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Un día más, algunos de los piratas del capitán Kord Roderick bebían para pasar el rato en su taberna favorita, esperando que nada ocurriese debido a la ausencia de su capitán, sin embargo, por la puerta se asomó Decane, capitana renombrada en la Bahía, yendo directamente a por Aschen Gray para pedirle amablemente que haga un trabajo sucio por él, aunque, ¿qué iba a hacer, negarse?. Decane y Kord tienen un pacto comercial muy estricto, así que siempre que necesita carne de cañón cuenta con la tripulación del Réquiem, o de alguna otra tan poco afortunada como esta. El trabajo consistía únicamente en asaltar un barco, no mucho más grande que el de Roderick, matar a los tripulantes, traer con vida al capitán, vaciar sus mercancías y destruir el barco en su totalidad, todo a cambio de una aceptable cantidad de monedas si todo salía bien. Fueron guiados por mar por la contramaestre de la Yegua de Mar, Vines, la más fiel seguidora de Decane, hasta el barco al que estaban dando caza. Llegaron sin problema alguno a su destino ya que Vines conocía las rutas, sin embargo, en la lejanía ya se veía una fuerte tormenta que parecía dirigirse hacía ellos. La gente del barco actuó rápido, aprovechando el pequeño tamaño de su embarcación para acercarse por detrás, llevando un bote a la parte trasera del otro barco y escalando con una cuerda con un gancho que tenía Aschen. Por suerte, con los relámpagos de la tormenta, la persona que estaba cerca del timón no escuchó nada, y como consecuencia tuvo una muerte rápida y sigilosa a manos de Aschen. Tras subir el resto, solo tuvieron que disparar cada uno a un tripulante, matándolos en el acto, dejando al capitán Gibson en shock. Benedict le dio un buen golpe para dejarle fuera de juego, y pudieron seguir con su trabajo. Fue rápido y sencillo. A la vuelta tuvieron problemas con la tormenta, teniendo que usar su fuerza remando la barcaza, ya que el viento iba en contra y el mar estaba muy ajetreado, pero consiguieron llegar sin perder a nadie en el mar. Decane pagó a los tripulantes como prometió, además de ofrecerles una de las cinco cajas que saquearon del almacén de de Gibson. Ahora Gibson es un vagabundo más en las calles de Bahía del Botín, sin barco, sin tripulación y sin dinero. Decane ya le hizo pagar por el motivo que quiso hacer esto.

Era ya mediodía cuando el grupo ¿Afamado? del Requiem y la externa Khendra decidieron ir en busca de Cristian, según Nixx, que es el tabernero de una posada de mala muerte de por esos lares, Cristian era un pordiosero que no tuvo mejor idea que meterse en los trapicheos de Buba, un examigo de Aschen que habían vivido aventuras por alta mar juntos y ahora se dedicaba al trafico de armas. El grupo se aventuró por unas callejuelas donde las necesidades y la escoria era desechada ahí, por lo tanto, era mejor mantener las manos cerca de los bolsillos y taparse bien la nariz. Vagaron unos minutos hasta donde el avispado grupo encontró al pobre Philips, borracho "sujetando" un cartel que hacía saber a todos que la tienda de Buba no estaba lejos. Pero el grupito decidió acercarse a Philips que desprendía un hedor a alcohol que tumbaría a cualquier tauren. Cuando estaban por entrar al pequeño almacén que según Philips era de Buba, se abrió la puerta de golpe y apareció un goblin que sostenía una barra de dinamita en las manos. Sin pensárselo mucho, el grupo se apartó y dejo que la barra de dinamita que según Buba había sido encendida por accidente explotase. Tras un intercambio de amenazas llegaron a un acuerdo, Buba dijo donde frecuentaba Cristian y el grupo se dirijo al burdel "Cochinas del Corral". Pero, durante el camino, Aschen y Kaileth se desviaron, seguramente a gastarse el dinero del acuerdo en alcohol en la taberna de Nixx. Khendra, Benedict y Rata llegaron al burdel y gracias a la milagrosa idea de Benedict, encontraron a Cristian que no era quien decía, pues según el "pordiosero" tenía una empresa de especias y no se había metido con Buba, sinó que fue un ajuste de cuentas pues Buba fue el quien incendio su empresa. Cristian tenía poco de pordiosero, vestía con un chaleco de buena mano y se movía con agilidad y maestría con una ropera de acero con el mango de oro. Cristián ofreció una interesante suma de dinero al grupo para dejarle vivir, pero, excusó de que su cuenta de banco había sido congelada y que no disponía de fondos, pero, que tan pronto tuviese el dinero, los bañaría en oro. Khendra obtuvo por quedarse con el chaleco de Cristian como pago por dejarle vivir, mientras que Rata y Benedict aprisionaron a Cristian pues les había ofrecido una oferta que bien sino podría interesar al grupo.

Despues del terrible acometido en la taberna de Bahía de Botin entre unos tripulantes del Requiem y unos piratas, la taberna ha visto en aumento su actividad, viajeros y aventureros entran sedientos de información. -¿Y que pasó? - Eran cuatro, ellos 10 por lo menos. - ...¿Y? Va, escupelo! - Bah... Por muchos piratas que fuesen, estamos hablando del Requiem, volaron como moscas esos piratuchos. En otra mesa, la historia es diferente. - Tonterias, apenas murieron un par de piratas y capturaron a los tripulantes del Requiem... He oido que hay una recompensa por ellos... -Musitan entre sus compañeros de cervezas, en una mesa apartada de la posada- - Nada que ver, yo oí que era todo el Requiem contra la taberna entera. Hay muchas versiones sobre los acometidos... ¿Cual puede ser la real? Solamente los cuatro gatos y el propio Requiem tiene respuesta a esa pregunta.

Los rumores se hacian cada vez más notorios en Bahía. El Kultirense Errante ha vuelto. Pocos eran quien creían en esas cosas, pero poco a poco se hacián presentes los hechos. Esta vez, la aguerrida y poco profesional tripulación del Requiem tendrá que plantarle cara a tales rumores. Reales o no, el Requiem no permitirá que nisiquiera un viejo fantasma tenga el derecho de capturar al hermoso Capitán Kord Roderick mientras la tripulación siga viva. Aunque caigan miles de maldiciones sobre ellos, aunque tengan que pelear contra una tripulación fantasmal, ¡Aunque tengan que enfrentarse a las exnovias de Kord! El Requiem no pasará por alto los actos del Kultirense Errante. Vamos a por ti, saco de huesos, firmado "El Requiem".

INFORMACIÓN ON-ROL Estando todavía en su travesía por la isla perdida, un pequeño grupo de los piratas decidieron ir a explorar la isla en busca de cosas útiles (Mykaerla, Aschen, Drederick) mientras que el resto vigilaría el campamento. Ransley había empezado a construir desde la noche anterior un bote con el que poder volver al Cabo de Tuercespina para encontrar al capitán Kord y reunir a la tripulación otra vez, lo terminó poco antes de que el grupo que había ido a reconocer la nueva isla volviese con Aschen siendo llevado por sus otros dos compañeros: tenía la pierna rota. El grupo había encontrado un barco estrellado contra la costa infestado de makruras y a sus alrededores un par de cajas lo suficientemente grandes como para llamar la atención de los exploradores. Mykaerla logró hacer una ilusión sobre Aschen para que este luciese como uno de esos crustáceos e infiltrarse para comprobar el contenido de las cajas. Entre los recipientes pudo encontrar varias armas oxidadas, alfombras y herramientas, pero también halló un montón de vasijas élficas que podrían ser de valor para alguien en la Bahía. El contramaestre disfrazado no pudo contener su asombro al ver el botín encontrado e hizo sospechar a varios makuras de la costa por lo que uno de ellos le pillo de la pierna con sus grandes y contundentes pinzas, quitándole la ilusión a golpes. Drederick actuó rápido disparando contra el gran cangrejo para liberar a Aschen y huir hasta el campamento con sus camaradas. Al llegar al campamento, Shan'ko trató de sanar las heridas lo máximo posible de Aschen pero él tenía la pierna totalmente rota así que no pudo hacer mucho. Sin embargo decidieron volver trazando un plan para rescatar todos esos bienes que vendrían bien para la vuelta al Cabo de Tuercespina. Volviendo a la zona del naufragio, Cobra distrajo a todos los makruras torpemente haciendo que le siguiesen. Shan'ko y Mykaerla mientras tanto arrastraban las cajas lo más lejos posible de la costa y los tiradores comenzaron a disparar contra los makuras (Ransley, Aschen, Drederick), siendo el enano el único del grupo que tenía ambas piernas perfectas. Los cangrejos lograban resistir la mayoría de los golpes gracias su tenaz armadura pero estaban siendo contenidos correctamente hasta que uno de esos mismos crustáceos más grandes que dos osos juntos se unió a sus pequeños amigos. El otro grupo ya había conseguido extraer las cajas de la orilla, por lo que el grupo de tiradores tenía que huir antes de que ese enorme makrura les atrapase. Aschen fue el primero en tratar de huir, pero estando con una muleta improvisada por Ransley poco pudo hacer. El renegado, sabiendo que serían alcanzados por los cangrejos optó por huir no sin antes empujar al enano contra el grupo de langostas de forma discreta, nadie le vio hacerlo. El enano confuso y cabreado optó por disparar al renegado dándole levemente en el muslo, pero eso le quitó la oportunidad de huir. El makrura de proporciones gigantes agarró con su pinza al enano y lo partió a la mitad como si fuese un macarrón. El grupo logró huir con las cajas ya que los crustáceos no querían abandonar la playa. INFORMACIÓN OFF-ROL

INFORMACIÓN ON-ROL: PARTE 2/2 Todo se había vuelto oscuro... horas más tarde tras la explosión Ransley pudo abrir los ojos viendo sobre él un cañón y a su alrededor varios peces nadando cerca suya. Estaba a unos diez metros por debajo del agua. Gracias a su condición de no-muerto pudo mantenerse vivo durante tanto tiempo pero el cañón que habia caído sobre él estaba escachando su pierna. Intentó fervientemente echar el cañón a un lado pero no tenía la suficiente fuerza como para moverlo, por lo que tuvo que recurrir a la segunda opción: Empezó a tirar con fuerza tratando de zafarse del cañón, terminando con media pierna arrancada. Aun siendo un no-muerto había sentido dolor. Al liberarse, Ransley se arrastró hasta la orilla desde el fondo marino dándose un cabezazo contra Cobra, que había saltado al agua para buscar los presuntos cadáveres de sus compañeros del Réquiem. Al salir a la superficie se encontró también con Nyah que estaba siendo atendida médicamente por Drederick "Certero" McGumm, que había decidido tirar sus armas por su propio bien y por el de los demás marineros del Réquiem. Entre los cuatro consiguieron reunir la suficiente madera como para hacer una balsa además de haber encontrado la caja de herramientas del barco de los Perros Salados y otras dos cajas con comida y bebida. Ransley se apañó una pata de palo para no tener que ir arrastrándose por el suelo. Una vez todos listos, se marcharon en busca de sus compañeros. Su primera parada fue una isla habitada únicamente por dos Perros Salados que habían conseguido escapar a tiempo pero que también se habían perdido. Ninguno de los dos bandos buscaba pelearse, pues no tenía sentido la lucha si iban a estar perdidos en un cojunto de islas desérticas. La balsa se había roto al chocar contra el islote por lo que el polvoriento astillero tuvo que volver a empezar, gastando mucho tiempo. Volvieron a salir. Los tripulantes de la balsa de Ransley fueron recorriendo el archipiélago en busca de sus compañeros hasta que dieron con Mykaerla y Evelyn, que entre las dos habían conseguido montar un pequeño campamento con recolectores de lluvia, una tienda hecha con palos y telas y una hoguera en la que estaban cocinando un mono que habían logrado cazar. Los viejos amigos se pusieron al día con lo que les había ocurrido a cada uno. Sin embargo Ransley no había acabado con su misión, todavía quedaban compañeros a los que buscar. Tomó su balsa y salió él solo. Tras un largo viaje por el archipiélago, el renegado logró ver a lo lejos al grupo que faltaba tratando de construir una barca. Habían conseguido sobrevivir a base de pescar con una caña fabricada por Aschen malamente y nadando a islas que se encontraban cerca. Además de eso encontraron varias cajas con suministros y el tesoro del capitán. Nada más y nada menos que un lingote de oro. Tras volver a la isla en la que se encontraba toda la tripulación, Mykaerla echó un vistazo rápido al lingote (A escondidas del resto, usó una ilusión para darle el cambiazo el lingote y lo robó). Todos habían conseguido llegar a salvo a la isla y comenzaron a hacer los preparativos para montar una buena barca con la que llegar al Cabo y encontrarse con su querido capitán Kord. Pero algo les frenaba: el contramaestre de los Perros Salados, Drederick "Certero". Él les contó que iba a hacer un motín pues odiaba a Remmulus tanto como ellos pero no pudo cuando llegó el Réquiem a explotar el barco. Aunque las dudas seguían en pie, Aschen mandó a mantenerle con vida (Pues es el contramaestre del Réquiem), pero Mark intentó matarlo a quemarropa de un disparo, pero este fue neutralizado por Aschen y por Evelyn de un disparo a su pistola de chispa y otro a su mano. INFORMACIÓN OFF-ROL

INFORMACIÓN ON-ROL: PARTE 1/2 Tras el regreso del Réquiem a Bahía del Botín, Sammy, el buen amigo de esos piratas les recibió con los brazos bien abiertos a las puertas de su taberna favorita pero con unas noticias que arruinarían las ganas de beber ron de muchos. El capitán Remmulus "Perro Salado" había puesto precio a la cabeza de la tripulación tras descubrir que fueron ellos los que le robaron sus dos cañones, parte de su tesoro y acabaron con casi media tripulación suya. El Réquiem siendo alertado decidió irse a una isla del Cabo escondida de todo aquel que se decida por buscarlos, sin embargo Evelyn convenció a Nyah de que no merecía la pena esconderse, pensando que tendrían ningún problema estando en la Bahía. Sammy y Kord se fueron juntos a otro lugar. Una vez llegados a esa pequeña isla apartada de todo, Ransley montó una pequeña tienda con hojas de palmera y tocones de madera que recolectaron los compañeros para pasar ahí la noche. A la mañana siguiente Kord llegó junto a su compañero goblin para avisar al resto de tripulantes que Nyah y Evelyn habían sido capturadas por los perros salados pero para la suerte del Réquiem, habían trazado un plan. Shan'ko sanó a los heridos antes de partir para estar completamente listos. Yendo hacía la costa, Kord repasó el plan varias veces junto a sus piratas. Su prima Mykaerla se había infiltrado en el barco de los perros salados, pero necesitaría ayuda para robar unos mapas en el camarote del capitán por lo que Aschen se infiltraría también junto a ella pues era una maga ilusoria y consiguó darle un nuevo aspecto al contramaestre del Réquiem, mientras tranto Alexander remaría hasta el lateral del barco de Remmulus para detonar esa parte con un barril de pólvora comprado por el capitán Kord, además de eso Myka ofreció información falsa sobre el interrogatorio a Nyah y a Evelyn sobre el paradero del capitán para poder dividir así sus números, sin embargo acordar un plan de liberación y robo no era suficiente, buscaban acabar con ellos para dejar de tener una recompensa. El capitán Kord contrató a diez mercenarios por 50 monedas de cobre cada uno y se marchó a esperar a Remmulus y a parte de su tripulación mientras que el resto asaltaría el barco tras la gran explosión. Y eso fue lo que ocurrió. Tras la explosión todos los Perros Salados subieron a la cubierta, buscando al culpable de eso mientras que Ransley, Rata, Cobra y Shan'ko comenzaron a disparar a los que cubrían la tabla que daba acceso a la borda acabando con los dos que la cubrían aparentemente sin problemas, pero los piratas que se encontraban en el barco comenzaron a disparar con sus rifles dando a Mark y a Shan'ko. Mientras tanto Alexander consiguió sacar a Nyah y a Evelyn de la bodega tras dejar un hueco con la explosión, remando hasta la costa en la que se encontraban sus compañeros. Uno de los perros encendió la mecha de uno de los cañones que les apuntaban pero para la suerte del Réquiem falló. Drederick "Certero" McGumm, contramaestre de los Perros Salados, asomó la nariz desde la borda apuntando y disparando con su rifle de chispa a Nyah, dándole bastante fuerte. Con la confusión del disparo Nyah volcó el bote tratando de remar por lo que tuvieron que ir nadando los que estaban sobre él. A escondidas de la batalla Aschen aprovechó su ilusión para tratar de colarse en el camarote disparando a la cerradura pero llamando la atención de dos piratas que fueron a investigar la planta de abajo. Los piratas de la borda estaban bastante protegidos con una buena cobertura que hacía casi imposible darles a distancia así que decidieron correr hasta la tabla, poniéndose en algún lugar seguro para que no recibiesen disparos en lo que los Perros recargaban. Mykaela había desaparecido presuntamente del combate, nadie sabía dónde estaba metida la prima del capitán. La lluvia de disparos cayó sobre los tripulantes del Réquiem mientras corrían para ponerse a salvo, recibiendo varios disparos Ransley, Cobra y Nyah. Estando distraídos, una Perra Salada disparó con el cañón hacía la pasarela impidiendo subir a los del Réquiem por ahí y haciendo daño a su vez a los que ya habían llegado (Shan'ko, Evelyn, Mark). Nyah aprovechó que sus compañeros habían llegado al agua para lanzar uno de sus explosivos contra el casco del barco, dejando un hueco para que el resto pase al interior. Pocos minutos antes algo bastante pesado parecía haberse caido en la bodega superior, pero más tarde sabrían por qué. Un cañón había caído desde la bodega superior a la inferior, dejando un gran hueco en el techo, y con el cañón había caído Mykaerla. Todos habían entrado menos Nyah, que lanzaba sus explosivos sin ton ni son al barco, consiguiendo inutilizar solo un cañón. Aschen se encontró con los dos piratas que iban a por él, pero les tiró una lámpara de aceite que les hizo arder aunque eso expandió fuego por el resto del barco. Siendo el único objetivo disponible, todos los piratas empezaron a disparar a Nyah con la mala suerte de que una le dio directa al estómago, provocando que cayese al suelo insconsciente. El humo y el fuego llenaba por completo el barco, la única opción viable era huir y así hicieron. Mientras que los que consiguieron entrar por el agujero provocado por Nyah, Aschen saltó por la ventana del camarote al verse rodeado por las llamas, cayendo al agua. El resto de perros salados saltó al mar junto a los piratas del Réquiem, pero estaban demasiado centrados en mantenerse a salvo del fuego que no trataron de atacarles. En la distancia se pudo escuchar al contramaestre de los perros salados gritar: —¡¿QUÉ HABÉIS HECHO?! ¡EL BARCO TENÍA UN CARGAMENTO CON PÓLVORA! Todos trataron de huir pero el fuego ya había alcanzado el cargamento. Todos quedaron insconscientes tras la gran explosión siendo arrastrados por las mareas exceptuando a Ransley, que se le cayó un cañón encima estando en el agua quedando atrapado en el fondo del mar. El resto acabó en sitios desperdigados por un gran archipiélago de islas separadas por más de 800 metros cada una, apenas siendo visible el Cabo de Tuercespina. INFORMACIÓN OFF-ROL

(Se posterán todos los entrenamientos de Mark) Mark se encuentra estirado en unas cuerdas modo de hamaca del "Requiem" el barco que le ha contratado. Como es usual, Mark se aburre a más no poder y el ron escasea por lo que no puede ir borracho por cubierta. Tampoco puede tomar el timón por miedo a que Evelyn le grite o le pegue un tiro ¿Quien sabe como puede raccionar? Decide que entrenar con un no-muerto puede ser divertido y eso hace. Se confia demsiado en la pelea por lo que parece que va a perder, pero en el ultimomomento espvila y consigue la victoria, aunque más tarde, entrenando contra Nyah, no le resulta tan favorable como con el no muerto. Pues tras una reñida pelea, la pelirroja consigue vencerle gracias a los consejos de un enmascarado. Habs usadas: Espada ligera, Defensa

-Rumor de nivel 1- Entre las tabernas de la Bahía se ha escuchado el rumor de que el capitán Remmulus "Perro Salado" ha puesto precio a la cabeza de los tripulantes del Réquiem por motivos que el mismo capitán ha preferido no mencionar. Carteles se han colgado por todos los lugares de tránsito del Cabo, puestos comerciales, tablones y demás. ¡ATENCIÓN El capitán Remmulus "Perro Salado" a puesto precio a la cabeza de los tripulantes del Réquiem El capitán Kord Roderick 15 monedas de plata VIVO 8 monedas de plata MUERTO El resto de la tripulación valdrá: 8 monedas de plata VIVOS 4 monedas de plata MUERTOS LOS MIEMBROS BUSCADOS DE LA TRIPULACIÓN SON: Aschen Gray "Cobra" Ransley Spooner/"Espectro" Nyah Kendal Evelyn Wiston Mark el "Rata" Shan'ko Kaileth Nathan Alexander Smith

INFORMACIÓN ON-ROL La tarde en el barco estaba siendo tranquila. Mientras algunos hacían tareas otros charlaban tranquilamente sin ninguna preocupación... Aschen estaba dando uso a la caña de pescar que tenían en el barco usando de cebo las tripas de un renacuajo múrloc que se había colado la noche anterior en el barco, teniendo bastante suerte con los peces hasta que llegando a las costas de Páramos de Poniente las aguas cercanas al barco empezaron a agitarse y entonces una plaga de múrloc asaltó el barco. Los bucaneros y los encapuchados del Bosque del Ocaso se prepararon para la batalla contra los múrloc que usaban pequeñas dagas como espadas. Aun siendo muchos más múrloc que hombres, la mayoría eran todavía pequeños que no resultaban ninguna amenaza en un número poco elevado, pero con el paso de la batalla empezaban a ser más, y más, y más... Por cada uno que moría, dos ocupaban su lugar, la batalla empezaba a ser costosa para los del Réquiem. Mientras la batalla en cubierta seguía en curso, un múrloc escurridizo se había hecho con el control del barco para dirigir el Réquiem contra unas rocas junto a otros renacuajos protegiendo las escaleras que dan acceso al timón. Con tal desesperada situación, Dieter Greiham comenzó a usar una magia extraña que empezó a recaer sobre los cadáveres de los múrloc haciendo con ese hechizo que cinco de ellos se alcen como no-muertos, su tapadera como nigromante había sido expuesta por él mismo. En un intento de frenar el barco, Evelyn cortó una de las cuerdas de la vela, pero no consiguió replegarla del todo, consiguiendo únicamente frenarlo un poco así que Cobra (Victoria) decidida trepó por las cuerdas para plegar ella misma la vela. Mientras que unos múrloc se mataban con otros múrloc, Evelyn intentaba despejar las escaleras para tener acceso al timón e intentar girar el barco en caso de que no llegase Cobra a poder. Kaileth, confuso al ver los múrloc resucitar re-mató a uno de los que alzó el nigromante. Eso ocasionó una leve discusión entre ambos que sería resuelta después de acabar con los múrloc. Algunos miembros del barco decidieron atajar escalando para llegar a la parte de arriba en vez de ir corriendo para ir más rápido, sin embargo otros optaron por ir corriendo. El barco se aproximaba cada vez más a los salientes y todos los intentos de disparar al múrloc que llevaba la tutela de la embarcación habían fracasado pero Cobra consiguió plegar la vela del Réquiem, consiguiendo solamente ralentizar el terrible destino que se aproximaba al barco. El capitán soltó el ancla pero para la sorpresa de todos, uno de esos múrloc había cortado la cuerda, inutilizándola. Evelyn consiguió distraer al múrloc que cubría las escaleras, dando paso a Mark y a Aschen a enfrentarse al sucio múrloc que buscaba estrellar el barco, a su vez, Shan'ko se había despertado de un largo sueño que le produjo al experimentar con unas hierbas somníferas. Shan'ko subió escalando hasta la zona superior y lanzó sin pensárselo su hacha el timón haciendo desviar levemente el rumbo contra las rocas, pero el múrloc lo corrigió enseguida. Distraído el múrloc con el enorme troll, no vio venir a Aschen correr hacía él, girando rápidamente el barco y desviando el barco de su fatídica trayectoria. Al ver que el plan fallido, el resto de múrloc con vida que todavía luchaban contra Ransley, Evelyn y otros, huyeron. El Réquiem se había salvado. Más tarde Shan'ko trataría de sanar a los heridos mientras que Jasón sanó al renegado mientras este manejaba el barco. INFORMACIÓN OFF-ROL

INFORMACIÓN ON-ROL El día en el que el Réquiem se convertiría en un verdadero barco pirata había llegado. Con cierta información, el capitán Kord Roderick había descubierto la localización de un asentamiento pirata que se encontraba protegido por varios cañones en el Cabo de Tuercespina, los Perros Salados se hacían llamar. Por la tarde, el capitán reunió a todos los tripulantes que pudo encontrar y se puso en marcha junto a ellos para encontrar aquel lugar. Al llegar, el grupo decidió escalar por una pequeña colina para tener una mejor visión del lugar, y así la tuvieron. A primera vista contaron a doce hombres, que ya superaban en gran número a los piratas del Réquiem. Puesto que la desventaja numérica era clara, los que estaban a punto de saquear el lugar decidieron trazar un plan para cubrir las zonas de los cañones y tomar las armas de sus enemigos contra ellos. El primer grupo (Ransley, Jaelle, Kaileth y Nyah) se mantuvo en la colina, esperando a que Cobra (Victoria) disparase a uno de los barriles de pólvora que usaban los Perros Salados. Mientras tanto, el segundo grupo (Kord, Aschen y Cobra) atajaron por la retaguardia, yendo por el río. Una vez Cobra hizo explotar el barril acabando con cuatro de los enemigos, el primer grupo bajó deslizándose por la colina sin problemas, tomando rápidamente uno de los cañones. El segundo grupo se deslizó cayendo en un pequeño riachuelo, del cual Kord consiguió salir, trepando una pequeña colina en la que tomaría el segundo cañón. Sin embargo, Aschen se mantuvo en la colina para tratar de asestar con una piedra en la cabeza pero perdió el equilibrio y cayó al agua. Confuso tras la caída, Aschen no vio venir a una de las corsarias enemigas que le apuñaló por la espalda y mientras Cobra luchaba contra otro Perro Salado en el riachuelo, Aschen recibió un tiro en el pecho, resultando herido de gravedad. Cobra reaccionó con rapidez, disparando a un barril de polvora que había en un bote, acabando con la vida de dos piratas, sin embargo todavía se encontraba uno tratando de acabar con Aschen. Se defendió a duras penas, pero al final Cobra le salvó la vida, degollando al que intentaba matar a su compañero. La batalla del primer grupo no estaba resultando sencilla, pero con la ayuda de los cañones consiguieron matar a unos cuantos. A pesar de esto Ransley recibió un disparo bastante grave en el pecho, pero esto le abrió los ojos, volviéndole más agresivo de lo que usualmente es. Con las ansias fue capaz de desviar un ataque que para muchos otros podría haber sido mortal y más tarde acabó con la vida de varios corsarios. Por la retaguardia el capitán Kord ya había cargado su cañón y se dispuso a dispararlo contra los bucaneros que tenían rodeados a sus tripulantes, acabando con algunos mientras su equipo se había puesto a cubierto tras el cañón. Con la ayuda de los cañones la contienda parecía victoriosa pero con el estruendo de los disparos y los cañonazos otro grupo de Perros Salados, quizá un grupo de diez personas, subió a donde se encontraban batallando, yendo uno de ellos al arroyo a por Aschen. Se trató de defender lanzando sus dagas contra el saqueador, pero falló. Por suerte Cobra pudo defenderle, acabando con la vida de aquel rival. El duro asalto que estaba sufriendo el primer grupo iba a peor, Ransley había sido brutalmente atacado por un goblin y quedó gravemente herido, sin poder mantenerse apenas en pie para luchar, los cañones estaban siendo de poca ayuda en aquel momento, pues la puntería de Kord y Ransley no estaba siendo la mejor. Mientras, Shan'ko y Evelyn estaban cerca de la zona de los acontecimientos, escuchando los cañones siendo disparados y decidieron acercarse por la espalda de los Perros Salados, acabando fácilmente con dos de ellos. Los nuevos integrantes del saqueo conocían a los piratas del Réquiem, habiéndose ayudado ya alguna que otra vez. Esto motivó al Réquiem a avanzar, acabando rápidamente con los que quedaron. Algunos Perros Salados se rindieron, siendo víctimas de los sacrificios de Shan'ko, el troll, mientras que uno de ellos trató de huir para evitar ser sacrificado a un Loa, pero Ransley estuvo atento y pudo lanzar su hacha contra él, matándolo. Mientras Shan'ko sanaba las heridas de Aschen, Ransley fue andando hasta la Bahía tras haberse recuperado para llevar el Réquiem a una de las costas cercanas y poder subir todos juntos los cañones robados. Mientras Jaelle registraba los cadáveres, detrás de la catarata del arroyo encontró un pequeño cofre que tras ser abierto, resultó contener un buen tesoro para los vencedores. INFORMACIÓN OFF-ROL