Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Kario

Garret Smith

Recommended Posts

  • Nombre: Garret Smith
  • Raza: Humano
  • Sexo: Hombre
  • Edad: 36
  • Altura: 1.89
  • Peso: 85
  • Lugar de Nacimiento: Lorderon
  • Ocupación: Mercenario
  • Historia rápida

 

Descripción física:

Garret es un tipo alto, fuerte, con un físico muy imponente. Tiene varias cicatrices de batallas, por el rostro, brazos, cuerpo...

Su aspecto suele ser duro, tiene el pelo corto oscuro y una espesa barba. Su tez es algo morena, debido a que siempre está en el camino buscando algunos cobres.

Su ropaje siempre suele estar bastante sucio y no suele cuidar mucho su imagen.

 

Descripción psíquica:

Garret es un tipo bastante serio por todo lo que ha sufrido a lo largo de su vida, aún así es un tipo que se mantiene firme y sigue luchando por mantenerse con vida, buscando un objetivo en su vida.

Desde pequeño siempre fue creyente de la Luz, la respetaba mucho. Pero desde hace unos años, dejó de creer en la Luz y todos los milagros. Solo confía y cree en sus propias habilidades.

A pesar de todo, suele ayudar a la gente que lo necesita y más de una vez se ha quedado a dormir en la calle, debido a su generosidad.

 

Historia

 

Las banderas de Lorderon ondeaban en lo alto con la leve brisa, en un día veraniego como cualquier otro día en Lorderon.

Ese día nació Garret un pequeño llorón, muy llorón, debido a su nacimiento su madre murió los médicos poco pudieron hacer. Su padre pertenecía al ejercito de Lorderon, así que, poco tiempo pasaba por casa dejando a Garret la mayor parte del tiempo solo. 

Garret era un niño tímido y le costaba relacionarse con los demás, aún así era un chico alegre y le gustaba ir a visitar la Iglesia, rezar a la Luz. Era un chico muy inocente y devoto.

Al pasar los años, su padre fue enseñándole a defenderse ya que él quería que siguiera su camino, se uniera al ejército de Lorderon. Garret no le atraía mucho la idea, el prefería unirse a la Iglesia, como miembro eclesiástico, ya que admiraba mucho a los sacerdotes. A pesar de todo hizo caso a su padre y se resignó y olvidó seguir el camino de la Luz. Y comenzó a practicar, con espadas, pistolas, lanzando cuchillos... Todo lo que necesitaría para convertirse en un buen soldado, tal como afirmaba su padre.

Para su desgracia, en uno de los viajes del ejercito de Lorderon, su padre, murió. Pero nunca supo de qué, ni como murió. Garret estaba muy unido a su padre y eso hizo que llorara muchas noches, por él y por sentirse tan solo.

Y al quedarse solo tuvo que rápidamente buscarse la vida para sobrevivir, aquél pequeño chico alegre e inocente dejó de ser alegre e inocente. Aunque aún fuera joven pronto tuvo que comenzar a buscar trabajos para poder comer. Trabajó como mozo de cuadras, en varias posadas, como ayudante de un ciego, hasta que una pequeña caravana de comerciantes llegó y le ofrecieron viajar con ellos.

No tenía otra opción, así que Garret accedió. La caravana se dirigía hacia Elwynn, hacia Ventormenta, aunque irían parando por diferentes sitios para ir vendiendo y comprando suministros para el viaje tan largo.

Y así fue como Garret abandonó Lorderon. Una vez que la caravana se detuvo en Costasur, una noticia oscura y lúgubre había llegado, Lorderon había caído, toda la Luz que había en el reino había sido invadida por la oscuridad. Garret no podía creérselo, toda su vida la había pasado ahí, la pena que sentía era casi igual a cuando se enteró que su padre había muerto.

Pasaron años tras la noticia, y Garret aún seguía deambulando con la caravana de comerciantes, yendo de ciudad en ciudad, de aldea en aldea. Conoció a muchas personas y entablo grandes amistades con las personas que formaban esa caravana, para él eran como su familia. 

Pero entre todas las personas, destacaba una chica, Elisabeth. Era una chica dulce, sociable, siempre con una sonrisa en el rostro. De cabellos rubios y ojos verdes. Garret no tardaría mucho en darse cuenta de que estaba enamorado de ella. Pero no tenía valor de decírselo, poco a poco se fueron conociendo y haciéndose amigos. Ella tan solo era un año menor que él, eran los dos más jóvenes de la caravana.

Los años seguían pasando y Garret se había acostumbrado a esta nueva vida. Los caminos se volvieron más peligrosos, así que en la caravana se unieron algunos mercenarios dispuestos a proteger a los comerciantes a cambio de algunas monedas o algo de comida. Garret entabló amistad con algunos ellos, lo que le permitió seguir practicando tal y como practicaba con su padre. Todos los días se ejercitaba físicamente, algo que provocó que su físico mejorara notablemente con el paso del tiempo y comenzó a dedicarse también a la protección de la caravana.

Elisabeth se había vuelto muy importante para él, siempre que podía iba a verla, al igual que él, ella también era huérfana y había tenido un pasado un tanto difícil. Una noche, Garret consiguió quedarse a solas con Elisabeth, ella se mostró muy diferente a como era de costumbre, quizá un poco más temerosa por todo, Garret no sabía como actuar, así que decidió declarar sus sentimientos hacia Elisabeth.

Para sorpresa de Garret, Elisabeth también se declaró hacia él. Poco les duró el momento, ya que, la caravana de comerciantes comenzó a arder, el fuego lo estaba devorando todo y los causantes unos bandidos que mataron a sangre fría lo que para Garret era su familia. Elisabeth sugirió huir, pero Garret no podía correr y dejarlos ahí.

Cogió un mandoble y corrió hacia el campamento, derribo a unos bandidos que se encontraban distraídos, pero pronto se vería superado y rodeado. Todo era un baño de sangre, Garret se había dejado llevar por el impulso y ahora estaba apunto de morir. Uno de los bandidos le apunto con una pistola de chispa y justo cuando disparó Elisabeth se interpuso, recibiendo el impacto. 

Nadie entendió bien lo ocurrido, pero pronto los bandidos comenzaron a reírse y mofarse. Garret, tenía sentimientos encontrados, rabia y tristeza. Se acercó rápidamente a donde descansaba el cuerpo de la joven muchacha. Garret no podía dejar de llorar, la joven tocó el rostro del muchacho con la mano y mientras le dedicaba su última sonrisa, le dijo que nunca se rindiera y viviera por los dos.

Garret se sentía culpable por todo lo ocurrido, entre lágrimas volvió a empuñar el arma y se lanzó contra todos los bandidos que tenía a su frente, enrabietado.

Poco pudo hacer, uno de ellos lo golpeo en la nuca, dejándolo inconsciente. Cuando despertó, estaba atado a un árbol, sin ropa, totalmente humillado y con el cuerpo de Elisabeth frente a el. Garret comprendió entonces, que su vida era una espiral de muerte. Había perdido todo el sentido a seguir viviendo, aún así el último deseo de Elisabeth era que siguiera viviendo por los dos y así lo haría.

Un anciano se acercó y lo liberó, le ofreció ropajes y Garret los aceptó de buena manera. El pobre anciano le sugirió que lo acompañara para darle algo de comida, pero Garret se negó. Quería venganza por lo ocurrido quería acabar con cada uno de los integrantes de esa banda, tomó una espada oxidada rota y una pistola de chispa.

Intento seguir el rastro, pero apenas estaba claro y le costó seguirlo. Le llevo a varias aldeas, donde aceptó varios encargos como espada de alquiler, ya que de algo debía vivir, con ello ganaba lo justo para mantenerse en el camino para seguir la pista al grupo bandidos.

Paso un largo tiempo y su venganza aún no se había completado, el sentimiento de culpabilidad lo invadía cada noche, al principio rezaba a la Luz, como siempre había hecho, buscando algún milagro, pero poco a poco fue dejando este hábito, se sentía aislado y abandonado por la Luz y dejó de creer en ella. Entendió que si la Luz, hubiera estado con él, Elisabeth nunca habría muerto.

Al pasar el tiempo, un encargo le llevó a tomar un barco hacia Elwynn, nunca había estado tan al sur y como no tenía pistas claras sobre el grupo de bandidos y la suma ofrecida de dinero era buena, decidió hacer el encargo, el cual consistía en proteger un cargamento.

Una vez completado su encargo en Elwynn, decidió quedarse una temporada, había bastante trabajo por allí, así que una espada de alquiler nunca viene mal.

Aunque habían pasado varios años, Garret no podía olvidar aquella noche, aquella noche carmesí. Todas las noches tenía pesadillas con esa noche y aunque estuviera lejos del Norte, no podía huir de él. Tenía que regresar. Y así fue, tras un largo tiempo de ahorro, consiguió comprar un billete hacia el puerto de Stromgarde. Ahí volvería a comenzar su búsqueda de venganza.

  • Like 3

Compartir este post


Enlace al mensaje
Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...