Saltar al contenido
Conéctate para seguir esto  
Rokhen

Rannyë Plumasombria, maga kaldorei (Desaparecida)

Recommended Posts

gianne-van-der-berg-ref-faelyssa.jpg

 

Nombre: Rannyë Plumasombria

Raza: Kaldorei

Sexo: Mujer

Edad: 120

Altura: 2m

Peso: 85

Lugar de Nacimiento: Vallefresno, casa apartada en el bosque

Ocupación: Estudiante arcana

  • Historia completa

 

Descripción física:

Es una joven kaldorei de cabellos azul marino peinados normalmente en una larga trenza que bien cae por su espalda o por su hombro. De tez ligeramente morada ademas de suave, su rostro no muestra cicatriz alguna, así como sus ojos denotan una curiosidad por el aprendizaje bastante notable, mas esto cambia a indiferencia cuando se topa con alguien que prefiere insultarle o insultar sus estudios/artes... Sus labios carnosos, invitan a probarlos esbozando una fina sonrisa, coqueta podrían decir algunos, mas realmente es una simple sonrisa de cortesía.

De cuerpo curvilíneo, la mujer denota posee unas piernas firmes pero no tonificadas, acostumbrada a andar de vez en cuando, no poseen la misma firmeza que una centinela por ejemplo. Así pues, sus caderas son amplias y cintura acorde a estas, dejando ver un cuerpo llamativo por sus curvas... Carente de barriga, parece controlar bastante lo que come y el ejercicio necesario para no engordar debido a sus largas sesiones de estudio. Aun así, su pecho se nota bastante grande en cuanto a la media de su raza, cosa que le provoca a su vez severos dolores de espalda y por los que ha de reposar mas de lo que a ella le gustaría.

 

Descripción psíquica:

Rannyë es una kaldorei joven que, si bien esta abierta en cuanto a mentalidad a otras razas, no quiere decir que no tenga un férreo patriotismo arraigado consigo para con el resto de su pueblo. Aplicada y estudiosa, prefiere ignorar a aquellos que insultan sus artes o las tachan del mal, pues tras que la propia Tyrande los readmitiera no podían dañarlos sin un castigo al volver a pertenecer a la sociedad kaldorei.

Prefiere no abusar de la magia de no ser necesario, aunque tampoco es fuerte físicamente, siempre suele llevar consigo algunas agujas que usa como armas de no tener nada mas cerca. Aun así, no es alguien que apueste por la violencia, prefiriendo dejarla como ultimo recurso de ser posible, claro esta que siempre no sean satiros los parlamentarios, en cuyo caso sera la violencia la primera medida que sugiera o adopte.

 

Historia

“Tengo entendido que un diario, una especie de texto en el que escriba mis memorias para poder revisarlas cada vez que necesite repasar al detalle sobre todo lo que he vivido o hecho en busca de algún fallo o de seguir adelante... Es un curioso consejo cuanto menos, quizás algo inútil, quizás irrelevante, pero en parte tiene su pequeña parte de razón.

Comenzando por una parte simple... Mi nombre es Rannyë Plumasombria, así es como me llamaron aquellos que decidieron criarme, dejando atrás mi antiguo nombre... Aun así, mi destino acabo siendo distinto al que se esperaba de mi al conocer a los altonatos... Una manera curiosa de que mi devenir difiriese del que mis progenitores reales habían planeado para mi como alguna centinela mas o quizás otro... No niego sea algo honorable, pero no es algo para mi realmente.

Es curioso como Vallefresno puede convertirse en una segunda oportunidad tras haber perdido a tus padres a manos de unos sátiros siendo solo una niña, mas aun como un día aparentemente tranquilo se tuerce tan rápidamente por el mero aburrimiento de tan viles criaturas... Recuerdo que estaba hablando con mi progenitora... Realmente apenas recuerdo su rostro a estas alturas, pero es... Irrelevante ahora mismo... Como fuere, el simple sonido de una puerta caer tras ser abierta a la fuerza ya alerto a esta, llevándome rápido al segundo piso para esconderme por mera precaución. Lo siguiente que escuche fueron tanto sus gritos como los de mi progenitor, rápidamente apagados por el sonido de huesos romperse.

Seguidamente de ello, las macabras risas de esos seres mientras comenzaban a saquear la casa, subiendo incluso al segundo piso en busca de algo que les pudiera servir. Se llevaron libros y joyas, armas incluso... Y de no ser por unas de esas valientes centinelas, yo seguramente habría compartido el mismo destino que ambos fallecidos. Un rugido se escucho de pronto, seguido de un par de sonidos como si algo pesado hubiera caído en el primer piso contra el suelo. Ambos sátiros quedaron en silencio, mirándose mutuamente conforme unos pasos parecían subir, acompañados del sonido de un bastón golpeando el suelo, en compañía a aquel caminar.

Tensos, no dejaban de otear la subida, preparados para lanzarse contra aquel que parecía estar subiendo con esa lentitud. Los minutos se hicieron largos, casi eternos... Finalmente pararon de escucharse los pasos, pero nadie subió por la rampa que daba al segundo piso... Esos dos seres suspiraron de alivio, yo perdí la esperanza y me disponía a intentar salir corriendo, cuando uno de esos seres cayo con una flecha atravesándole el cuello, retorciéndose en el suelo.

Mis ojos se abrieron mucho al ver esa escena, mientras que el otro sátiro parecía horrorizado. Trato de gritar de furia, pero rápidamente fue acallado... Algo le había atravesado desde la boca a la nuca... Entorne mi mirada y fue entonces cuando pude ver en parte que alguien estaba ahí... Alguien que se dejo ver, mirando con enorme desprecio a esos seres, empujando a su ultima victima para retirar su arma, observando alrededor, como si valorara los daños que habían provocado tan indeseables invitados.

Tarde un tanto en reaccionar, saliendo lentamente de mi escondite, mirando a la que había sido mi salvadora... Una hija de las estrellas de tez pálida y cabellos blancos, con una marca en el rostro que me miraba con una ceja enarcada, sorprendida parecía al menos antes de sonreír de oreja a oreja, acercándose a mi.

Recuerdo que me miro a los ojos tras arrodillarse, tomándome en brazos y haciéndome una única pregunta... “¿Deseas el poder vengar a tu familia y proteger a otras de estas bestias?”... Esa única pregunta, tan simple de responder, tarde unos minutos en asimilarla tras todo lo que había pasado... “Si... Lo deseo”... Ese fue el comienzo de mi nueva vida.

Desde ese día fui criada por esa mujer, Aena Plumalunar... Decidió llamarme Raynnë en honor a una antigua hermana suya y Plumasombria por un antepasado de ella de enorme fortuna... Por ello esa curiosa composición en mi nombre. Fue entonces los años siguientes comenzaron siendo un estudio tras otro... Desde el idioma hasta historia, pasando por las leyendas y biografías de grandes miembros de nuestra raza... Me instruyo en los peligros de la negligencia, de la rapidez sin contemplación...

Me enseño también como disparar un arco, mas mi torpeza era demasiado y no eran pocas las veces que yo misma me había cortado con la punta de la flecha o roto la cuerda del arma por ser algo... Manazas... Fui instruida también en como la reina Azshara había provocado el cataclismo por un ansia de poder sin igual... Se me enseño a respetar al resto de kaldorei y desconfiar de los propios altonatos, cosa que no lograba entender puesto que la época de la reina había pasado hace tanto tiempo ya. Fue hace bastante poco realmente que tuve el primer contacto con esos dorei que, a diferencia de mi, practicaban las artes arcanas, con un control mas medido al hecho siglos atrás.

Estuve escuchando a escondidas en que consistía cada una de las escuelas que estos estudiaban por mera curiosidad dado su recelo inicial de algunos debido a las hostilidades aun presentes en nuestro pueblo. Estaba maravillada por todo lo que decían, era relativamente fácil de comprender... Inspire y expire mientras pensaba en silencio, organizaba mis pensamientos y fue entonces cuando asentí y decidí... Comenzaría mis estudios de las artes arcanas puesto que no servia para ser una centinela, menos aun con mi mentalidad para ser una sacerdotisa o druida... No, eso no era algo para mi... Cuando estos se fueron y solo quedo el que parecía el tutor, me levante y acerque... Recuerdo su rostro, era una mezcla entre miedo y ligero desprecio, el cual cambio a uno de asombro tras mi solicitud de que me enseñara también las artes arcanas para ayudar a mi pueblo de una manera mas eficaz.

Paso el tiempo y conforme estudiaba, iba aprendiendo a un ritmo bastante rápido sobre las escuelas, teoría principalmente pues era demasiado pronto aun para probar con algo practico. He de admitir, que fue la escuela de la adivinación la que mas llamo mi atención. Sus funciones para poder ayudar a detectar problemas mágicos era algo que realmente pensaba podría ser de utilidad a mi pueblo, por lo que comencé a centrarme principalmente a aprender de esta compleja escuela, afinando mis sentidos mágicos... Y tratando de no llevar demasiados libros a la vez, pues no era la primera vez que con mi torpeza había acabado en el suelo con varios de ellos desperdigados.

Sonreí observando mi té conforme pasaba pagina tras mi ultima practica... Había conseguido avanzar a un buen ritmo y mis hechizos estaban progresando poco a poco... Si bien es cierto no soy mas que una novel en esto, es el primer paso para ir progresando y quien sabe... Quizás en un futuro pueda aprender una segunda escuela pueda ser útil de igual manera a los kaldorei, así como demostrar la magia arcana era segura si se usaba con conocimiento... Eso se convirtió en mi objetivo también, el demostrar que aquellos tanto hicieron sufrir a nuestro pueblo fueron unos negligentes que han cambiado, siendo mas responsables con tan versátil y peligrosa energía.

Soy Rannyë Plumasombria, una aprendiz maga kaldorei y esto es solo el inicio de mi camino para hacerme un nombre entre los mios.”

Compartir este post


Enlace al mensaje
Guest
Este tema esta cerrado para más respuestas.
Conéctate para seguir esto  

×
×
  • Crear Nuevo...