- Luz-...Luz! No puede ser!  - Alondra lanzó la carta a la cama, llevándose las manos a la cabeza mientras la observaba aún con aire incrédulo. Arrugada y plegada de malas formas, apenas la había atisbado mientras ordenaba sus cosas, descubriéndola primero con incerteza y después con franco pánico - No me lo puedo creer. Como-..como se me pudo olvidar-...  - con un gesto cansado dejó caer la mirada, observando el suelo con expresión enfadada. El morro de Tenacidad asomó entonces ahi, mirándola a
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