Ya habían pasado varias lunas desde que Eleandris  arrivó en el puerto de la Mano de Tyr. Habría llegado despues de un periodo de pseudoalerta en Villadorada, desde la que había podido oir ciertos rumores, que por alguna u otra razón no había quedado en mas que eso, rumores. Eleandris era un hombre inquieto, que necesitaba algo en que ocupar su mente debido a que era su costumbre en sus largos años de naufrago y no era una practica que le resultase nociva en su nueva vida como soldado escar