El retorno de un espíritu roto.   Tomo sus cosas sin mirar atrás, lo que tenía que decirle a ese grupo lo dijo en la reunión. Cerro los ojos bendijo los recipientes con agua, el reflejo claro y puro de esta solo mostraba un rostro, cuyos ojos perdieron el brillo rojos de tanto llorar, la tez pálida y el sombrero que le quedaba grande, el único recuerdo de aquel amor que perdió no escucharle cuando él dijo que ir a la guerra sería una locura,   Se giró al salir el sol se