… y tiene una no vida entera para hacerlo.

  • Like 2

Compartir este post


Enlace al mensaje

Join the conversation

You can post now and register later. If you have an account, sign in now to post with your account.

Guest
Responder en este tema...

×   Pasted as rich text.   Paste as plain text instead

  Only 75 emoji are allowed.

×   Your link has been automatically embedded.   Display as a link instead

×   Your previous content has been restored.   Clear editor

×   You cannot paste images directly. Upload or insert images from URL.

Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...