Aquel día Thomas esperaba pacientemente a la joven Alondra, la cual vino algo tarde a la cita que tenía con ella en las explanadas verdes de Villanorte. Ella venía con una sonrisa, esperando quizás que el camino que se iba a proponer delante de esta sería fácil, pero Thomas quería enseñarla una lección que no olvidaría o al menos, esa era su intención.  Thomas se mantuvo cortante, distanciado y tan solo la hablaba para explicarle las partes de la espada y como la muchacha debía sostenerla.
    • Like
    3