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Khal'drogo

Throvald Barbahierro

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  • Nombre: Thorvald Barbahierro
  • Raza: Enano
  • Sexo: Hombre
  • Edad: 65
  • Altura: 1,20
  • Peso: 75
  • Lugar de Nacimiento: Dun morog
  • Ocupación: Investigador, arqueólogo, historiador, y mercenario y maestro de runas aprendiz, para ganarse la vida trabajaba de herrero en forjaz.
  • Historia completa

 

Descripción física:

Barba larga y tupida bastante cuidada, en su piel los tatuajes de runas y inscripciones arcanas recorren su cuerpo, bastante musculoso pues suele llevar armaduras de placas, al igual que un hacha, un martillo y un escudo, sus ojos son de color azul claro, aunque, avanzados runemasters tienen los ojos de color brillante de una tonalidad azul parecida a la de los dk.

 

 

 

Descripción psíquica:

Un tipo serio con su trabajo y entregado a este, bastante cómico entre colegas y gente del común, con un sentido del humor bastante picante, un enano que, aunque su profesion le hace ser un tipo estricto, no deja de ser gracioso y amable, aunque le tiene fobia a las arañas

Thordin, al momento de beber nadie le sigue el paso, aunque es un tipo bastante sabio y conocedor de historia, mas aun esta en proceso de aprendizaje, utiliza las runas arcanas para entrelazar hechizos de magia arcana llegando a canalizar truenos y demás variantes. cuenta la leyenda que hay runas capaces de restablecer heridas, aunque es una de sus metas llegar a encontrar este conocimiento, Thorvald no corre prisa, pues recorre el mundo con una sonrisa aprendiendo cada Día de el.

 

Historia

Las leyendas se forjan desde una simple braza ardiendo en las fraguas de una forja apunto de fundir los metales mas preciosos, llegando a refinar aquel mienral en preciados lingotes, así mismo, la historia de Thorvald comienza, siendo una pequeña braza apunto de estallar en las fraguas y refinar sus conocimientos cual mineral.

Nacido bajo el calor de la montaña como un bastago de un respetado guerrero de la montaña llamado Gargaroth Barbahierro (Apodado así por sus colegas de el ejercito, pues en las batallas aprovechando su facultad de herrero, forjo un guarda barbilla para proteger su opulenta barba de el calor de la batalla, acto que después de un tiempo fue bastante común entre su regimiento, así pues, Barbahierro tomo este apodo como apellido de su casta heredandolo a sus hijos) Un imponente enano herrero de profesión y un gran forjador de armas y armaduras, creando armaduras para los guardias.

Así pues el pequeño thoradin aprendió de su padre los artes de la forja y manipulación del metal, trabajando con este desde muy joven, cogiendo un martillo con tan solo 10 años de edad, así pues descubriría una de sus grandes pasiones, la fragua y el calor de esta misma.

Los años pasaron y Thorvald crecía despertando nuevas aficiones, dejándose llevar por las historias de su padre sobre el panteón y los titanes, thoradin comenzó a estudiar la historia titanica, fascinándose por aman'thul el padre del panteón y un poderoso titan creador, aunque sentía mas atracción por norgannon y sus conocimientos magicos, cosa que atraía al pequeño, empezando a estudiar sobre las runas arcanas y su poder, así pues, encontraría una nueva aficiono, la historia titanica y las runas, al igual que la arqueología, pasatiempo al cual le gastaría bastantes horas llegando a dejar de lado la herrería.

con esta nueva afición el pequeño Thorvald comenzó a estudiar las runas mas básicas de los libros de historia de los expedicionarios de forjaz, organización a la cual prontamente se uniría, tanto por su insaciable sed de conocimiento como por los intereses en común, así pues, el pequeño Thorvald aprendió lo necesario sobre la magia de estas comenzando a llenar su cuerpo con tatuajes de las mismas para llegado el momento desatarlo contra sus enemigos, comenzando una carrera contra el mismo para encontrar tantas runas y información como a el le fuera posible.

Los tiempos cambiaron y el pequeño ya convertido en un fornido enano con tatuajes por casi todo su torso aun permanecía en forjaz, ayudando tanto a los expedicionarios como a su padre en la fragua refinando sus habilidades de herrero llegando a imaginar el potencial que podría llegar a alcanzar con las runas si combinaba estas con la herrería, así pues, nuevas ideas refrescaron la cabeza del curioso enano, quien con ansias de conocer mas del mundo, partió de forjaz con rumbos no muy claros, solo sabia que allí afuera esperaba lo realmente importante.

Tiempo paso y después de una ardua búsqueda y investigación thoradin ahora solo contra el mundo y solo acompañado de sus armas y su conocimiento recorrió bastante mundo, aunque entre los caminos mas recónditos siempre encontró dificultades, mas siendo un enano no mucho le amedrentaban adentrándose en cavernas por el mero echo de explorarlas y encontrar nuevas cosas, así pues, labrándose su suerte vendiendo baratijas que en sus pequeñas expediciones encontraba, al igual que protegiendo cargamentos prestando sus servicios de guardaespaldas, mas nada descentraba a Thorvald de su verdadera meta, encontrar toda información posible sobre los titanes, pues era poco lo que sabia, solo lo básico del panteón y sus creaciones.

Varios años pasaron, el enano se labraba una reputación y un honor, ahora con planes avariciosos pues en una de sus expediciones una tablilla encontraría, tablilla la cual escrita en antiguo lenguaje titanico, logro traducir con ayuda de libros, manuscritos y información que durante años habría recolectado, los ojos del enano se iluminaron al saber los secretos que esta escondía, secretos a los cuales dedicaría su vida, una arca titanica, arca de conocimientos infinitos, desde entonces, Thorvald a trabajado solo y para poder financiar aquella expedición que le llevaría a un lugar lleno de secretos enigmas y aventuras que jamas en su vida había visto.

Editado por Khal'drogo
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El despertar:

Inmerso en una sed de conocimiento, thorvlad se encontraba refugiado en las grandes bibliotecas de forjaz, después de volver a casa se dispuso a desempolvar sus viejos libros, y fue tanto el tiempo que pasó allí que ni cuenta se dio de todo lo que se perdía,  así pues el enano, se dispuso a levantarse, ver por la ventana, y contemplar el mundo con los mismos ojos que antes, estaba dispuesto a comerse el mundo entero, saldría de nuevo allí, y buscaría nuevos hallazgos, aun faltaba mucho por descubrir.

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