Por encima de viejos tejados y agujas desconchadas Las sirenas del puerto cantan durante toda la noche; Gargantas venidas de puertos extraños, de blancas playas lejanas Y océanos fabulosos, concertadas en coros abigarrados. Ajenas unas a otras, no se conocen entre sí, Pero todas, por obra de alguna fuerza oscuramente concentrada Desde abismos ensimismados más allá del curso, Se funden en un misterioso zumbido cósmico. A través de vagos sueños organizan un desfile